Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Convento de Santa Clara, Iglesia de San Sebastián, Iglesia de San Agustín, Iglesia de San Francisco Solano, Convento de Santa Ana, Ayuntamiento-Iglesia de San Juan de Dios, Museo de Historia Local, y Museo-Teatro Garnelo) de la localidad de Montilla (II), en la provincia de Córdoba.
Se ha supuesto que este convento de franciscanas clarisas se fundó en 1525 con posible intervención en las obras de Hernán Ruiz el Viejo. La iglesia tiene una sola nave, con coro alto y bajo a los pies. El presbiterio se cubre con un artesonado poligonal mudéjar y la nave con otro, que se prolonga al coro alto. El retablo mayor es anónimo, de 1730; tiene imágenes de la Inmaculada, San Francisco y Santa Clara y, en el ático, un curioso grupo de la Exaltación de la Cruz, flanqueado por San Francisco Solano y San Diego de Alcalá. En dos repisas a nivel de suelo están San Buenaventura y San Pedro de Alcántara.
A los lados del presbiterio hay dos retablos, realizados en torno a 1730 por Gaspar Lorenzo de los Cobos; el de la izquierda dedicado a San José, y el de la derecha a Santa Ana, ambas tallas setecentistas, cercanas a talleres sevillanos. Los muros se adornan con diversos lienzos, entre los que pueden reseñarse la Aparición de la Virgen a Santo Domingo y San Francisco, todos fechables en el XVIII.
En la zona izquierda de la nave se halla la capilla de la Virgen de la Antigua, construida en 1542, que guarda la pintura sobre tabla de la titular, del XVI. Hay otro retablo con una pintura anónima sobre tabla de la Ascensión con Cristo como Buen Pastor; de hacia 1560. En el muro derecho se hallan el retablo de San Francisco, anónimo de hacia 1740, con imagen granadina setecentista, y el de San Antonio de Padua, anónimo y fechable en la segunda mitad del XVIII. En el muro cuelgan lienzos del siglo XVII, como las Lágrimas de San Pedro, Cristo camino del Calvario, inspirado en el Pasmo de Sicilia de Rafael, y Jesús atado a la columna. A los pies del templo se hallan una pintura de Santa Catalina de Siena, firmada por Bartolomé Polonio hacia 1630, y la imagen de San Buenaventura. Por los muros cuelga una serie de lienzos con la Vida de Santa Clara, del XVIII. La clausura de este convento es una de las más ricas de Córdoba en contenidos artísticos, pudiendo destacarse la conocida talla de San Juan en Patmos, atribuida a Pedro Roldán, y el lienzo de la Trinidad, del coro alto, obra indudable de Juan de Valdés Leal (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
El conjunto se estructura en crujías alrededor de patios ordenados de norte a sur con patios menores al oeste. Dispone de entradas al norte, a través del compás con acceso al templo, sacristía y locutorios, y puerta a la mitad de la calle Benedicto y otra de paso a la huerta por la calle Pozo Dulce.
Tiene tres grandes patios claustrados; el septentrional, el meridional, Núcleo de enfermeras, y central, posterior, de enlace con portería y zona de servicio.
La Iglesia tiene nave rectangular con presbiterio de planta cuadrada, separada del resto por arco toral. A los pies se ubican los coros alto y bajo. Son notables los artesonados sobre pechinas, de labor mudéjar. La portada de la iglesia se conserva en estado originario, llena de follajes tallados en piedra franca y arco exterior de medio punto.
La huerta es el espacio libre situado al este del Monasterio. El primer claustro es un patio cuadrado con galerías porticadas en dos plantas, en la baja sobre pretil corrido y en la alta, actualmente arcos cegados por tabiques y ventanas.
El segundo patio se organiza partiendo de diversos edificios que lo rodean. Se organizan en tres plantas de galería. Posee un gran número de dependencias como el refectorio, enfermería, capilla de padre de familia, etc.
Este Monasterio repite el tipo de las clarisas de Andalucía en cuanto a ambiente arquitectónico con su aspecto mudéjar, de carácter popular. Se encuentra integro en cuanto a su disposición.
Fundado en 1512 como convento de franciscanas. La obra se terminará en 1524 por parte de Dª María de Luna, hija del Marqués de Priego, transformándose en convento femenino (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
La iglesia de Santa Ana, que forma parte del convento, se conserva a pesar del importante incendio que sufrió el convento en 1993. La iglesia se aleja de los convencionalismo de las iglesias conventuales de la época, siguiendo algunos modelos sevillanos, con una iglesia de tres naves, y dos coros, alto y bajo.
Alberga una de las joyas andaluzas que formarán escuela, el retablo mayor de Blas Escobar, con esculturas del sevillano Pedro Roldán, destacando la imagen principal de La Inmaculada Concepción y el grupo escultórico de Santa Ana y la Virgen, muestra del naturalismo imperante en la época del barroco sevillano.
Sin duda uno de los rincones más emblemáticos y con mayor historia de la localidad es este convento, en dónde se aúna arte, historia y tradición gastronómica.
La construcción del convento, hacia 1512, se englobaría dentro del complejo palaciego de sus mecenas, los marqueses de Priego, siendo figuras esenciales Pedro Fernández de Córdoba y su hija, Catalina Fernández de Córdoba, a quien debemos la fundación de la orden femenina.
Se trata de un edificio que en origen estuvo destinado como convento franciscano, pero que poco tiempo después tornará al uso que hoy aún mantiene, convento de las clarisas franciscanas.
Este fantástico monumento, cuenta además con una hospedería, un lugar para alojarse rodeados de paz y tranquilidad.
Visitas al interior de convento (cita previa) pases a las 11:00 h y 12:00 h (Diputación Provincial de Córdoba).
Esta iglesia mudéjar se considera la más antigua de Montilla y fue sometida a una importante restauración en 1955. Tiene planta basilical de tres naves con cubrición lignaria. El retablo mayor, de hacia el año 1630, se atribuye a Lope de Medina Chirinos, aunque ha sufrido alteraciones posteriores. La imaginería que luce es de distinta procedencia y época, mostrando a San Antonio de Padua y San Lorenzo flanqueando la hornacina principal, en la que está colocado el Sagrario. El ático lo ocupa una talla de San Sebastián, del siglo XX.
En la nave izquierda están la Virgen de la Amargura, transformación de un San Juan por Cristóbal Gómez Garrido en 1986, y el Cristo de la Misericordia, obra de Francisco Salido Jiménez y su hijo, de 1989. A los pies de la nave se sitúa el retablo de Nuestra Señora de Consolación, obra anónima, aunque atribuida a Juan Fernández de Lara, hacia 1625-30, que se adorna con cuidadas pinturas coetáneas de temática mariana. En la nave de la derecha se hallan la imagen barroca de San Francisco Solano, un lienzo del Setecientos del Ecce Homo y un pequeño retablo dedicado a Santa Lucía, obra documentada de José Fernández de Hinestrosa, de 1753 (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
La iglesia tiene planta basilical de tres naves separadas por cuatro arcadas a cada lado sobre columnas y capiteles con volutas, y en los centros flores tetrafoliadas de carácter románico. Los arcos son apuntados, determinando la transición del gusto románico al ojival. La portada está compuesta por arco de medio punto dovelado y escalinata muy reformada.
Presenta cubierta a dos aguas y espadaña centrada en el frontis de entrada.
Esta iglesia mudéjar se considera el templo más antiguo de Montilla y fue sometida a una importante restauración en 1955. Se alza en uno de los parajes más elevados de la ciudad, ocupando el solar de una antigua Mezquita. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, fue la Iglesia más importante (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
El antiguo convento de los agustinos es en la actualidad una residencia de ancianos tutelada por las Religiosas Mercedarias de la Caridad. La fundación se llevó a cabo en el siglo XVI, pero el edificio que ha llegado hasta nosotros acusa las obras de transformación realizadas en el año 1746. Posteriormente, entre 1844 y 1861, el conjunto sufrió nuevas reformas.
La iglesia es de cruz latina, con brazos muy marcados y cúpula oval. El retablo mayor se fecha en 1640 y se ha relacionado con el maestro Lope de Medina Chirinos. La calle central del primer cuerpo sirve de embocadura a un pequeño camarín, que aloja la imagen de Jesús Nazareno, atribuido a Juan de Mesa el Mozo, de hacia 1590. A los lados se sitúan San Agustín y San Juan de Dios; en el remate se ven el Crucificado con Santo Tomás de Villanueva y San Juan Evangelista. En los muros laterales hay dos lienzos con los apóstoles Pedro y Juan, parte del apostolado repartido por el templo, estimado de taller cordobés del siglo XVIII. Completan la decoración dos grandes lienzos con San Agustín ofreciendo su corazón a Jesús y la Conversión del santo, ambos del siglo XVII. Los ángeles lampareros son del XVIII.
En el frente del crucero izquierdo está un retablo anónimo de finales del XVII con el grupo manierista de Nuestra Señora de las Angustias, talla completa de hacia 1590. El de la Virgen de los Dolores es similar al anterior, con imagen de vestir de hacia 1800, retocada en 1941 por Manuel Garnelo. Sigue el altar de San Cristóbal, con pintura de 1720 e imagen del Yacente, atribuida a Juan de Mesa el Mozo.
En el brazo derecho se halla el altar de la Asunción, con relieve del titular, del siglo XVIII, a sus pies una urna con la Virgen del Tránsito. En el muro cuelga un lienzo con Alegoría de la la orden agustina, anónimo de 1733. En la sacristía hay una talla de la Virgen con el Niño y un lienzo de la Presentación de Jesús al templo, ambos del XVII. El retablo de Santa Mónica es de segunda mitad del XVIII.
A la izquierda de la nave está la capilla de Jesús Nazareno, separada de la misma por una reja de madera. Fue construida entre 1677 y 1689, con probable intervención del yesero Pedro de Borja. Sus retablos han perdido la imaginería original; el principal es obra de Cristóbal de Guadix, fechado en 1689; los laterales se deben a Gaspar Lorenzo de los Cobos, de hacia 1700. Se guarda aquí la imagen del Santo Cristo del Perdón, antes de la Misericordia, obra de fines del XVII, cuya estética remite al entorno del taller sevillano de Pedro Roldán, aunque ha sido atribuida a Cristóbal de Guadix; se acompaña de la Virgen de la Amargura, obra de Cristóbal Gómez Garrido en 1986, restaurada en 1992 por Miguel Arjona, y San Juan, devocional. El muro derecho de la nave tiene tres retablos; el primero con imagen de San José, de estética granadina del XVIII; el segundo de fines del XVII, con imagen barroca de vestir de la Virgen de la Cinta, Santa Rita del XVIII y San Antonio, del XIX: la imagen de San Antonio del ático es obra documentada de Gaspar Lorenzo de los Cobos, de 1741. El último aloja la imagen del Cristo de la Yedra, obra de estética arcaizante de la primera mitad del siglo XVI, que procede de la iglesia de los jesuitas. A los pies del templo hay dos grandes lienzos con escenas de martirio de frailes agustinos, obras barrocas del XVIII (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
El conjunto corresponde a un antiguo convento de agustinos, conservando hoy la iglesia con sus capillas y el resto adaptado a hospital y asilo de ancianos.
El templo se caracteriza exteriormente por la limpieza de sus volúmenes en piedra y tapial, sólo interrumpida por los contrafuertes.
La portada principal presenta una embocadura en arco flanqueado por dos columnas estriadas con pedestal de orden toscano, entablamento y frontón partido con una hornacina superior donde se aloja un azulejo de Jesús Nazareno moderno.
La iglesia, de planta de cruz latina, tiene una amplia nave con crucero, de brazos cortos, con nichos de altar en la nave de la Epístola y capillas en el lado del Evangelio. Dispone de coro a los pies del templo y de camarín en el presbiterio.
El crucero, de planta rectangular con dimensión mayor transversal, se define por cuatro arcos torales apoyados en cuatro pares de gruesas columnas en esquina, de orden gigante toscano fabricadas con tambores de arenisca revestida, presentando, hoy, una imitación a mármol.
El presbiterio, de planta rectangular, está ligeramente peraltado por escalinata con púlpitos laterales. Sus paramentos laterales están organizados por pilastras, de orden toscano con ovas. Se cubre por bóveda de cañón con pares de lunetos laterales que arrancan del friso pintado, con los plementos totalmente decorados con roleos dorados. El frontal del presbiterio se oculta completamente por un gran retablo, en cuyo centro está el camarín.
El camarín es de planta octogonal, con los lados octogonales rectos y los diagonales curvos formando una especie de hornacina. Su decoración es modesta y se accede a él a través de una habitación abierta en el lado de la Epístola.
Los brazos laterales del crucero, de planta rectangular, tienen poca profundidad y se cubren por bóvedas de cañón, sin decorar.
La nave principal, de tipo cajón, se cubre con cuatro tramos de bóveda vaída sobre arcos formeros que apoyan en repisas de ménsula con placajes y listel corrido.
En el muro del Evangelio un gran arco cerrado por una verja de madera da paso a la capilla de Jesús Nazareno, y en el de la Epístola se abren tres capillas desiguales y una puerta que comunica con el claustro.
El coro, que tiene la amplitud de un tramo de bóveda, se apoya sobre un forjado, posiblemente metálico. Es una obra de finales del siglo pasado de escaso interés.
En el lado del Evangelio se adosa la capilla de Jesús Nazareno, construcción barroca erigida en el último cuarto del siglo XVII. Esta gran capilla repite en pequeño la planta de la iglesia en la que se encuentra. Presenta planta de cruz latina. La nave principal se decora con pilastras toscanas con ovas y cornisa con moldura dentada. El crucero, de planta cuadrada, presenta columnas pareadas de orden compuesto gigante. La cúpula central arranca sobre pechinas y es semiesférica.
Todos estos elementos van decorados por labor de yesería.
La sacristía es de planta rectangular con acceso al templo y al claustro. Se cubre con techo adintelado de vigas caneadas con alfarjías y ladrillo por tabla.
El claustro se sitúa al sur de la iglesia. Presenta planta cuadrada con cuatro arquerías de cinco vanos cada una, repitiendo el modelo de la Iglesia de San Francisco Solano, también en Montilla. Todo el conjunto es de piedra arenisca, hoy despojado de su revestimiento.
En el siglo XV hay referencias de la existencia en el lugar de una ermita.
En 1518 Alonso Sánchez el Recio de León reconstruye dicha ermita, cediéndola un año después a la Orden de San Agustín para que fundasen un convento. En 1520 comienza la edificación del convento, anexo a la antigua ermita.
En 1752 se remodelan las cubiertas de la iglesia y en 1834 los agustinos son exclaustrados.
En 1844 el exconvento se convierte en hospital al trasladarse allí el hospital de San Juan de Dios.
En 1884, tras el hundimiento de parte de la techumbre y el coro, se llevaron a cabo diversas obras costeadas por el ayuntamiento, obras que terminarán un año después.
La Capilla de Jesús Nazareno se construye entre 1677 y 1689 bajo el patrocinio de Luis Francisco Fernández de Córdoba.
El claustro actual es del siglo XVIII, empezando sus obras desde 1748, paralelamente a las reformas del templo.
El antiguo convento de los agustinos es en la actualidad una residencia d ancianos tutelada por las Religiosas Mercedarias de la Caridad (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
La iglesia del Santo fue construida a partir de 168l, sobre la casa natal de San Francisco Solano, prolongándose las obra hasta bien entrado el XVIII. Tiene planta de cruz latina con crucero cupulado y capillas laterales que se cubren también con cúpulas, usándose en la nave cañón con lunetos. El retablo mayor fue realizado en 1728 por Gaspar Lorenzo de los Cobos, y tiene imágenes de talla del mismo artífice a excepción del titular; que es obra granadina de 1689. Figuran San Juan Nepomuceno y San Antonio, San Judas Tadeo, Cristo Crucificado y San Francisco de Asís, y, en el remate, el Padre Eterno. A los lados hay dos lienzos de San Francisco Solano: el Milagro de la tempestad y la Conversión de los indígenas, del XVIII.
El frente del crucero izquierdo lo ocupa la capilla del Corazón de Jesús, que anteriormente fue la Sacramental; la imagen del titular es de Manuel Garnelo, de la década de 1940. En las paredes se ven lienzos con Jesús recogiendo las vestiduras, del XVII, y cuatro escenas de la Vida Pública de Jesús. Sobre el arco de ingreso hay un lienzo del XVIII del Bautismo de San Francisco Solano. El testero del crucero se adorna con el retablo de San Luis Beltrán, de hacia 1740; la talla del santo es granadina, cercana al taller de José de Mora, y las de Santa Catalina de Siena y Santa Rosa de Lima son anónimas.
El frente derecho del crucero tiene un lienzo de la Epifanía, de taller local del siglo XVII, inspirado en grabados. En el testero hay un retablo setecentista con imágenes de San José, San Judas Tadeo y San Isidro. A lo largo de la nave central se han dispuesto lienzos con escenas de la vida de San Francisco Solano, anónimos del Setecientos.
La primera capilla de la nave izquierda guarda un retablo de hacia 1725 de Gaspar Lorenzo de los Cobos con imagen actual de Jesús Cautivo y tallas del XVII de San Pedro y San Juan Evangelista. Le sigue la capilla de la Virgen del Pópulo, cuya pintura se envuelve por rico y profuso marco tallado. La última tiene un retablo barroco próximo a Gaspar Lorenzo de los Cobos, con la Virgen de la Caridad, obra de Miguel Arjona de 1987, flanqueada por las imágenes de Santa Brígida, y San Francisco de Paula, ésta anónima del XVIII. Al lado izquierdo de la capilla está el Cristo de la Humildad, que proviene del extinguido convento de San Juan de Dios, interesante talla de fines del XVII, de aires sevillanos, pero retocada en 1990 por Miguel Arjona.
Por el lado derecho se encuentra la capilla de la Aurora, con retablo anónimo de hacia 1740. La talla de la titular es granadina de principios del Setecientos, cercana al círculo de José de Mora; a los lados se ven imágenes coetáneas de San Joaquín y Santa Ana. Los ángeles lampareros son de mediados del XVIII. Le sigue la capilla de la Virgen del Carmen, con retablo del lucentino Pedro de Mena, de 1743, que tiene una imagen moderna de la titular, adornada con media luna de plata, y tallas de Santiago y San Ignacio de Loyola. La última capilla está dedicada a la Virgen de la Soledad, que procede de San Agustín, donde ya constaba su existencia en 1668.
La sacristía guarda también notables lienzos, como el retrato post mortem de San Francisco Solano, obra del XVII, y varios del XVIII, que representan la Adoración de los Pastores y de los Reyes, la Presentación en el templo, obra de principios del XVII con firma parcialmente legible de Eugenio. San Leandro y San Isidoro son del XVIII, copias de los originales de Murillo. Hay además un interesante grupo de la Piedad con la Magdalena, en terracota, del siglo XVIII (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
El edificio, con estructura arquitectónica de piedra blanda de cantería del país, presenta trazas neoclásicas y planta de cruz latina con capillas laterales comunicadas entre sí que forman como unas naves menores y un pórtico en forma de "U" adosado a los pies, recogiendo un ensanche de la calle donde se encuentra. El tramo de los pies está ocupado por el coro alto, que se eleva sobre un amplio arco, obra que llevó a cabo el maestro Benito Ximénez para las fiestas de canonización del Santo en 1727.
En la parte de la epístola se localiza la capilla de la Virgen de la Aurora, junto al brazo del crucero. Se reduce a un pequeño recinto rectangular con dos tramos de bóvedas vaídas. Estas bóvedas y sus placados pueden pertenecer a Gaspar Lorenzo de los Cobos, que interviene en la capilla en 1721.
Sus austeros alzados interiores se articulan por un orden gigante de pilastras toscanas, que en la nave central marcan cuatro tramos y ciñen los arcos de medio punto que comunican con las capillas. Sobre dichas pilastras apoya un entablamento con cornisa decorada a base de tacos y ovas, en la que descansan las bóvedas de medio cañón con lunetos, separadas por arcos fajones en correspondencia con las pilastras.
El tramo central del crucero se cubre mediante cúpula de media naranja sobre pechinas. Tales elementos llevan los únicos ornatos de este severo templo, unas yeserías típicas de los últimos años del siglo XVII, que ya preconizan el típico cardo dieciochesco. Dentro de unas cartelas ovales parecen los bustos de San Francisco, San Buenaventura, San Antonio y otro Santo franciscano, completando esa composición ornamental ángeles, ristras de frutos, mascarones y unos estilizados motivos vegetales.
Los exteriores de la iglesia, quedan, a excepción de la fachada principal, entre otras edificaciones, sobre las que emergen los limpios volúmenes de la nave central y el cajón de la cúpula con su cubierta piramidal.
La fachada principal ofrece una disposición en U, aunque de trazado irregular, componiendo su primer cuerpo arquerías de medio punto, tres para el frente y tres para cada lateral, que descansan en columnas toscanas de piedra blanca.
Dichos arcos resaltan con sus acusadas molduras y con unas ménsulas gallonadas y envueltas en volutas que ocupan las claves, mientras que las enjutas lucen simples triángulos. Un entablamento con triglifos sirve de tránsito al segundo cuerpo, que en lugar de la estructura calada del primero tiene una construcción maciza, aunque abierta en balcones, que en este caso se enriquecen a base de un baquetón que forma orejetas superiores. Esta organización se interrumpe en el centro, donde entre pilastras toscanas hay una aparatosa hornacina, característica del siglo XVII, que cobija la imagen en piedra de San Francisco Solano. Delante del ala izquierda se eleva una pequeña torre de base cuadrada, cuyo cuerpo de campanas rematado en un capitel piramidal de ocho lados se arregló en 1910 con motivo del tercer centenario de la muerte del Santo.
Detrás del atrio se encuentra la puerta de ingreso. Es adintelada con marco de orejetas y aparatosa clave de hojarasca, encuadrada por ristras de frutos.
La iglesia parroquial de Montilla está dedicada a San Francisco Solano, patrono de la ciudad, en la que nació el día 10 de marzo de 1549. Recibidas las órdenes sacerdotales y tras una corta predicación en las comarcas de Sierra Morena y la Zubia granadina, partió a las Indias como misionero evangelizando las tierras de Paraguay, Argentina, Perú y Chile.
Muerto en Lima el 14 de julio de 1610, fue canonizado el 27 de diciembre de 1626.
Se inició la edificación de este templo en 1681 sobre el solar de la casa en que naciera San Francisco Solano. Entre 1773 y 1777 fue restaurado por los duques de Medinaceli, conservando la fisonomía de la arquitectura de la época (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Edificio Histórico Artístico, edificado en el siglo XVII, conocido popularmente como la Iglesia del Santo, es lugar de culto de los dos Patrones de Montilla, San Francisco Solano y Nuestra Señora la Virgen de la Aurora. El Santo nació en Montilla el 10 de marzo de 1549, en la casa sobre la que se levantó la iglesia. Nombrado patrono de Montilla en 1647, por los Marqueses de Priego, fue canonizado en 1726 por Benedicto XIII. Respecto a la estructura, el exterior sigue un esquema original de fachada enmarca dentro de un pequeño atrio en U, con arcos de medio punto que descansan sobre columnas toscanas. En el segundo cuerpo aparece una hornacina siguiendo los modelos del siglo XVII con la imagen del titular. También se contempla una torre campanario edificada en 1910. La planta se corresponde con los modelos imperantes en la época, es decir, cruz latina con una nave central con bóveda de cañón y capillas laterales que darán lugar a las dos naves, y un coro a los pies. El interior presenta una arquitectura muy limpia, dominada por el imponente retablo mayor. El protagonismo del retablo se ve reforzado por la escasez de elementos decorativos en los muros de la nave central, es una decoración austera. En los pies se sitúa el coro alto, obra de Benito Ximénez, que se eleva sobre un arco.
Horario de culto: L-S:20:00; D: 10:00, 11:30, 13:00 y 20:00 (Diputación Provincial de Córdoba).
Este convento de concepcionistas franciscanas se fundó en 1590, iniciándose la construcción de la iglesia en 1630. Es un espacio de cruz latina con tres nave separadas por arcos sobre columnas, las laterales muy estrechas. El suntuoso retablo mayor se contrató en Sevilla, en 1652, con los artífices Blas de Escobar y Pedro Roldán; las labores de pintura son de Francisco de Fonseca en 1654. Su conjunto escultórico, debido a Pedro Roldán, es el más valioso de la provincia. Destacan la Inmaculada, Santa Ana con la Virgen Niña y Santa Catalina de Alejandría y, en el ático, el Crucificado flanqueado por San Andrés y San Francisco, coronando el conjunto el Padre Eterno.
El retablo izquierdo del crucero lo hizo Gaspar Lorenzo de los Cobos en 1757, siendo anónima la imagen de San José; el del lado derecho, de Santa Beatriz de Silva, luce imágenes barrocas de San Antonio y San Ildefonso. Los ángeles lampareros son del siglo XVIII, de taller cordobés. En la nave, a la izquierda, cuelgan los interesantes lienzos de la Asunción de la Virgen, fechable en el Setecientos, y la Imposición de la casulla a San Ildefonso, de escuela cordobesa. Pasado el cancel y cercano al coro, hay otro del Ecce Homo adorado por San Francisco de Paula y San Francisco Javier, obra anónima del XVII.
En la nave derecha se halla el retablo anónimo de la Virgen de los Dolores, de hacia 1740, que procede del antiguo templo de la Compañía de Jesús; la imagen titular es una talla de estética academicista de hacia 1790. El lienzo del Bautismo de Cristo es obra cordobesa del siglo XVII; con marco fechado en 1651; le sigue un Crucificado, procedente de San Agustín, de fuerte impronta manierista, fechable hacia 1600, y la Visión del Apocalipsis, de primer cuarto del XVII inspirada en grabados. En el muro de los pies, que comunica con los coros alto y bajo, hay diversos lienzos barrocos setecentistas (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
El templo es un espacio de cruz latina con tres naves separadas por arcos sobre columnas, las laterales muy estrechas.
La iglesia con fachada principal reciente de ladrillo visto con techumbre y lateral neoclásica. La entrada al presbiterio está adosada por grandes columnas.
Sobre ellas cabalgan arcos de medio punto que enmarcan la cúpula. La decoración clásica tiene gran número de elementos barrocos. En su interior destaca su conjunto escultórico, debido a Pedro Roldán, que es el más valioso de la provincia y las numerosas obras pictóricas y escultóricas que posee.
Resto de dependencias conventuales sin valor arquitectónico aparente. El convento fue fundado en 1594. La iglesia no se terminó hasta mediados del XVII.
Este convento de concepcionistas franciscanas se fundó en 1590, iniciándose la construcción de la iglesia en 1630 (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
La antigua iglesia de San Juan de Dios, construida por fray Francisco Álvarez en 1770 e incorporada hoy al Ayuntamiento como sala de actos (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
El edificio posee una elegante fachada simétrica de inspiración neoclásica con portada centrada rematada con reloj.
Cuenta con entrada trasera. Cubierta de teja y estructura de muros de carga. Destaca el patio cubierto con fuente y arcadas sobre columnas.
Tienda con una galería en la planta alta y escalera en lateral, distribuyéndose las estancias alrededor del mismo y otros patios secundarios.
Formó parte del antiguo Convento y Hospital de San Juan de Dios. En 1882 se estableció una audiencia de lo criminal, las obras fueron dirigidas por José R. Garnelo, construyéndose una nueva planta sobre las otras dos originales (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Antigua iglesia de fines del XVIII, erigida en la zona donde estuvo la antigua ermita de Santa Catalina. Lo más interesante del edificio es su planta octogonal atribuida a Fray Francisco Álvarez. En el presente se utiliza como Salón Municipal de Exposiciones y de actos culturales.
Visitas: Exteriores. Se puede ver interior cuando acoge algún evento cultural (Diputación Provincial de Córdoba).
Fundado en 1994, conserva materiales arqueológicos desde la Prehistoria a la Edad Media (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
El Museo Histórico Municipal de Montilla fue creado en el año 1994 en las dependencias de la Casa de la Cultura.
Cuenta con una serie de salas de exposición permanente en la que se muestran los materiales arqueológicos en sentido cronológico, abarcando desde la prehistoria, Mundo Ibérico, romano y árabe, Construcciones romanas, mundo funerario, época medieval y moderna, hasta el siglo XIX.
Teléfono: +34 957 655 981
Correo electrónico: museohistorico@montilla.es; culturaypatrimonio@montilla.es; asc.agropolis@hotmail.com
Dirección: c/ Rita Pérez, 1 (Diputación Provincial de Córdoba).
Se construyó este teatro por iniciativa de los señores Sánchez y Fernández Canivell en 1917 bajo la dirección artística de don José Ramón y don Manuel Garnelo. A pesar de su modestia espacial y de construcción, presenta algunas pretensiones decorativas, destacándose sus relieves alegóricos en yeso de la carcasa exterior y algunos elementos decorativos del interior, propios de la época.
Cabe señalar que bajo la dirección de Garnelo se amplió el paseo de Rosas o de Cervantes, construyéndose una escalinata de acceso por la calle Mudalar y algunos elementos de mobiliario urbano de buena traza y cuidada ejecución.
La rehabilitación concibe teatro y plaza de modo indisoluble. Elimina la cubierta inclinada y lo dota de emergente caja de tramoya. Cambia el lugar y sistema de acceso, llevándolo a los pies pero generando un nuevo cuerpo específico que además de contener las taquillas y el ingreso, resuelve el acusado problema de cotas con la calle adyacente (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Convento de Santa Clara, Iglesia de San Sebastián, Iglesia de San Agustín, Iglesia de San Francisco Solano, Convento de Santa Ana, Ayuntamiento-Iglesia de San Juan de Dios, Museo de Historia Local, y Museo-Teatro Garnelo) de la localidad de Montilla (II), en la provincia de Córdoba. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia cordobesa.
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