El desaparecido Pabellón de la Santa Sede, de Miguel de Oriol e Ibarra, para la Exposición Universal de 1992

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      Hoy, 29 de junio, es el aniversario (29 de junio de 1992) del Día Nacional de la Santa Sede en la Expo '92, así que hoy es el mejor día para ExplicArte el desaparecido Pabellón de la Santa Sede, de Miguel de Oriol e Ibarra, para la Exposición Universal de 1992, de Sevilla.
     La Exposición Universal se ubicó en la llamada Isla de la Cartuja, que se encuentra en el Barrio de Triana Oeste, del Distrito de Triana.
     El desaparecido Pabellón de la Santa Sede [nº 143 en el plano oficial de la Exposición Universal de 1992], se encontraba situado en la calle Louis Pasteur, entre los pabellones de India e Israel, en el Barrio de Triana Oeste, del Distrito Triana.
     Esta contribución de la Iglesia Católica al desarrollo cultural, social y espiritual de América se muestra con la creación de colegios y universidades; con lo introducción de la imprenta, que permitirá ediciones tempranas de obras filosóficas, teológicas, literarias, científicas, etc.; con la promoción so­cial del indio a través de los misiones y doctrinas; escribiendo catecismos, gramáticas y vocabularios; atendiendo a la defensa de los derechos naturales y a la vida espiritual; creando hospitales, orfanatos y asilos; promo­viendo obras de ingeniería, artes y oficios; implantando y desarrollando instituciones eclesiásticas: diócesis, cabildos, catedrales, seminarios; celebrando sínodos y concilios...

     Toda ello ha originado multitud de manifestaciones artísticas en orfebrería, arquitectura, pintura, escultura, bordados, música, etc., con unas características muy peculiares, genuinas de las culturas nativas, pero impregnadas de una honda vivencia cristiana. Actualmente, es potente la vigorosa realidad de la Iglesia Americana contemporánea: su inquietud ante el reto de los graves problemas de hoy. La celebración de las Conferencias Generales de Río de Janeiro, Medellín, Puebla y Santo Domingo, presentan la visión de una iglesia madura abierta a la esperanza de una nueva civilización (Guía oficial de la Expo '92).

        El Pabellón de la Santa Sede se encontraba en la calle Louis Pasteur, junto a las parcelas que ocuparon India e Israel durante la Expo '92 y frente al Pabellón de Hungría.

     Se concibió como efímero y se estructuraba a partir de formas prismáticas, cubiertas con un conjunto de bóvedas que recordaban las construcciones tradicionales eclesiásticas. 

     Los materiales utilizados fueron el acero y el cristal opaco de doble lámina, que evitó la transparencia de sus muros y garantizó el aislamiento térmico del interior durante los calurosos días de verano, al mismo tiempo que dio pie a pensar en el hermetismo.

     Pese a su concepción efímera, el Pabellón permaneció en pie hasta 2008, cuando comenzaron sus obras de derribo un 24 de abril. El edificio no tenía carácter funcional y no hubiera aguantado modificaciones y reestructuraciones de su espacio ya que no se diseñó como una estructura perdurable en el tiempo (Blog Pasaporte Expo 92).

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