Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la pintura "San Enrique", de Antonio Cabral Bejarano, en la Capilla del Palacio de San Telmo, de Sevilla.
Hoy, 13 de julio, San Enrique, emperador romano-germánico, que, según la tradición, de acuerdo con su esposa Cunegunda puso gran empeño en reformar la vida de la Iglesia y en propagar la fe en Cristo por toda Europa, donde, movido por un celo misionero, instituyó numerosas sedes episcopales y fundó monasterios. Murió en este día en Grona, cerca de Göttingen, en Franconia, actual Alemania (1024) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
Y que mejor día que hoy, para ExplicArte la pintura "San Enrique", de Antonio Cabral Bejarano, en la Capilla del Palacio de San Telmo, de Sevilla.
El Palacio de San Telmo - Presidencia de la Junta de Andalucía [nº 60 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y nº 42 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra en la avenida de Roma, 2; en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo.
En la Capilla del Palacio de San Telmo podemos contemplar este óleo sobre lienzo, con unas medidas de 1'44 x 0'85 m., realizado en 1850 por Antonio Cabral Bejarano en estilo romántico, para uno de los lados de las tribunas laterales.
San Enrique de Bamberg emperador de Alemania (siglo X) dedicó su vida y gran parte de sus bienes a la construcción de la catedral de Bamberg y Basilea. Su iconografía más habitual es representarlo barbudo y con las insignias imperiales corona, cetro y bola del mundo.
Nacido en 972, Enrique II fue emperador de Alemania entre 1002 y 1024. Casado con Cunegunda de Luxemburgo, en sus relaciones con ella observó una estricta continencia que habría sido meritoria si él no hubiese sido impotente. Él sospechó que ella cometía adulterio y Cunegunda debió justificarse mediante la ordalía del fuego, caminando descalza sobre rejas de arado calentadas al rojo. Después de ese juicio de Dios la Iglesia se creyó autorizada a incluir a la esposa de Enrique II entre las «vírgenes». Obtuvo un doble beneficio de su impotencia: la dignidad imperial, que sus electores le concedieron de muy buena gana puesto que era incapaz de fundar una dinastía, y la canonización.
Hoy, 13 de julio, San Enrique, emperador romano-germánico, que, según la tradición, de acuerdo con su esposa Cunegunda puso gran empeño en reformar la vida de la Iglesia y en propagar la fe en Cristo por toda Europa, donde, movido por un celo misionero, instituyó numerosas sedes episcopales y fundó monasterios. Murió en este día en Grona, cerca de Göttingen, en Franconia, actual Alemania (1024) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
Y que mejor día que hoy, para ExplicArte la pintura "San Enrique", de Antonio Cabral Bejarano, en la Capilla del Palacio de San Telmo, de Sevilla.
El Palacio de San Telmo - Presidencia de la Junta de Andalucía [nº 60 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y nº 42 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra en la avenida de Roma, 2; en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo.
En la Capilla del Palacio de San Telmo podemos contemplar este óleo sobre lienzo, con unas medidas de 1'44 x 0'85 m., realizado en 1850 por Antonio Cabral Bejarano en estilo romántico, para uno de los lados de las tribunas laterales.
San Enrique de Bamberg emperador de Alemania (siglo X) dedicó su vida y gran parte de sus bienes a la construcción de la catedral de Bamberg y Basilea. Su iconografía más habitual es representarlo barbudo y con las insignias imperiales corona, cetro y bola del mundo.
Desde el punto de vista morfológico Cabral Bejarano construye la obra con la figura de tres cuartos, de frente y sobre fondo neutro.
Hay que tener en cuenta la altura elevada y los detalles del fondo se perderían. Existe un doble tratamiento en la imagen. Para las zonas de la anatomía busca una mayor definición en la pincelada el resto de la composición lo resuelve más rápidamente con un trazo más abierto. Con la representación lo que busca es la dignidad real del personaje tamizado por ese espíritu noble de la compasión. La composición es similar a la pintura de San Carlos Borromeo en la cuál utiliza también una mesa para apoyarse.
Lógicamente la temática del cuadro no da pie a grandes alardes técnicos o compositivos resulta encorsetada a patrones ya bien establecidos desde el barroco. Existe una cierta intencionalidad en dotar a cada uno de los personajes de la serie, de rasgos definitorios para dar una mayor credibilidad, siendo los santos los que quizás estén mejor logrados.
Este lienzo forma parte de la colección de doce pinturas en forma de cuarto de círculo o escuadra que incorporaron los Duques de Montpensier, para ser colocados en los lunetos de la bóveda de la capilla del Palacio de San Telmo, tras la compra del mismo al Estado en 1849. Los Duques de Montpensier adquirieron el edificio de la antigua Universidad de Mareantes para establecer su residencia en Sevilla. Este encargo fue hecho al pintor Antonio Cabral Bejarano en mayo de 1850. El pintor fue el responsable de acometer todas las intervenciones en la capilla, respetando el legado existente.
La elección de los temas representan a santos y santas vinculados a la devoción de los duques de Montpensier. Al desconocer la lista proporcionada por los Montpensier a Cabral Bejarano, ignoramos sin en ella existía anotaciones al margen que explicaran la causa de tal selección. Es conocida la religiosidad de los duques de Montpensier y en especial de la duquesa. A nivel general, se podría considerar que los santos y santas son reyes y reinas, obispos o papas. Reseñar que de la lista de santos casi la mitad corresponderán con los nombres que le pondrán los Duques de Montpensier a sus hijos.
Esta pintura, como el resto, están concebidas de la misma forma no existiendo desigualdad técnica entre ellas. Su lectura en conjunto podría ser definida como una galería de retratos de "santos ilustres", al igual que existía otra de personajes ilustres en las dependencias del palacio. La capilla ya poseía su propio programa iconográfico, bien definido, por ello no había lugar ni espacio para desarrollar otros temas hagiográficos en la nave, aunque sí se colocaran en lo alto de la tribuna las dos escuadras grandes de la vida de San Antonio pero que no se ven a simple vista. Por ello la decisión del duque fue muy respetuosa con el entorno existente.
La serie esta concebida de forma austera pocos elementos, simplemente los atributos básicos de los santos, necesarios para que se reconozcan. Esta economía de medios puede resultar a veces monótona, pero proporciona gran unidad al conjunto. No hay nada anecdótico y los detalles se reducen sólo a alguna joya, o un textil más o menos elaborado, ésta no era la preocupación del artista que prefiere centrarse en el rostro y en captar de manera subjetiva la santidad del personaje. Sin embargo a veces se puede confundir el misticismo con la quietud (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía, de San Enrique;Nacido en 972, Enrique II fue emperador de Alemania entre 1002 y 1024. Casado con Cunegunda de Luxemburgo, en sus relaciones con ella observó una estricta continencia que habría sido meritoria si él no hubiese sido impotente. Él sospechó que ella cometía adulterio y Cunegunda debió justificarse mediante la ordalía del fuego, caminando descalza sobre rejas de arado calentadas al rojo. Después de ese juicio de Dios la Iglesia se creyó autorizada a incluir a la esposa de Enrique II entre las «vírgenes». Obtuvo un doble beneficio de su impotencia: la dignidad imperial, que sus electores le concedieron de muy buena gana puesto que era incapaz de fundar una dinastía, y la canonización.
Al no tener niños a quienes proveer, los «virginei conjuges» dedicaron la mayor parte de sus bienes a la dotación de las catedrales de Bamberg y de Basilea.
El pobre emperador padecía numerosas desgracias físicas.
En Alemania se lo había motejado Heinrich der Lahme, der Hinkende, es decir, el Paralítico, el Cojo. Como además tenía cálculos renales, Enrique fue milagrosamente curado por San Benito, quien se le apareció durante la noche en el monasterio de Montecassino. Soñó que el santo le cortaba la vejiga y le extraía un cálculo que al día siguiente, al despertar, encontró en su mano. Cuando agonizaba, los demonios quisieron apoderarse de su alma pecadora incitándole a que acusara injustamente a su esposa; pero San Lorenzo, a quien veneraba muy especialmente, intercedió por él y lo salvó, poniendo en la balanza un cáliz de oro que el emperador le había ofrendado.
Esta leyenda se copió de la atribuida al rey Dagoberto, forjada por los monjes de la abadía de Saint Denis. Los santos que vienen en auxilio para arrancar a los demonios el alma en peligro del rey Dagoberto, son San Dionisio, San Martín, y San Mauricio. El emperador alemán se contenta con San Benito para la salud del cuerpo y San Lorenzo para la salvación de su alma.
CULTO
Canonizado en 1146 a causa de su castidad involuntaria, y sobre todo de sus generosas donaciones a la Iglesia, Enrique II se convirtió en el patrón de Bamberg y de Basilea, desde allí su culto se difundió en Alsacia: Thann, Colmar y Estrasburgo.
ICONOGRAFÍA
Está representado, igual que Carlomagno, ya imberbe ya barbudo, con las insignias imperiales: la corona, el cetro y el globo.
Sus atributos personales son un tallo de lirio en alusión a su matrimonio casto o una pequeña maqueta de la catedral de Bamberg, que él fundara (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
Conozcamos mejor la Biografía de Antonio Cabral Bejarano, autor de la obra reseñada;
Antonio Cabral Bejarano (Sevilla, 31 de octubre de 1798 – 1861). Pintor y profesor.
Se le considera uno de los creadores en Sevilla del género de la pintura costumbrista. Su formación inicial fue junto a su padre, el también pintor Joaquín Cabral Bejarano (de quien hereda el gusto por copiar a Murillo), y la asistencia a las clases de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, de la que fue profesor de perspectiva desde 1825. Durante el Trienio Liberal apoyó los actos públicos que defendían el sistema en Sevilla y fue autor del Retrato del general Riego que se paseó por la ciudad en 1821. Decoró también varias arquitecturas efímeras de celebración pública al aire libre. Miembro fundador del Liceo sevillano y colaborador en todas las exposiciones que convocaba, en donde presentó sobre todo escenas costumbristas, como las del año 1838: Un majo, Retrato de Govantes, Ruinas góticas, y el boceto de la Degollación de san Juan Bautista. En 1840 realizó el Retrato de Murillo, y Rinconete y Cortadillo (encargo del marqués de los Llanos). En la de 1841 también presentó Un majo y una maja, dos copias de Murillo representando a las Santas Justa y Rufina (en colaboración con Manuel Barrón) y una Escena de duendes. Impulsor y creador del Museo de Bellas Artes, fue su primer director y restaurador de pinturas, lo que le proporcionó un gran conocimiento de la pintura religiosa por su cercanía. Era ya un pintor reputado, cuando, a los treinta y siete años, solicitó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid que le admitiera a realizar las pruebas oportunas para conseguir el título de académico de mérito por la pintura de historia. Lo obtuvo en 1836 tras pintar para la ocasión un cuadro que representa La degollación de San Juan Bautista, obra que estuvo presente en la exposición del año 1840.
En 1837 pidió la intervención de la Academia madrileña ante sus pretensiones de ascenso en el escalafón de la de Sevilla. En 1850 fue nombrado académico de esta última, y llegó a ser su director.
En su faceta como pintor de género religioso pintó para la iglesia del colegio dominico de Regina de Sevilla, y para el altar mayor de la iglesia del convento de la Trinidad tres lienzos representando La Santísima Trinidad, San Juan de Mata y San Pedro Valois; también pintó en 1850 para la capilla de San Telmo por encargo del duque de Montpensier. Como retratista hizo los de Francisco Herrera el Viejo (en la Academia de Bellas Artes de Sevilla), el del cardenal Francisco Javier Cienfuegos y Jovellanos, y el suyo propio (Museo del Romanticismo de Madrid). En 1843 retrata a María Cristina de Borbón y a Isabel II (en el Archivo de Indias de Sevilla); también pintó a Joaquín Pérez de Seoane, a Inés Rivero de la Herranz, y al párroco Matías de Espinosa, así como al Marqués de Arco Hermoso y su familia (1838). Es en el género costumbrista en el que alcanza mayor reconocimiento: El patio de Monipodio (Museo de Montevideo), y escenas con majos y majas. Obras suyas han figurado y figuran en bastantes colecciones particulares, y la Biblioteca Nacional de España conserva un dibujo del torero Francisco Montes Paquiro [Esperanza Navarrete Martínez, en Biografías de la Real Academia de la Historia].
Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la pintura "San Enrique", de Antonio Cabral Bejarano, en la Capilla del Palacio de San Telmo, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.
Antonio Cabral Bejarano (Sevilla, 31 de octubre de 1798 – 1861). Pintor y profesor.
Se le considera uno de los creadores en Sevilla del género de la pintura costumbrista. Su formación inicial fue junto a su padre, el también pintor Joaquín Cabral Bejarano (de quien hereda el gusto por copiar a Murillo), y la asistencia a las clases de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, de la que fue profesor de perspectiva desde 1825. Durante el Trienio Liberal apoyó los actos públicos que defendían el sistema en Sevilla y fue autor del Retrato del general Riego que se paseó por la ciudad en 1821. Decoró también varias arquitecturas efímeras de celebración pública al aire libre. Miembro fundador del Liceo sevillano y colaborador en todas las exposiciones que convocaba, en donde presentó sobre todo escenas costumbristas, como las del año 1838: Un majo, Retrato de Govantes, Ruinas góticas, y el boceto de la Degollación de san Juan Bautista. En 1840 realizó el Retrato de Murillo, y Rinconete y Cortadillo (encargo del marqués de los Llanos). En la de 1841 también presentó Un majo y una maja, dos copias de Murillo representando a las Santas Justa y Rufina (en colaboración con Manuel Barrón) y una Escena de duendes. Impulsor y creador del Museo de Bellas Artes, fue su primer director y restaurador de pinturas, lo que le proporcionó un gran conocimiento de la pintura religiosa por su cercanía. Era ya un pintor reputado, cuando, a los treinta y siete años, solicitó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid que le admitiera a realizar las pruebas oportunas para conseguir el título de académico de mérito por la pintura de historia. Lo obtuvo en 1836 tras pintar para la ocasión un cuadro que representa La degollación de San Juan Bautista, obra que estuvo presente en la exposición del año 1840.
En 1837 pidió la intervención de la Academia madrileña ante sus pretensiones de ascenso en el escalafón de la de Sevilla. En 1850 fue nombrado académico de esta última, y llegó a ser su director.
En su faceta como pintor de género religioso pintó para la iglesia del colegio dominico de Regina de Sevilla, y para el altar mayor de la iglesia del convento de la Trinidad tres lienzos representando La Santísima Trinidad, San Juan de Mata y San Pedro Valois; también pintó en 1850 para la capilla de San Telmo por encargo del duque de Montpensier. Como retratista hizo los de Francisco Herrera el Viejo (en la Academia de Bellas Artes de Sevilla), el del cardenal Francisco Javier Cienfuegos y Jovellanos, y el suyo propio (Museo del Romanticismo de Madrid). En 1843 retrata a María Cristina de Borbón y a Isabel II (en el Archivo de Indias de Sevilla); también pintó a Joaquín Pérez de Seoane, a Inés Rivero de la Herranz, y al párroco Matías de Espinosa, así como al Marqués de Arco Hermoso y su familia (1838). Es en el género costumbrista en el que alcanza mayor reconocimiento: El patio de Monipodio (Museo de Montevideo), y escenas con majos y majas. Obras suyas han figurado y figuran en bastantes colecciones particulares, y la Biblioteca Nacional de España conserva un dibujo del torero Francisco Montes Paquiro [Esperanza Navarrete Martínez, en Biografías de la Real Academia de la Historia].
Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la pintura "San Enrique", de Antonio Cabral Bejarano, en la Capilla del Palacio de San Telmo, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.
Más sobre el Palacio de San Telmo, en ExplicArte Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario