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miércoles, 21 de mayo de 2025

La Glorieta de Forestier, en el Parque de María Luisa

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la glorieta de Forestier, en el Parque de María Luisa, de Sevilla, dando un paseo por ella.
     Hoy, 21 de mayo, es el aniversario de la inauguración (21 de mayo de 2019) de la glorieta de Forestier, en el Parque de María Luisa, así que hoy es el mejor día para ExplicArte la glorieta de Forestier, en el Parque de María Luisa, de Sevilla, dando un paseo por ella.
   El Parque de María Luisa [nº 64 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla], se encuentra en la glorieta de San Diego, s/n (entrada principal, aunque tiene entradas por el paseo de las Delicias y las avenida de María Luisa, y de la Borbolla), en el Barrio del Prado - Parque de María Luisa, del Distrito Sur.
   La glorieta de Forestier, se encuentra en el Barrio del Prado - Parque de María Luisa, del Distrito Sur; en la trasera del Pabellón Mudéjar (Museo de Artes y Costumbres Populares), entre la avenida Hernán Cortés, y el Monte Gurugú, en el propio Parque de María Luisa.
     Se trata de una iniciativa que participada por la Plataforma Ciudadana por los Parques y Jardines y el Paisaje de Sevilla, que venía demandando un homenaje a Forestier desde hace años, y que ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Sevilla.
   Está presidida por una nueva escultura que brinda un homenaje al arquitecto paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier en el Parque de María Luisa que ha sido organizado por la Plataforma Ciudadana por los Parques y Jardines y el Paisaje de Sevilla. Esta escultura presidirá el nuevo espacio que va a estar dedicado a la memoria de Forestier, quien proyectara el diseño de esta zona verde histórica para la Exposición Iberoamericana de 1929.
     La escultura es una obra de la artista Guadalupe Arévalo, quien la ha ejecutado sobre el tronco de un ciprés centenario que se encontraba en el parque. Esta obra, cuya instalación ha contado con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio, va a presidir este espacio que conformará una pequeña glorieta dedicada al arquitecto y que se encuentra ubicado tras el Pabellón Mudéjar, junto al Monte Gurugú.
     Para la conformación de este nuevo espacio que brindará un homenaje a Forestier, el Ayuntamiento, a través de la Delegación de Parques y Jardines, ya ha licitado la colocación de un pedestal para la escultura con un arriate en el que se plantarán rosas, la flor favorita del paisajista francés. También está prevista en la próxima campaña de plantaciones que se dote a este espacio de dos nuevos cipreses, así como la colocación de elementos vegetales con referencias alusivas a la historia del Parque de María Luisa. Asimismo, este nuevo espacio se ha rotulado con el nombre de Jean-Claude Nicolas Forestier.
     El monumento ha sido tallado sobre un tocón de ciprés de 3,45 metros de altura por 0,7 de diámetro, el cual presenta una ligera inclinación. Este ejemplar ya se encontraba en el parque cuando Forestier comenzó su rediseño. Alrededor se ha construido una glorieta.
     El monumento lleva una placa conmemorativa en la que se lee: “En memoria del insigne ingeniero francés J.C.N. Forestier (1861-1930), diseñador del Parque de María Luisa. Erigido por la Plataforma Ciudadana por los Parques, los Jardines y el Paisaje de Sevilla mediante cuestación popular con motivo del primer centenario de la inauguración del parque el 18 de abril de 1914. Sevilla, 21 de mayo de 2019”.
Conozcamos mejor la Biografía de Jean Claude Nicolás Forestier, a quien está dedicada la vía reseñada;     
     Jean Claude Nicolás Forestier (Aix-les-Bains, Francia, 1861 – París, Francia, 1930). Jardinero y urbanista.
     De origen aristócrata y formación polifacética, estudió en la prestigiosa Escuela de Ingenieros de Aguas y Montes de Nancy. Tras varios destinos llegó en 1887 a París, donde permaneció cuarenta y cuatro años en el departamento de Promenades et Plantations dirigido por Alphand. Finalizó su carrera como inspecteur général de l’art des jardins (1925) con ocasión de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas en París. Será también miembro fundador (1908) de la sección de Higiene Urbana y Rural del Musée Social, creada en 1894 por jóvenes arquitectos cuyo proyecto de reforma social se expresaba a través de la noción del embellecimiento de la ciudad.
     Participó en la fundación de la Socièté Française des Architectes Urbanistes (1911), de l’Ecole d’Art Public (1916) y de l’Ecole d’Hautes Études Urbaines (1919), y llegó a ser presidente de la Ligue Urbaine (1928). Expuso su teoría urbanista en Grandes Villes et systèmes de parcs (1906) y trabajó como urbanista en Marruecos (1913), La Habana (1918) y Buenos Aires (1923). Fue nombrado en 1897 officier du Mérite Agricole, en 1904 officier d’académie, officier de la Legion d’Honneur en 1926, y comandante de la Orden del Mérito Civil española, con numerosas condecoraciones extranjeras. En España se consagró como una figura de la historia de los jardines españoles y en América Latina como paisajista y urbanista.
     Llegó a Sevilla en 1911 invitado por el Comité Ejecutivo de la Exposición Iberoamericana para realizar el proyecto del parque de María Luisa y más tarde (1915) viajó a Barcelona, a petición de Francesc Cambó, donde conoció a Nicolás María Rubió i Tudurí, quien se convertiría en su discípulo, ayudante y amigo. Sus teorías encajan perfectamente con el Noucentisme imperante por aquel entonces en Cataluña. Trabajó en Montjuic para la Exposición Internacional de 1929, realizando el parque Laribal (1916), la Rosaleda (1918), Miramar (1923), los jardines de Amargós, los jardines del Teatro Griego, la plaza del museo del parque de la Ciudadela y los famosos “Espárragos” (1918), originales columnas luminosas que decoraban la avenida central de la Exposición.
     En España realizó también numerosos jardines particulares para la aristocracia, siendo los más conocidos la finca Moratalla (Córdoba), la Casa del Rey Moro en Ronda, el parterre del palacio de Liria en Madrid o el jardín para la terraza de las Caballerizas del palacio de la Magdalena en Santander para la Casa Real.
     Fue un hombre de gran visión y espíritu abierto, que admiraba profundamente los jardines hispanomusulmanes del Alcázar de Sevilla, la Alhambra y el Generalife de Granada, y definió una particular visión que calificó acertadamente como “el jardín del clima del naranjo”, hecho de luz, color, sonido y perfume que identifican el jardín mediterráneo. Con él renació una nueva forma de interpretar el jardín, apoyada en sólidos pilares botánicos e históricos, adaptados al clima y a las características españolas, y en la que mezcla, la geometría francesa con elementos del mundo clásico latino e islámico, como la cerámica.
     En su obra escrita, especialmente en Jardins, carnets de plan et de dessins (1920), fundamental en la jardinería mediterránea, expone su concepto del jardín como “obra de arte”, en oposición a la naturaleza libre.
     En sus trazados era característica la presencia del agua y los elementos como pérgolas y emparrados, terrazas y escaleras para dar movimiento al terreno.
     En cuanto a las especies vegetales que utilizó, destacan los árboles, los frutales, los setos de mirto, boj o ciprés, y flores como las rosas para ofrecer contrastes de colorido. Fue el responsable de un resurgir del jardín español creando el estilo neosevillano que marcó la pauta en multitud de parques públicos y privados de la primera mitad del siglo XX (Mónica Luengo Añón, en Biografías de la Real Academia de la Historia).
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la glorieta de Forestier, en el Parque de María Luisa, de Sevilla, dando un paseo por ella. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Parque de María Luisa, en ExplicArte Sevilla.

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