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sábado, 4 de enero de 2025

Un paseo por la calle Céspedes

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Céspedes, de Sevilla, dando un paseo por ella.
     La calle Céspedes es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en el Barrio de San Bartolomé, del Distrito Casco Antiguo, y va de la confluencia de la calle San José con la calle Santa María la Blanca, a la calle Levíes.
     La calle, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos.
     En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     Recibe esta denominación al menos desde mediados del s. XVII por encontrarse en ella la casa-palacio de esta familia que hacía esquina a San José, en la misma parcela sobre la que hoy se levanta el Hotel Fernando III. Durante el s. XVIII era también conocida como Corral del Agua, por la casa de vecindad del mismo nombre, asimismo desaparecida. En su arranque es una calle muy estrecha, sin aceras, y conserva guardaejes en el lateral del palacio de Altamira; tras éste y hasta la confluencia de Verde se ensancha, como consecuencia sin duda de un retranqueo de finales del s. XIX, y vuelve a estrecharse en la sección comprendida entre Verde y Virgen de la Alegría, donde la calle terminaba describiendo un brusco codo. Entre 1878 y 1880 se procedió a la apertura del último tramo, rectilíneo y más ancho, que la puso en comunicación directa con Levíes. Desde finales del s. XIX ha sido pavimentada en varias fechas (1888, 1899, 1916, 1926, 1936), y actualmente su adoquinado se encuentra en un deficiente estado de conservación, particularmente en la primera mitad de la calle. La falta de alumbrado motivó la denuncia de los vecinos, que a mediados del XIX se quejaban de que la calle estaba como "boca de lobo" (El Porvenir, 6-IX-1856). 
     Se dotó en 1945 de alumbrado eléctrico, que hoy luce sobre farolas con brazos de fundición adosados a las fachadas. A pesar de su estrechamiento en el primer tramo, se encuentra abierta al tráfico rodado, aunque no siempre ha sido así, pues en 1978 la prensa denunciaba la extraña presencia de una puerta a la entrada a Céspedes, desde Santa María la Blanca, que poco después era retirada, pero conservó un marmolillo para impedir el tráfico rodado. Tres siglos antes el tránsito por esta esquina también fue objeto de litigio, cuando en 1643 se acordó quitar ''...la pieza de artillería que está en la entrada de la calle de los Céspedes, por la plaça de Santa María la Blanca..." (Sec. 10, 1643); en 1683 don Alonso de Céspedes reiteró la petición de que se quitara, a lo que se oponía su vecino el marqués de Villamanrique.
     En la edificación, junto a algunas vi­viendas unifamiliares de patio y dos plantas, predominan las casas de escalera de tres alturas, algunas de ellas, sobre todo en el tramo abierto a finales del XIX, abandonadas y en ruinas. La calle ha perdido sus edificios más representativos: primero, la casa de los Céspedes, y ahora más recientemente, en los años 70, el Corral del Agua, en cuyo lugar se levanta un conjunto de viviendas de pisos distribuidas en torno a un patio-jardín. El palacio de Altamira, una de cuyas facha­das laterales se encuentra en esta calle, está siendo restaurado en la actualidad (v. Santa María la Blanca). Hoy posee una función eminentemente residencial, con la excepción del hotel antes citado. A finales del XIX (1887) existía una escuela de niñas a comienzos de la calle; por las mismas fechas funcionó allí una fábrica de monedas falsas: "Ha sido descubierta en dicha calle, habiéndose incautado troqueles, varias larvas de metal y otros utensilios, así como monedas falsas con el busto de la reina Victoria de Inglaterra" (La Andalucía, 1-VI-1882). Cobra particular animación los días en los que, en los meses de mayo y septiembre respectivamente, sale en procesión la Virgen de la Alegría, con sede en la cercana iglesia de San Bartolomé, y la Virgen de la Luz, de San Esteban, que incluyen esta vía en su itinerario [Josefina Cruz Villalón, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Céspedes, 2 al 12. PALACIO DE ALTAMIRA
. Esta casa-palacio perteneció al linaje de los Villamanrique y luego pasó a los duques de Altamira, de los que toma el nom­bre con que en la actualidad se le conoce. Es uno de los edificios de mayores proporciones de la ciudad, y se encuentra en mal estado. La crujía de fachada, que consta de dos plantas y un entresuelo, va recorrida por pilastras pareadas. Destaca el balcón principal, sobre la portada, con jambas molduradas. Esta fachada rema­ta en buhardillas.
   Pasada esta crujía de fachada se encuentra un gran espacio abierto de planta en forma de T, que debió ser el apeadero, en cuyo fondo existe otra fachada que sirve de acceso a la vivienda principal organizada en torno a un gran patio. Este, que en la actualidad tiene su entrada por la calle Céspedes número 8, consta de galerías de columnas en tres de sus frentes, hoy tabicadas, y en el centro conserva una fuente. Va­rias salas se cubren con artesonados y una con bóveda sobre trompas.
Céspedes, 7. El edificio anterior poseía un inte­resante patio con arcos peraltados, inscritos en alfices, en la planta baja, y rebajados, en la superior.
Céspedes, 13 al 15. Edificio de dos plantas. En el zaguán se conserva una interesante cancela. El patio posee arquerías que apean sobre columnas corintias. Uno de los salones se cubre con ar­tesonado de tipo mudéjar [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
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Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

La calle Céspedes, al detalle:
Desaparecido Casa-Palacio de los Céspedes
Palacio de Altamira
Desaparecido Corral del Agua
Edificio calle Céspedes, 7
Edificio calle Céspedes, 13 al 15

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