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viernes, 13 de septiembre de 2024

Los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Aljibe de Mazmúllar, Arcos, Castillo La Tahona, y Meseta de Mazmúllar) de la localidad de Comares, en la provincia de Málaga

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Aljibe de Mazmúllar, Arcos, Castillo La Tahona, y Meseta de Mazmúllar) de la localidad de Comares, en la provincia de Málaga.
Datos geográficos
     Comarca de la Axarquía Costa del Sol
     Superficie: 26 km2
     Altitud: 685 m
     Latitud: 36º 51'  -  Longitud: -4º 14'
     Distancia a Málaga capital: 48'1 km
Datos demográficos
     Población: 1.339
     Gentilicio: Comareños
Ayuntamiento
     plaza Balcón de la Axarquía, s/n, 29195
     952509233 - 952509300     www.comares.es
     Comares es un pueblo de origen árabe situado en la franja fronteriza entre la comarca de Axarquía y los Montes de Málaga. Por su ubicación, sobre una elevada cima, es conocido como el "Balcón de la Axarquía".
     Sus laberínticas callejuelas y su arquitectura de reminiscencias moriscas son los elementos más característicos de su paisaje urbano. Parada imprescindible de la Ruta de la Pasa, este pueblo es además la cuna de un estilo de cante por verdiales que lleva su nombre.
     En Comares no puedes perderte sus monumentos: 
     El Castillo de Comares y el Aljibe de Mazmúllar son parte de la herencia que los árabes dejaron a este pueblo de la Axarquía. La fortaleza aún conserva dos de sus torreones y una parte de la muralla, que se conoce como La Tahona. El aljibe, construido en el siglo XIII, está declarado Monumento Histórico-Artístico.
     La iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación es otra de las principales obras arquitectónicas de Comares. Se encuentra en la parte más alta del pueblo y es de estilo mudéjar. Se construyó el siglo XVI, aunque más tarde se le añadió la capilla del Sagrario. Consta de tres naves y en su exterior destaca su torre con arcos mozárabes (Diputación Provincial de Málaga).
      En uno de los parajes de mayor inaccesibilidad, a caballo entre la Axarquía y los Montes de Málaga, se localiza esta población, en el cerro de un monte que encierra los vestigios de la antigua fortaleza y la parroquia. Esta atalaya fronteriza, acotada por lomas de fuerte pendiente, dispone de cultivos de olivos, almendros y vides en bancales.
     Sus orígenes se remontan a la época romana, probablemente un puesto de control fronterizo, como tam­bién lo fue el cerro de Masmullar. Posteriormente, los árabes levantaron una fortaleza de igual entidad constructiva que las de Zalía y Bentomiz. En los documentos se la cita como Hisn Qumarich. Se han conservado del antiguo recinto dos torreones, e integrados en su intrincado urbanismo dos arcos medievales. El emir nazarí Mohamed nombró alcaide a su yerno Abd Ishq Ibrahim, de la familia de los escayuelas, a mediados del siglo XIII, aunque éste se alió con el rey Alfonso X para arrebatarle el trono. El envío de tropas desde Granada para sofocar la traición fue rechazado, con la ayuda de las tropas cristianas. El 29 de abril de 1487 se rindió Comares a los Reyes Católicos, siendo sus capitulaciones de las más benévolas, declarando a la población vasallos del Rey. Poco después se integró en las posesiones de D. Diego Fernández de Córdoba. A pesar de no haber intervenido en el levantamiento morisco de 1568, la población tuvo que abandonar la zona. Su castillo-cementerio está declarado BIC con cate­goría de Monumento, y en el cerro de Mazmúllar, se conservan los restos de una ciudad de los siglos IX-XI, destruida y posteriormente reedificada, de la que es visible el trazado de sus calles, la necrópolis y edificios notables, especialmente su aljibe, recinto de mampostería de planta rectangular dividido en nueve compartimentos deslindados por arcos de herradura y bóvedas de cañón. Comares fue baluarte defensivo de Omar Ben Hafsún (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
       El tajo sobre el que Comares se alza es un balcón fantás­tico sobre la Axarquía desde el que se obtienen espectaculares vistas. En lo más alto de sus calles, adornadas con macetas de geranios, está el Ayuntamiento y la iglesia de la Encarnación, magnífico ejemplar de la arquitectura mudéjar del siglo XVI, con dos torres, una en la cabecera, y la otra sobre la capilla del sagrario. A unos 2 km del pueblo por la MA 165 se encuentra la meseta de Mazmúllar, impresionante macizo de piedra en el que en el siglo IX existía un poblado islámico del que puede verse todavía un aljibe declarado Monumento Histórico (Rafael Arjona. Guía Total, Málaga. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).
     
Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación
     Fue erigida en 1505 por el arzobispo de Sevilla D. Diego de Deza, y confirmada por Bula de Julio II en 1510. Obra del XVI, presenta tres naves separadas por pilares cruciformes, que sostienen arcos apuntados, inicialmente de ladrillo visto, con cabecera cuadrada cubierta con ar­madura de madera. Las naves, de diferente altura, se cubren con armaduras de lazo la central, y de colga­dizo las laterales. En 1721, la iglesia estaba en ruinas y se realizaron obras, según las inscripciones de los altares y los retablos, incluyéndose la ampliación de la sacristía. Dentro de esta reforma pue­de encuadrarse la intervención del mayordomo de la cofradía del Rosario, quien labró a su costa una capilla para la imagen, ampliada en 1756, y que puede identificarse con la actual del Sagrario. En 1930 este espacio fue intervenido por el párroco Julio Cuevas Montesinos, que hizo de albañil y maestro de obras. Tiene planta octogonal con pilastras en los ángulos, que sostienen un doble friso decorado con motivos vegetales, y sobre éste un anillo casi circular con pequeñas pechinas. Un segundo anillo, sostiene la bóveda semiesférica, dividida en ocho segmentos con ornamentación floral, espejos que envuelven los roleos, tornapuntas y veneras, abundante efectista. Al exterior presenta un poderoso volumen a modo de camarín-torre, de forma poligonal de tres pisos separados por impostas, con decoración muy similar a la de El Borge. La portada se formaliza con arco de medio punto, inscrito en un recuadro de ladrillo, sobre las impostas. A los lados, dos cuerpos salientes, como contrafuertes, realizados en ladrillo, y rematados con cruces.
     La torre, ubicada en el lado derecho del presbiterio, de planta cuadrada y del siglo XVI, mantiene elementos mudéjares, como los arcos en­marcados por alfiz.
     De los bienes muebles destaca su retablo, de la primera mitad del siglo XVIII, y en la sacristía diferentes piezas de orfebrería: un cáliz de plata blanca, de finales del siglo XVIII, decorado con motivos eucarísticos y de la Pasión y una naveta de plata blanca, de la primera mitad del setecientos (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
     La iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación se encuentra situada en la parte principal del casco histórico de Comares, en lo más alto y céntrico de la población. Desde el punto de vista volumétrico destaca del conjunto del caserío que la envuelve por los tejados de la nave central, la torre y el camarín de la Virgen del Rosario. 
     Fue erigida en 1505 por mandato del arzobispo de Sevilla don Diego de Deza, con arreglo a la bula de Inocencio VIII y confirmada por bula de Julio II en 1510, sobre la antigua mezquita árabe del municipio malagueño, formando parte de la Vicaría de Málaga y bajo la advocación de la Encarnación. 
     Fue construida originalmente en estilo mudéjar. Consta de tres naves con orientación sureste-noroeste y cabecera plana de planta cuadrada, a la que se adosan la sacristía y la torre-campanario en el lado del Evangelio y de la Epístola, respectivamente.
     La nave central, de mayor altura que las laterales, se eleva sobre cuatro pilares cruciformes achaflanados, sobre los cuales se abren arcos apuntados sin alfiz que la separan de las naves laterales. Se cubre con una armadura mudéjar de par y nudillo, con cinco dobles tirantes que descansan sobre canes. El almizate está decorado con estrellas de ocho puntas y lazo con crucetas. En el centro del almizate se sitúa una estrella de doce puntas enmarcada en un cuadrado y, sobresaliendo a su vez del centro de éste, una piña de mocárabes. La parte baja de los faldones está decorada con una calle de lazos a base de crucetas y estrellas. Las naves laterales se cubren con simples armaduras de colgadizo. 
     La cabecera de la iglesia, de planta cuadrada y precedida por un gran arco triunfal apuntado, se cubre por una armadura mudéjar con limas mohamares y labor de menado sobre tablas. Del centro pende un octógono de mocárabes inscrito en un cuadrado formado por ocho crucetas. Los cuadrales que dibujan la forma octogonal apoyan sobre canes lobulados. 
     Todo el presbiterio presenta un rodapié de azulejos procedentes de un antiguo púlpito y en un lateral se conserva la pila bautismal de mármol tallado. 
     En el lado del Evangelio de la cabecera se sitúa la sacristía, desde la que se accede directamente al patio trasero, antiguo lugar de enterramiento. En el lado opuesto se levanta la torre-campanario, junto a la cual, en el flanco norte, se encuentra la antigua sacristía o cuarto de San Hilario, una estancia de planta cuadrada que se comunica directamente desde el exterior.
     A los pies de la nave central, elevado sobre una grada y cerrado por una barandilla de madera, se encuentra el coro, comunicado por una estrecha escalera situada en el último tramo de la nave del Evangelio.
     En 1721, ante la amenaza de ruina, se llevaron a cabo una serie de obras y reformas que afectaron principalmente a la sacristía y a la nave del Evangelio, en el centro de la cual se construye, en estilo barroco, la capilla del Sagrario la cual iba a albergar la imagen de la Virgen del Rosario y cuyos gastos fueron soportados por el mayordomo de la cofradía. Esta capilla, de planta cuadrada y adosada a modo de torre-camarín a la traza original, se resuelve interiormente con pilastras cajeadas que sostienen un doble friso con motivos vegetales y sobre los que se desarrolla un primer anillo de dieciséis lados, que soporta pequeñas pechinas entre los arcos ciegos que rematan los muros. Un segundo anillo sostiene la bóveda semiesférica de ocho nervios, decorados con motivos florales que surgen de un florón central y separado por segmentos adornados con espejos envueltos por roleos, hojas carnosas, tornapuntas y veneras. Hacia el exterior, la capilla se presenta como una torre-camarín poligonal de tres pisos separados por impostas, con decoración a base de placas triangulares en el cuerpo bajo, óculos en el cuerpo central y tejadillo octogonal como remate. Presenta una estructura similar al camarín de la iglesia de El Borge y del convento de monjas carmelitas de Vélez-Málaga.
     Exteriormente, la iglesia se resuelve mediante cuatro fachadas, la del lado oriental oculta por construcciones adosadas. 
     En la correspondiente al lado sureste se abre la portada principal, de gran sencillez decorativa, compuesta por un arco apuntado, enmarcado en un rectángulo que hace las veces de alfiz, con una destacada imposta, flanqueada por dos contrafuertes y coronada por un óculo. La fachada más occidental del templo, aunque abierta hacia la calle, queda prácticamente oculta por la cercanía de otras edificaciones.
     Junto a la cabecera se adosa la torre-camarín conocida tradicionalmente como capilla del Sagrario, levantada en el siglo XVIII, que está toscamente acabada en su interior y presenta hacia el exterior ventanas enmarcadas por alfiz siguiendo la tradición mudéjar. Es de planta cuadrada y la caja de escaleras se desarrolla en sus cuatro frentes dejando un hueco en el centro. Cuenta con dos cuerpos, el fuste o caña y el cuerpo de campanas rematado por un tejado a cuatro aguas coronado por cruz y veleta de forja. En sus frentes presenta vanos que se alternan dos y uno, de medio punto enmarcados por alfiz.
     Finalmente, en la fachada trasera del edificio, se ubica un patio rectangular cerrado actualmente por un muro encalado, que fue el lugar destinado a cementerio en tiempos pasados. El edificio presenta la totalidad de sus paramentos encalados en blanco.
     El incendio de 1929 y los destrozos de la noche del 13 de mayo de 1931 son las principales causas de la pérdida de los bienes muebles de la iglesia, entre los que cabe destacar, entre otros muchos, el retablo mayor, obra de estilo barroco del siglo XVIII, dedicado al patrón San Hilario. En la etapa de la posguerra, el programa decorativo del templo fue renovado con los altares e imágenes que encontramos en la actualidad.
     En la comarca malagueña de la Axarquía, entre grandes peñas y profundos tajos, se encuentra el que fue un privilegiado enclave defensivo durante la dominación musulmana, el pueblo de Comares. Escenario de continuas luchas entre los reyes nazaríes de Granada y los tres walies de la familia Axquilula, Comares fue finalmente conquistado por los castellanos en el año 1487, dando lugar a una de las capitulaciones más pacíficas y respetuosas con la población musulmana acontecidas en la Península Ibérica. El sitio, con el devenir de los tiempos, se ha configurado como un espléndido paisaje rural, salpicado de cortijos y pequeños caseríos dedicados al cultivo del olivo, el almendro y la vid.
     Sobre el cerro occidental del municipio, destacando sobre el paisaje urbano y ocupando el solar de la antigua mezquita, se levantó en 1505, por orden de los Reyes Católicos, la iglesia mudéjar de Nuestra Señora de la Encarnación. En el inmueble se conservan y combinan elementos de estilo mudéjar, como las espléndidas armaduras de lazo que cubren el interior del templo, entre las que cabe destacar la de la nave central, considerada uno de los mejores ejemplos conservados entre las parroquias de la provincia malagueña; y añadidos de épocas posteriores en estilo barroco, como la capilla del Sagrario, del siglo XVIII, que completa el programa arquitectónico, iconográfico y decorativo del edificio, el más representativo del municipio y uno de los mejores ejemplos de arquitectura mudéjar de la Axarquía malagueña.
     Tradicionalmente ha sido sede de cofradías y fundaciones religiosas de importante carácter popular, la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación fue en sus orígenes núcleo de la vida espiritual de los vecinos de esta población, siendo en la actualidad uno de los lugares más emblemáticos y simbólicos del municipio.
      En 1929 el templo sufrió un grave incendio. Tras la proclamación de la República se produjeron una serie de acontecimientos entre el 10 y el 13 de mayo de 1931, entre ellos la quema de conventos, figurando este edificio religioso entre los que fueron destrozados en la provincia de Málaga. Con la restauración llevada a cabo en la posguerra el edificio vio alterado el programa decorativo, añadiéndosele nuevo mobiliario litúrgico (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Obra del siglo XVI, es el monumento más sobresaliente de su historia. Su construcción, data del 25 de mayo de 1505, y se levanta sobre el solar que había ocupado la mezquita árabe, originando un edificio mudéjar de tres naves, que se distribuyen en torno a siete arcos apuntados.
     La techumbre es lo más destacado del edificio, con armadura tipo artesa, con ricas grecas geométricas y motivo de lazo central con mocárabes.
     Cuenta con cinco tirantas pareadas, encontrándose las extremas metidas en obra, resultando un bello conjunto de artesones entrelazados de gran  belleza y calidad histórico-artística.
     Cuenta también con una torre campanario y una torre-camarín, de forma octogonal de estilo rococó, obra de finales del siglo XVIII. Un gran arco apuntado cobija la puerta principal entre pilastras, y se cubre en el exterior con cubierta a dos aguas de teja árabe (Diputación Provincial de Málaga).

Aljibe de Mazmúllar
     Despoblado medieval del cual se conservan aljibes y cisternas para almacenamiento de agua, así como restos de estructuras edilicias que pertenecieron a grupos de viviendas. Los restos cerámicos aparecidos demuestran que este lugar estuvo densamente poblado en los siglos X-XI. 
     Destaca una forma rectangular o aljibe, dividido en 9 compartimentos por cuatro pilas cruciformes y arcos de herradura, que apean bóvedas alargadas de arista con un tamaño de 7,70 x 5,75 metros, obra de mampostería y sillarejos de época califal fechados en el siglo X-XI (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     En la Mesa de Mazmúllar, podremos encontrar un aljibe árabe declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931, en base a la descripción que de él hace D. Rodrigo Amador de los Ríos, obra que se remonta al siglo XI-XIII de nuestra era, formada por una elegante galería de arcos de herradura.
     Se halla, como decimos, en un despoblado al que llaman la Meseta de Mazmúllar al que se accede tras una hora caminando. 
     Este aljibe tiene forma de rectángulo y está dividido en nueve compartimentos por cuatro pilas cruciformes y cono de herradura que apean bóvedas alargadas de aristas. Su tamaño es de 7,7 por 5,7 metros.
     También en el Cerro de Masmullar existen restos de una ciudad de los siglos lX al X, destruida y posteriormente reedificada. Se sabe que fue uno de los principales baluartes defensivos de Omar Ben Hafsun, siendo un recinto tan importante que se señala la mesa de Mazmúllar, al lado de Comares, como la capital de dicho reino durante la época inicial del Califato cordobés (Diputación Provincial de Málaga).

Arcos

     En las calles más antiguas del pueblo se conservan dos arcos, probablemente de la época medieval (Diputación Provincial de Málaga).

Castillo de Comares - La Tahona
      El castillo, de época árabe, se encuentra parcialmente destruido y muy enmascarado por construcciones contemporáneas. Únicos testigos de su existencia son dos torres (tahona grande y tahona chica) y fragmentos dispersos de murallas. La utilización de su solar como cementerio urbano ha incidido de forma rotunda en la transformación visual de su recinto, donde además existe fuerte erosión eólica. 
     Los restos de la torre tienen un zócalo de fábrica de mampuestos con verdugadas de ladrillo, habiéndose perdido totalmente los revestimientos del cuerpo central y de la coronación. Dentro del cementerio se conservó un aljibe en buen estado de conservación. 
     En la zonificación realizada se incluye todo el entorno del casco urbano, pues si bien en la zona del cementerio se encuentra el castillo o Hisn primero, con posterioridad a época altomedieval la fortaleza debió extenderse rodeando el casco urbano actual. La falta de investigación, tanto en lo referente al fuentes historiográficas como a datos arqueológicos impiden hacernos una idea exacta de la configuración de la fortaleza en época bajomedieval. Sin embargo, la presencia de lienzos de muralla como el situado junto a la calle Agua o la desaparecida Puerta de Málaga, o de torres como la denominada Tahona Chica, evidencia que el recinto amurallado debió rodear todo el casco urbano moderno, el cual, por otra parte, conserva una traza de tradición islámica (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Del Castillo baluarte La Tahona sólo quedan restos de una muralla, de época incierta. Lo que sí se sabe es que se transformó en una fortaleza de grandes dimensiones durante la ocupación musulmana, levantada en el lugar que hoy ocupa el Camposanto.
     El castillo, de origen árabe, fue edificado a su vez sobre una antigua fortaleza romana. A los restos de la fortaleza le llaman popularmente “La Tahona”, y desde lo alto se puede contemplar una maravillosa vista general del pueblo, que parece suspendido en una roca, así como del impresionante macizo de Sierra Tejeda al Norte y el mar al Sur. De hecho, a Comares le llaman el Balcón de la Axarquía malagueña (Diputación Provincial de Málaga).

Meseta de Mazmúllar

     Se trata de un asentamiento medieval, concretamente mozárabe, situado en una meseta descendiente de norte a sur con una cronología en principio de los siglos IX al XII (d.n.e). Presenta las estructuras propias de un asentamiento medieval; domésticas, e hidráulicas. Entre ellas, cuenta con un aljibe que está declarado Bien de Interés Cultural. En la zona hay cultivos de olivos y almendros.
     Meseta con una superficie aproximada de una hectárea, donde aparecen materiales constructivos, lo que indica que hubo un asentamiento en la etapa medieval, aparece cerámica medieval, tras una prospección los restos materiales en superficie son escasos, y se aprecian cultivos de olivos (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Existen en la meseta de Mazmúllar, cerca del pueblo de Comares, vestigios importantes que ratifican la existencia de un poblado asentado en aquel lugar.
     Por la cerámica encontrada los vestigios apuntan hacia la época musulmana pero la existencia de tumbas antropomorfas talladas en la piedra crean una duda razonable sobre este tema.
     Los musulmanes enterraban a sus fallecidos en posición lateral, mirando hacia La Meca y directamente sobre la tierra, lavados y cubiertos con un lienzo limpio.
     Por otra parte en un tiempo se creyó que las ruinas de Mazmúllar correspondían a la legendaria Bobastro de Omar ben Hafsun, no es cierto, pero si puede ser posible que en la meseta de Mazmúllar se asentara la perdida ciudad de Qámara, mencionada en relación con Omar y que desapareció tras la muerte de éste y de sus familiares. No perdamos de vista que etimológicamente Qámara puede ser la base de Comares y siempre se ha identificado a Qámara con las cercanías de Colmenar.
     Pero en cualquier caso en la meseta de Mazmúllar hubo una ciudad y una ciudad importante y digo este calificativo a colación de los vestigios encontrados y sobre todo al de su aljibe, declarado en 1926 como Monumento Histórico Artístico por el entonces presidente de la República don Niceto Alcalá-Zamora.
     Fue encontrado en 1907 cuando al arrancar una encina descubrieron un agujero que daba paso a una oquedad de apariencia bastante grande.
     En el diario “El Cronista” se inserta una noticia que informa del descubrimiento de unas salas subterráneas, que suponemos que rápidamente fue identificado como un aljibe y del que se hicieron los
primeros croquis.
     El tamaño del mencionado aljibe, el nivel de calidad de su construcción y su acabado dan idea de que debió de corresponder a una instalación muy especial, normalmente los aljibes se edificaban en los bajos de los castillos, por ejemplo en Comares se puede visitar el aljibe situado en el cementerio, que era justamente el castillo de la villa, pero me atrevería a decir que el de Mazmúllar es muy superior en capacidad y en calidad.
     Lo primero que llama la atención es la construcción con arcos de herradura y las paredes estucadas, para impermeabilizarlas, con una capa, aún hoy perfectamente lisa al tacto, de color rosado.
     En la parte sur de la meseta existen unos restos muy claros de edificaciones, con huecos en el suelo excavados a cincel, que servían de almacenes de granos.
     Creo poder seguir defendiendo que aquel lugar fue la sede de la ciudad de Qámara, la residencia de verano de Omar ben Hafsun, y que tal como ‘Abd al-Rahmãn III profanó las tumbas de Omar y sus hijos, quemó los restos y esparció las cenizas, para hacer patente su odio y su desprecio, con igual inquina destruyó la ciudad de Qamara, pero no pudo eliminar el aljibe del castillo de Omar.
     Los habitantes que sobrevivieron se trasladaron al vecino monte donde crearon la nueva villa de Qamara, que ha llegado hasta nosotros con el nombre de Comares y que, desde entonces, fue una plaza fuerte muy apreciada en todas las escaramuzas de la zona, que fueron muchas (Diputación Provincial de Málaga).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Aljibe de Mazmúllar, Arcos, Castillo La Tahona, y Meseta de Mazmúllar) de la localidad de Comares, en la provincia de Málaga. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia malagueña.

Más sobre la provincia de Málaga, en ExplicArte Sevilla.

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