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Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

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domingo, 28 de septiembre de 2025

Los principales monumentos (Ermita del Calvario, Lavaderos, Fuentes del Rey y de la Salud, Ermita de Belén, Iglesia del Carmen, Casa-Museo de Niceto Alcalá Zamora, Iglesia de San Francisco, Iglesia de la Aurora, Paseo de Colombia, y Plaza de Toros) de la localidad de Priego de Córdoba (y III), en la provincia de Córdoba

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Ermita del Calvario, Lavaderos, Fuentes del Rey y de la Salud, Ermita de Belén, Iglesia del Carmen, Casa-Museo de Niceto Alcalá Zamora, Iglesia de San Francisco, Iglesia de la Aurora, Paseo de Colombia, y Plaza de Toros) de la localidad de Priego de Córdoba (y III), en la provincia de Córdoba.


Ermita del Calvario.-

     La ermita del Calvario, reconstruida en la década de 1970, guarda un retablo de estípites con imagen de vestir de la Virgen de los Dolores, obra del XVII retocada en el primer cuarto del XVIII (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
      La Ermita del calvario se encuentra situada en los alrededores de la población de Priego. Tiene planta en forma de cruz latina. La nave central se articula en cuatro tramos marcados por potentes columnas, a los pies del coro. El edificio se cubre con bóveda de aristas. El camarín de planta cuadrada se abre tras el altar mayor, donde se encuentra la imagen de la Dolorosa.
     El acceso a la ermita se realiza a través delos pies, mediante una sencilla fachada de reciente construcción. Está constituida por un vano central de medio punto y dos pequeñas puertas laterales. se remata con una pequeña espadaña de un solo vano. La ermita se encuentra precedida por una escalinata y en la parte inferior de la misma se sitúa el crucero.
     El edificio es de finales del siglo XVIII, aunque lo que actualmente se contempla es el resultado de distintas actuaciones en los siglos XIX y XX.
     El culto en la ermita se realiza fundamentalmente en Semana Santa, con la salida en procesión de las imágenes titulares. También se celebran varias misas por hermanos difuntos de la hermandad (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Habla la tradición de un Calvario viejo situado cerca de la Tiñosa y del que apenas se tienen referencias documentales. Su existencia debió de ser anterior a 1593, pues este año ya había en la meseta que ocupa el actual un humilladero que servía a los mismos fines: era un lugar de devoción con cruz o imagen para que los peregrinos orasen antes de entrar a la población o al salir de ella. También se destinaba para rogativas y prácticas piadosas. Hasta éste llegaba la procesión que los nazarenos efectuaban el Viernes Santo, según se refleja en sus estatutos fundacionales. Se sabe que existían dos cruces primitivas y que en el siglo XVIII se colocaron otras que están bien documentadas.
     En 1707 se terminó de construir la ermita del Calvario con las limosnas de los fieles y la contribución de la Orden Tercera franciscana, que ya en el siglo XVII hacía la Vía Sacra por la calle de las Cruces (el Caminillo), encargándose de reparar aquellas que se encontraban derruidas o en mal estado. En 1708, el Municipio hizo donación de las tierras que circundaban la ermita.
     En 1938, la Hermandad hizo las gestiones necesarias para hacer las obras que necesitaba la ermita, realizando una reforma de la que se conserva el interior tal como lo vemos hoy, aunque el resto de la ermita ha sufrido muchas modificaciones posteriores. Las obras de mejora se siguieron haciendo en el 42, en el 45... A principios de los 60, la ermita presentaba un estado bastante ruinoso, la Hermandad, desde entonces hasta ahora, ha ido efectuando obras de conservación y ampliación.
     En la ermita se venera la imagen de Nuestra Señora de los Dolores se cree que es la que en 1635 fue donada por Marina de Pareja a la ermita del Santo Cristo del Humilladero. Fue trasladada a la ermita del Calvario en el siglo XVIII cuando se terminó ésta.
     Nada se sabe de su autoría, aunque se trata de una imagen de candelero del siglo XVII, que pertenece a la colección de imágenes de vestir que plasman los siete dolores de la Virgen, representados por el corazón llameante atravesado por siete puñales que luce en el centro del pecho. Hasta hace poco, mostraba en sus manos símbolos de la pasión, que se le quitaron en la última restauración realizada en 1978 (Ayuntamiento de Priego de Córdoba).

Lavaderos.-
      Lavadero público del Poleo. Edificio de una sola estancia rectangular a la que se accede por un vano sin puerta situado en la fachada. En los muros laterales se abren cuatro vanos horizontales y estrechos. La cubierta es a dos aguas con inclinación hacia la fachada y hacia el muro posterior. El lavadero está formado por un pilón rectangular, aunque partido en su mitad por un tabique. Los bordes del pilón son de cemento y están inclinados en ángulo hacia el interior y estriados para permitir un mejor frotamiento de la ropa. La fuente-abrevadero está compuesta por un pilón de grandes piedras regulares, revocadas y encaladas de aproximadamente 3 metros de largo por 0,5 metros de ancho y 0,4 metros de alto. 
     Se apoya en un muro de mampostería irregular que presenta encima del pilón el elemento ornamental al que antes hacíamos alusión. Dos pequeños caños de hierro alimentan de agua al pilón. Los materiales constructivos son cemento, ladrillo y piedra en el lavadero en si; el caño es de plástico; el edificio que cobija al lavadero es de cemento, ladrillo y cal, estando la cubierta conformada por vigas de hormigón y planchas de latón; cubierta de latón a dos aguas; suelo de cemento pulido. El acceso al edificio se realiza mediante una abertura sin puerta. Aparte hay cuatro vanos horizontales, muy estrechos por los que entra aire y algo de luz. Como único elemento ornamental hay que citar el elemento triangular con remate cuadrangular sobre el muro en el que está apoyada la fuente-abrevadero.
     Lavadero público de la Concepción. Se compone de una sola habitación cuyo acceso tiene lugar por uno de los lados transversales. En el otro transversal del edificio y como un anexo se dispone la fuente-abrevadero, que consta de un solo pilón rectangular. El lavadero en sí está constituido por un pilón rectangular, pero partido en su mitad por un tabique con remate de carpanel. 
     Dicho pilón tiene los bordes estriados e inclinados en ángulo hacia el interior para permitir una más cómoda frotación de la ropa. El agua es recibida desde un pilón auxiliar anexo, de mucho menor tamaño y forma cuadrangular. Los materiales constructivos son yeso, cemento, hierro, arcilla, tierra, piedra caliza, arena y cal. En cuanto al edificio que cobija al lavadero, este se sustenta con ocho pilares de mampostería y tapial unidos entre sí por tabiques de la misma fábrica en combinación con aparejos de ladrillos en algunas partes (las mas reformadas). Cubierta a la molinera con pares conformados por vigas de hormigón entre las que se disponen bovedillas de cemento. El suelo es de cemento pulido, salvo en los escalones de acceso que presentan como suelo los mismos ladrillos que los conforman. Se accede al edificio mediante una puerta de hierro de una sola hoja. En el interior hay dos tipos de ventanas. En un lado se disponen tres ventanas sin carpintería, horizontales y pegadas al techo, en el otro longitudinal se disponen tres ventanas con cierro y alambrera, cuadrangulares y también pegadas al techo. Las paredes y el techo se encalan todas en blanco. Puertas y cierros de las ventanas presentan la capa de minio y están sin pintar. Como ornamentación hay que destacar también el elemento triangular del que parte el caño de la fuente-abrevadero (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Fuentes del Rey, y de la Salud.-

     Igual­mente, la vistosa Fuente del Rey, con dos núcleos diferentes, uno de 1586, dedicado a Nuestra  Señora de la Cabeza o de la Salud y proyectado por Juan de Ochoa bajo influencia de Francisco del Castillo; otro, la Fuente Nueva del Rey, realizada por Remigio del Mármol en 1802, con la colaboración del joven José Álvarez Cubero (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
     Tras sucesivas transformaciones desde el siglo XVI, fue terminada de construir a principios del siglo XIX. Diseñada en estilo barroco por Remigio del Mármol, se fecha su terminación en 1803. Se concibe con tres estanques de distinto nivel y forma alargada en la que predominan los contornos curvos. En el primer estanque se sitúa la escultura de un león luchando con una serpiente, obra atribuida al escultor neoclásico Álvarez Cubero. En el segundo, realizado por Remigio del Mármol, la figura central del monumento, una escultura de Neptuno y Anfítrite que cabalgan sobre un carro tirado por caballos que salen del agua. Desde éste, el agua cae al último estanque por una cascada, y acaba saliendo por el mascarón del Clero. En la fuente manan 139 caños, muchos de ellos con mascarones de piedra de rostros fantasmagóricos.
     El Prendimiento, representación dramática que conmemora los momentos más señalados de la Pasión,  se realiza en la actualidad en la plaza del Ayuntamiento o plaza de la Constitución, aunque anteriormente la representación se ha realizado en otros espacios abiertos del casco histórico de Priego, como el desaparecido Teatro María Cristina. Este espacio escénico al aire libre construido en la Fuente del Rey se construyó en los años 50 del siglo XX, y hasta finales de los 80 se representó el Prendimiento en este espacio.
     En 1341 acampó en el lugar Alfonso XI durante el asedio previo a la conquista definitiva de Priego. De este suceso tomó el manantial el nombre de Fuente del Rey.
     La Fuente de la Salud, también denominada Vieja del Rey.
     Su nombre proviene de la milagrosa influencia de la Virgen de la Cabeza que la preside.
     Como embocadura del nacimiento, al pie de la colina, el cantero Alonso González hizo un gran muro con frontispicio que cimentó sobre las mismas rocas del lugar, combinando con ellas un primer cuerpo arcaizante con relieves mitológicos y bucólicos, que sirve de base a un apaisado paramento almohadillado de mármoles, organizado en tres calles, la central con fondo al templete de la Virgen de la Cabeza y los laterales con centros de óvalos de jaspe en relieve de cuero retorcido. 
     Sobre una ligera cornisa en la calle central, un frontón triangular con óvalo en el tímpano y remates piramidales sobre él y sus extremos, y en los laterales algunas piedras labradas con cresta. 
     Al parecer esta fuente tenía otras piezas esculpidas del mismo estilo manierista que han desaparecido. Frente al muro descrito, un estanque con perfil  donde se ve manar el agua.
     A continuación de la fuente antigua se construyeron  estanques que fueron reformados en el tiempo, hasta que en 1802 se acuerda construir el definitivo.
     Esta fuente está estructurada como tres estanques unidos, excavados en una ligera pendiente, que se aprovecha para hacer saltos de cascadas entre ellos, y que dispone en el perímetro curvado que los define, de múltiples chorros hacia su interior de donde brotan esculturas.
     La parte primera es un estanque de contorno trilobulado, presidido por una escultura central que representa un león matando al dragón de cuya boca mana el agua. Se conecta este estanque por una línea de cascada de poca altura. A otro mayor de planta rectangular con esquinas redondeadas y achaflanadas con un motivo escultórico central, entre cuatro surtidores, que representa a Neptuno sobre un carro de caballos marinos acompañado por Anfitrite abrazada a un gran pez con boca, como surtidor. Se conecta mediante cascada a un último estanque de contorno bulboso con surtidor central, que se cierra por un mascarón cuyas fauces tragan el agua.
     El perímetro interno de la fuente está dotado de 139 años, muchos de los cuales están enmarcados por mascarones con distintos rasgos.
     Alrededor de la fuente, en trozos que continúan la curvatura se encuentra una línea de bancos macizos con asiento y respaldo en piedra.
     Todo el espacio circundante está conformado como un jardín, en su disposición antigua alterado, del que cabe destacar una línea de grandes árboles de sombra que le dan aspecto de alameda.
     En el mismo recinto de la Fuente del Rey se encuentra la Fuente de la Salud.
     Fue construida para canalizar el agua de un manantial en el lugar en el que, según un antiguo relato, el rey Alfonso XI situó su campamento. La construcción de la fuente se realizó en el siglo XVI, corriendo a cargo de Francisco del Castillo, con el auxilio del cantero Alonso González Bailén. El estilo que presenta es manierista, con un frontispicio y sillería almohadillada, utilizando mármoles polícromos. En su centro fue situada una hornacina para albergar una imagen de la Virgen de la Cabeza. Se aprecian además otras imágenes, como la de un pastor con sus ovejas y otras mitológicas, como las de Neptuno, Anfítrite y la Medusa (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Fuente del Rey, un umbroso parque bordeado por álamos en cuya explanada se extiende la fuente del mismo nombre, organizada en tres estanques ligeramente escalonados cuyo curvilíneo perímetro jalonan 139 caños de agua, los del nivel superior incorporados a mascarones.
     Centra el primer estanque la escultura de un león luchando contra un dragón, tenida por obra juvenil de Alvarez Cubero, mientras que el segundo está presidido por el grupo de Neptuno y Anfitrite, de Remigio del Mármol, diseñador del conjunto.
     Bancos de piedra que siguen el perfil de los estanques invitan a sentarse sin prisas para rememorar, arrullados por el rumor de los caños, las bellezas de tan monumental ciudad.
     Detrás de la Fuente del Rey pervive su precedente Fuente de la Salud, de 1585, con un muro almohadillado de estirpe manierista, probable obra, como las Carnicerías, de Francisco del Castillo; un templete central cobija la reproducción reciente de la Virgen de la Salud que sustituye a la original, sustraída hace unos años (Diputación Provincial de Córdoba).

Ermita de Belén.-

      La ermita presenta planta rectangular, de una sola nave. El presbiterio  cuadrado, se cubre con casquete semiesférico sobre pechinas. A este se le adosa un pequeño camarín cuadrado. La nave está dividida en dos tramos, presentando el primero bóveda de cañón y falsos lunetos sobre ménsulas de placas recortadas. El segundo tramo tiene bóveda de aristas.
     A los pies, en el primer tramo, en alto existe una tribuna, a modo de coro. Bajo este se sitúa la puerta de acceso, de medio punto.
     La fachada se cobija bajo un pórtico adintelado, con cubierta a dos aguas y abierto en dos de sus lados, que aparecen cerrados por una sencilla reja. La fachada se compone  de dos pilastras cajeadas que sostienen un frontón curvo partido. 
     Al centro, lienzo, copiando el de Zurbarán, del Paño de la Verónica.
     La ermita se ha restaurado en el año 1987, construyéndose, durante la misma, una espadaña de un solo vano de medio punto.
     Se celebra misa el día de Navidad y el de la Asunción de la Virgen (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Iglesia del Carmen.-
     Fue en origen una ermita dedicada a San José, levantada en el siglo XVII. En la primera década del siglo XVIII fue reformada por los hermanos Álvarez y, en el tercio final del siglo, el maestro Remigio del Mármol le dio su actual aspecto. Se erigió en parroquia en 1955.
     Es iglesia de nave única, crucero levemente marcado y presbiterio. La nave se cubre por cañón con lunetos; la cabecera, con bóveda sobre pechinas decoradas con relieves del profeta Elías y los santos Miguel, Juan de la Cruz y Teresa de Jesús. El retablo mayor es obra de hacia 1750 y está atribuido a Juan de Dios Santaella. En el camarín se venera la talla de fines del XVIII de la Virgen del Carmen con San Simón Stock; en las calle laterales figuran San Joaquín y Santa Ana y en el remate, San José.
     A la izquierda del presbiterio cuelga un cuadro de San Cristóbal, de comienzos del siglo XVIII. En el muro de la derecha se ven tres lienzos de taller local, del mismo siglo, con cabezas cortadas de santos. En el machón derecho cuelga una pequeña urna barroca con Cristo atado a la Columna, a juego con otras dos del Niño Jesús y el Nazareno, populares. A la izquierda de la nave están dos retablos anónimos de hacia 1760, el primero con una Inmaculada de serie y el segundo con San José, imagen del XVII, de taller local.
     A la derecha y paralela a la nave se halla la antigua sacristía, hoy capilla Sacramental. El retablo es neobarroco con talla de San Juan Evangelista, que fue San Marcos, de estética granadina de primer cuarto del XVII. En las repisas laterales están San Pascual Bailón y San Antonio de Padua, ambos de hacia 1700. En la pared izquierda se ve un lienzo muy perdido de la Entrada en Jerusalén y en la derecha otro de la Inmaculada con San Jerónimo penitente y San Antonio y el Niño, de escuela granadina de fines del XVII. A los pies está la Virgen de la Paz, obra de Niceto Mateos, de 1995 (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
     La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen se encuentra dentro de Priego de Córdoba, en una situación privilegiada de la monumental calle Río, llamada así por ser el lugar por donde fluía el río, que nace en el lugar de la Fuente del Rey y que abastece a la población. 
     El edificio tiene planta rectangular, de una sola nave, cuatro tramos en su desarrollo longitudinal, cabecera plana, con un volumen poligonal de seis lados, adosado a ella. El primer tramo está ocupado por el presbiterio, situado a un nivel más elevado que el resto del templo. Es de planta rectangular y cubierto por una bóveda de medio cañón. 
     Los tres tramos siguientes que contiene la nave van divididos por pilastras con capiteles jónicos. El segundo tramo, de planta cuadrada, va cubierto por una cúpula gallonada sobre pechinas, y el tercer y cuarto tramo, de planta rectangular, se cubren mediante bóvedas de cañón con lunetos. A los pies se encuentra un coro alto, de planta rectangular, sostenido por una plataforma con balaustrada, sobre arco carpanel. Este espacio va dividido por medio de tres arcos de medio punto, sobre pilastras y cubierto por tres bóvedas de medio cañón.
     En el lado de la Epístola se encuentra adosada la actual Capilla del Sagrario de planta rectangular. Se accede a ella a través de tres vanos, el central más alto que los laterales. En ella pueden distinguirse tres zonas, la cabecera y zona de los pies llevan cubierta plana, y la zona central, que corresponde a la antigua sacristía, también de planta rectangular y va cubierta por una cúpula gallonada muy plana.
     Toda la decoración interior del templo se basa fundamentalmente en estrellas de madera doradas de distintos tamaños y cornucopias, repartidas todas ellas entre los muros.
     Al exterior, el templo presenta una alzado de dos pisos de desigual altura. Como consecuencia de las edificaciones que tiene la iglesia a su alrededor, sólo presenta dos fachadas, la principal y la del lado del Evangelio.
     La fachada principal es plana y responde a modelos neoclásicos. La portada, de piedra, muestra una rígida composición de aire renacentista. Consta de dos cuerpos, el inferior rectangular, presenta un vano formado por un arco de medio punto, con clave, enmarcado por  medias columnas pareadas. Son de fuste acanalado y van sobre altos pedestales. Por encima descansa un entablamento con triglifos y metopas decoradas con elementos florales, sobre el que se coloca una cornisa saliente, que soporta un segundo cuerpo, presidido por un gran relieve de la Virgen del Carmen. Corona la fachada una torre de sillería, muy clásica, situada  en su eje. Sobre el pretil, en cada extremo, van colocadas dos esculturas femeninas. En el primer cuerpo aparecen adosados unos Hermes de estirpe manierista y el segundo cuerpo, de campanas, va articulado por columnas corintias sobre podium en cada uno de sus ángulos y rematados por una pequeña cúpula en la que se alza la escultura del profeta Elías.
     La fachada lateral va compartimentada por medio de tres contrafuertes y presenta un alzado de dos pisos; el superior, más bajo que el inferior muestra tres vanos con arco de medio punto, protegidos con vidrieras blancas con rejas, rematado mediante una cornisa, y el inferior lleva el muro liso. Sobre esta cornisa, vemos el cuerpo octogonal de la cúpula de la nave central, con  columnas toscanas en las aristas y dos ventanales de medio punto adovelados en sus paramentos. Como remate lleva un cupulín recubierto de piezas de cerámica en forma de escamas, de color azul y blanco.
     En un principio este templo se denominó Ermita de San José, pero con el tiempo fue desplazado por la Virgen del Carmen, dada la popularidad y devoción de esta imagen.
     Existía ya en el siglo XVII, ,renovándose hacia 1710 por los Álvarez, aunque posteriormente, a finales del siglo XVIII, debido a su estado ruinoso se reedificó de nuevo toda la iglesia. 
     Las obras pudieron comenzar hacia 1785, estando concluida en 1821, aunque se sigue trabajando hasta 1824. Su autor fue el arquitecto y proyectista Remigio del Mármol. 
     En el templo se advierten dos estilos: Barroco y Neoclásico (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Esta iglesia se construye sobre una antigua ermita bajo la advocación de San José, en el siglo XVIII, por Remigio del Mármol, autor de la Fuente del Rey. Se siguen las trazas de Hurtado Izquierdo en la iglesia de San Juan de Dios: nave única y cúpula gallonada.
     Del interior, destaca el retablo mayor atribuido a Juan de Dios Santaella, y la Sacristía, de planta rectangular con columnas corintias y cornisa de gran dinamismo.
     La ornamentación se realiza dentro de la tendencia barroca, aunque la quietud de la composición y el clasicismo de los elementos evidencian ya el inicio del neoclasicismo.
     La fachada es plenamente neoclásica, con un primer cuerpo dórico con dobles columnas con fuste acanalado y un arco de entrada; sobre éste apoya un segundo cuerpo con columnas jónicas entre las que se ubica el relieve de la Virgen del Carmen, manierista.
     Una cornisa sirve de base a la torre, con cariátides jónicas en la base y cúpula con la estatua de San Elías (Diputación Provincial de Córdoba).

Casa-Museo Niceto Alcalá Zamora.-
     La Casa-Museo de Niceto Alcalá-Zamora guarda recuerdos del que fuera presidente de la II República (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
     Situada en la calle del Río, responde al tipo de arquitectura civil de finales del siglo XIX, según esquema de casas señoriales y solariegas.
     Dedicada a sede del museo y Patronato de D. Niceto Alcalá-Zamora, Presidente de la II República Española y de la Oficina de Información Turística.
     La casa consta de planta baja, con bodega, patio y jardín y dos plantas más.
     Están abiertas al público las plantas baja y primera. En ellas se pueden contemplar objetos personales de D. Niceto, documentos y material fotográfico.
     Niceto Alcalá-Zamora y Torres nació en Priego de Córdoba, en Julio de 1877.
Más información:
     Correo electrónico: museoalcalazamora@gmail.com
     Teléfono: 957 006 242 (Diputación Provincial de Córdoba).

Iglesia de San Francisco.-

     Los franciscanos se establecieron en Priego en el siglo XVI, iniciándose la construcción conventual hacia 1510, con el patrocinio de don Pedro Fernández de Córdoba, primer marqués de Priego, y bajo la advocación de San Esteban. La obra primitiva fue profundamente alterada con las reformas del siglo XVIII, atribuidas al maestro local Juan de Dios Santaella sobre diseños de Jerónimo Sánchez de Rueda. Tras la exclaustración de 1836, el convento pasó a manos de particulares. Ha sufrido diversas restauraciones, la más importante terminada en 1995.
     La bella portada de mármoles embutidos es obra de 1761, de Juan de Dios Santaella. Tiene una sola nave con capillas por el lado izquierdo y hornacinas para retablos en el derecho. La cabecera lleva cúpula sobre pechinas, decoradas con pinturas que efigian a cuatro pontífices, y la nave, bóveda de arista. Todo el interior está decorado de yeserías. La sacristía se fecha hacia 1712 y se relaciona con Hurtado Izquierdo por el uso de placados como elemento ornamental.
     El retablo mayor lo concluyó en 1769 Juan de Dios Santaella; la caja central tiene un lujoso camarín, tallado en madera hacia 1730-1735 y atribuido a Jerónimo Sánchez de Rueda.  En el centro se alza la imagen de la Inmaculada, obra anónima de la escuela  granadina del primer tercio del Setecientos. En los muros laterales cuelgan dos lienzos de hacia 1700, uno con San Buenaventura y el otro con las Ánimas del Purgatorio.
     La capilla de Jesús Nazareno es una de las muestras más notorias del barroco prieguense, construida entre 1731 y 1760. Se cree diseño de Jerónimo Sánchez de Rueda con realización de su discípulo Juan de Dios Santaella. El retablo original fue tallado probablemente por Santae­lla a partir de 1760 y se reformó hacia 1788. El segundo cuerpo se labró después de 1790 con diseño y ejecución de Francisco Javier Pedrajas; suyo es el medallón central con la Coronación de Espinas. A él se atribuye también el camarín, terminado hacia 1788, reformado en 1928 por Manuel Garnelo.
     La imagen de Jesús Nazareno es obra del granadino Pablo de Rojas, fechable hacia 1592; es una talla completa, policromada por Pedro de Raxis, aunque cubierta por túnica de terciopelo. Tiene mecanismo hidráulico para bendecir y, desde el siglo XVIII, luce larga melena de cabello natural. En las hornacinas laterales se veneran la Virgen de los Dolores, de vestir, y San Juan Evangelista, talla en madera del círculo de Pablo de Rojas, fechable en 1592. Debajo se ven dos preciosos barros de San Juanito y el Niño Je­sús de Pasión, obras de José Risueño del período 1712-1732.
     A la entrada se ve una hornacina con la imagen de vestir de la Verónica, del estilo de Risueño, adquirida en Granada en 1699, y en el pasadizo lateral, un lienzo con San Pedro, del XVIII. En la sacristía del Nazareno se guardan dos pequeños relieves del XVII, con el Sacrificio de Isaac y Sansón y el León, y un doselete de primer cuarto del XVIII con un Crucificado de hacia 1610, relacionado con la obra de Juan Fernández de Lara.
     La capilla de San Francisco tiene un retablo anónimo de hacia 1720 con camarín e ima­gen de San Francisco recibiendo los estigmas, de hacia 1800. A continuación se encuentra el altar de Nuestra Señora de la Esperanza, imagen de vestir de 1738, restaurada por Niceto Mateos en 1987; en la parte inferior se ve la urna con el interesante busto del Ecce Homo atribuido a los hermanos García, de hacia el año 1600. Sigue en el muro de la nave un dosel de madera tallada con la devota imagen del Crucificado, del siglo XVIII.
     La capilla de Jesús de la Columna se construyó entre 1665 y 1679. El arco de ingreso tiene dos hornacinas nuevas donde se han colocado dos pequeñas terracotas policromadas del Niño Jesús y San Juan Bautista Niño, realizadas por José Risueño en el primer tercio del XVIII. En el intradós del arco hay pinturas de los Evangelistas, en la bóveda, la Virgen de la Angustia y Pentecostés, y en el medio punto de los pies, la Última Cena. En el retablo, neobarroco de 1942, está Jesús atado a la Columna, de hacia 1640, atribuido al escultor granadino Alonso de Mena. En las paredes laterales se ven dos buenos lienzos del XVIII con la Sagrada Familia y la Circuncisión.
     En el muro izquierdo de esta capilla hay dos retablos, uno dedicado a la Cruz de Caravaca y el otro a San Francisco Solano; éste, que procede de Santa Clara, lo talló Jerónimo Sánchez de Rueda hacia 1700 con traza de Francisco Hurtado Izquierdo. La imagen del titular, de fines del siglo XVII, está relacionada con José de Mora. En el muro de la derecha hay un retablo con arco para pintura, que hoy tiene una imagen de vestir de Santa Rosa de Viterbo, del XVIII.
     Volviendo a la nave, se ve un interesante lienzo de hacia 1700 con Alegoría del Alma Cristiana. La última capilla de este lado es la del Venerable Orden Tercero, primitivamente de Jesús Nazareno. Tiene retablo de hacia 1664 y una Inmaculada de influencia granadina de fines del XVII. De sus muros cuelgan lienzos con los temas de San Francisco abrazando al Crucificado, San Dimas, el Crucificado, que lleva escudo de la familia Ca­rrillo, y el más interesante de todos, la Inmacu­lada franciscana alada, de escuela granadina de hacia 1700.
     En el lado derecho de la nave se ubican siete retablos. El primero, dedicado a San Benedicto de Palermo, lo está ahora a San Diego de Alcalá. Los cuatro siguientes se han relacionado con Juan de Dios Santaella; el de San Francisco de Asís, de 1760, tiene en el centro del banco una hornacina con un Niño Jesús de vestir y el de San Antonio de Padua es de igual fecha. El de la Virgen del Buen Suceso se cree de 1756; la imagen de la titular es una talla de escuela granadina de la segunda mitad del XVII y los lienzos muestran a San Francisco y a Santo Tomás a los lados y a San José, San Luis Rey y San Dionisio en el remate.
     El retablo de estípites de la Virgen de Consolación se fecha también hacia 1760; lo preside un lienzo de la titular firmado por el mejicano Nicolás Rodríguez Juárez, del primer cuarto del siglo XVIII. Sigue el retablo de San José, cuya estética revela ya el acercamiento al lenguaje neoclásico. La talla del titular, profundamente retocada, es del XVII, relacionada con el taller de Alonso de Mena. Cierra la serie de retablos el de Santa Clara, situado bajo el coro, con imagen del XVIII, de tela encolada (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
      La Iglesia y antiguo convento de San Francisco forman un conjunto de edificaciones compuesto de Iglesia, a cuya nave se abren, en el lado del evangelio, capillas que vienen a funcionar como pequeñas Iglesias dotadas de autonomía espacial. 
     El claustro del antiguo convento, alrededor del cual se dispone el refectorio y el zaguán de entrada. La sacristía y otras dependencias que acentúan la complejidad del conjunto. La Iglesia tiene planta de cajón compuesta de una nave y cinco tramos cubiertos con bóvedas de arista reforzadas con arcos fajones. En los muros perimetrales de la nave se abren, en el lado de la epístola, seis vanos de medio punto que cobijan retablos y en el lado del evangelio diferentes capillas: En su tercer tramo la capilla de Cristo de la Columna, de planta rectangular cubierta con bóveda de medio cañón y lunetos, subdividida en tres tramos por arcos fajones. La capilla de la Virgen Milagrosa consta de un espacio cuadrado cubierto con cúpula sobre pechinas y un segundo espacio también de planta cuadrada, de dimensiones más reducidas, cubierto de cúpula esquifada. La capilla de San Francisco de Asís se abre, al igual que la anteriormente descrita, en el quinto tramo de la nave, la integra un espacio cuadrado cubierto con bóveda de casquete esférico sobre pechinas, con abundante decoración de yeserías, y un camarín decorado con pinturas representando la vida del santo. De interés por su comunidad espacial y riqueza ornamental es la capilla de Jesús Nazareno que viene a constituir una segunda Iglesia dentro del templo. Sus trazas se atribuyen a Jerónimo Sánchez de Rueda. Tiene planta hexagonal cubierta de cúpula gallonada, que arranca de una compleja cornisa de perfil mixtilíneo horadada por seis ventanas de vanos rebajados. Se decora con florones de yeserías doradas que también recubren las pechinas enmarcando motivos pasionistas. Tras un retablo de grandes dimensiones que se extiende por tres de los lados de la capilla, se abre un camarín de considerables proporciones; espacio centralizado de planta hexagonal cubierto con cúpula sobre pechinas. La abundante decoración de yeserías de carácter rococó está relacionada con Francisco Javier Pedraxas. A la derecha del retablo se ubica el acceso a la sacristía de Jesús Nazareno, realizada en maderas nobles con decoración geométrica a base de hexágonos y estrellas. 
     A los pies del templo se levanta el coro alto sustentado sobre un tramo de bóveda deprimida. El presbiterio se encuentra más elevado que el resto del templo, es de planta rectangular cubierta con cúpula encamonada sobre pechinas, cuya base moldurada está horadada por cuatro óculos de iluminación. Las yeserías decoran la cúpula enmarcando en las pechinas cuatro pinturas sobre lienzo con representaciones de santos de la orden franciscana. El vano central del gran retablo que lo preside comunica con el camarín. La sacristía consta de dos tramos cubiertos con bóvedas de arista. Se encuentra decorada con placados de yeserías relacionados con Francisco Hurtado Izquierdo. Al claustro del antiguo convento se accede a través de un zaguán, en sus muros discurre, bajo la armadura de la cubierta, un friso de yeserías, de carácter mudéjar, decorado con cintas entrelazadas. El claustro es de planta cuadrada y alzado de dos pisos, constando en la planta baja cada panda de cinco arcos de medio punto sobre columnas blancas de piedra, que se doblan en diez arcos en la galería superior. En la actualidad se conservan dos pandas originales con los arcos cegados y dos reconstruidas sólo con la galería inferior. En el lado este se encuentra una estancia de considerable proporciones, posible antiguo refectorio del convento y que, tras su reconstrucción, se usa como sala de conferencias. En el ángulo noreste se dispone la escalera de acceso al piso superior, dispuesta en dos tramos con antepecho de balaustres de madera. La fachada de los pies del templo, situada en la plaza Compás de San Francisco, constituye una amplia superficie en la que destaca la portada. Su paramento presenta decoración de esgrafiados en yeso que constituye una red de rombos de forma ligeramente cuatrilobulada. Centra la fachada la portada en la que se ha empleado una combinación de mármol blanco y gris. Se estructura en dos cuerpos, el bajo se compone de un amplio vano de medio punto cuya rosca muestra una decoración de puntas de diamante, está flanqueado por columnas corintias sobre altos plintos que sustentan una cornisa movida que se levanta en la zona central para albergar una cartela con el escudo franciscano rematado por corona real. El segundo cuerpo se compone de una hornacina central avenerada, sobre pilastras cajeadas que cobija la imagen de San Francisco de Asís. Las columnas que flanquean este con- junto sustenta un entablamento movido rematado por volutas, pináculos en los extremos y jarrón central. Termina la fachada con hastial rematado por una cornisa con dos acanaladuras semicirculares. En su lado derecho se levanta la torre que sustenta una espadaña compuesta de dos cuerpos superpuestos en los cuales se abren vanos de medio punto que albergan campanas. A la derecha de la fachada de la Iglesia, formando ángulo recto, se dispone la pequeña fachada del convento. Consta de un alzado de dos plantas, en ambas presenta un vano adintelado enmarcado con pilastras cajeadas sobre plintos y un entablamento superior decorado con perlas, sobre el vano inferior descansa un largo balcón cubierto con antepecho de hierro forjado y reforzado con tornapuntas.
     Siendo edificaciones que se remontan a la siglo XVI, deben su aspecto actual a las reformas del XVIII en las que participaron artistas de la importancia de Francisco Hurtado Izquierdo o Jerónimo Sánchez de Rueda (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     El convento de San Francisco se funda a principios del XVI, a instancias del marqués de Priego de Córdoba, bajo la advocación de San Esteban; los franciscanos acometen poco después la construcción de la iglesia, finalizando las obras a mediados de siglo.
     En el siglo XVIII, el templo sufre una profunda transformación, conservándose tan sólo la planta de salón y unas bóvedas góticas con decoración renacentista junto a la Sacristía.
     El autor de esta reforma fue Jerónimo Sánchez de Rueda y, posteriormente, Santaella.
     Destaca la Capilla de Jesús Nazareno, construida en 1731, de planta hexagonal y decorada con yeserías doradas; en el camarín se venera la talla de gran calidad de Jesús Nazareno, de Pablo de Rojas.
     El conjunto se completa con la Capilla del Venerable Orden Tercero, y la Capilla de Jesús de Columna. Se cubre con bóvedas de arista, decoradas con florones centrales.
     La fachada exterior es del XVIII, y se organiza como un gran muro cubierto por esgrafiados; la portada es de mármol blanco y negro y consta de dos cuerpos, flanqueados por columnas corintias.
     Del convento franciscano se conserva un claustro renacentista con dos cuerpos de alzada y cinco arcos en cada planta que apoyan en fustes de mármol de Cabra.
     Una reciente rehabilitación ha recuperado el refectorio (Diputación Provincial de Córdoba).

Iglesia de la Aurora.-
     Aunque consta su existencia desde 1518, la construcción actual corresponde a las obras realizadas entre 1744 y 1756. Muestra planta de nave única que se cubre con bóveda de cañón escarzano con lunetos, a excepción de la cabe­cera, en la que se emplea bóveda semiesférica sobre pechinas. Se adorna profusamente con yeserías en las que figuras y elementos vegetales se mezclan y extienden por todas las superficies. De esa abigarrada ornamentación se destacan las imágenes de los cuatro Evangelistas y los apóstoles Pedro y Pablo, colocados sobre peanas a lo largo de la nave.
     Entre 1750 y 1756 hizo Juan de Dios Santaella el retablo y camarín, éste restaurado en 2005 por Manuel Jiménez Pedrajas. La Virgen de la Aurora es obra granadina de 1706, atribuible a Diego de Mora. A los lados se ven imágenes de San José y San Judas Tadeo, tallas granadinas coetáneas del retablo. La hornacina superior la ocupa San Nicasio, patrón de la ciudad.
     Los otros dos retablos, de hacia 1756, se deben también a Juan de Dios Santaella y se dedican a San Ramón Nonato y a Santa Bárbara. Distribuidos por la nave se hallan seis lienzos embutidos en marcos de talla barroca, obras de escuela granadina realizadas por Francisco Marín en 1778, representando, a la izquierda, la Adoración de los Pastores, Anunciación y Presentación al Templo, y a la derecha, Natividad de María, Visitacion y Desposorios (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
      La Iglesia es de planta rectangular, la bóveda con cinco tramos de medio cañón con ventanas, situándose el coro alto en el primero y, en la cabecera, una cúpula de media naranja sobre pechinas. Los tramos de la bóveda se proyectan al suelo por medio de pilastras en las que se sitúan las tallas en yeso de San Pedro, San Pablo y los Evangelistas. En el interior resulta difícil encontrar un espacio libre debido a la exuberante decoración barroca que presenta, que cubre la cúpula y bóveda distribuyéndose también alrededor de las ventanas. En ella se mezclan molduras geométricas, motivos vegetales y con abundancia de ángeles de medio cuerpo, remarcado todo por una franja de color azul.
     El retablo mayor está formado por banco, cuerpo y ático, y dividido en tres calles por complicados estípites. En el ático se encuentra la hornacina de la imagen de San Nicasio, rematada por dos grandes volutas. En la calle central un gran arco comunica con el camarín de la Virgen, en el que destacan sus espejos embutidos, yeserías y la variada policromía que combina oro e imitaciones de mármoles de gran diversidad y colorido. De planta poligonal con cúpula de media naranja sobre cornisa. La imagen de la Aurora se atribuye a Diego de Mora.
     La portada fue terminada en 1772, atribuida a Santaella, destaca por la riqueza de mármoles polícromos. Se distribuye en dos pisos, el primero con columnas corintias y el segundo con salomónicas que enmarcan la hornacina de la Virgen. A la derecha se sitúa la torre de marcada decoración barroca. En esta ermita tienen su sede los Hermanos de la Aurora, cuya existencia se remonta a 1580. Cada sábado a las 12 de la noche recorren las calles, cantando el rosario y canciones a la virgen, manteniendo una tradición muy arraigada en Priego.
     Antigua Ermita de San Nicasio, tiene su origen en el siglo XV, aunque las primeras noticias de ella se tienen en 1528. 
     Reformada en el siglo XVIII por Juan de Dios Santaella (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Tiene su origen en la ermita de San Nicasio, del siglo XV, construida sobre una vieja mezquita tras la reconquista cristiana.
     Sufre sucesivas transformaciones para dar respuesta a las necesidades de la hermandad del Rosario, allí ubicada.
     A mediados del siglo XVIII, es reformada integralmente por Juan de Dios Santaella, se demuele la ermita anterior y se construye un nuevo edificio más amplio y concebido bajo las directrices del barroco.
     Posee una nave única con cúpula de media naranja, profusa decoración que se concentra en la parte superior, arrancando de las dinámicas cornisas que recorren el muro perimetral y concluyendo en las cubiertas, donde se acumula a modo de follaje y figuras encuadradas por el retablo mayor, de principios del siglo XVIII, obra de Jerónimo Sánchez de Rueda. La talla de la Virgen de la Aurora es de 1706.
     La portada destaca por la riqueza de mármoles policromos, se distribuye en dos pisos, el primero con columnas corintias, y el segundo con salomónicas, que enmarcan la hornacina de la Virgen (Diputación Provincial de Córdoba).

Paseo de Colombia.-
     En el sector del Paseo de Colombia, la aparición fortuita de una torre cuadrangular en 1994 permitió comprobar el empleo en alzado de un aparejo de mampostería de travertino con algunos sillarejos, con refuerzos engatillados en las esquinas de encofrado de mortero de cal. No se conocen las dimensiones totales de esta torre, aunque sí su frente, que alcanzaba los 557 centímetros. No obstante, no ha sido posible certificar por el momento que la torre de Paseo de Colombia perteneciera a la muralla propiamente dicha, y no a un antemuro, como podría indicar la similitud de la fábrica de la torre mencionada y la escarpa del foso del sector de Santa Ana (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Plaza de Toros.-

      La Plaza de toros de Priego de Córdoba, está construida sobre una roca en las faldas de la sierra que limita la parte más alta de la ciudad, en el camino de llegada desde Cabra. Está rodeada de los olivares que se extienden por toda la comarca.
     La plaza se inserta en la ciudad mediante dos muros, uno perimetral que la rodea y cierra sus dependencias, y otro que recoge las crujías y los tendidos del graderío formando un edificio plaza exento en el interior. Se trata de una construcción de  fábricas de ladrillo aplantillado encaladas, con cubierta de tejas apoyada sobre una arquería metálica, que protege del sol toda la zona superior.
     Data del día 7 de agosto de 1892, y tiene cabida para unos seis mil espectadores. En la actualidad su estado de conservación es bueno, y se mantienen sus características originales, su valor arquitectónico, monumental, y constructivo.
     Es propiedad municipal y no se usa porque se encuentra considerada en estado de ruina (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Ermita del Calvario, Lavaderos, Fuentes del Rey y de la Salud, Ermita de Belén, Iglesia del Carmen, Casa-Museo de Niceto Alcalá Zamora, Iglesia de San Francisco, Iglesia de la Aurora, Paseo de Colombia, y Plaza de Toros) de la localidad de Priego de Córdoba (y III), en la provincia de Córdoba. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia cordobesa.

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Procesiones y Romería de hoy, domingo 28 de septiembre

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte las procesiones y romería de hoy, domingo 28 de septiembre, en Sevilla.      
     Hoy, domingo 28 de septiembre, continúa el ciclo de las Glorias de Sevilla procesionando la Hermandad del Inmaculado Corazón de María, en su anual Romería, la Hermandad de Santa Lucía, y la Hermandad de la Pastora de Santa Marina, de manera extraordinaria, con motivo de su Coronación Canónica.  
 
     Hdad. del Inmaculado Corazón de María: La Hermandad del Inmaculado Corazón de María; es ésta una corporación fundada en 1958, con sede canónica en la iglesia parroquial del Inmaculado Corazón de María, siendo su imagen titular el Inmaculado Corazón de María, obra anónima contemporánea probablemente de los talleres de Olot, o bien de Antonio Castillo Lastrucci.
Enlace a la web oficial de la Hermandad del Inmaculado Corazón de María: www.hermandaddelinmaculadocorazondemaria.es

     Hdad. de Sta. Lucía: La Hermandad de Santa Lucía, Virgen y Mártir; es ésta una corporación fundada en 1931, con sede canónica en la iglesia de Santa Catalina de Alejandría, siendo su imagen titular Santa Lucía, talla anónima barroca del siglo XVIII.   
Enlace a la web oficial de la Hermandad de Santa Lucía: www.hermandadsantalucia.blogspot.com

     Hdad. de la Pastora de Santa Marina: La Primitiva, Real, Ilustre, Venerable, Franciscana y Fervorosa Hermandad del Rebaño de la Divina Pastora de los Almas María Santísima, Emperatriz de los Cielos y de la Tierra y Santa Marina; es ésta una corporación fundada en 1703, con sede canónica en la capilla del antiguo hospital de San Bernardo, siendo sus imágenes titulares la Divina Pastora de la Almas, obra atribuible a Francisco Antonio Ruiz Gijón en 1704-05; y Santa Marina, obra de Salvador Palao Baños en 1996.
Enlace a la web oficial de la Hermandad de la Pastora de Santa Marina: www.divina-pastora.com 

       Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte las procesiones y romería de hoy, domingo 29 de septiembre, en Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.



El retablo cerámico "San Simón de Rojas", en la fachada de la Iglesia de la Trinidad (Basílica de María Auxiliadora)

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el Retablo cerámico "San Simón de Rojas", en la fachada de la Iglesia de la Trinidad (Basílica de María Auxiliadora), de Sevilla.
      Hoy, 28 de septiembre, en Madrid, en España, San Simón de Rojas, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad para la redención de cautivos, que, acompañando al séquito de la reina de España, nunca viajó en carroza ni percibió sueldo, sino, más bien, entre regios fastos siembre se mostró humilde y pobre, así como misericordioso hacia los necesitados y fervorosamente devoto para con Dios (1624) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
      Y que mejor día que hoy para ExplicArte el Retablo cerámico "San Simón de Rojas", en la fachada de la Iglesia de la Trinidad (Basílica de María Auxiliadora), de Sevilla.
      La Iglesia de la Trinidad (Basílica de María Auxiliadora) [nº 114 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla] se encuentra en la calle María Auxiliadora, 18; en el Bario de El Fontanal-María Auxiliadora-Carretera de Carmona, del Distrito San Pablo-Santa Justa.  
     Tras sobrepasar los accesos al conjunto educativo, la entrada a la iglesia se realiza por una portada de medio punto que flanquean sencillas pilastras pareadas. En estos muros se distribuyen dos pequeños retablos de azulejos del siglo XVIII con fray Marcos Criado y San Simón de la Ros, dos frailes trinitarios. En el ático, sobre el dintel de acceso, se sitúa un retablo cerámico de San Fernando recibiendo las llaves de la ciudad de manos del rey Axafat y dos óvalos con las Santas Justa y Rufina, las dos alfareras de Triana que, según la tradición, fueron martirizadas en unas dependencias anexas al templo. En el muro derecho se levanta la torre cuadrangular del templo, con cuerpo de campanas decorado con pilastras que sostienen un frontón curvo. Se corona con un chapitel piramidal recubierto de azulejos (Manuel Jesús Roldán, Iglesias de Sevilla. Almuzara, 2010).
     En la fachada de la Iglesia de la Trinidad (Basílica de María Auxiliadora) encontramos el retablo cerámico dedicado a San Simón de Rojas, representando al santo revestido con el hábito trinitario, portando un rosario en su mano izquierda (el rosario del padre Rojas, de setenta y dos cuentas, en honor de los años que habría vivido la Virgen María, según la tradición) y en actitud de decir "Ave María", como indica la filacteria que sale de su boca (nombre de la institución que fundó). A los pies encontramos dos mitras, que completan la iconografía del santo trinitario. Es un retablo cerámico anónimo, ejecutado en el siglo XVIII, de tipo pictórico plano, con unas medidas de 0,90 x 1,20 m. (aprox.) (www.retabloceramico.org).
Conozcamos mejor la Biografía de San Simón de Rojas, presbítero trinitario:
     San Simón de Rojas. (Valladolid, 28 de octubre de 1552 – Madrid, 29 de septiembre de 1624). Trinitario calzado (OSST), santo, confesor y consejero real.
     Simón de Rojas nació en Valladolid, hijo de Gregorio Ruiz de Navamuel (natural de Valderredible, Cantabria) y de Costanza de Rojas (oriunda de Móstoles, Madrid). Su casa natal se encontraba dentro del perímetro de la actual catedral vallisoletana. Siendo aún niño, hacia 1564, frecuentó la iglesia del convento de trinitarios para escuchar los sermones del P. Juan de Vega, pidiendo ser admitido en la Orden. Tras el noviciado, profesó el 28 de octubre de 1572 de manos del vicario del convento, el padre Pedro de Criales.
     Los superiores lo envían a Salamanca para cursar los estudios de Artes y Teología en la universidad. Entre 1573 y 1579 aparece en los libros de matrículas de la universidad. El 21 de septiembre de 1577 fue ordenado presbítero en Salamanca; el 28 de octubre sucesivo celebró su primera misa en el Santuario de las Virtudes, junto a Paradinas de San Juan (Salamanca).
     En 1579 fue nombrado lector de artes del Convento de la Trinidad de Toledo por un trienio; en 1582 fue reelegido para el mismo cargo académico; en 1585 se le otorgó el nombramiento de lector de Teología, renovándolo al año siguiente en el capítulo provincial celebrado en Talavera de la Reina, en que se le dio el título de presentado. El 17 de julio de 1585 la Universidad de Valladolid le otorgó el título de bachiller en Teología. Durante el curso 1585-1586 sustituyó al padre Marcos de Sepúlveda en la cátedra de Escoto en la Universidad de Toledo.
     A finales de 1586 fue nombrado ministro del Convento de Cuéllar (Segovia), cargo que desempeñó hasta inicios de 1589. El 29 de junio de 1589 tomó posesión del superiorato de Talavera de la Reina (Toledo), al que renunció el 14 de octubre de 1591, retirándose durante un breve tiempo a la ermita del Santo Niño, en la localidad toledana de La Guardia.
     A finales de este año fue elegido superior del Convento de Cuenca, donde vivió hasta 1594, año en que fue elegido superior del Convento de Ciudad Rodrigo (Salamanca). En 1597, tras haber dejado el cargo, participó en el capítulo provincial de Castilla, en el que se le da el título de maestro. Nuevamente fue elegido superior en ese año, esta vez del Convento de Medina del Campo, cargo que desempeñó hasta 1600; durante su estancia en Medina traba honda amistad con Francisco de Yepes, hermano de san Juan de la Cruz. Una vez ultimado su oficio, se retiró durante un breve tiempo al santuario de los Remedios de Fuensanta, junto a La Roda (Albacete).
     En 1600 los superiores lo destinan al Convento de la Trinidad de Madrid. Su fama de santidad hacía interesante para los superiores de la Orden tenerlo en el Convento de la Corte. Un día de la segunda mitad de 1600, el ministro provincial de Castilla, P. Luis de Calatayud, y la condesa de Altamira (hermana del Duque de Lerma) llevaron a Simón de Rojas a presencia de Felipe III y Margarita de Austria. Los Reyes quedaron prendados de su santidad y manifestaron su deseo de que el padre Rojas los frecuentara, para beneficiarse de su trato y consejo. Empezaron así sus idas y venidas a palacio, que caracterizaron su vida en los veinticuatro años siguientes, hasta su muerte. Trasladada la Corte a Valladolid (1601), Simón de Rojas debió marchar en pos de ella para satisfacer los deseos de los Reyes, aunque sólo lo hará en 1604. En ese año fue nombrado visitador de la provincia de Andalucía de su Orden, cumpliendo la visita a finales de invierno y primavera de 1605. En 1606 fue elegido superior del convento de la Santísima Trinidad de Madrid, poco después del regreso de la Corte. En 1609 expiró su mandato, siendo elegido nuevo superior el padre Bernardo de Monroy; pero al haber sido éste conducido hecho prisionero en Argel durante una redención de cautivos, Rojas quedó como presidente de convento hasta 1614. Fue también visitador de la provincia de Castilla, visita que cumplió en 1615.
     Visitaba tres días a la semana a Margarita de Austria, aconsejándola y dirigiéndola espiritualmente. Felipe III le consultaba diversos asuntos, espirituales y de Estado, y encontró en Rojas a un consejero y amigo desinteresado y a veces crítico con sus acciones. En octubre de 1611 asistió a Margarita de Austria en su agonía y muerte en El Escorial. Amigo y director espiritual de la infanta Ana Mauricia de Austria, la animó para desposarse con Luis XIII de Francia y la acompañó hasta Vitoria en su viaje de entrega a los franceses, que se efectuó en el Paso de Beovia el 9 de noviembre de 1615, y a la que entregó sus consejos por escrito en una pequeña obra titulada Dictámenes para una reina. Por voluntad de Felipe III, intervino en la educación de los infantes don Fernando y don Carlos de Austria, nombrándolo preceptor de ambos durante su viaje a Portugal en 1619; asistió al Rey en su enfermedad al regreso de este viaje, acompañándolo en Casarrubios del Monte durante su convalecencia. Asimismo, estuvo junto al Monarca durante su agonía y muerte en El Escorial, el 31 de marzo de 1621.
     Felipe IV tenía mucha familiaridad desde niño con el padre Rojas, por lo que continuó aconsejándose con él y gozando de su amistad. El 18 de diciembre de 1621 fue nombrado confesor de la reina Isabel de Borbón, cargo que desempeñó hasta su muerte. Fue también confesor de la esposa del conde-duque de Olivares. Como confesor de la Reina, participó en los actos públicos y en los grandes acontecimientos de la época; en los reinados de Felipe III y Felipe IV desarrolló una intensa labor apostólica entre el personal del Palacio Real, siendo muy solicitado por la nobleza cortesana como confesor, director espiritual, consejero y padrino de bautismos. Asistió en su prisión y desgracia al duque de Osuna y al marqués de Siete Iglesias. En 1623 formó parte del Consejo para el matrimonio de la infanta María con el Príncipe de Gales, al que se opuso de palabra, y sobre el que dio su parecer por escrito en fecha 22 de mayo de 1623, adaptándose a las determinaciones de Gregorio XV sobre la materia.
     En 1611 fundó en Madrid la Real Congregación de Esclavos del Dulce Nombre de María, conocida popularmente por Congregación del Ave María, cuyo fin primigenio fue el de dar y difundir el culto al nombre de María; en 1618 comenzó su actividad benéfica con las comidas de pobres por las que dicha institución es conocida hasta nuestros días. El mismo fundador se preocupó de extender dicha Real Congregación por España, tanto dentro como fuera de los conventos trinitarios calzados; para extenderla en Flandes y el Imperio influyó en el agustino Bartolomé de los Ríos, que por su intervención fue promovido al cargo de predicador de la infanta Isabel Clara Eugenia; a instancias de Rojas escribió y publicó su monumental Hierarchia Mariana, obra de obligada referencia en la espiritualidad esclavista mariana. Las familias reales de Felipe III y Felipe IV se inscribieron en la Real Congregación a instancias del padre Rojas. Alentó la devoción de la reina Isabel de Borbón hacia Nuestra Señora de la Almudena, venerada en la parroquia de Santa María, e intervino en su decisión de fundar y erigir dicha parroquia en Colegiata.
     Fundó otras asociaciones laicales (caso de la Congregación de los Mornios en Valladolid), e intervino en la fundación de algunas otras (como la Congregación del Espíritu Santo y Nuestra Señora de la Oración del Oratorio de Valverde), siendo protagonista indiscutible en la renovación de la vida cristiana de la España de los Austrias. Su ardiente devoción mariana consiguió un deseado anhelo al obtener de Gregorio XV la extensión de la fiesta litúrgica del Nombre de María a los trinitarios de Castilla y a la archidiócesis de Toledo (1622) y a los trinitarios de las tres provincias españolas (1623), aprovechando el viaje del conde de Monterrey a Roma. Nutrió interesantes relaciones espirituales con varias congregaciones y casas religiosas; cabe destacar las mantenidas con las comunidades agustinianas de los Reales Monasterios de la Encarnación y Santa Isabel, a través de la madre Mariana de San José, fundadora de la Recolección Agustina; con las Descalzas Reales, siendo confidente de la infanta sor Margarita de Austria; con los mercedarios del Convento del Remedio, a través del místico fray Juan Falconi de Bustamante; con los jesuitas, entre quienes contó con la gran amistad del padre Jerónimo de Florencia. Fue consejero del Caballero de Gracia; a la muerte de éste, quedó Rojas al frente de su Esclavonía del Santísimo Sacramento como prefecto, e inició el proceso de beatificación del centenario sacerdote. Inició también los procesos de beatificación de los trinitarios Bernardo de Monroy, Juan del Águila y Juan de Palacios; trabajó por la canonización del Santo Niño de la Guardia e intervino en el proceso de beatificación de san Juan de Dios.
     Tuvo interesantes relaciones con políticos, literatos y artistas de la época; muy íntima fue su amistad con Lope de Vega, que le dedicó varias obras.
     Desarrolló una gran actividad en favor de los pobres.
     Su gran obra, en este sentido, fue la fundación del Ave María. Además, se prodigó en favor de las más diversas clases de personas desfavorecidas: niños expósitos y vagabundos, presos, soldados cesantes, pobres vergonzantes, prostitutas. Intervino en la voluntad de Isabel de Borbón para erigir una casa para niños expósitos. Para rescatar a las prostitutas acometió varias iniciativas, entre ellas la celebración de las fiestas de Santa María Magdalena. Ayudó mucho a la redención de cautivos, recabando crecidas sumas, en dinero y en especie, para ayuda de los redentores trinitarios en Argel y para asistencia de los hospitales de su Orden en el norte de África. Visitaba semanalmente la Cárcel de Corte, charlando con los presos más pobres, comprándoles comida y medicinas que les repartía personalmente. Su trato continuo con los más pobres de la Villa y Corte molestó al principio a Isabel de Borbón, quien, habiéndoselo hecho saber a través de Felipe IV, tuvo que acabar aceptando la situación; en efecto, Simón de Rojas respondió al Rey con la célebre frase de que “si bien las almas de reyes y de los pobres valen lo mismo, si me dan a escoger, prefiero a los pobres”.
     Dentro de su Orden, los cargos y ministerios se sucedieron en los últimos años de su vida, alternándolos con sus múltiples ocupaciones en Palacio y en Madrid. Así, en 1615 fue elegido superior del convento de Valladolid, cargo que ocupó durante pocos meses, y al que tuvo que renunciar por no consentir sus ocupaciones madrileñas la lejanía de la Corte. En 1618 fue elegido nuevamente superior del Convento de Madrid, cargo que desempeñó hasta 1621. El 8 de mayo de 1621, en el capítulo provincial celebrado en el Convento-santuario de Nuestra Señora de Virtudes, fue elegido ministro provincial de Castilla. En 1621 realizó la vista canónica a los conventos de la provincia. Al año siguiente, siendo ya confesor real, inició la visita; sin embargo, la oposición de la Reina a que se alejara de Madrid, hizo que presentara la renuncia al cargo de provincial; el ministro general, Luis Petit, no la aceptó, indicándole que cumpliera la visita por medio de visitadores nombrados al efecto.
     Así pudo concluir el trienio de su mandato en 1624.
     Murió en Madrid el 29 de septiembre de 1624, conmocionando a Madrid y a toda España. Sus funerales fueron uno de los espectáculos más fascinantes del Barroco. Baste decir que lo retrataron muerto Velázquez y Bartolomé González; que se representaron, en los días inmediatamente posteriores a su muerte, varias comedias sobre su vida, entre ellas La niñez del Padre Rojas, compuesta por Lope de Vega; que en sus honras fúnebres, predicaron diez de los mejores oradores del momento, entre ellos Paravicino y Florencia.
     Los funerales se multiplicaron en España y Europa, destacando los celebrados en Valladolid por todas las instituciones de la ciudad, en París por la Universidad, y en Lisboa por las instituciones portuguesas.
     La honda veneración por Simón de Rojas, muy viva en la España de los siglos XVII y XVIII, hasta el punto de haber sido uno de los santos más populares en esas dos centurias, tanto entre las familias reales, la nobleza y el pueblo, se manifiesta en el alto número y la calidad de las obras artísticas dedicadas a su persona, firmadas las más famosas por Velázquez, Claudio Coello, Gaspar de Crayer y Preciado de la Vega; en las incontables ediciones de grabados; en las copiosas ediciones de biografías y libros de devoción dedicados a su memoria; y sobre todo, en la pervivencia de las devociones más típicas de san Simón, como el saludo del Ave María (verbal y en rótulo para colocar sobre las puertas) y el “rosario del padre Rojas”, de setenta y dos cuentas, en honor de los años que habría vivido la Virgen María, según la tradición.
     Giulio Sacchetti, nuncio en Madrid, abrió el proceso de beatificación seis días después de la muerte de Rojas; proceso para el que se desplegó una intensa actividad diplomática ante la Santa Sede por parte de Felipe IV, Isabel de Borbón, el cardenal-infante Fernando de Austria (que atribuyó a la intercesión de su preceptor varias victorias bélicas en Flandes), y más tarde por Carlos II. Fue beatificado por Clemente XIII en 1766 y canonizado por Juan Pablo II en 1988.
     De los escritos de Simón de Rojas cabe destacar el Tratado de la oración y sus grandezas, compuesto para iniciar y profundizar en la oración. Abundantes sermones autógrafos se conservan, inéditos, en el archivo del Convento romano de San Carlos de las Cuatro Fuentes. De los escritos menores hay que citar los Dictámenes para una reina, compuestos para Ana Mauricia de Austria, la crónica de la agonía y muerte de Margarita de Austria (escrita, según parece, a petición de Felipe III) y varias censuras y aprobaciones de libros. De su riquísimo epistolario se conocen sólo algunas cartas publicadas en biografías antiguas y en varios títulos bibliográficos del siglo XVII (Pedro Aliaga Asensio, OSST, en Biografías de la Real Academia de la Historia).
      Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el Retablo cerámico "San Simón de Rojas", en la fachada de la Iglesia de la Trinidad (Basílica de María Auxiliadora), de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

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sábado, 27 de septiembre de 2025

Los sitios arqueológicos Paúl, y Dehesa Paúl, en Pilas (Sevilla)

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte los sitios arqueológicos Paúl, y Dehesa Paúl, en Pilas (Sevilla).
     Hoy, 27 de septiembre, Memoria de San Vicente Paúl, presbítero, que, lleno de espíritu sacerdotal, vivió entregado en París, en Francia, al servicio de los pobres, viendo el rostro del Señor en cada persona doliente. Fundó la Congregación de la Misión (Paúles), al modo de la primitiva Iglesia, para formar santamente al clero y subvenir a los necesitados, y con la cooperación de Santa Luisa de Marillac fundó también la Congregación de Hijas de la Caridad (1660) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
     Y que mejor día que hoy, para ExplicArte los sitios arqueológicos Paúl, y Dehesa Paúl, en Pilas (Sevilla).
Paúl. En superficie, en un radio de 50 metros en torno al punto central dado, aparecen entre los olivos numerosos fragmentos de materiales constructivos y cerámicos, que imposibilitan una adscripción cultural y una valoración tipológica adecuadas del lugar.
Dehesa Paúl. En superficie, y en un radio de acción de 50 metros en torno al punto central dado, aparecen entre los olivos numerosos fragmentos de materiales constructivos y cerámicos que imposibilitan una adscripción cultural muy una valoración tipológica adecuadas del lugar (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de San Vicente Paúl, presbítero;
HISTORIA

     Nació en las Landas, cerca de Dax, en 1581 (y no en 1576). Fue capturado por los piratas berberiscos y vendido como esclavo en 1605. Consagró su vida a mejorar la suerte de los cautivos y de los galeotes. Luis XIII lo nombró capellán general de las Galeras de Francia.
     En 1625 fundó la congregación de los Sacerdotes de la Misión, a quienes se apli­có el mote de lazaristas, porque ocupaban el edificio del antiguo leprosario de Saint Lazare, en París, y más tarde fundó la congregación de las Filles de la Charité (Hijas de la Caridad). A ese doble título: Congregationis Missionis y Puellarum Charitatis fundator, tuvo un papel de primera magnitud en el renacimiento católico de la primera  mitad del siglo XVII.
   Tenía amistosas relaciones con los fundadores de la orden de la Visitación, San Francisco de Sales y Santa Francisca de Chantal. Cuando celebraba misa, el día de la muerte de Santa Francisca de Chantal, vio que un globo lumi­noso se elevaba hacia el cielo para unirse con otro globo que simbolizaba el alma de San Francisco de Sales. Murió en 1660.
CULTO
     Beatificado en 1729 y canonizado en 1737, es el patrón de los niños expósitos y de los galeotes. En París se puso bajo su advocación una iglesia y en 1833 se fundó una asociación católica con el nombre de Sociedad de San Vicente de Paul.
ICONOGRAFÍA
     Está representado con un niño expósito en los brazos (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
       Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte los sitios arqueológicos Paúl, y Dehesa Paúl, en Pilas (Sevilla). Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia sevillana.

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