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viernes, 24 de mayo de 2019

La Basílica de María Auxiliadora (Iglesia de la Trinidad)

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Basílica de María Auxiliadora (Iglesia de la Trinidad), de Sevilla.        
     Hoy, 24 de mayo, la Iglesia conmemora una vez más, a la Santísima Virgen, bajo su advocación de María, Auxilio de los Cristianos.
   Y que mejor día que hoy, para ExplicArte la Basílica de María Auxiliadora (Iglesia de la Trinidad), de Sevilla.
    La Basílica de María Auxiliadora (Iglesia de la Trinidad) se encuentra en la calle María Auxiliadora, 18; en el Bario de El Fontanal-María Auxiliadora-Carretera de Carmona, del Distrito San Pablo-Santa Justa.
   La iglesia que hoy se conserva es la que diseñó el arquitecto Andrés de Oviedo, con Juan de Segarra como maestro alarife, comenzando sus obras en 1620. Es un templo de grandes proporciones, con tres naves y capillas en las dos laterales, crucero y cúpula sostenida por pechinas. Tras sobrepasar los accesos al conjunto educativo, la entrada a la iglesia se realiza por una portada de medio punto que flanquean sencillas pilastras pareadas. En estos muros se distribuyen dos pequeños retablos de azulejos del siglo XVIII con fray Marcos Criado y San Simón de la Ros, dos frailes trinitarios. En el ático, sobre el dintel de acceso, se sitúa un retablo cerámico de San Fernando recibiendo las llaves de la ciudad de manos del rey Axafat y dos óvalos con las Santas Justa y Rufina, las dos alfareras de Triana que, según la tradición, fueron martirizadas en unas dependencias anexas al templo. En el muro derecho se levanta la torre cuadrangular del templo, con cuerpo de campanas decorado con pilastras que sostienen un frontón curvo. Se corona con un chapitel piramidal recubierto de azulejos.
   El interior presenta una curiosa mezcla entre el antiguo esplendor arquitectónico, los expolios sustituidos por nuevas piezas, los restos de un gran programa pictórico por los muros del edificio, iconografías trinitarias y salesianas, los retablos barrocos presididos por tallas de serie y la acumulación de lápidas y placas conmemorativas. Preside el presbiterio un retablo moderno recompuesto con piezas de diferente procedencia. El primer cuerpo está presidido por la imagen de María Auxiliadora, talla realizada a finales del siglo XIX por el catalán Perellada. Es titular de la archicofradía de María Auxiliadora, la patrona de los salesianos, y fue coronada canónicamente en 1954 en una multitudinaria ceremonia. Está flanqueada por tallas modernas de Santo Domingo Savio y Santa Luisa de Marillac. En el segundo cuerpo del retablo figuran tallas del siglo XVII las que representan a las Santas Justa y Rufina, San Pedro de Valois y San Juan de Mata. El ático del retablo está conformado por tres grandes lienzos decimonónicos de Manuel Cabral Bejarano, escenas trinitarias centradas por la composición de la Adoración de la Santísima Trinidad. A ambos lados del presbiterio se sitúan dos ángeles lampadarios del siglo XVIII. La bóveda que antecede al presbiterio está decorada con pinturas de Francisco Miguel Jiménez, del siglo XVIII, con representaciones de ángeles, cenefas, guirnaldas, escudos de Castilla y León, y la cruz roja y azul de los trinitarios.
   En el crucero se distribuyen piezas modernas junto a iconografía heredadas del antiguo convento trinitario. El lado izquierdo presenta retablo moderno presidido por Santo Dominguito, en un lateral en el que se distribuyen pinturas murales y lienzos con escenas de la vida de San Juan de Mata, la Aprobación de la orden Trinitaria por Inocencio II o San Juan de Mata con Félix de Valois. En el brazo derecho del crucero se sitúa un retablo neobarroco con talla moderna de San Juan Bosco, el fundador de los salesianos, situándose una imagen de San Miguel del siglo XVIII en el presbiterio.
   En los muros del brazo derecho destaca, comenzando por los pies, un notable altorrelieve que representa la Adoración de los Pastores, obra de Diego López Bueno (hacia 1600), que procede del antiguo retablo mayor del templo. En el mismo muro hay otro retablo dedicado a San Luis Gonzaga, con tallas de San Antonio y Santo Domingo de Guzmán. De enorme interés es la talla del Cristo atado a la Columna, realizada por el escultor flamenco Juan Giralte en el año 1565, por un precio de treinta y seis ducados, y que fue el primitivo titular de la hermandad de la Columna y Azotes (Hdad. de Las Cigarreras). La hermandad perdió sus pertenencias al trasladarse de iglesia, cambiando de imagen titular hasta en cuatro ocasiones. La talla sigue modelos tardomedievales, como el empleo de la columna alta o la ausencia de dinamismo.   
   En el muro derecho se sitúan algunos retablos recompuestos, como el dedicado a la Santísima Trinidad (siglo XIX), sobre un retablo del siglo anterior con tallas de San Joaquín y Santa Ana. En un discreto  retablo neoclásico destaca un buen grupo de la Piedad de recuerdos medievales y datable a comienzos del siglo XVI. Ya a los pies del muro, junto a la puerta de entrada, se sitúa la capilla de la hermandad del Sagrado Decreto (Hdad. de la Trinidad), conocido especialmente por la imagen de la Esperanza trinitaria. La capilla tiene planta de salón y está cubierta por techumbre adintelada con decoración de casetones. Preside la estancia la Virgen de la Esperanza, bella dolorosa de candelero realizada por Juan de Astorga hacia 1820. Varias copias pictóricas decoran la zona del altar, destacando especialmente los lienzos de la Magdalena penitente (copia de Mateo Cerezo) y una Santa Catalina de Alejandría del siglo XVII. En el muro izquierdo de la capilla se sitúan diversas pinturas en torno a un altar con el grupo de la Santísima Trinidad, original del siglo XVII con numerosas reformas posteriores. Procesiona en Semana Santa con otras figuras conformando el misterio del Sagrado Decreto, uno de los pocos pasos alegóricos que se ha mantenido en la ciudad.
   En el otro muro se sitúa la imagen moderna del Cristo de las Cinco Llagas, el otro titular de la hermandad, talla moderna de Luis Álvarez Duarte. La hermandad radicada en esta capilla tiene una larga historia que comienza en 1535, en este mismo convento trinitario, con unos hortelanos de la zona que se unieron en torno a la devoción de un crucificado. A lo largo de su historia ha pasado por numerosos cambios y dificultades. Llegó a ser disuelta en 1778, se reorganizó en 1804 y sufrió la invasión francesa. Residió algunas décadas en Santa Lucía y regresó a su antigua sede en 1848. Todavía pasó por alguna etapa de abatimiento, hasta ser revitalizada a fines del XIX. Procesionaba tradicionalmente el Jueves Santo aunque, tras el cambio litúrgico, pasó a efectuar su salida procesional en la tarde del Sábado Santo (Manuel Jesús Roldán, Iglesias de Sevilla. Almuzara, 2010).
     Fue antiguamente iglesia de los Trinitarios calzados y se levantó en el primer tercio del siglo XVII, con participación del arquitecto Juan de Segarra. En los sótanos del convento se conser­van unas dependencias que según la tradición, fueron las cárceles en las que en época romana estuvieron presas las Santas Justa y Rufina.
     El acceso al templo se realiza a través de una portada con arco de medio punto, enmarcada por pilastras pareadas. En los espacios libres entre las pilastras, se disponen dos retablitos de azulejos con imágenes de San Simón de Rosa y Fray Marcos Criado. Tras un entablamento, la portada se remata con un ático, donde otro pequeño retablo de azulejos presenta la efigie de San Femando, figurando a sus lados dos óvalos con las Santas Justa y Rufina. En el flanco derecho de esta portada se levanta una torre rectangular, de amplio fuste cuadrado, que se remata con un campanario cuyos vanos se enmarcan con pilastras cajeadas remata­das con frontón curvo. Un chapitel piramidal, recubierto de azulejos, corona la torre.
     El interior del templo presenta tres naves con crucero marcado en planta. En la nave izquierda y partiendo de los pies, se encuentra, en primer lugar, la capilla de la hermandad del Sagrado Decreto, donde se conservan dos pinturas del siglo XVIII que representan a San Ramón Nonato y a San Agustín. Las esculturas que reciben culto en esta capilla son el Cristo de  las Cinco Llagas, obra de Luis Álvarez Duarte en 2002, la Virgen de la Concepción y San Juan, imágenes estas de candelero. La escultura de la Virgen de la Esperanza es obra de Juan de Astorga, y fue realizada entre 1819 y 1820.
     Ya en la nave, figura un altar neoclásico del siglo XIX, que alberga una buena escultura de la Piedad fechable a principios del siglo XVI. Siguen tres retablos barrocos con estípites realizados hacia 1740. El primero está presidido por una escultura neoclásica de la Trinidad, de principios del siglo XIX; a sus lados se disponen esculturas del siglo XVIII que representan a San Joaquín y a Santa Ana. El segundo retablo tiene en su hornacina central una escultura de San Estanislao de Kostka y en los laterales esculturas de los arcángeles San Gabriel y San Rafael, de mediados del siglo XVIII. El último retablo tiene imágenes modernas excepto la que figura en el ático, que representa a San Pascual Bailón, y que data del siglo XVIII.
     En el brazo izquierdo del crucero figura un retablo moderno, con esculturas, también modernas, del Corazón de Jesús y San Dominguito, más un conjunto de lienzos y pin­turas murales del siglo XVIII, que representan escenas de la vida de San Juan de Mata, la apro­bación de la Orden Trinitaria por Inocencio III y San Juan de Mata con San Félix de Valois.
     En el presbiterio figuran dos ángeles lampare­ros del siglo XVIII. El retablo mayor es moder­no, con esculturas también modernas en el pri­mer cuerpo. En el segundo figuran imágenes de San Pedro de Valois, las Santas Justa y Rufina y San Juan de Mata, obras del siglo XVII. En el remate del retablo  figuran  tres grandes lienzos de Antonio Cabral Bejarano, realizados en el primer tercio del siglo XIX, que representan dos escenas trinitarias en los laterales y la Adoración de la Santísima Trinidad en el centro.
     En el brazo derecho del crucero se hallan lienzos y pinturas murales con escenas de la vida de San Félix de Valois, e Inocencio III imponiendo el hábito trinitario a San Juan de Mata. En un retablo moderno, con imágenes también moder­nas, aparece en el ático una escultura del arcángel San Miguel, del siglo XVIII.
     En la nave derecha y partiendo del presbiterio figura en primer lugar un retablo neoclásico del primer tercio del siglo XIX con un lienzo de la Coronación de la Virgen de la misma época. Le sigue un retablo barroco con estípites, fechable hacia 1740, con esculturas de la misma época de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís en los laterales, y una Inmaculada en la hornacina central fechable en el siglo XVII. Al fondo de la nave figura un retablo neoclásico de principios del siglo XIX, que alberga un relieve de la Adoración de los Pastores, obra de Diego López Bueno contratada en 1600, que formó parte del desaparecido retablo mayor.
     La nave central de la iglesia aparece adornada con pinturas sobre lienzo de santos trinitarios y pinturas murales que representan ángeles con guirnaldas y cartelas, fechables a mediados del siglo XVIII. Los muros y bóvedas del presbiterio presentan también pinturas murales con representaciones de ángeles y santos trinitarios  (Alfredo J. Morales, María Jesús Sanz, Juan Miguel Serrera y Enrique Valdivieso. Guía artística de Sevilla y su provincia. Tomo I. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2004).
     El interior de la iglesia consta de tres naves y crucero, cuyos muros y bóvedas recubren pinturas murales con representaciones de santos trinitarios, así como el cuerpo de la iglesia decorada con guirnaldas, cartelas, ángeles y lienzos con santos de la misma orden. Posee retablos y esculturas de los siglos XVII y XVIII que enriquecen el conjunto. 
   El acceso al templo se realiza a través de una portada, con arco de medio punto, enmarcada por pilastras pareadas. En los espacios libres, entre las pilastras, se disponen dos retablitos de azulejos con imágenes de santos. Tras un entablamento, la portada se remata con un ático, con otro pequeño retablo de azulejos que presenta la efigie de San Fernando, figurando a sus lados dos óvalos con las Santas Justa y Rufina. En el flanco derecho de esta portada se levanta una torre rectangular, de amplio fuste cuadrado, que se remata con un campanario cuyos vanos se enmarcan con pilastras cajeadas rematadas con frontón curvo. Un chapitel piramidal, recubierto de azulejos, corona la torre.
     Perteneció antiguamente a los Trinitarios calzados, edificándose en el primer tercio del siglo XVII, interviniendo en su proceso constructivo el arquitecto Juan de Segarra.
     En los sótanos del convento se conservan unas dependencias que según la tradición, fueron las cárceles en las que en época romana estuvieron presas las Santas Justa y Rufina (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Conozcamos mejor la Solemnidad de María Auxiliadora;
   En la fecha de hoy, 24 de mayo, la Iglesia conmemora una vez más, a la Santísima Virgen, bajo su advocación de María, Auxilio de los Cristianos. El primero que llamó a la Virgen María con el título de Auxiliadora fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla, en al año 345: "Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios". San Sabas en el año 532 nos transmite que en Oriente había una imagen de la Virgen que era llamada Auxiliadora de los Enfermos, porque junto a ella se obraban muchas curaciones. San Juan Damasceno, en el año 749, fue el primero en propagar la jaculatoria: "María Auxiliadora, ruega por nosotros". Y añade que la Virgen es "auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la salvación". En Ucrania, Rusia, se celebra la fiesta de María Auxiliadora el uno de octubre desde el año 1030, pues en ese año libró a la ciudad de la invasión de una terrible tribu de bárbaros paganos. En 1558 ya figuraba en las letanías que se acostumbraban recitar en el santuario de Loreto, Italia, la invocación: "Auxilio de los cristianos, ruega, por nosotros",  y en el año 1572, San Pío V ordenó oficialmente su adición en las letanías porque a su intercesión milagrosa se atribuyó la victoria cristiana en la batalla de Lepanto del domingo siete de octubre de 1571. En el año 1600 los católicos del sur de Alemania hicieron una promesa a la Virgen de honrarla con el título de Auxiliadora si los libraba de la invasión de los protestantes y hacía que se terminara la terrible Guerra de los Treinta Años. La Madre de Dios les concedió ambos favores y pronto había ya más de setenta capillas con el título de María Auxiliadora de los cristianos. En 1683 los católicos al obtener la inmensa victoria en Viena contra los enemigos de la religión, fundaron la Asociación de María Auxiliadora, la cual existe hoy en más de sesenta países. 
   Pío VII Chiaramonti, fue el segundo papa que daría una gran importancia a esta advocación mariana. En 1806 el Papa se negó a sumarse a la exigencia de Napoleón de bloquear a Inglaterra, lo que condujo a una invasión francesa de los Estados Pontificios y puso en prisión al anciano Papa de setenta y siete años de edad, primero en Savona, y luego en Fontainebleau, en 1809.  En su cautiverio, situación ésta que le causó un gran sufrimiento y deterioró bastante su salud, el Papa prometió a la Virgen que si recuperaba su libertad y volvía a Roma, declararía ese día como solemne en honor de María Auxilio de los cristianos. Bien pronto la suerte de Napoleón cambió y Pío VII recuperó su libertad. Llegó a Roma el veinticuatro de mayo de 1814 y cumplió su promesa. De este acontecimiento, viene la tradición de la conmemoración de María Auxiliadora cada veinticuatro de mayo. En 1860 la Santísima Virgen se apareció a San Juan Bosco y le dijo que quería ser honrada con el título de Auxiliadora, y le señaló el sitio para que le construyera en Turín un templo. Tres años después, en 1863, Don Bosco comienza la construcción de la iglesia en Turín. Todo su capital era de cuarenta céntimos, y esa fue la primera paga que hizo al constructor.  Cinco años más tarde, el nueve de junio de 1868, tuvo lugar la consagración del templo. Lo que sorprendió a Don Bosco primero y luego al mundo entero fue que María Auxiliadora se había construido su propia casa, para irradiar desde allí su patrocinio. Don Bosco llegó a decir: "No existe un ladrillo que no sea señal de alguna gracia". Desde aquel Santuario comenzó a extenderse por el mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.   
   Hoy, salesianos y salesianas, fieles al espíritu de sus fundadores,  y a través de las diversas obras que llevan entre manos siguen proponiendo como ejemplo, amparo y estímulo en la evangelización de los pueblos a María con el consolador título de Auxiliadora, y celebran extraordinariamente como solemnidad su memoria litúrgica. También es celebrada con el rango de solemnidad en Ciudadela, y como memoria libre por las diócesis de Córdoba, Jerez, Menorca y Sevilla, y por los barnabitas, mientras que los monfortianos como memoria obligatoria (Ramón de la Campa Carmona, Las Fiestas de la Virgen en el año litúrgico católico, Regina Mater Misericordiae. Estudios Históricos, Artísticos y Antropológicos de Advocaciones Marianas. Córdoba, 2016).
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Basílica de María Auxiliadora (Iglesia de la Trinidad) de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Horario de apertura de la Basílica de María Auxiliadora (Iglesia de la Trinidad):
     Laborables: de 08:00 a 13:00, y de 18:30 a 20:00
     Domingos y Festivos: de 08:15 a 13:30, y de 19:00 a 20:30
 
Horario de Misas de la Basílica de María Auxiliadora (Iglesia de la Trinidad):
      INVIERNO (de Septiembre a Junio):
                          Laborables: 08:30 y 20:00
                          Domingos y Festivos: 09:30, 11:00, 12:00, 13:00 y 20:00
      VERANO (Julio y Agosto):
                          Laborables: 08:30 y 20:30
                          Domingos y Festivos: 09:30, 11:00, 12:00 y 20:30

Enlace a la web oficial de la Basílica de María Auxiliadora (Iglesia de la Trinidad): www.auxiliadoracoronada.es/?page_id=92

La Basílica de María Auxiliadora (Iglesia de la Trinidad), al detalle:

Retablo Mayor
             San Juan de Mata
             Santo Domingo Savio

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