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viernes, 29 de noviembre de 2024

Un paseo por la calle Boteros

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Boteros, de Sevilla, dando un paseo por ella.    
      La calle Boteros es, en el Callejero Sevilla, una vía que se encuentra en el Barrio de la Alfalfa, del Distrito Casco Antiguo, y va de la calle Pérez Galdós, a la confluencia de la plaza de San Ildefonso con la calle Deán López Cepero
     La  calle, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     El tramo comprendido entre Pérez Galdós y Sales y Ferré era conocido como Peladero o Peladero Alto desde el s. XVI a 1845, porque allí tenía lugar la limpieza de las piezas que se vendían en las antiguas Carnicerías (v. Alfalfa). Al segundo tramo se le conoce como la Odrería desde comienzos del s. XV (1402), porque allí se situaban los fabricantes de odres de cuero, muy próximos a los tratantes de vino (v. Sales y Ferré); más tarde se consolida el de Boteros, de idéntico significado. El pequeño ensanche en el que termina la calle en la confluencia con la plaza de San Ildefonso era conocido como plaza de los Baños, por los que allí existían (v. San Ildefonso); en 1845 tanto el Peladero Alto en un extremo como la plaza de los Baños en el otro pierden su denominación y quedan integrados en Boteros. En 1868 se acordó rotular con la denominación de Santa Elena la barreduela que forman los núm. 7, 9 y 11, que según las actas capitulares de dicha fecha se llamó con anterioridad plaza del Carbón; pero el acuerdo no se llevó a efecto; también es posible que esta barreduela, que hoy aparece innominada, fuese conocida hasta 1845 como plaza o callejón del Ombligo, así llamada por su posición en el centro del Peladero.
     Es una calle de trazado muy irregular, en parte curvilíneo, que ya sufrió una primera transformación a raíz de la de la desaparición de las Carnicerías y remodelación del Peladero, momento en que pudo desaparecer el callejón del Ombligo antes mencionado, el cual los vecinos ya habían solicitado que se cerrara en 1813 porque "en todo el discurso de la noche sirbe de lupanar escandaloso de todo pecado y de avrigo de mal hechores y ladrones" (Sec. 8, t. 3, núm. 7). En el plano de Sartorius (1848) se advierte la existencia de un espacio cuadrado frontero a la actual Golfo, que hoy no existe. Presenta algunos ensanches, producto de operaciones de alineación (1912 y 1922), tramos muy estrechos y fachadas en general no alineadas; al final de la calle se abre en forma de embudo en lo que correspondería al antiguo espacio de la plazuela de los Baños. 
     Confluyen, por los pares, San Juan, Odreros y Cabeza del Rey Don Pedro, y por los impares, Celinda, Sales y Ferré, Espronceda y Alhóndiga. Hay referencias al empedrado de esta calle desde 1588, que simultanean con peticiones de reparación de la pavimentación, por el continuo trasiego de carros que se dirigían a las Carnicerías, y en 1856 se llega a afirmar que está convertida en un lodazal; en 1883 se solicita que se adoquine, lo que solo se realiza en algunos tramos en 1906. Hoy presenta calzada de asfalto y aceras de cemento, de irregular anchura. La luz eléctrica fue introducida en 1941, y hoy se apoya sobre farolas con brazos de fundición adosados a las fachadas. Posee un caserío desigual en fechas de construcción, estado de conservación y tipologías edificatorias, alternando viviendas unifamiliares de patio y casas de escalera de tres plantas, con bloques entre medianeras de cuatro, de las últimas décadas; varias viviendas se encuentran en estado de abandono e incluso ruina, apreciándose una mayor concentración de casas en mal estado en el tramo comprendido entre Espronceda y Cabeza del Rey Don Pedro, mientras que en el ensanche final es donde se concentran las viviendas de mayor calidad. Es de destacar la casa esquina a Espronceda, de estilo regionalista y obra del arquitecto Aníbal González y Álvarez-Ossorio, 1912.
     Las funciones históricas de esta calle han estado relacionadas con su proximidad a la zona de la Alhóndiga por una parte, y a las Carnicerías por otra, así como por la propia localización en la misma de los fabricantes de odres desde el s. XV; también se sabe de la existencia de una albardería en esta calle. Actualmente cumple básicamente una función residencial y cuenta con algunos comercios. Un bar aprovecha el ensanche que hay en la confluencia con Pérez Galdós y Celinda para colocar varios veladores en el acerado, y el resto de los ensanches se encuentran habitualmente ocupados por vehículos aparcados. En Semana Santa la calle cobra particular animación ya que la recorren varias cofradías [Josefina Cruz Villalón, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Boteros, 9. Casa en ruinas, en cuya fachada existe una reja de ventana de interés.
Boteros, 32. Casa de dos plantas y ático, de tipo popular [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984]
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Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

La calle Boteros, al detalle:
El edificio de c/ Boteros, 9.
El edificio de c/ Boteros, 27.
El edificio de c/ Boteros, 32.

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