Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de la Esperanza. Museo Archicofradía de la Esperanza, Iglesia de Santo Domingo. Cristo de la Buena Muerte, Iglesia de San Pablo, Museo de Semana Santa, y Museo de Ciencias "Principia") de la localidad de Málaga (X), en la provincia de Málaga.
Iglesia de la Esperanza. Museo Archicofradía de la Esperanza
Entre el entorno de la parroquia de Santo Domingo y la Avenida de Andalucía podemos contemplar el estado ruinoso a que ha llegado la arquitectura de los siglos XVIII y XIX del barrio del Perchel. Entre ellas se ha demolido la llamada Casa del Administrador, en c/ San Jacinto, cuyas fachadas estaban cubiertas de interesantes pinturas de tipo arquitectónico y figurativo realizadas en 1791, pero conservadas éstas, se expondrán en un espacio cercano.
Enfrente se construyó en 1976 la Casa-Hermandad de la Archicofradía de la Esperanza, según proyecto del arquitecto Fernando Moreno. Amplio espacio rectangular con galería alta alrededor para facilitar la contemplación de los tronos y las imágenes, ha integrado en su cubierta, en 2003, una gran composición mural realizada por el pintor Eugenio Chicano, quien con su técnica pop y soltura en la narración, hace un relato de episodios de la historia de Málaga, especialmente en relación con el Perchel, de sus personajes y de la Hermandad.
Aquí se exhibe el trono de Jesús Nazareno del Dulce Nombre del Paso, realizado en 1940-41 por el escultor Francisco Palma Burgos con diseño del arquitecto Fernando Guerrero Strachan, y el de la Virgen de la Esperanza es de Adrián Risueño y Andrés Cabello Requena interviniendo Luis Ramos Rosa y Antonio Barrabino entre otros; prototipo de la Semana Santa malagueña, es un auténtico «retablo callejero», el trono más grandioso de las procesiones malagueñas, por sus dimensiones y notable barroquismo. Entre otras piezas cabe destacar el manto procesional, que completa la visión del trono de la Virgen de la Esperanza, realizado en terciopelo verde bordado con oro fino, por las Adoratrices de Málaga en 1950, y es obra de gran interés artístico. Asimismo son notables los paños de bocina y los guiones, bordados en los talleres sevillanos de don Manuel Elena Caro (1951-1953), el conjunto de sayas de la Virgen y las nuevas dalmáticas. Se encuentran aquí también las pinturas realizadas por Rodríguez-Acosta.
En 1988 se terminó la construcción del templo, cuyo proyecto y dirección corrió a cargo de los arquitectos Clemente Rodríguez Grajales y Juan Luis Martín Malavé. Esta iglesia mantiene el estilo neopopular, arreglado al diseño del edificio de los tronos, al que se adosa formando ángulo. Con planta de salón, alto presbiterio semicircular y espacioso estrado para exposición de los titulares, se cubre con una bóveda de medio cañón reforzada con arcos fajones, cubiertas con pinturas, así como la de la capilla mayor. Al exterior, con elementos de cerámica que inciden en lo popular, hay tras grandes paneles, asimismo cerámicos, con escenas de la vida de la Virgen.
En la capilla mayor presiden Jesús Nazareno del Paso, magnífica obra de talla, articulada, de Mariano Benlliure de 1940 y la Virgen de la Esperanza, imagen de candelero del s. XVIII, muy restaurada (Rosario Camacho Martínez, Isidoro Coloma. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo I. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Los orígenes de la Real Archicofradía de Nuestro Padre del Dulce Nombre de Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza pueden fecharse en torno a 1489, años después de la reconquista de Málaga por los Reyes Católicos, cuando una comunidad de dominicos se establece junto a la ermita de Santa María de las Huertas, en la ribera derecha del río Guadalmedina, donde a principios del siglo XVI se comienza la construcción del convento de San Carlos y Santo Domingo el Real, en los solares aledaños a esta ermita, a la que quedó adscrita esta orden de predicadores.
La comunidad traía consigo en su traslado a Málaga una imagen de Cristo, bajo la advocación del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, que tuvo especial fortuna entre el gremio de los toneleros, dominante en aquel momento en el barrio, un sector económicamente fuerte si pensamos en la enorme actividad vinícola de su transpaís, que fundó la Cofradía del Dulce Nombre por Bula de Pío IV, otorgada en 1651. Según documentación sacada a la luz por el Padre Llorden, en 1567 la comunidad dominica cede a dicha Cofradía una de las capillas más próximas a la cabecera del templo, aquélla que poseía el capitán Hernán Lorenzo de Zafra, que se terminó de labrar en 1579.
En 1606, conjuntamente con otras cofradías dedicadas en Málaga a la caridad y la penitencia, participó en la organización de lo que hoy conocemos como Semana Santa, y desde su primera salida procesional, se instituyó la bendición que Ntro. Padre del Dulce Nombre da al pueblo malagueño en la Plaza de la Constitución, entonces Plaza de las Cuatro Calles, gozando de cien días de indulgencia aquéllos que recibiesen la bendición con el debido recogimiento, por Bulas de Paulo V (1606) y Benedicto XII (entre 1727 y 1729).
Esta Pontificia y Real Archicofradía tiene su sede en la Basílica de la que son titulares el Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso y María Santísima de la Esperanza, desde 1988, año de la Coronación Canónica de la Virgen.
Junto al templo se encuentra el museo donde llaman poderosamente la atención los tronos procesionales.
Una muestra de arte religioso que comprende pintura, talla, orfebrería y bordados se extiende en dos plantas con una superficie de 400 m2. Destacan el fresco "La Pasión según San Juan", obra neocubista de Rodríguez-Acosta; y el monumental mural que cubre el techo y relata la historia de la Archicofradía con un lenguaje expresivo popular, pintado por Eugenio Chicano en 2002.
Bordados en oro sobre terciopelo llaman la atención el palio y los mantos de la Stma. Virgen, así como estandartes, guiones y dalmáticas. En cuanto a orfebrería sobresalen la cruz del Nazareno del Paso, las coronas y una amplia variedad de enseres de procesión: bocinas, mazas, lábaros o faroles. Los ocho paños de bocina son un prodigio de técnica mixta que combinan el bordado, la orfebrería y la talla en marfil.
La visita se inicia en la Basílica con un itinerario explicativo que da sentido a todo lo demás.
Actualmente se halla sometido a un proceso de restauración y mejora de sus instalaciones que terminará en breve (Diputación Provincial de Málaga).
Iglesia de Santo Domingo. Cristo de la Buena Muerte
En la zona alta del barrio del Perchel se encuentra esta iglesia perteneciente al antiguo convento de los dominicos, del que quedan escasos restos, y cuya fundación se sitúa en 1489 a instancias de los Reyes Católicos, quedando la orden de predicadores adscrita a la ermita de Santa María de las Huertas.
En la zona alta del barrio del Perchel se encuentra esta iglesia perteneciente al antiguo convento de los dominicos, del que quedan escasos restos, y cuya fundación se sitúa en 1489 a instancias de los Reyes Católicos, quedando la orden de predicadores adscrita a la ermita de Santa María de las Huertas.
El primitivo edificio se empezó a construir en 1518 en estilo gótico-mudéjar, si bien no adquirió su carácter barroco hasta el s. XVII. Muy dañado por las inundaciones de 1628 y 1661, se reformó ampliamente y cobró nueva fisonomía y ornamentación. En la iglesia se ocultó la armadura de madera de la nave central con la bóveda de medio cañón, adornándose con yeserías barrocas, obras que finalizaron en 1729.
Destruida la iglesia en el incendio de mayo de 1931 y 1936, fue restaurada a partir de 1950 por el programa estatal «Regiones Desvastadas» bajo la dirección del arquitecto Enrique Atencia. Tiene declaración de Monumento desde 1998.
La iglesia presenta tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares cruciformes y se cubre con bóveda de medio cañón rebajada, con molduras mixtilíneas. La capilla mayor se cubre con casquete esférico sobre pechinas, con escudos y emblemas dominicos sostenidos por angelotes rodeados de abultada hojarasca, así como los tímpanos, que responden a la decoración original. Es notable el púlpito de ágata, del s. XVIII. Las naves laterales se estructuran en tramos cuadrangulares, cubiertos con casquetes esféricos sobre pechinas, conservando algunos restos de decoración primitiva y otras en la que se imita la de la Catedral.
La fachada de la iglesia, de piedra asperonosa y en mal estado, tiene portada adintelada flanqueada por dobles columnas pseudocorintias entre las que quedan restos de la decoración escultórica, y se remata con un cuerpo con frontones triangulares y perfil conopial que parece indicar una intervención más tardía, posiblemente de comienzos del s. XX. El exterior del camarín del Cristo de la Buena Muerte, volumen poligonal que define el ángulo sureste de la iglesia está decorado con placas recortadas, ornamentadas con temas vegetales pintados, que se ha recuperado recientemente. Frente al puente de Santo Domingo se abre al exterior, a modo de capilla callejera, la Capilla de la Virgen de los Dolores (del Puente) (que veremos en la iglesia) cuya reconstrucción fue realizada en 1928, costeada por la Archicofradía de la Esperanza por la devoción que esta imagen Dolorosa inspiraba a los percheleros; también se cuidaron estos cofrades de su conservación y culto hasta 1982 en que se reorganizó la Cofradía del Cristo del Perdón y la Virgen de los Dolores.
Una gran espadaña de ladrillo, situada sobre el presbiterio, completa la imagen exterior de esta iglesia.
Preside la capilla mayor un monumental Crucificado, talla mediocre realizada en los años 1959-1960 por el escultor Francisco Sánchez Ramos.
La Antigua capilla del Cristo de la Cabrilla, situada en el lado del Evangelio, ha sido restaurada por la reorganizada Cofradía del Cristo del Perdón y la Virgen de los Dolores (del Puente de Santo Domingo). En su arco de acceso presenta hojarasca y querubines, y en la clave, entre dos niños, el escudo de los dominicos flanqueado por dos lebreles con la antorcha en la boca, atributo de Santo Domingo. Su planta es rectangular cubierta con casquete oval, sobre pechinas, con linterna en la clave. Se ha conservado la primitiva decoración de éstas, la del anillo y los tímpanos laterales así como unas cartelas con plegarias rodeadas de vistosa hojarasca, obra de comienzos del XVIII, y según ésta, se ha completado el ornato de la capilla. La Virgen de los Dolores, titular de la Cofradía, es una escultura de candelero de Pedro Asensio de la Cerda (1740-46). Recientemente se ha bendecido la nueva imagen del Cristo del Perdón, del escultor Suso de Marcos, quien también ha ejecutado la figura de San Juan Evangelista que acompaña a otra imagen de la Virgen en la escena del Calvario, talla esta última del círculo malagueño del siglo XVIII.
Cierra la nave de la Epístola por la cabecera, la Capilla de la Virgen del Rosario que, como todas las dedicadas a esta advocación en las iglesias de dominicos, debía ser de una gran riqueza, que ha perdido casi por completo, aunque conserva algunos elementos de comienzos del s. XVIII (arco de entrada con yeserías, jambas con mármol de diferentes colores, mesas de altar, pavimento, etc.). La capilla existía ya en 1548 fecha en que Diego Hoyato hizo un retablo para ella.
La Capilla de la Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso y de la Virgen de la Esperanza, cuyos titulares ocupan una iglesia próxima con Casa de Hermandad, es obra del s. XVI. Tiene interesante estructura, pero fue remodelada a comienzos del siglo XX en un estilo neorrománico que no encajaba con la restauración neobarroca de la iglesia, y en su iconografía destacaba un conjunto de pinturas al fresco con temas pasionales, ejecutado por el artista granadino Miguel Rodríguez Acosta, en 1961, también trasladado a la nueva sede.
La Capilla de la Hermandad del Cristo de la Humillación y del Perdón y María Santísima de la Estrella fue otorgada en 1579 a la Cofradía de Nuestra Señora de la Concepción, que se comprometía a labrarla al igual que la del Nazareno del Paso, pero los ornamentos conservados son barrocos. En ella reciben actualmente culto los titulares de la citada Cofradía; el Cristo de la Humillación fue ejecutado en 1941 por Palma Burgos, y la Virgen de la Estrella, obra anónima malagueña del s. XVIII.
Capilla de la Pontificia Congregación del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas y Nuestra Señora de la Soledad. Es una capilla-iglesia por su dimensión y complejidad espacial, con planta cuadrada y camarín octogonal con cubierta abovedada con linterna. Su decoración es moderna, de hacia 1940, cubriéndose los muros con placas de mármol gris y negro, con aplicaciones de bronce, y ha desaparecido su carácter primitivo, remitiendo al neobarroco en los pormenores decorativos, sobre todo en el camarín. En esta capilla reciben culto los titulares de la conocida como «Cofradía de Mena»: el Cristo de la Buena Muerte y Ánimas es obra de calidad, de 1941, del escultor malagueño Francisco Palma Burgos, réplica del Crucificado de Pedro de Mena que aquí se veneraba y que desapareció en los sucesos de 1931; la Virgen de la Soledad es anónima del círculo antequerano de la segunda mitad del siglo XVIII, y la Magdalena a los pies del Crucificado es asimismo de Francisco Palma. También es autor de la Dolorosa de medio busto que se encuentra en el interior de una hornacina barroca, realizada en 1937.
La actual sacristía, que se encuentra tras la cabecera, es una pieza interesante con planta octogonal; aquí se hallan dos lienzos que representan a San Pedro y San Pablo, de medio cuerpo, obras de interés del círculo valenciano del s. XVII. Hay otra sala, que debía ser la capitular o primitiva sacristía, de planta rectangular y cubierta abovedada, que conserva restos de pinturas murales.
La interesante fachada del antiguo convento, que formaba ángulo con la iglesia en su parte sur, se ha demolido y su espacio lo ocupa la Casa de Hermandad de la conocida popularmente como Cofradía de Mena, obra del arquitecto Álvaro Mendiola, de 1999. Aquí se guardan los enseres de la Hermandad, destacando el trono del Cristo, de Francisco Palma Burgos y el de la Virgen, de los talleres Domínguez.
Construido entre 1921 y 1925, este edificio es un resto importante de la arquitectura industrial, aunque remite a un estilo regionalista, conservando sus cajeados, aleros y característicos guardapolvos. Aquí se estableció en 1921 una empresa que, mediante cable submarino, mantenía la conexión telegráfica de Italia con las Azores y América (el primer cable, entre Anzio y Málaga, funcionó en 1925), y fue un importante centro de comunicación durante medio siglo, disolviéndose en la década de los 70. Como anécdota cabe indicar que aquí se instaló en 1926 la oficina desde la que el Rey Alfonso XIII pudo hablar telegráficamente con el vuelo Plus Ultra.
El edificio, aunque ostenta en su fachada principal el nombre de Mena, porque fue comprado por esta Cofradía y restaurado en 1999 por A. Mendiola, debería recuperar el nombre de Italcable, que define la importante función que desempeñó en el primer tercio del siglo XX, en la historia de las comunicaciones internacionales por cable, y lo que supuso para la ciudad de Málaga. La rehabilitación ha sido costeada por la Fundación Unicaja habiéndose creado un magnífico espacio expositivo en la planta superior donde se ha conservado la primitiva armadura de madera, de notables peculiaridades estructurales y estéticas (Rosario Camacho Martínez, Isidoro Coloma. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo I. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
El inmueble objeto de la declaración es un fragmento del complejo conventual que ocupaba gran parte de una manzana situada en la zona norte del barrio del Perchel. Su configuración exterior es un tanto peculiar debido al derribo de parte de las edificaciones anexas, dando como resultado un perímetro irregular.
La iglesia, arquitectónicamente, divide su espacio interior en tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares cruciformes, con pilastras corintias cajeadas, que sostienen un doble entablamento, recorrido por un friso compuesto por canecillos con decoración de hojarasca. La nave central se cubre con bóveda de medio cañón rebajada, dividida por cuatro arcos fajones y dos nervios perpendiculares, que forman una retícula en donde encajan los medallones en la parte central y lunetos recortados con molduras mixtilíneas en las laterales. A los pies de esta nave se sitúa el nártex cubierto por techo plano salvo en los bordes que se curva en un cuarto de cañón; sobre este espacio se desarrolla el coro, cerrado al espacio central mediante una barandilla de directriz mixtilínea.
En la cabecera de esta nave se ubica el presbiterio, al que se accede por un gran arco triunfal de medio punto. Es de planta cuadrangular y se cubre con una cúpula semiesférica sobre pechinas. El casquete semiesférico está decorado con medallón central de hojarasca y nervios planos cajeados, mientras que las pechinas presentan ornamentación vegetal y de medallones, con escudos y emblemas dominicos, sostenidos por angelotes.
Las naves laterales se estructuran en tramos cuadrangulares entre arcos fajones doblados, cubiertos por bóvedas semiesféricas sobre pechinas, conservándose algunos restos de la decoración primitiva. A la nave de la Epístola se adosan varias capillas. La Capilla del Rosario presenta planta rectangular con cubierta de tejas a un agua. A ella se adosa el camarín de la virgen, de planta sensiblemente cuadrada cubierto con bóveda de medio cañón con fajones que llegan hasta el suelo. El acceso a la iglesia se produce a través de la fachada principal que se ubica a los pies de la nave central.
Se compone de una portada con vano adintelado flanqueada por dobles columnas corintias, observándose en los intercolumnios restos bastante deteriorados de la primitiva decoración escultórica. La portada se remata con un cuerpo tripartito compuesto de frontones triangulares y un perfil conopial de dos tornapuntas, encontrados y rematados por frontón triangular y cruz. Sobre ésta se abre un gran óculo que ilumina interiormente el coro.
Junto a esta portada, a los pies de la nave de la Epístola, se abre otra puerta bajo arco sin ornamentación, rematada también por un óculo de menor dimensión que el anterior. En el lado opuesto de la iglesia, frente al paseo del río, se abre otra puerta, de carácter trasero, que accede a un patio de servicio desde el que se registran distintas dependencias vinculadas funcionalmente, en mayor o menor medida, con la iglesia. Los edificios así definidos, entre el volumen principal de la iglesia y el límite exterior, se presentan como un conjunto de construcciones adosadas, en su mayoría de dos plantas, difíciles de interpretar en el fragmentado contexto urbano actual. Bajo esta definición se engloban: El cuerpo que se levanta tras el presbiterio -actual capilla funeraria y antigua sacristía-, de planta interiormente achaflanada y cubierta de tejas árabes a tres aguas; la actual sacristía que, muy compartimentada, ocupa el espacio que queda entre el cuerpo anterior y la cabecera de la nave de la Epístola.
Por último, adosadas a las cabeceras de la nave central y del Evangelio, se disponen, en dos plantas comunicadas por estrechas escaleras, el resto de las dependencias parroquiales, entre las que destaca una amplia sala en planta baja que constituye el centro de las demás dependencias.
La Iglesia malagueña dedicada a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, constituye casi el único vestigio del desaparecido convento de los dominicos de Málaga, un destacado conjunto en la actualidad prácticamente destruido, que fue un elemento fundamental en la configuración urbanística del popular barrio del Perchel Alto. Sus raíces históricas pueden surgir en la existencia previa a la conquista cristiana de una mezquita. A ella se adaptaría en 1489 la ermita dedicada a Santa Mª de las Huertas. Tras el repartimiento de 1492, los dominicos comienzan una larga etapa de construcciones que tienen como fases más significativas las realizadas en el siglo XVI en estilo gótico-mudéjar, así como las del último tercio del siglo XVII y primer tercio del siglo XVII, en que adquiere el carácter barroco que hoy presenta. Finalmente, en 1.931 fue destruida en su mayor parte, siendo restaurada por el arquitecto diocesano Enrique Atencia según proyecto de 1.953 (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
La Iglesia de Santo Domingo de Guzmán de Málaga data del siglo XV tras la conquista cristiana y situada extramuros, formaba parte del complejo conventual que ocupaba gran parte de una manzana situada en la zona norte del barrio de El Perchel.
Esta iglesia es la sede canónica de la Cofradía de los Dolores del Puente, la Hermandad de la Humillación y la Congregación de Mena, que salen en la Semana Santa malagueña.
Su configuración exterior es un tanto peculiar debido al derribo de parte de las edificaciones anexas, dando como resultado un perímetro irregular.
La iglesia, arquitectónicamente, divide su espacio interior en tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares cruciformes, con pilastras corintias cajeadas, que sostienen un doble entablamento, recorrido por un friso compuesto por canecillos con decoración de hojarasca. La nave central se cubre con bóveda de medio cañón rebajada, dividida por cuatro arcos fajones y dos nervios perpendiculares, que forman una retícula en donde encajan medallones en la parte central y lunetos recortados con molduras mixtilíneas en las laterales. A los pies de esta nave se sitúa el nártex cubierto por techo plano salvo en los bordes que se curva en un cuarto de cañón; sobre este espacio se desarrolla el coro, cerrado al espacio central mediante una barandilla de directriz mixtilínea.
En la cabecera de esta nave se ubica el presbiterio, al que se accede por un gran arco triunfal de medio punto. Es de planta cuadrangular y se cubre con una cúpula semiesférica sobre pechinas. El casquete semiesférico está decorado con medallón central de hojarasca y nervios planos cajeados, mientras que las pechinas presentan ornamentación vegetal y de medallones, con escudos y emblemas dominicos, sostenidos por angelotes. Las naves laterales se estructuran en tramos cuadrangulares entre arcos fajones doblados, cubiertos por bóvedas semiesféricas sobre pechinas, conservándose algunos restos de la decoración primitiva. A la nave de la epístola se adosan varias capillas. La capilla del Rosario presenta planta rectangular con cubierta de tejas a un agua. A ella se adosa el camarín de la virgen, de planta sensiblemente cuadrada cubierto con bóveda de medio cañón con fajones que llegan hasta el suelo. En esta capilla podemos encontrar un retablo recientemente restaurado, que fue destruido en los sucesos de 1931.
El acceso a la iglesia se produce a través de la fachada principal que se ubica a los pies de la nave central. Se compone de una portada con vano adintelado flanqueada por dobles columnas corintias, observándose en los intercolumnios restos, bastante deteriorados, de la primitiva decoración escultórica. La portada se remata con un cuerpo tripartito compuesto de frontones triangulares y un perfil conopial de dos tornapuntas, encontrados y rematados por frontón triangular y cruz. Sobre ésta se abre un gran óculo que ilumina interiormente el coro. Junto a esta portada, a los pies de la nave de la epístola, se abre otra puerta bajo arco sin ornamentación, rematada también por un óculo de menor dimensión que el anterior.
En el lado opuesto de la iglesia, frente al paseo del río, se abre otra puerta, de carácter trasero, que accede a un patio de servicio desde el que se registran distintas dependencias vinculadas funcionalmente, en mayor o menor medida, con la iglesia. Los edificios así definidos, entre el volumen principal de la iglesia y el límite exterior, se presentan como un conjunto de construcciones adosadas, en su mayoría de dos plantas, difíciles de interpretar en el fragmentado contexto urbano actual. Bajo esta definición se engloban: El cuerpo que se levanta tras el presbiterio —actual capilla funeraria y antigua sacristía—, de planta interiormente achaflanada y cubierta de tejas árabes a tres aguas; la actual sacristía que, muy compartimentada, ocupa el espacio que queda entre el cuerpo anterior y la cabecera de la nave de la epístola.
Por último, adosadas a las cabeceras de la nave central y del evangelio se disponen, en dos plantas comunicadas por estrechas escaleras, el resto de las dependencias parroquiales, entre las que destaca una amplia sala en planta baja que constituye el centro de las demás dependencias (Diputación Provincial de Málaga).
Iglesia de San Pablo
La primitiva iglesia fue erigida en el año 1645, siendo obispo el cardenal Alonso de la Cueva, pero no fue parroquia hasta 1833. El antiguo templo se demolió en 1873, construyéndose el actual entre 1874 y 1891, según proyecto del arquitecto Jerónimo Cuervo. Estilísticamente es ejemplo del eclecticismo arquitectónico del siglo XIX para el que su autor escogió los elementos del repertorio gótico por la idoneidad de este estilo como el más representativo de la arquitectura religiosa, y su diseño fue defendido por él mismo ante la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.
La primitiva iglesia fue erigida en el año 1645, siendo obispo el cardenal Alonso de la Cueva, pero no fue parroquia hasta 1833. El antiguo templo se demolió en 1873, construyéndose el actual entre 1874 y 1891, según proyecto del arquitecto Jerónimo Cuervo. Estilísticamente es ejemplo del eclecticismo arquitectónico del siglo XIX para el que su autor escogió los elementos del repertorio gótico por la idoneidad de este estilo como el más representativo de la arquitectura religiosa, y su diseño fue defendido por él mismo ante la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.
Tiene tres naves separadas por pilares con haces de columnas y arcos apuntados, que sostienen bóvedas de crucería. La capilla mayor es poligonal, con cinco lados abiertos por arcos ojivales sobre los que hay vidrieras con el tema de la adoración a la Eucaristía. Tras ella corre una girola también cubierta con bóveda de ojivas. El brazo derecho del crucero es el espacio del Sagrario, conformando una capilla abierta con materiales más nobles y triple arquería con ostentosos emblemas eucarísticos.
La fachada principal, ubicada al Sur, presenta los característicos elementos góticos y resulta de una gran sencillez al no completar la torre este conjunto, ya que se sitúa sobre la cabecera; es cuadrada, muy recia y se remata por un pronunciado chapitel decorado con pináculos.
La iglesia fue incendiada en 1931, por lo que todo su patrimonio es reciente, especialmente imágenes de Olot, aunque las cofradías pasionistas, que dan culto a sus titulares en esta iglesia, cuentan con algunas imágenes de más calidad y, especialmente, de gran devoción.
En el primer tramo del lado del Evangelio reciben culto las imágenes de la Hermandad del Cristo de la Esperanza en su gran Amor y Nuestra Señora de la Salud, ambas de Álvarez Duarte, de 1991 y 1986, respectivamente.
En una capilla de la girola tiene su sede la cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad Coronada. El «Cautivo», obra del granadino Martín Simón de 1938, es una de las imágenes que despierta mayor devoción en el barrio y en la Semana Santa malagueña. La Virgen fue tallada en 1978 por el escultor sevillano Francisco Buiza. En la capilla se expone junto a ellos parte de su ajuar de plata: cruz guía, faroles y candelabros, además de la espléndida corona de la Virgen.
La Capilla de la Hermandad del Santo Traslado y la Virgen de la Soledad, remodelada en 1969, se sitúa a los pies del templo, en el lado de la Epístola. Estas imágenes fueron realizadas por el artista malagueño Pedro Moreira López entre los años 1945-1951 (La antigua imagen de la Virgen de la Soledad, también muy venerada y destruida en 1931, era una talla de bulto redondo atribuida a Pedro de Mena, aunque hoy se considera más próxima al estilo de Fernando Ortiz) (Rosario Camacho Martínez, Isidoro Coloma. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo I. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Aunque erigida en 1645 no se convirtió en parroquia hasta 1833. El primitivo edificio fue demolido en 1873, construyéndose el actual entre 1874 y 1891 por Jerónimo Cuervo. Su estilo corresponde al neogótico. Consta de tres naves, separadas por pilares fasciculados y arcos apuntados. Las cubiertas son de crucería, el coro está situado a los pies, donde se halla su única torre. La fachada principal posee una puerta central, rematada por un arco de medio punto, dos ventanas a los lados y un óculo en la parte superior (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Levantada a mediados del siglo XVII y reconstruida a finales del XIX, para años más tarde, tras un incendio, volver de nuevo a reconstruirse.
La Iglesia de San Pablo es un templo cristiano católico situado en el barrio de la Trinidad.
Es una obra del arquitecto Jerónimo Cuervo, construida entre 1874 y 1891
Es la sede canónica de la Hermandad de la Salud, la Cofradía de Jesús Cautivo (popularmente conocido como el Señor de Málaga, por la gran devoción de todos los malagueños y en especial los vecinos (tanto antiguos como actuales) del barrio de la Trinidad) y la Hermandad del Santo Traslado y la Soledad de San Pablo, que realizan sus salidas procesionales en Semana Santa.
Este templo nació en el siglo XVII como ermita de ayuda a la Parroquia de los Santos Mártires y en 1833 fue declarada parroquia.
En 1873 se derribó el edificio para construir el actual, que se inauguró el 24 de mayo de 1891.
En los años 2004-2006, se llevó a cabo una labor de restauración en el interior y el exterior del templo, reponiendo la mayoría de los pináculos, que se encontraban partidos.
Es de estilo neogótico y su fachada principal se compone de una portada ornamentada ojival, flanqueada por columnas a cada lado.
Su interior consta de tres naves con pilares fasciculados y con cubiertas de crucería. Y su torre, de 50 metros de altura, termina en forma de pirámide cuadrangular, con adornos formados pináculos de cerámica con decoración floral (Diputación Provincial de Málaga).
Museo de Semana Santa
Este nuevo museo se ubica en el antiguo hospital de San Julián, sede de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa. Alberga en 1.060 metros cuadrados el significado de la Semana Santa de Málaga, de los que 600 conforman la parte expositiva permanente, donde los turistas pueden visitar también la iglesia de San Julián, que cuenta con la mayor colección pictórica barroca de Málaga, con obras de Juan Niño de Guevara. La exposición se concibe con un planteamiento didáctico y utilizando los medios más avanzados desde el punto de vista estructural y técnico.
Este nuevo museo se ubica en el antiguo hospital de San Julián, sede de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa. Alberga en 1.060 metros cuadrados el significado de la Semana Santa de Málaga, de los que 600 conforman la parte expositiva permanente, donde los turistas pueden visitar también la iglesia de San Julián, que cuenta con la mayor colección pictórica barroca de Málaga, con obras de Juan Niño de Guevara. La exposición se concibe con un planteamiento didáctico y utilizando los medios más avanzados desde el punto de vista estructural y técnico.
“Este Museo es un servicio que las cofradías prestan a Málaga”, dijo el presidente del ente agrupacional. El Museo de Semana Santa cuenta con más de 150 piezas expuestas entre obras escultóricas, pictóricas y de orfebrería cedidas por la Agrupación de Cofradías y algunas de las hermandades más señeras de la capital de forma que el visitante pueda llevarse una idea muy clara de cómo se vive una procesión en Málaga.
El museo se compone de un total de seis salas repartidas en dos plantas donde se resume qué es la Semana Santa: el origen de las cofradías, las imágenes, los nazarenos, los tronos, la música, la talla y la orfebrería (Diputación Provincial de Málaga).
Museo de Ciencias "Principia"
Principia es un museo interactivo de ciencia. Consta de tres espacios principales: “Sala Faraday” donde se realizan sesiones de experimentos, un planetario con proyector digital de estrellas para ver el cielo de cualquier lugar del universo y la “Sala Tomás Hormigo” con más de 80 módulos interactivos. También cuenta con un observatorio astronómico en la terraza.
La colección
Principia es un espacio vivo, en continua evolución, en el que el visitante va a tener la oportunidad de aprender y experimentar por sí mismo, en todas las ramas y vertientes de la ciencia. Y es que, ante todo, Principia es un centro de ciencias interactivo, creado para fomentar la divulgación científica y tecnológica de una forma amena, pero sin perder el rigor en sus contenidos.
Todas las ramas de la ciencia (Astronomía, Electricidad, Mecánica, Biología, Química, Matemáticas, incluso Ondas y Percepción) están presentes en este centro, que se estructura en cuatro salas o espacios diferentes: La Sala de Módulos Interactivos, llamada “Profesor Tomás Hormigo”; la sala Faraday; el Planetario y el Observatorio Astronómico.
En el primer espacio, la sala “Tomás Hormigo”, se exponen permanentemente más de setenta módulos interactivos de distintas temáticas científicas, con los que podremos comprender el funcionamiento y los mecanismos que explican muchos de los fenómenos que se producen en la naturaleza, y en distintos ámbitos: mecánica, ondas, matemáticas, percepción, electromagnetismo, biología, geología o química.
La siguiente sala, denominada Faraday, es un espacio multifuncional con capacidad para 100 personas, en la que vamos a tener la oportunidad de intervenir personalmente en los experimentos. Sin duda una inolvidable experiencia y una divertida forma de aprender.
Realizaremos experimentos con descargas de alto voltaje y electromagnetismo que nos erizarán el cabello, físicamente. Comprenderemos porqué los teléfonos móviles no funcionan dentro de los ascensores, aplicando el principio de la jaula de Faraday. Podremos inflar un globo sin quitarle el nudo e introducir un huevo en una botella sin empujarlo, gracias a los principios de la presión.
Comprobaremos que es posible derribar un puente, solo a base de resonancia. Veremos colores que cambian espontáneamente o agua que no cae, debido a sorprendentes reacciones químicas. Y nos iniciaremos en el apasionante mundo de la astronomía, que después podremos admirar en todo su esplendor, en el Planetario.
El envolvente planetario de Principia, posee una cúpula de 5 metros de diámetro en la que, mediante un proyector digital, se recrea una completa bóveda celeste. En ella podemos distinguir las constelaciones más significativas de ambos hemisferios, reproducir los movimientos del sol, trasladarnos a cualquier lugar del universo o visualizar acontecimientos astronómicos que aún no han tenido lugar.
Además, cada sesión del Planetario está dirigida por un experto monitor que se adapta al perfil de los visitantes, respondiendo a nuestras preguntas y centrándose, si lo deseamos, en la época del año en la que nos encontremos. En definitiva, respondiendo al interés del auditorio. No se trata pues de una grabación, sino de sesiones personalizadas. Una oportunidad única de obtener la respuesta de un experto a lo que siempre quisimos saber.
Y para aplicar todo este conocimiento astronómico a tiempo real, Principia cuenta con un auténtico observatorio astronómico propio, situado en la terraza superior, donde, bajo una cúpula móvil de más de 3 metros de diámetro, se ha instalado un potentísimo telescopio para poder hacer observaciones al resguardo de las inclemencias del tiempo. Y para que el mayor número de personas posible puedan disfrutar de esta experiencia, las imágenes obtenidas por el telescopio se proyectan en la pantalla situada en la sala Faraday, gracias a una cámara CCD con tecnología digital.
Un impresionante espectáculo, que se realiza una vez al mes, con la colaboración de la Agrupación Astronómica de Málaga “Sirio”, y al que se puede asistir libremente.
Pero la vocación divulgativa de Principia va mucho más allá, evolucionando al ritmo que lo hacen los avances científicos y complementando su oferta con la programación de actos y eventos durante todo el año. Conferencias todos los sábados, Talleres formativos, organización de ciclos de cine científico, exposiciones y museo itinerantes, y una completísima videoteca constituida por más de 1.200 vídeos de contenido científico, que se pueden ver y consultar en las instalaciones del Centro Principia.
Podríamos decir que, el Centro de Ciencias Principia es la demostración empírica de que comprender, aprender, conocer, y descubrir los secretos de la ciencia, puede ser divertido. Por eso, una vez realizada la visita tendremos la sensación de ser más sabios.
El edificio
La idea de realizar este museo se fragua el 1994 a raíz de la organización de un proyecto de innovación educativa que, bajo el nombre de “el mes de la ciencia”, logró reunir en el Parque Tecnológico de Málaga, más de cien aparatos científicos realizados en distintos centros de secundaria de la ciudad.
Cuatro años después, se construye el edificio que alberga hoy las instalaciones, situado en la Avenida Luis Buñuel en las inmediaciones del Estadio de Fútbol La Rosaleda (Diputación Provincial de Málaga).
Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de la Esperanza. Museo Archicofradía de la Esperanza, Iglesia de Santo Domingo. Cristo de la Buena Muerte, Iglesia de San Pablo, Museo de Semana Santa, y Museo de Ciencias "Principia") de la localidad de Málaga (X), en la provincia de Málaga. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia malagueña.
Más sobre la provincia de Málaga, en ExplicArte Sevilla.
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