Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

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viernes, 20 de diciembre de 2024

Los principales monumentos (Alcazaba, Basílica paleocristiana Vega del Mar, Centro Cultural Cortijo de Miraflores, Torre de las Bóvedas, Torre del Ancón, Torre del Duque, Torre del Río Real, Torre Ladrones, Torre Lance de las Cañas, Villas romanas de Cilniana y Río Verde, Yacimiento fenicio del Río Real, y Plaza de Toros) de la localidad de Marbella (y III), en la provincia de Málaga

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Alcazaba, Basílica paleocristiana Vega del Mar, Centro Cultural Cortijo de Miraflores, Torre de las Bóvedas, Torre del Ancón, Torre del Duque, Torre del Río Real, Torre Ladrones, Torre Lance de las Cañas, Villas romanas de Cilniana y Río Verde, Yacimiento fenicio del Río Real, y Plaza de Toros) de la localidad de Marbella (y III), en la provincia de Málaga.


Alcazaba

          A finales del siglo XVIII El presbítero y erudito local Pedro Vázquez Clave denominó al castillo de Marbella como castillo de la Madera basándose en la supuesta existencia de unas balsas o estanques con la función de ser un depósito de troncos. Según el presbítero, el origen del castillo sería fenicio, para ser luego ampliado por el cartaginés Maharbal, que daría origen al topónimo de Marbella. Esta historia encontró el apoyo de algunos historiadores locales hasta mediados del siglo XX, como son Diego Vázquez Otero o Antonio Maíz Viñals. Sin embargo, esto ha sido refutado por varios investigadores a lo largo del tiempo, como Manuel Rodríguez Berlanga a finales del siglo XIX, Ramiro Campos Turno a inicios del siglo XX, Fernando Alcalá Marín en la segunda mitad del siglo XX y más recientemente Francisco J. Moreno Fernández en su tesis sobre el centro histórico de Marbella.
     Se desconoce aún cual es el origen el poblamiento en esta zona, se han realizado varias excavaciones arqueológicas, se sabe que hay materiales correspondientes a época prerromana y romana, pero no se puede asegurar que el castillo en si mismo tenga un origen en época romana. 
     Hay muros del castillo que parece que están construidos con sillares romanos, pero se desconoce hasta el momento si se trata de construcciones posteriores que reutilizan material de época romana. En una plazuela cercana a la iglesia empiezan los muros de piedra de sillar perfectamente tallados colocados a soga y tizón, seguidamente continúa el mampuesto reforzado en las esquinas, y por último las verdugadas de ladrillo, descansando sobre cimientos de hormigón existentes. 
     El castillo parece que se reconstruyó en época musulmana con forma rectangular, apoyándose en sus ángulos y centro-laterales en cuadrados torreones.
     En época de los Reyes Católicos, el espacio de las torres y dependencias del castillo fue convertido en cementerio, perdurando este uso hasta 1872. El adarve se conserva en buen estado. La única torre que queda en pie, muy deteriorada, es posiblemente la que tuvo un carácter principal o del homenaje. Cercana a ella está la entrada de un camino subterráneo que llegaba hasta el fuerte de San Luis. La fachada se liberó de sus aditamentos caseros y recibió una ligera restauración en 1950.
     La fortaleza de Marbella tuvo más que una función meramente militar, la tutela pacífica y protectora de las actividades comerciales e industriales.
     Fue ocupado por Zaide, teniente de Tariq ben-Zeyard, los sólidos cimientos romanos serían aprovechados en época andalusí para colocar sobre ellos sus fábricas en las que está presente el uso del ladrillo y hacer mayor y más sólido el castillo para su protección.
     Adquiere gran importancia con el levantamiento muladí, acaudillados por ibn Hafsun, pasando luego a Abderramán III, que la valoró ampliándola hasta darle un carácter califal. Fue ganada en 1485 para los Reyes Católicos, quedando de alcaide el conde de Ribadeo, seguido del de Cifuentes, al final de la guerra de Granada. Sufrió ataques berberiscos en 1560 y turcos en 1621. Ya en el siglo XVII, comenzó el declive de la fortaleza al iniciarse la expansión de la ciudad, sirviendo aún para hacer frente a la invasión napoleónica, pese a estar en ruinas, siendo ocupado hasta la liberación por Ballesteros. 
     Aparece en la relación de las costas españolas del siglo XVIII (Manuscrito nº 1802 de la Biblioteca Nacional de Madrid), en el que se relata la existencia de su muralla y torres, ya parcialmente arruinadas. 
     Debido a la distancia que separa el castillo de la playa y al uso de la artillería, a partir del siglo XVIII éste deja de tener valor estratégico, entrando en un período de decadencia. Se adosaron a sus muros multitud de edificaciones, que incluso invaden su recinto. En 1735 se elaboró un proyecto para su restauración, pero no se llevó a cabo. Durante la Guerra de la Independencia, el castillo fue utilizado como lugar de acuartelamiento de los ejércitos napoleónicos que demolieron varias de sus defensas cuando emprendieron la retirada. Es en ese siglo y según las Actas Capitulares, cuando se producen numerosos derribos de parte de sus murallas y torres, para dar paso a nuevas edificaciones. 
     El Ayuntamiento de Marbella ha procedido al derribo de edificaciones ajenas a la construcción, dejando al descubierto el testero norte de la fortaleza en primera instancia y recientemente el del lado sur, todo ello dentro de un programa más amplio que incluye la restauración y rehabilitación de parte de la Alcazaba (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Construida en la segunda mitad del s. X para reubicar las poblaciones dispersas, que en algunos casos eran sublevadas, y controlar el litoral y sus fondeaderos, tuvo reconstrucciones posteriores en los ss. XI y XII, y tras las capitulaciones de Marbella, a partir del s. XV.
     Este castillo califal, que data del siglo noveno o principios del décimo, se construyó por orden de Abderramán Tercero, después de sofocar la rebelión de Omar Ben Hafsun, al objeto de prevenir nuevos levantamientos y también posibles ataques norteafricanos. Ocupa una gran manzana del centro histórico de Marbella, en las cercanías de la plaza de Los Naranjos y de la Iglesia de la Encarnación, el templo más importante de la ciudad.
     Sufrió modificaciones en el siglo catorce. Después de la reconquista de Marbella, en 1485, se le hicieron reformas tendentes a adecuarlo a las armas de artillería. Para levantarlo se utilizaron materiales de alguna construcción romana, posiblemente de Salduba, como lo atestiguan los grandes sillares que conforman las partes bajas de la edificación así como la presencia de tres capiteles jónicos en los muros, utilizados como simples piedras (ubicados en la calle Trinidad).
     El monumento, declarado Bien de Interés Cultural desde 1949, aún conserva una de las torres, aunque en un estado que clama por su restauración. Cuentan los historiadores que el hueco que preside la torre es herencia de las refriegas de la toma de la ciudad por parte de los Reyes Católicos.
     El Colegio Nuestra Señora del Carmen, construido pared con pared junto al lienzo sur y puerta de entrada a la torre, ocupa lo que hace siglos era el patio de armas y sólo a través del centro educativo se puede acceder a los restos de la torre. Por la cara norte de la muralla del Castillo se pueden contemplar las señales de las casas que en su día se adosaron a la pared y que con el paso de los años fueron derribadas para recuperar el esplendor de este vestigio histórico
(Diputación Provincial de Málaga).

Basílica Paleocristiana Vega del Mar

     Los restos de la Basílica se ubican en San Pedro de Alcántara, cerca de la playa de Lindavista, en un paraje sembrado de eucaliptos y en el que se encuentra una necrópolis asociada.
     De toda la estructura tan sólo se conserva la cimentación y el arranque de los muros, por lo que es complicado tener una idea de la configuración original. Datada, en principio, en el último tercio del siglo IV, junto a la vía Heraclea, posteriormente fue reconstruida y convertida durante la época visigoda al tipo de las iglesias norteafricanas.
     Posee planta basilical de tres naves y doble ábside contrapuesto; uno semicircular al este, y el otro, el principal, al oeste en forma de herradura e inscrito en u rectángulo que forma dos aposentos laterales a su alrededor; la sacristía y el baptisterio, seguido de otra sala que comunica con él. El Baptisterio contiene una pila bautismal tallada en una sola piedra con forma exterior de pez y cuatrilobulada en su interior con siete escalones que responden a los siete misterios del Espíritu Santo descritos por San Isidoro: tres de descenso, uno de descanso y tres de ascensión.
     Adosados a sus lados mayores hay dos atrios, sobre los que se abren las puertas, y en donde se han encontrado enterramientos, como tumbas de inhumación, con ajuar fechadas entre entre los siglos VI y VII. También se han encontrado enterramientos fechados por los ajuares entre el siglo II y IV.
     La construcción es pobre, como todas las iglesias de la época, de guijarros y mampuestos pequeños cogidos con mortero de cal. En la zona de los pilares aparecen, sin embargo, sillares mejor trabados, lo que hace pensar en una reconstrucción del edificio (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Situada en San Pedro Alcántara, el conjunto está formado por una basílica de doble ábside y una necrópolis, abarcando un arco cronológico entre los siglos III y VII d.C. Es considerada una de las más antiguas manifestaciones arqueológicas del cristianismo primitivo. Se trata de un importante yacimiento arqueológico descubierto en 1915 en la urbanización Linda Vista Baja, muy cerca de la playa. Se excavó en 1930 y es una de las muestras más importantes en España del Paleocristiano (siglo cuarto).
     Varios trabajos de arqueología dejaron al descubierto la planta de la basílica y una necrópolis que la rodea con más de 180 enterramientos de distinta tipología.
     La basílica era de planta rectangular y estaba compuesta por tres naves con separación de pilares de piedra y unos muros de unos 60 centímetros de espesor, siendo empleados para su construcción cantos rodados y mortero de cal. En las cabeceras de la nave central se encontraban dos ábsides semicirculares y en el noroccidental se encuentran dos habitaciones a modo de sacristías que recibían el nombre de prothesis y diaconicón, habilitándose la del lado derecho como baptisterio con la colocación de una piscina bautismal de planta cruciforme.
     El área ha sido pródiga en restos arqueológicos como vasijas de barro, joyas, monedas y placas epigráficas correspondientes en su mayoría a ajuares funerarios depositados en la actualidad en el Museo Arqueológico Nacional, en el Provincial y en el Ayuntamiento de Marbella (Diputación Provincial de Málaga).

Centro Cultural Cortijo de Miraflores

     El edificio se alza en lo alto del Cerro de San Francisco, rodeado por jardines y restos arqueológicos. De planta cuadrada y patio central, al edificio principal de dos plantas, se le unen distintas piezas en la fachadas laterales y trasera. 
     La fachada principal, sencilla en composición, está formada por cinco huecos, siendo el acceso por el situado más a la derecha, el cual queda enmarcado por una portada de piedra arenisca con cornisa superior que soporta una balconada de planta primera. Junto al balcón, dos blasones con escudos heráldicos también en piedra arenisca. El resto de la fachada no presenta elementos singulares de interés.
     La cubierta está resuelta mediante cubierta a dos aguas, desalojando en fachada y patio principal.
     Posee un magnífico jardín formado por muy diferentes, bonitas, exuberantes y exóticas especies botánicas.
     La tipología también es sencilla, con una crujía alrededor del patio principal, que se abre porticado con arcos de ladrillo cerámico. Al fondo se ubica una nave, que actualmente está utilizada como centro de exposiciones de molinos de aceite.
     Tras su rehabilitación, se ha transformado en el Centro Cultural Cortijo Miraflores, que de manera continua acoge exposiciones temporales de todo tipo, ciclos de conferencias, proyecciones, recitales, etc. También se encuentran en el mismo el Archivo Histórico Municipal, y una almazara del siglo XIX, compuesta por un molino, una termobatidora y dos prensas hidráulicas.
     El Cortijo de Miraflores se encuentra en la barriada Pilar-Miraflores de Marbella, con entradas por las calles José Luis Morales y Marín y San Pedro Alcántara.
     En el año 1706, Tomás Francisco Domínguez y Godoy, construye una casa de campo en un cortijo llamado del Prado de San Francisco, sobre los restos de una antigua casa de labor, propiedad que formaba parte del Mayorazgo fundado por su abuelo Melchor Domínguez. La construcción contaba con cincuenta fanegas de tierra de labor para árboles frutales y olivos. Junto a la casa de labor se construyó un molino de aceite, un trapiche de azúcar y una bodega además de las estancias propias para el alojamiento.
     En 1756 se diseña el jardín de la parte frontal, si bien es en 1850 cuando se introducen las especies exóticas, traídas por Don Tomás Domínguez Artola, Intendente General de Filipinas. El molino funcionó hasta bien entrado el siglo XIX. Hoy es museo y conserva en muy buen estado numerosas máquinas molturadoras y útiles de su antigua función.
     La edificación sufre diversas modificaciones y ampliaciones a lo largo de los años, hasta que aproximadamente en la primera mitad del siglo XIX, Antonio Domínguez Alburquerque, dota al cortijo de la estructura que tiene actualmente. Es precisamente en estos años cuando comienza a conocerse el mismo con el nombre de Cortijo de Miraflores.
     A la muerte de Tomás Domínguez Artola, acaecida el año 1886, el cortijo pasó a otras manos distintas a las de los Domínguez, para tras diversas vicisitudes pasar a ser propiedad del Ayuntamiento (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Subiendo por calle Ancha, ya en el barrio Miraflores, encontramos un gran caserón que antiguamente fue trapiche de azúcar de caña y almazara de aceite (o fábrica transformadora) de tracción animal, al que acudía un gran número de recolectores de la zona.
     Su origen data de 1704, cuando D. Tomás Francisco Domínguez lo edifica, según lo atestiguan los dos blasones en el balcón que corona la entrada.
     En 1756 se diseña el jardín de la parte frontal, si bien es en 1850 cuando se introducen las especies exóticas, traídas por Don Tomás Domínguez Artola, Intendente General de Filipinas. Cabe mencionar los ejemplares de Cycas Revoluta (Palma del Sagú, especie originaria de la era Mesozoica, hace más de 150 millones de años).
     El molino funcionó hasta bien entrado el siglo XIX. Hoy es museo y conserva en muy buen estado numerosas máquinas molturadoras y útiles de su antigua función. Así mismo dispone de varias salas para exposiciones temporales, una biblioteca de la imagen y una pinacoteca municipal.
     Detrás del edificio se descubrieron recientemente restos de hornos y una ermita rupestre datada entre los siglos VIII y X (Diputación Provincial de Málaga).

Torre de las Bóvedas

     Se encuentra en la playa de Guadalmina, dentro de un entorno arqueológico que la protege frente al urbanismo de la zona. Se accede fácilmente desde la N-340 (Estepona - San Pedro), girando a la derecha a la altura de Guadalmina Baja, poco antes de llegar al arco de San Pedro.
     Su nombre procede de su ubicación junto a las termas romanas del mismo nombre, situadas a unos 50 metros.
     Al igual que las torres de Río Real y de Ancón, su planta es circular y su forma troncocónica, que termina en una azotea con varios matacanes o ladroneras desde las que se hostigaba al asaltante, arrojando piedras.
     Está formada por dos cuerpos: una base maciza, y una parte alta edificada y formada por dos espacios: cámara y azotea. 
     Tiene forma troncocónica, 8,20 metros de diámetro en la base, con un perímetro aproximado de 26,15 metros y una altura que supera los 10 metros. Presenta un cuerpo macizo inferior y una cámara interior cuya entrada se encuentra en el lado nordeste a 6,75 del suelo, y que cuenta con una pequeña abertura en el lado sur. A través de una escalera interior se accede al terrado que cuenta con un pretil, elevado en el lado nordeste y con algunos elementos conservados de los matacanes. Su fábrica es de mampostería con uso de ladrillo en diversos elementos como en los huecos exteriores y en la bóveda de la cámara inferior. Sus paramentos están revocados.
     Habría sido construida en mampostería entre 1571 y 1575 para albergar armamento. Formaba parte de la red de torres atalayas que jalonaban la costa dentro del sistema de vigilancia de la época y dispuesta para el uso de armas de fuego. 
     Conectadas visualmente unas con otras podían dar la voz de aviso y organizar la defensa en caso necesario.
     Además de ser BIC desde el 26/06/1985, tiene Protección Nivel 1. Edifcio de Protección Integral. Categoría A y Nivel 1. 
     Protección Arqueológica Integral (PGOU Marbella, 2010) (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Su nombre procede de una importantísima terma romana de la que está alejada unos 50 m., tal establecimiento fue construido en el s. IV, su organización está resuelta a base de un sistema de bóvedas en estilo francamente bizantino. La torre fue construida para utilizar armas de fuego en la defensa de la playa y por consiguiente, después de las Instrucciones de 1511. Construida con mampostería con empleo de ladrillo en algunos elementos como en los huecos exteriores y en la bóveda de la cámara inferior.
     Conserva parte del antiguo guarnecido, el pretil está rehecho y actualmente ruinoso, también lo está su hueco de ingreso, que se eleva a 6,75 m. , su base tiene 8,30 m. de diámetro y su altura es de 13 m.
     A través de una escalera se accede al terrado que cuenta con un pretil, sobre elevado en el lado nordeste y con algunos elementos conservados de los matacanes (Diputación Provincial de Málaga).

Torre del Ancón
     También aparece referida como Acón, Alarcón, Ancón, Guadaniza, Guadayza, Guadiza y Torre de la Cruz, Lancón o Lanzón en el municipio de Marbella, a poniente de la ciudad, inmediata al río Verde.
     Está situada en una zona elevada, próxima a la playa y rodeada completamente por eucaliptos, a pocos metros del antiguo cuartel de la Guardia Civil, en el inicio de la carretera de Istán. Parece que su nombre se lo debe a un vocablo en desuso que pudiera significar ensenada pequeña.
     Se trata de una torre construida a partir del siglo XVI dentro del sistema de vigilancia de la época y dispuesta para el usos de armas de fuego. Su planta es redonda y su perfil troncocónico. Está construida mediante mampostería de piedra tomada con mortero de cal. Tiene una altura de 11,90 metros, 7,40 metros de diámetro en la base y 5,20 metros en la azotea.
     Presenta un 9,25% de inclinación, cuerpo inferior macizo y una cámara interior conservada, cuya entrada se sitúa en el lado norte, a 6,90 metros del suelo. Esta cámara contaba con una pequeña abertura, actualmente muy deteriorada, en el lado Sur. A través de una escalera interior se accede al terrado que cuenta con un pretil, sobre elevado en el lado norte y con elementos conservados de los matacanes.
     Temboury sitúa erróneamente su construcción entre 1511 y 1516.
     En la visita que realizó en 1567 Antonio Moreno indicó que la cala y río de Guadaniza debía de ponerse una estancia, como la que había habido anteriormente.
     Antonio del Berrio y Luis Machuca señalaron, entre la Torrecilla del Duque y la Torre de la Mar de Marbella, la existencia de una Estancia en la Punta del Arroyo de la Cruz, sin mayor especificación.
     Antes de la conclusión de 1575 se había acabado en este paraje del Arroyo de la Cruz la Torre de la Cruz, cuya edificación había costado 500 ducados.
     El albañil Juan Ángel recibió 187.500 maravedís en cuatro libramientos fechados entre mediados de 1574 y comienzos de 1575 por la fábrica de la Torre del Arroyo de la Cruz.
     En la visita realizada en 1726 por Bartolomé Amphoux, indicó que la Torre Lancón necesitaba dos caponeras y hacerle una puerta, presupuestándolo todo en 550 reales de vellón.
     En la relación de la visita que realizó en 1739 el Marqué de Valdecañas relación la Torre de Guadaiza a Levante de la Torre de las Bóvedas y a Poniente de la Torre del Duque.
     Según informe redactado en 1749 por Jerónimo Amici la Torre Lanzón necesitaba 3 almudes de cal para sus reparos que presupuestó en 7 maravedís, más el coste de la mano de obra.
     En la relación de 1752 Agustín Ibáñez anotó que la Torre de Lanzón, como las restantes del partido de Marbella, necesitaba algunos reparos que no especificó.
     En el informe sin firma de 1759 se indica que la Torre de Lancón o Guadaiza necesitaba componer el terrado o plaza de armas y otros reparos que fueron presupuestos en 250 reales de vellón.
     En la visita realizada en 1762 por Antonio María Bucarelli anotó que la Torre de Lancón o de Guadaysa se hallaba en mediano estado y podía tener dos cañones de a 4 libras.
     En el estado de las torres realizado en Málaga el 15-11-1763 por Juan de Urbina la Torre del Lancón tenía dos torreros.
     En el Reglamento de 1764 fgura la Torre de Guadayza, en el partido de Marbella, con un cabo y tres torreros de dotación.
      En la relación de 1765 Esteban Aymerick anotó que la Torre de Guadaiza, situada a Levante de la Torre de las Bóvedas y a Poniente de la Torre del Duque, por su poca capacidad y excesiva altura sólo podía servir de atalaya, pero necesitaba reparar su bóveda y otros trabajos menores que fueron presupuestados en 300 reales de vellón; sorprendentemente y seguramente por error también anotó que la Torre Lancón, situada a Levanta de la Torre del Duque y a Poniente del Castillo de Marbella, necesitaba para dotarla de dos cañones de a 4 libras, construirle una sobrebóveda, y otros reparos que fueron presupuestados en 1650 reales de vellón.
     El Plan General de Obras redactado en 1767 por José Crame señaló que la Torre de Lancón o Guadaiza necesitaba renovar su plataforma y rebajar el parapeto a la altura de la barbeta para admitir los dos cañones de a 4 libras de su dotación y otros reparos que fueron presupuestados en 1500 reales de vellón.
     En el informe redactado por Ramón de Nabas el 26-12-1773 se indicó que la Torre del Lancón se hallaba en buen estado.
     En la relación redactada por Francisco Gozar el 18-8-1774 anotó que la Torre de Lancón o de Guadayza necesitaba 1500 reales de vellón para sus reparos.
     En la relación de 1783 Joaquín de Villanova anotó que se necesitaban 18 fanegas de cal para reparar la Torre de Lacón o Guadiza, presupuestándolas en 200 reales de vellón.
     El derrotero de 1787 anota la existencia de la Torre de Ancón, entre la del Duque y la ciudad de Marbella.
     En el informe fechado en Granada el 31-1-1821 por Juan Pérez señaló que la Torre Atalaya del Ancón necesitaba pequeños reparos que presupuestó en 400 reales de vellón.
     En 1830 Mauricio de Berlanga describió la Torre vigía del Ancón o de Guadaiza como atalaya circular, sin precisar su estado.
     En el informe de 1849 Miguel de Santillana aparece la Torre vigía de Ancón, a 450 pies del mar, tenía forma de cono truncado de 45 pies de altura (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Está situada en una zona elevada, próxima a la playa y rodeada completamente por eucaliptos. Parece que su nombre se lo debe a un vocablo en desuso que pudiera significar ensenada pequeña.
     Se trata de una torre construida a partir del siglo XVI dentro del sistema de vigilancia de la época y dispuesta para el usos de armas de fuego. Su plana es redonda y su perfil troncocónico, construida mediante mampostería de piedra tomada con mortero de cal. Tiene una altura de 11,90 metros, 7,40 de diámetro en la base y 5,20 metros en la azotea.
     Presenta un cuerpo inferior macizo y una cámara interior conservada, cuya entrada se sitúa en el lado norte, a 6,90 metros del suelo. Esta cámara contaba con una pequeña abertura, actualmente muy deteriorada, en el lado Sur. A través de una escalera interior se accede al terrado que cuenta con un pretil, sobre elevado en el lado norte y con elementos conservados de los matacanes.
     Construida en 1575 por 500 ducados, fue reparada varias veces en tiempos posteriores y sus torreros disfrutaban de 12 fanegas de tierra (Diputación Provincial de Málaga).

Torre del Duque

     Esta torre se encuentra junto a la entrada principal de Puerto Banús (en el muelle de espera), completamente descontextualizada, dentro del recinto ajardinado de un hotel que cierra su visión casi en su totalidad. 
     Se trata de una torre de vigilancia heredada del sistema defensivo nazarí (S. XIII-XV), lo que se deriva de la tipología y técnicas de construcción. La torre tiene forma de prisma cuadrado, de 4,20 metros de lado asentada sobre su zarpa de 70 centímetros. Su altura es de 11,29 metros desde la zarpa, estando su primitivo acceso a la cámara interior a unos 6,69 metros del suelo y en su cara norte. Presenta dicha cámara otra abertura en el lado sur. En su interior presentaría una estancia con bóveda de cañón de ladrillo, contando con chimenea y escalera al terrado. Su obra es de mampostería, con empleo en arista de piedra y ladrillo. Asimismo presentaría un enfoscado en las cuatro caras.
     El nombre debe aludir a Dº Rodrigo Ponce de León, duque de Cádiz y Arcos. Andrés Bernáldez le ofrenda el panegírico siguiente: "era caballero al que placía mucho la geometría de labrar y reparar castillos, casas, cercas y fortalezas" (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Torre de vigilancia heredada del sistema defensivo nazarí (S. XIII-XV); su nombre alude a D. Rodrigo Ponce de León, Duque de Cádiz y de Arcos. Se trata de una torre de vigilancia heredada del sistema defensivo nazarí (S. XIII-XV).
     La torre tiene forma de prisma cuadrado, de 4,20 metros de lado asentada sobre su zarpa de 70 centímetros. Su altura es de 11,29 metros desde la zarpa, estando su primitivo acceso a la cámara interior a unos 6,69 metros del suelo y en su cara norte. Presenta dicha cámara otra abertura en el lado sur. En su interior presentaría una estancia con bóveda de cañón de ladrillo, contando con chimenea y escalera al terrado.
     Su obra es de mampostería, con empleo en arista de piedra y ladrillo. Asimismo presentaría un enfoscado en las cuatro caras (Diputación Provincial de Málaga).

Torre del Río Real
     Situada en el margen derecho del Río Real, actualmente se encuentra totalmente descontextualizada, al ubicarse en un cambio de sentido de la antigua autovía del Mediterráneo. A pocos metros, en su lado sur, se levanta una casa cuartel de la Guardia Civil abandonada.
     Como la Torre de las Bóvedas, su construcción se debe a la estrategia defensiva de los Austrias frente a los ataques berberiscos, a finales del siglo XVI, con arreglos producidos en siglos posteriores.
     Su planta es redonda y su perfil troncocónico, con un poco de éntasis, que se asienta sobre un macizo cuadrado. Tiene una altura de 10,85 metros, 7 metros de diámetro en la base y 5,25 metros en el terrado, con 0,85 de escarpa, equivalente a 7,5% de talud. Su entrada se encuentra a unos 6,5 metros del suelo y tiene matacanes de protección. Tiene un cuerpo inferior macizo y una cámara interior conservada cuyo acceso se encuentra en el lado norte a una altura de 6,50 del suelo. La cámara presenta una pequeña abertura rectangular en su lado sur. Una escalera interior da acceso al terrado, que cuenta con un pretil que se ve rebajado en su lado sur. Son visibles y bastante bien conservados los matacanes, especialmente el que cubre el acceso a la torre. De los cuatro de que disponía, ubicados simétricamente, en la actualidad permanecen tres. Está realizada con sillarejo y no se aprecia uso de ladrillo.
     También aparece como Torre del Real y Realexo, próxima a la desembocadura del río del que recibe su denominación, en el partido y término municipal de Marbella.
     No hay referencia documental de esta atalaya ni en la cédula de 1497 ni en la de 1511, ya que fue construida en 1575 y dejó de usarse tras la Guerra de la Independencia.
     Al rendirse Marbella, el 30 de mayo de 1485, las fuerzas de vanguardia avanzaron hasta el castillo de Fuengirola. La denominación Real alude al hecho de que el rey aragonés situase su campamento en esa zona. La crónica de Pulgar parece confirmarlo: "concluida las provisiones de Marbella, el rey partió de la ciudad, andando con la hueste por la costa de la mar y poniendo sus reales".
     En la visita que realizaron en 1571 Antonio de Berrio y Luis Machuca anotaron la Estançia de la Punta del Real, a levante de la Estançia del Alicate y a poniente de la Torre de Ladrones, donde aconsejaron construir una torre.
     En informe de 1575 se anota que se había construido la Torre de la Boca del Río del Real de Zaragoza, distinta de la Torre del Real de Zaragoza, con un coste de 800 ducados.
     Está documentado que el albañil Miguel Pabón o Pavón cobró 195.500 maravedís a cuenta de la construcción de la Torre del Río del Real en las siguientes cuatro partidas: 75.000 maravedís antes del 31-8-1574, 10.000 maravedís el 20-10-1574, 49.500 maravedís el 1-1-1575 y 63.000 maravedís el 3-12-1575.
     La descripción de Texeira la denomina en 1634 Torre del Realexo.
     En la visita realizada en 1726 por Bartolomé Amphoux, indicó que la Torre del Real necesitaba hacerle el suelo de hormigón y revocarla exteriormente, presupuestándolo todo en 470 reales de vellón.
     En 1739 el Marqués de Valdecañas anotó que la Torre del Río Real se situaba a levante de Marbella y a poniente de la Torre del Real de Zaragoza.
     Según el informe redactado en 1749 por Jerónimo Amici, la Torre del Río Real necesitaba 3 almudes de cal para sus reparos, que presupuestó en 7 maravedís, más el coste de la mano de obra.
     En la relación de 1752 Agustín Ibáñez anotó que la Torre del Río Real, como las restantes del partido de Marbella, necesitaba algunos reparos que no especificó.
     En un informe sin firma de 1759 se indica que la Torre del Río Real necesitaba componer la plaza de armas para evitar las goteras, algunos recalzos y otros reparos que fueron presupuestados en 120 reales de vellón.
     En 1762 Antonio María Bucarelli anotó que la Torre del Río Real se hallaba en mediano estado y podía tener dos cañones de a 4 libras, asimismo indicó que a su pie tenía un pequeño cuerpo de guardia con dos soldados de infantería y uno de caballería de la costa.
     En el estado de las torres realizado en Málaga el 15-11-1763 por Juan de Urbina la Torre del Río Real tenía dos torreros y 6 fanegas de secano.
     En el Reglamento de 1764 figura la Torre del Río Real, en el partido de Marbella, con un cabo y tres torreros de dotación.
     En la relación de 1765 Esteban Aymerick anotó que la Torre del Río Real necesitaba para dotarla de dos cañones de a 4 libras con que se había dotado, construirle una sobrebóveda, lugar común, mudarle la escalera al lado opuesto de donde la tenía y otros reparos que fueron presupuestados en 1700 reales de vellón.
     El Plan General de Obras redactado en 1767 por José Crame señaló que la Torre del Río Real necesitaba renovar el hormigón de su plataforma, rebajar el parapeto a la altura de la barbeta y mudar la escalera para admitir los dos cañones de a 4 libras de su dotación y otros reparos que fueron presupuestados en 2000 reales de vellón.
     En el informe de Ramón de Nabas él indicó 26-12-1773 que la Torre del Río Real se hallaba en buen estado.
     En la relación redactada por Francisco Gozar el 18-8-1774 anotó que la Torre del Río Real fue adaptada para dos cañones de a 4 libras y se hallaba en buen estado.
     En el informe realizado en Málaga el 12-12-1781 por el mismo Gozar señaló que la Torre del Río Real necesitaba 3500 reales de vellón para sus reparos (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Utilizada por árabes y cristianos, fue construida en 1575 y dejó de ser utilizada en la Guerra de la Independencia, en el siglo XVIII. (Bien de Interés Cultural).
     Es troncocónica con un poco de éntasis fabricada con canto bermejo sin uso de ladrillo. En el cuerpo alto hay señal de una reparación importante. Su altura es de 10,85 m. y su ingreso está a 6,5 del suelo; se asienta sobre un macizo cuadrado de 7,5, las bases tienen de diámetro 7 y 5,25 m. de diferencia que produce 85 cm. de escarpa y un 7,5 por ciento de declive. Tiene matacanes de protección y ventana pequeña cuadrada en el frente sur.
     Texeira la denomina torre de Realexo en 1634. En 1762 tenia dos soldados de infantería y uno de caballería como guarnición. En 1774 había sido adaptada para dos cañones de 4 libras. Reformada en fecha indeterminada (Diputación Provincial de Málaga).

Torre Ladrones
    
      Se trata de la primera de las torres almenaras que se encuentra en el término municipal de Marbella. Está situada junto al Monumento Natural de las Dunas de Artola, sin obstáculos apreciables que dificulten su visión, salvo una antigua vivienda a pocos metros, en su lado este.
     Esta torre es de procedencia nazarí (S. XIII-XV). Sufrió frecuentes desperfectos quedando en estado ruinoso. A mediados del S. XVI se acometen obras (especialmente inciden en un reforzamiento de su base con un revellín) que le configuran su fisonomía actual.
     La torre presenta forma de prisma cuadrado de 3,65 metros de lado y 14,60 metros de altura. Interiormente se distribuía en 3 salas con bóvedas de ladrillo apoyadas sobre pechinas de las cuales no conservan ninguna. Diversos tramos de escalera las comunicaban teniendo salida final por un escotillón a la azotea, también desaparecida. Presenta un importante añadido en su base; un revellín piramidal y un macizo cuadrado sobre él.
     Su fábrica es de mampostería, con esquineras y doble verdugada de ladrillo entre sus tapias.
     Esta torre, totalmente restaurada, debe su nombre a las ladroneras que tiene en la parte superior, desde las cuales se defendía el torrero.
     En las Instrucciones de 1497 y Provisión de 1511 se dispone que en la torre de Ladrones, entonces siguiente a la torre de la Mar, de Marbella, hubiese de forma continuada un vigía, nombrado por la ciudad y con jornal de veinticinco maravedíes, pagaderos de las rentas de los moros. Sirvió tanto a árabes como cristianos para vigilar las costas (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Torre Ladrones es la torre vigía más alta de todo el litoral malagueño y por tanto la de mayor alcance de campo visual.
     Era conocida ya al final del s. XV con este curioso nombre, debido segura-mente a las aspilleras (ladroneras) situadas en el suelo del voladizo alto (matacanes) que servían de observación y puesto de ataque al enemigo que se aproximaba a la base de la fortificación. De base cuadrada, presenta forma de prisma con unas dimensiones de 3,65 m. de lado, y una altura de 14,60 m., estando reforzada con un revellín.
     En época nazarí, enlazaba Marbella y Fuengirola. En 1497 los RR.CC. destinan allí un atalaya por la importancia del sitio, aumentándose su guarnición en 1501 para el control de los mudéjares. En el siglo XVIII aun participaba en la defensa costera, aunque por su estado era incapaz de albergar artillería.
     Exteriormente, su construcción de ladrillo, no ofrece hueco alguno, y tan sólo como elemento de adorno una imposta. Está distribuida interiormente en tres plantas y un terrado practicable a modo de terraza.
     Desde esta atalaya se ejercía la vigilancia en la época musulmana de la parte oriental de la ensenada de Marbella, pues se levantaba sobre un puntazo arenoso próximo al límite del término Municipal de Marbella con el de Mijas. Parece ser que fue en sus proximidades, cuando en 1365, Ibn Battuta estuvo a punto de ser cautivo por los tripulantes de una galera cristiana.
     Los rayos de una tormenta debieron dañarla antes de 1563 en su fachada sur y después en el muro norte, además debió tener también el defecto de vibrar y oscilar con el viento debido a su gran elevación y reducida superficie. Hoy en día se encuentra totalmente restaurada (Diputación Provincial de Málaga).

Torre Lance de las Cañas
     La Torre Lance de las Cañas está situada en la zona de las Chapas, a pie de playa, siendo la más singular de Marbella por su forma. El cambio de dirección que realiza la carretera en este punto, provoca un gran espacio entre ésta y la línea de playa, el cual ha sido ocupado en su práctica totalidad, dificultando el acceso al monumento. A pesar de estar encajonada por diferentes urbanizaciones residenciales de viviendas unifamiliares (la torre se encuentra medianera con una propiedad privada), ha podido mantener un pequeño entorno libre alrededor que facilita su visita y contemplación.
     Es una torre en forma de pezuña o de herradura, construida en la segunda mitad del siglo XVIII para emplazar en ella artillería. Tiene planta de medio círculo prolongado con dos espolones oblicuos u hornabeques en el dorso. Su perímetro es de 53,35 metros y su altura es superior a los 10 metros. Su interior presenta dos plantas aumentando la superficie de ellas conforme se asciende, a la par que disminuye el espesor de los muros exteriores. La planta inferior o sótano constituiría la "Santa Bárbara" (al nivel del suelo exterior). El piso superior o cámara principal se encuentra bien iluminado por dos ventanales y cubierto al igual que el sótano con bóveda de ladrillo; se alinean en el testero norte todos los servicios necesarios (alacena, chimenea, etc.). Finalmente, una espaciosa azotea, rodeada de pretil y con hueco para la salida de humo. Dos tramos de escalera comunican las diferentes cámaras y azotea. El acceso a la torre se encuentra a 6 metros del suelo, situado en lado oriental del espigón derecho.
     Su fábrica es de mampostería complementada con uso de ladrillo en diversos elementos como: esquinales, jambas y dinteles, aspilleras, molduras del pretil y bóvedas y muros interiores. Está bastante deteriorada, presentando un hueco artificial en sus caras este y al nivel del suelo.
     Previamente a su rehabilitación estaba bastante deteriorada, presentando un hueco artificial en sus caras este y al nivel del suelo. Entre 2009 y 2010, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino la incorporó en la primera fase de restauración de las Torres Vigías Históricas de la provincia de Málaga.
     La frecuencia de los ataques turco-magrebí llegaron en ocasiones a contingentes de dos mil hombres, realizando hechos tan sangrientos como el saqueo de Gibraltar por Barbarroja en 1540. Esto movió a intensificar las fortalezas con un nuevo modelo que acrecentara sus posibilidades combativas y a desarrollar un largo plan de estas construcciones a lo largo de toda la costa. En la de Málaga se construyen cuatro fortines de este tipo y de ellos tres están en este sector.
     Según el informe redactado en 1584 por Hernando Hurtado de Mendoza en el Lançe que dizen de las Cañas, entre Torre Ladrones y la del Real de Çaragoça, estaba señalado hacer una torre cuyo presupuesto ascendía a 650 ducados.
     En la visita que realizó en 1762 Antonio María Bucarelli, anotó que junto al Arroyo del Lance de las Cañas había un cuerpo de guardia con cuatro soldados de caballería de la Costa.
     Según estado redactado en Málaga el 23-9-1766 por Juan de Urbina la Torre del Lance de las Cañas, del partido de Marbella, aún no estaba presupuestada ni tenía proponente por haber sido aprobada recientemente.
     En el informe redactado por Ramón de Nabas el 26-12-1773 se indicó que la Torre del Lance de las Cañas se hallaba en buen estado. Francisco Gozar anotó el 18-8-1774 que la Torre del Lance de las Cañas, capaz para dos cañones de a 16 o 24 libras, había sido construida por proponente y se hallaba en buen estado.
     En el informe realizado en Málaga el 12-12-1781 por el mismo Gozar señaló que la Torre Reducto del Lance de las Cañas se hallaba en buen uso.
     En 1783 Joaquín de Villanova anotó que la Torre del Lance de las Cañas entre la del Real de Zaragoza y la de Ladrones, señalando que la llama del torreón por ser triple mayor que las torres comunes.
     En el informe fechado en Granada el 31-1-1821 por Juan Pérez señaló que la Torre para Artillería de las Cañas eras de las de nueva planta para dos cañones de a 8 libras y necesitaba pequeños reparos que presupuestó en 500 reales de vellón.
     En 1830 Mauricio Rodríguez de Berlanga indicaba que la Torre artillerada del Lance de las Cañas era torre de las construidas para dos cañones a partir del Reglamento de 1761, sin hacer referencia a su estado.
     En el informe de 1849 Miguel de Santillana indicó que la Torre reducto del Lance de las Cañas, a 120 pies del mar, era de las artilladas construidas a partir del Reglamento de 1764 y tenía seis fanegas de tierra para los torreones; en su inmediación se habían construido ocho chozas, dos de ellas pegadas a la gola de la fortificación.
     En la memoria de 1857 José Herrera García indicó que la Torre artillada del Lance de las Cañas, a 32 varas del mar, era de las construidas para dos cañones, pero se encontraba en mal estado y necesitaba grandes reparos; a pesar de ello fue incluida entre las obras útiles existentes.
     En los derroteros de 1860, 1873, 1906 y 1945 figura el Torreón del Lance de las Cañas es obra edificada en1540, en tiempos del Emperador.
     El derrotero de 1991 anota la existencia de la Punta del Lance de las Cañas, muy poco pronunciada, con un Torreón de la misma denominación y varias casas en su parte oriental (Gil Albarracín, 2004: 327-328).
     Además de ser BIC desde el 26/06/1985, tiene Protección Nivel 1. Edificios de Protección Integral. Categoría A y Nivel 1. 
     Protección Arqueológica Integral (PGOU Marbella, 2010) (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII, es el resultado de la evolución de las torres vigías y del sistema defensivo costero. Su nombre deriva de un arroyo que discurre en las proximidades.
     Se les da a estos fortines la denominación de "forma de pezuña" por ser su planta de medio círculo prolongado y con dos espolones oblicuos u hornabeques en el dorso.
     Su construcción es de mampostería, obra que llamaban de cal y canto. En las primeras construidas completan rápidamente la obra con algunos elemento exteriores de ladrillos, material que, en las edificadas posteriormente con menor urgencia, se sustituye por cantería labrada. Interiormente algunas bóvedas y muros están construidos también de ladrillos con llagas de tres.
     La fachada norte la forman dos espigones de 6,30 separados centralmente 2,93 oblicuos hacia el interior, en donde se cierra el contorno con muro de 2,63, el desplome o escarpa de los muros es de 85 cm. Con lo que se evitaba eficazmente la escalada.
     Su disposición interna se compone de dos plantas y una azotea, la superficie de estas cámaras van incrementándose ascendentemente al par que naturalmente disminuye el espesor de los muros exteriores.. El ingreso se hacia a través de una escala de cuerda, por un hueco a unos seis metros de altura. Siempre situado al lado oriental del espigón derecho, lo protegen dos saeteras, hacia el norte, que atraviesan un muro de 1,35 m. Junto al ingreso una salida de 2,85 x 0,97 m. cubierta con bóveda de cañón a 2,65 m. de altura, también con dos saeteras, serviría de estancia al vigilante, por un tramo de escalera de 2.40 y nueve peldaños se desciende a la sala principal. Esta estancia es amplia, iluminada por dos ventanales laterales; tiene el frente circular y se cubre con bóveda de ladrillo, en el testero norte se alinean magistralmente todos los servicios necesarios: escalera de dos tramos, alacena, chimenea para producir el humo de alarma, nicho, escalera de subida a la terraza, etc (Diputación Provincial de Málaga).

Villas Romanas (Cilniana y Río Verde)
    
     La villa romana de Río Verde está ubicada en un asentamiento de origen púnico. El desarrollo y esplendor de la misma fue fechado por sus descubridores, entre principios del siglo I y comienzos del II de nuestra era, aunque posteriormente otros investigadores han establecido su cronología en una época más tardía, mediados del siglo II y comienzos del III d. C.
     Fue descubierta al inicio de la década de los 60 por el arqueólogo y catedrático de Griego Carlos Posac Mon y por Fernando Alcalá Marín abogado, cronista oficial de Marbella y por aquel entonces Delegado local de Excavaciones Arqueológicas.
     El área excavada incluye un patio interior, enmarcado por unas doce columnas, que recibía el nombre de peristylum y tenía como finalidad dar luz a las salas interiores del edificio. Su parte central solía ajardinarse. En torno a él existen seis habitaciones, algunas de ellas decoradas con mosaicos. 
     Se trata de una villa rústica cuyos propietarios podemos deducir que gozaban de una buena posición económica. Aunque no ha podido ser explorada en su totalidad, ya que está rodeada por parcelas construidas con viviendas unifamiliares aisladas, el Ayuntamiento adquirió en su día la propiedad con una superficie de 698 metros cuadrados evitando su desaparición. Tras las excavaciones arqueológicas realizadas sólo ha podido sacarse a la luz una parte de la casa, dando lugar a una versión incompleta de la misma.
     Posiblemente en sus inmediaciones se localizara la zona fructuaria de la misma, que debía estar estrechamente vinculada al mar, con la correspondiente factoría para la elaboración de salsas de pescado, garum, y también existiría una fábrica de púrpura ya que se han encontrado en abundancia restos de conchas de murex y que eran muy cotizadas para esa elaboración.
    La importancia de la villa radica en un conjunto musivario de temática diversa y de una gran calidad que decora los pasillos en torno al peristilo y algunas habitaciones. Su estado de conservación es excelente y la mayoría de las teselas son de color blanco o negro salvo el mosaico que representa la cabeza de Medusa ¿Gorgoneion¿ que es policromado. 
     Pero el más interesante de todos los mosaicos descubiertos en la villa de Marbella, tanto por los motivos en él representados como por la forma en la que se presentan, unos a continuación de otros, como si se tratara de un muestrario, en una larga franja es el llamado de tema culinario que ha sido calificado como ¿unicum¿ ya que representa numerosos utensilios de cocina de la época romana y diversos tipos de alimentos vegetales y animales. La manera como han sido representados sitúan al artista más cerca de los artistas contemporáneos que de los de su época.
     También se encontraron múltiples objetos: placas de mármol, vidrios, cerámicas, clavos, lucernas, agujas de coser redes, azulejos... y un total de 21 monedas, dos púnicas, diecisiete romanas y dos españolas.
     Por causas que se desconocen a mediados del siglo II un gran incendio destruyó parcialmente la villa. Más tarde sus propietarios volvieron a reconstruir parte de las habitaciones dañadas y se colocaron nuevos pavimentos con piezas de mármol.
     El maremoto del año 365 coincidiría con la decadencia de la población local y sus consecuencias catastróficas posiblemente acelerarían el proceso de desintegración y hundimiento de la cultura romana. En los inicios de la Edad Media tras las invasiones, la villa debió quedar abandonada definitivamente (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Dentro de la denominada Marbella Romana se encuentra la supuesta ciudad de Cilniana, ubicada junto al borde de la playa que corre desde la desembocadura del río Guadalmansa hasta el llamado Pago de Linda Vista y cuyas ruinas están casi destruidas por las urbanizaciones. Sin embargo aún se conservan en la zona dos grandes yacimientos: Las Bóvedas y la basílica paleocristiana de Vega del Mar.
     El topónimo Cilniana da nombre a una asociación que desde su creación ha luchado por la defensa y la difusión del patrimonio cultural de la Costa del Sol Occidental.
     Por otra parte, la villa romana del río Verde se encuentra a unos 5 kilómetros de Marbella, en la orilla izquierda del río Verde. Se llega a ella por la carretera Nacional 340 en dirección a Algeciras. La villa fue descubierta por un viajero británico en el siglo dieciocho, pero no se empezó a excavar hasta los años 60 del pasado siglo. En un principio se creyó que eran los restos de la antigua Salduba, pero pronto se descubrió que era una gran villa romana. Los restos encontrados sitúan la villa en el siglo primero de nuestra era donde se hallaron cerámicas, mármoles y objetos de metal que están en el Museo Municipal. El interés general de este yacimiento gira alrededor de su pavimento a base de mosaicos compuesto por pequeñas piezas de forma cúbica en diversos colores denominadas "tesellae".
     A la derecha de la entrada se encuentra una habitación cuadrada cuyo suelo está decorado con mosaicos y cuyo tema central reproduce la cabeza de La Medusa, como símbolo de la buena suerte. El resto de la decoración se reduce a elementos geométricos alternados de forma equilibrada, excepto en el patio en el que nos encontramos con diversas representaciones relacionadas con el arte culinario como animales, hornillos, fuentes, asadores, soperas, espeteras, etc. todos ellos en colores negros y blancos
(Diputación Provincial de Málaga).

Yacimiento fenicio de Río Real
     Situado en la ladera meridional de un promontorio de la zona del Río Real, muy próximo a la desembocadura del río del mismo nombre, se han encontrado cerámicas de distintas tipologías, bien a torno o a mano, así como restos de una construcción. Platos, cuencos carenados, lucernas. Su cronología es amplia y podría comprender entre los siglos VII y VI a. C., y aunque la zona es escasa en yacimientos fenicios de estas características, se podría considerar como un emplazamiento situado en razón de una serie de importantes minas de hierro, en particular la cercana mina del Peñoncillo, con una cultura material que contempla la cerámica de tipo fenicio y otras indígenas y griegas. El asentamiento en sí es posible se remonte al siglo VIII a.C. Y haber perdurado hasta el IV a.C. Se han localizado restos constructivos que pueden corresponder a piletas de salazón Actualmente se pueden observar restos de estructuras constructivas dentro del recinto perteneciente al hotel (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Está situado muy próximo a la desembocadura del río Real. Su excavación arqueológica documentó una secuencia fenicia que tiene sus orígenes en el s. VII a.C. y que continúa hasta época púnica, entre los ss. V-IV a.C. La presencia de evidencias de actividades metalúrgicas permite poner en relación la función del yacimiento con las actividades mineras que se estaban llevando a cabo por esas mismas fechas en el vecino poblado de Cerro Torrón (Diputación de Málaga).

Plaza de Toros
     En el contexto específico de la Costa del Sol la arquitectura de las plazas de toros se puede considerar arquitectura turística, introduciendo esta apreciación matices a la formalización de su arquitectura. Estas piezas se desvinculan del compromiso con la ciudad que tradicionalmente ha jugado la plaza de toros, abandonando un tratamiento de su cerramiento como fachada urbana y apostando por una presencia volumétrica mucho más opaca y maciza, lejos ya de las referencias formales de la modulación presente en el Coliseo romano, antecedente programático de estas construcciones. Es el caso claro de la Plaza de Toros conocida como de Puerto Banús, que se ubica en el término municipal de Marbella alejado de su casco histórico dentro de la urbanización Andalucía la Nueva. 
     Se trata de una construcción de planta circular que genera una volumetría cilíndrica localizada en alto sobre una ladera al Norte de Puerto Banús. El autor abandona drásticamente los lenguajes historicistas tradicionalmente relacionados con la tipología así como el tratamiento del cerramiento de forma muy transparente a modo de logia corrida que rodea el ruedo y el graderío. El proyecto propone en contraste un esquema tripartito, el basamento a modo de soportal cuya estructura de pilares opta por el color blanco, cuyo fondo se realiza en ladrillo. El segundo cuerpo lo conforma el muro de ladrillo que contiene el graderío y en el que los únicos huecos que son los accesos a la plaza y unas pequeñas celosías blancas que proporcionan luz y ventilación a las galerías de distribución. Por último una pérgola de hormigón sobre pilares que remata el conjunto; se trata de una cubierta laminar a base de paraboloides hiperbólicos que aumentan el efecto de extrañamiento tipológico que provoca este edificio. 
     El tratamiento de los materiales es realmente destacable; el arquitecto combina la masividad plástica del trabajo realizado en ladrillo con un tratamiento monumental y decorativo de la estructura de hormigón aplicado al uso de plaza de toros. La descripción compleja de su estructura deja patente la dificultad que debió suponer en los años sesenta la adscripción al hormigón para solventar la estructura completa del edificio.
      "Existen así pues cuarenta y seis entramados radiales, enlazados en todos los nudos por vigas circulares, formándose ocho bloques independientes de seis entramados cada uno para disponer de ocho juntas de dilatación." 
     La plaza cae en desuso y queda a merced de las intenciones especulativas. El solar que ocupa está en la actualidad en una ubicación inmejorable, en el área de Puerto Banús y sobre una cota que le permite disfrutar de vistas sobre el litoral.
     El carácter turístico que se apropia indefectiblemente de la Costa del Sol genera unas demandas programáticas vinculadas especialmente a las actividades de disfrute y descanso. La construcción de plazas de toros parecía ineludible, dado el origen nacional del espectáculo era reclamado tanto por el turismo nacional aficionado a la fiesta como por el internacional que desde el desconocimiento lo disfrutaba como una estampa "typical Spanish." Es por ello que desde los años sesenta se presenta como una arquitectura propia de la Costa de Sol, construyéndose en la mayoría de sus municipios e incluso en algunas urbanizaciones una plaza de toros. 
     La construcción casi instantánea propia de la concepción consumista de los programas turísticos, hace que su autor, Luis María de Gana y Hoyos realice un diseño casi igual que el proyecto que propuso para la Plaza de toros de Vista Alegre en Bilbao. El proyecto para la Plaza de Toros de Puerto Banús da la oportunidad de mejorar aquellos puntos que no habían quedado totalmente resueltos en el proyecto para Bilbao.
     En este panorama de construcción de plazas de toros como producto turístico debemos destacar junto con la plaza que nos ocupa, la realizada en Estepona por el arquitecto Juan Mora Urbano en el año 1972 y considerada por José Miguel Morales Folguera como un proyecto más innovador e interesante que el propuesto por Luis M. de Gana y Hoyos para Marbella. Se trata de la primera plaza de toros asimétrica del mundo y la propuesta es fruto de la investigación del autor en el marco de sus estudios en Estados Unidos. 
     Luis María de Gana y Hoyos trabajó como arquitecto de Regiones Devastadas del área Norte, ejerciendo así mismo de arquitecto municipal de Leioa. Fue colaborador del arquitecto Eugenio Aguinaga con el que compartió estudio. Entre sus proyectos cabría destacar los siguientes: su residencia en Artaza, edificio social de Seguros Bilbao (1956), edificio de Viviendas en Gran Vía (1960) y bloques de viviendas en Zabálburu (1965). Desde principios de los años treinta hasta los años sesenta del siglo XX publica diversos artículos en la "Revista Nacional de Arquitectura." (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     La localidad de Marbella abrió por primera vez las puertas de su plaza de toros el 11 de Junio de 1964. Pedro Martínez (Pedrés), Manuel Benítez (el Cordobés) y Francisco Camino fueron los toreros elegidos para tal ocasión. Los toros procedían de la prestigiosa ganadería 'Antonio Martínez Elizondo'.
     La plaza de toros tiene una capacidad para 9.500 espectadores y cuenta con 8 puertas de acceso al recinto, aunque el área de aparcamiento es bastante limitada. Alejada del casco antiguo, la plaza de toros de Marbella es fácilmente accesible desde la N-340.
     A lo largo de todo el verano se celebra en esta plaza una 'Novillada' cada Domingo, a las 7 de la tarde. Las entradas pueden comprarse en las taquillas o en el quiosco oficial situado en el Paseo de la Alameda, los precios rondan los 30 Euros.
     La primera quincena de Junio, la ciudad de Marbella celebra su fiesta más importante La Feria de San Bernabé. El día más señalado es el 11 de Junio, fecha en la que se conmemora la conquista de la ciudad por los cristianos. Desde el mediodía hasta las 7 de la tarde, el centro de la ciudad se llena de cientos de personas que abarrotan las calles y bares para bailar y disfrutar de la llamada 'Feria de Día'. Durante toda la feria tienen lugar diariamente corridas de toros en la plaza, a las 7 de la tarde (Diputación de Málaga).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Alcazaba, Basílica paleocristiana Vega del Mar, Centro Cultural Cortijo de Miraflores, Torre de las Bóvedas, Torre del Ancón, Torre del Duque, Torre del Río Real, Torre Ladrones, Torre Lance de las Cañas, Villas romanas de Cilniana y Río Verde, Yacimiento fenicio del Río Real, y Plaza de Toros) de la localidad de Marbella (y III), en la provincia de Málaga. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia malagueña.

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