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miércoles, 11 de diciembre de 2024

Los principales monumentos (Iglesia de Santa Ana, Castillo de la Duquesa - Museo Arqueológico Municipal, Ingenio Chico, Iglesia de San Luis de Sabinillas, Torre de la Chullera, Yacimiento Arqueológico Castillejos de Alcorrín, y Centro de Interpretación Viñas de Manilva) de la localidad de Manilva, en la provincia de Málaga

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Santa Ana, Castillo de la Duquesa - Museo Arqueológico Municipal, Ingenio Chico, Iglesia de San Luis de Sabinillas, Torre de la Chullera, Yacimiento Arqueológico Castillejos de Alcorrín, y Centro de Interpretación Viñas de Manilva) de la localidad de Manilva, en la provincia de Málaga.
Datos geográficos
     Comarca de la Costa del Sol Occidental
     Superficie: 35 km2
     Altitud: 128 m
     Latitud: 36º 22'  -  Longitud: -5º 15'
     Distancia a Málaga capital: 104 km
Datos demográficos
     Población: 17.857
     Gentilicio: Manilveños
Ayuntamiento
     c/ Mar, 34, 29691
     952890065 - 952890066     www.manilva.es
     Manilva es el destino ideal para los turistas que buscan el descanso y la calma rodeados del mar y del encanto de un pueblo blanco. Situado en la Costa del Sol occidental, este municipio limita con la provincia de Cádiz y cuenta con todos los servicios para disfrutar de la naturaleza.
     Para completar la experiencia, mete ropa cómoda en tu maleta y déjate llevar por sus playas, diviértete con la práctica de deportes acuáticos y recorre los senderos que te permitirán conocer este rincón de la provincia de Málaga.
     En Manilva no puedes perderte sus monumentos: 
     Uno de los monumentos más emblemáticos de Manilva es el Castillo de la Duquesa. Fue construido en el año 1767 en una antigua villa romana para defender la costa de las continuas incursiones piratas. Esta fortaleza, junto al poblado neolítico de los Castillejos de Alcorrín, está catalogada como Bien de Interés Cultural.
     El Fortín de Sabinillas alberga en su interior el Museo Arqueológico de Manilva, cuya colección se compone de cerámicas, un ajuar funerario, así como adornos, utensilios y monedas de entre los siglos I y V. El valor patrimonial de Manilva también se debe a la Torre de Chullera, que se encuentra junto al mar en el cabo que lleva el mismo nombre.
     La iglesia de Santa Ana es otra de las visitas obligadas de este municipio. Fue levantada en el siglo XVIII sobre un templo anterior del XVI, y en su edificación contribuyeron los propios vecinos del municipio, el Obispado y el Duque de Arcos, señor de la villa.
     Para completar la visita, se recomienda realizar una parada en Ingenio Chico, instalación en la que se procesaba la caña de azúcar con el objeto de obtener azúcar, ron, alcohol y otros productos, y Villa Matilde, casa construida por Ignacio Infante, hermano del padre de la Patria Andaluza, Blas Infante, en la que se exponen restos romanos gracias a la restauración del inmueble (Diputación Provincial de Málaga).
      Manilva, último pueblo de la provincia antes de llegar al Campo de Gibraltar, se encuentra en zona plana, entre el río Guadiaro y el mar conserva aún los aromas del vino que hizo famosa a Málaga en toda Europa en los siglos XVIII y XIX. La historia de Manilva corre en paralela a la del vecino Casares, desde que en el siglo XVI los duques de Arcos, señores entonces de Casares, mandaron repoblar la zona y levantar el pueblo, que se dota de parroquia en 1624, independizándose en 1797.
     En la costa, el Castillo de Sabinillas data de 1767 y es obra del ingeniero Miguel del Castillo, ocupando el solar de una antigua villa romana, parte de cuyos materiales se reutilizaron en su fábrica. El entorno del Castillo de la Duquesa, fue declarado Zona Arqueológica en 2005. En Chullera, junto al mar, se levantan dos torres almenaras, una troncocónica del siglo XVI y otra más antigua, nazarí, de planta cuadrada (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
     Manilva está 7 km más adelante. Es el último municipio de Málaga en la costa oeste y está a sólo 35 km de Gibraltar. El núcleo urbano histórico se sitúa unos 2 km tierra adentro, en una suave loma rodeada de viñedos. Tiene tres playas magníficas: Punta Chullera, de la Duquesa, junto a un castillo del siglo XVIII perfectamente conservado, y sobre todo, Sabinillas (Rafael Arjona. Guía Total, Málaga. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).

Iglesia de Santa Ana

     El edificio actual, de principios del siglo XVIII, se construyó sobre otro más pequeño y antiguo, de finales del siglo XVI, costeando su edificación el obispado, los vecinos de Manilva y los duques de Arcos, señores de la villa, recayendo el encargo en el maestro Felipe Pérez y cuyas obras se iniciaron en 1776. La fábrica se dio por finaliza­da en 1783, pero en el siglo XIX y en la década de 1940, se realizaron importantes reformas y añadidos.
     Tiene tres naves, separadas por arcos de me­dio punto sobre pilares ochavados, y coro sobre el atrio. La fachada acoge un pórtico tres arcos de medio punto sobre pilares rectangulares, sobre los que -en una combinación de líneas quebradas, cóncavas y convexas, solución muy al uso de la arquitectura de la segunda mitad del siglo XVIII en Málaga y Cádiz-, se levanta una torre­ pórtico, que mantiene restos de pintura mural de motivos arquitectónicos (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
     Tiene tres naves separadas con arcos de medio punto sobre pilares ochavados, cubriéndose la central con bóveda de medio cañón con lunetos y fajones que bajo un desarrollado entablamento que rematan en placas recortadas; en su interior, en el cuarto de campanas, (puesto que la torre se alza a los pies), se repiten las placas soportando arcos diafragma. El presbiterio y brazos del crucero, que no sobrepasan la amplitud de las naves se cubren igual que la central, alzándose en el crucero una bóveda semiesférica sobre pechinas, resaltando bajo el anillo placas recortadas, soportes de unos jarros de azucena que se introducen en la bóveda como decoración. Tras la cabecera hay una interesante sacristía de planta cuadrada con seis arcos ciegos de medio punto que sirven para centrar el espacio y cubrirla con bóvedas semiesféricas sobre pequeñas pechinas, bóveda que se hundiría y aparece sustituida por techo raso. A los pies pero independiente de la iglesia hay un atrio rectangular estructurado en tres tramos cuadrangulares cubiertos por bóveda de arista separadas por fajones que apoyan en el muro de la iglesia en placas recortadas.
     Al exterior resalta el cuidado aparejo de mampostería y ladrillo visto, con el que se obtiene un ritmo decorativo. La fachada del hastial, que forma el atrio, tiene tres arcos de medio punto sobre pilares rectangulares de ladrillo, con clave resaltada el central y algo rebajado dada su luz más amplia completando con dos cuerpos laterales que superponen diferentes tipos de vanos, en relación con el que preside la portada. El remate de esta fachada opone sus líneas quebradas y cóncavo-convexas a las líneas octogonales de la torre que se alza sobre él. Sus cuatro cuerpos están cajeados, ampliándose la caja central cobijando arcos de medio punto para las campanas, se cubre con tejadillos a cuatro vertientes de tejas de cerámica. Junto a la nave de la Epístola se adosa el cementerio local.
     Las primeras noticias se refieren a la suspensión el decreto inicial que para la construcción de la iglesia emitiera el Obispo, a raíz de una Real Orden del 21 de octubre de 1773, que originó el envío de un informe completo al Consejo Real para que este resolviese. El 16 de Diciembre firmaron escrituras de obligación las fábricas menores con los vecinos de Manilva para solicitar que no se detuvieran las obras. La resolución, favorable pero tardía, dio lugar al comienzo de las obras en 1776, que finalizaron siete años más tarde.
     En 1794 un expediente del mayordomo de fábricas menores manifestaba el "estado ruinoso" de la iglesia; el obispo mandó reconocerla y ante el informe del maestro de fábricas generales menores ordenó la obra indicando al Cabildo su obligación de contribuir como participante de sus diezmos. El Cabildo acordó que se diera un tratamiento general, comunicándole oficialmente la Real Junta de diezmos, a finales de ese año, la obligación de contribuir a la obra y citando también al obispo. La iglesia sufrió nueva restauración en el último cuarto del siglo XIX que afectó fundamentalmente a las armaduras y cubiertas que amenazaban notable ruina (Archivo Temboury) restaurándose nuevamente en 1940 (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Situado en la llamada Plaza de la Iglesia, el edificio actual de la iglesia parroquial de Santa Ana se construyó sobre otro más pequeño que comenzó a edificarse en 1776 y no concluyó hasta 1783. Contribuyeron a la construcción del nuevo templo el obispado, los vecinos del pueblo y el Duque de Arcos, señor de la villa, dirigiendo las obras el maestro Felipe Pérez. 
     La iglesia tiene 36 metros de largo por 20 de ancho y fue reformada a mediados del siglo diecinueve. La planta de la iglesia presenta una distribución de dos naves laterales y una central con su crucero, presbiterio, atrio, almacenes y sacristía que queda adosada a ella (Diputación Provincial de Málaga).

Castillo de la Duquesa - Museo Arqueológico Municipal de Manilva
     Está ubicado entre dos barrios de Sabinillas, el de San Luís y el del Castillo, en una ancha y extensa playa que se encuentra resguardada por montañas de poca elevación. Su función militar y defensiva es independiente del sistema de atalayas de vigilancia existentes a lo largo de toda la costa. Respondía a la necesidad de proteger este gran fondeadero cercano a Gibraltar en los años en que se trataba, militarmente, de recuperarlo durante la guerra contra Inglaterra a causa del llamado "Pacto de Familia".
     Está formado por mampostería de piedra bermeja, cuidada, colocada en hiladas tendidas; con cantería labrada en los ángulos, así como en la cornisa, la guarnición de los huecos, pretiles y cercos de algunas troneras. Los muros exteriores tienen el pretil a plomo y el paramento escarpado.
     Su ingreso está protegido por un reducto esquinado, con adarve y quince troneras para fusiles. Inicialmente poseyó puerta levadiza accionada por cadenas y garruchas de cobre. El paso hacia el patio se formaliza en un pasillo cubierto por bóveda de cañón. El patio es de 16,7 m por 10,80 m y da ingreso a los cuarteles y dependencias, y a la plaza de armas o azotea, con parapeto para 200 hombres. Su lado meridional es un hornabeque, conformado por dos medios baluartes, que baten los flancos y se hallan trabados por una gola o cortina. Había un revellín circular con una batería de seis cañones de 24.
     Sus dimensiones y distribución son comparables a las del Castillo del Marqués y el de la Herradura en la provincia de Granada.
     En 1767 costeó su construcción D. Francisco Paulino, vecino de Sevilla, al que Carlos III en premio concedió la merced y retribución del mando de una compañía de caballería. El proyecto se debe al ingeniero Miguel del Castillo y lo construyó el maestro José Vargas. La dotación del castillo consistía en un Capitán o subalterno, 25 infantes con un sargento y dos cabos, ocho o diez caballos con otro sargento, 10 artilleros también con el suyo, un guarda de almacén y un capellán. 
     Moñino en su Diccionario Geográfico de 1826 lo nombra refriendo la existencia en él de un destacamento militar, en cambio Madoz en 1846 lo haya deshabitado. En los años setenta del presente siglo servía de vivienda a 16 familias, con un total de ocupación de 70 personas. Aunque precisa de reparaciones, su estado es bastante bueno (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Construido en 1767 por Carlos III, es una batería circular de cuatro cañones de calibre 24, cerrada por la gola con un muro aspillerado. Presenta unas características a caballo entre el castillo y la casa fuerte, con unas proporciones gigantescas que revelan en su diseño y estructura que sigue las normas de la arquitectura militar del momento. Constituye uno de los mejores ejemplos de fuerte del s. XVIII
     La fortaleza se encuentra situada junto a la playa La Duquesa y recibe también el nombre de Fortín de Sabinillas, por encontrarse junto al núcleo costero de Sabinillas. Construido en el siglo dieciocho por Francisco Paulino durante el reinado de Carlos Tercero, con el fin de defender a esta zona de las constantes incursiones de piratas y corsarios. Hasta hace unos años el castillo fue utilizado como cuartel de los Carabineros y de la Guardia Civil.
     Actualmente, acoge una tenencia de alcaldía, pero recibe numerosas visitas por su importancia tanto arquitectónica como histórica. La fortaleza se construyó aprovechando unos viejos muros dejados por los romanos y que apenas superaban un metro de altura. La estructura del castillo albergaba un destacamento para la caballería y otro para la infantería, así como un pajar, una cocina y una capilla. Actualmente es un lugar de encuentro de citas culturales y de ocio, además, se pueden visitar algunos restos arqueológicos encontrados en la zona.
     El Museo Arqueológico Municipal está situado en El Castillo de la Duquesa. Los objetos expuestos provienen en su totalidad del yacimiento arqueológico romano del “Entorno del Castillo de la Duquesa” que presenta una cronología que abarca desde finales del siglo I d.C. hasta inicios del V d.C. Se exhibe una colección de cerámica común romana, ajuar funerario, adornos personales. Se exhiben también anzuelos, utensilios de vida cotidiana, monedas etc.
     Cabe destacar El Castillo de la Duquesa, fortaleza que se encuentra situada junto a la playa La Duquesa y recibe también el nombre de Fortín de Sabinillas, por encontrarse junto al núcleo costero de Sabinillas. Construido en el siglo XVIII por Francisco Paulino durante el reinado de Carlos III, con el fin de defender a esta zona de las constantes incursiones de piratas y corsarios. Hasta hace unos años el castillo fue utilizado como cuartel de los Carabineros y de la Guardia Civil (Diputación Provincial de Málaga).

Ingenio Chico
     El Ingenio Chico es uno de los dos ingenios de azúcar que construyó el Duque de Arcos en estas tierras. El acueducto conserva la unión con el resto de la construcción en tapial, recordándonos las construcciones medievales y haciéndonos pensar en la mano de obra de tradición morisca (Diputación Provincial de Málaga).

Iglesia de San Luis de Sabinillas
     La Parroquia de San Luis de Sabinillas se encuentra en el núcleo urbano de San Luis de Sabinillas, en la Plaza de San Luis (Diputación Provincial de Málaga).

Torre de la Chullera
     Se ubica en el límite occidental de la provincia de Málaga, entre dos ensenadas. Quedó situada en el mando de Estepona y término municipal de Manilva, distante media legua a Levante del río Guadiaro. Fue la más occidental de las instalaciones militares del Reino de Granada, hasta que fue transferida a dicha jurisdicción de la Torre de Guadiaro. 
     El comienzo de la N-340 en la provincia de Málaga está marcada por la presencia de la Torre de la Chullera, en el extremo de la punta del mismo nombre. Su posición estratégica permite dominar la costa gaditana hasta el peñón de Gibraltar y los primeros kilómetros de la malagueña. En pleno trazado curvo se puede divisar esta torre que queda en la parte sur de la carretera, en una porción de terreno en el que se aprecian algunas transformaciones que no permiten acercarse a la torre con facilidad.
     Es de forma troncocónica, siendo la longitud de la circunferencia de la base de 23.40 metros lo que supone un diámetro de 7.45 metros, que pasa a ser de 5.75 metros en el exterior de la azotea. La altura es de 10.05 metros hallándose la puerta de ingreso a una cota de 6.15 del suelo. La escarpa es de 75 cms lo que supone un desplome de 7.5 por ciento.
     Fue fabricada con mampostería de piedra pequeña caliza y bermeja, colocada en hiladas horizontales. Su cuerpo alto parece responder a una reedificación de principios del siglo XVI, a juzgar por su composición, con mampuestos reducidos y desordenados, en ellos se intercalan algunos ladrillos a tizón. En su lado alto occidental se conserva un trozo enlucido llagueado en blanco que es característico de iglesias y fortalezas malagueñas y granadinas e principios del XVI. También se encuentra un revoco muy posterior en el basamento macizo.
     Este torreón contaba con agua de pozo y retransmitía las alarmas entre las torres de Guadiaro y la del Salto de la Mora, esto es, cubriendo 9 km. Su conservación es muy buena, tan sólo en la base se ha deteriorado por robo de piedras; se conserva la bóveda, parte del pretil, la puerta y la ventana de vigilancia; sobre éstos huecos están las ménsulas de piedra que sostuvieron los matacanes de protección.
     Encontramos noticias sobre esta torre en 1497 en las "Instrucciones para la guarda de la Costa" dadas por los Reyes Católicos a las ciudades, villas y lugares del Obispado de Málaga. En aquel momento se le asignaban tres guardas, que habían de costear los mudéjares de Casares con la ayuda de los de la Serranía de Villaluenga, de lo que cabe deducir la existencia de una construcción de origen andalusí en aquel momento.
     También aparece referencia a esta atalaya en la Provisión de 1501, pagando igualmente sus tres guardas los habitantes de Casares, como se había hecho hasta entonces.
     Ya se la denominaba en esos momentos Torre de la Chullera y hacia 1780 se la conoció también como Torre de la Culebra, tomando el nombre de un arroyo cercano.
     Una real cédula de 1516 inquiría la necesidad de construir una nueva torre en la boca del río Guadiaro, seguramente en sustitución de otra pequeña, cilíndrica, de piedra en bruto y poco espesor, que había sido destruida por un rayo. La nueva atalaya es mayor, sólida de forma troncocónica y realizada en mampostería. En aquel momento, la Torre de Chullera fue dotada con tres guardas.
     En la visita realizada en 1571 por Antonio de Berrio y Luis Machuca, encontraron la Torre de la Chullera en buen estado, pues sólo necesitaba dos celemines de yeso o de mezcla para repellar la bóveda, que como cualquier reparo era a costa de los propios de Gibraltar. Seguía teniendo una dotación de tres guardas, que pagaba el Duque de Arcos, pero aconsejaron doblarla para atender las escuchas en las Calas del Lantisco y de las Adargas.
     En 1739 el Marqués de Valdecañas la cita como las más occidental del litoral del Reino de Granada, encontrándola en buen estado. Seguía siendo mantenida por el Duque de Arcos.
     En el informe sin firma de 1759 figura que esta torre se hallaba en buen estado.
     En la visita realizada en 1762 por Antonio María Bucarelli anotó que la Torre de la Chullera se hallaba en buen estado y tenía capacidad para dos cañones de a 4 libras, pero sólo tenía uno desmontado. El Duque de Arcos continuaba sufragando sus torreros.
     En el estado de las torres realizado en Málaga el 15-11-1763 por Juan de Urbina la Torre de la Chullera tenía dos torreros y un cañón de a 4 libras.
     En el Reglamento de 1764 figura la Torre de la Chullera, del partido de Estepona, con un cabo y tres torreros de dotación.
     En la relación de 1765 Esteban Aymerick anotó que la Torre de la Chullera tenía poca capacidad para dos cañones, por lo que sólo se instalaría uno de a 4 libras, previo refuerzo de su bóveda y diversos recalzos y repellos, presupuestando dichos trabajos en 1710 reales de vellón.
     El Plan General de Obras redactado en 1767 por José Crame señaló que la Torre de la Chullera necesitaba reforzar su bóveda y rebajar el parapeto a la altura de su barbeta para admitir los dos cañones de a 4 libras de su dotación y otros reparos que fueron presupuestados en 1500 reales de vellón.
     En el informe redactado por Ramón de Nabas el 26-12-1773 se indicó que la Torre de la Chullera se hallaba en buen estado.
     En la relación redactada por Francisco Gozar el 18-8-1774 anotó que la Torre de la Chullera, capaz para dos cañones de a 4 libras, se hallaba en buen estado. En el informe realizado en Málaga el 12-12-1781 por el mismo Gozar señaló que la Torre de la Chullera necesitaba 800 reales de vellón para sus reparos, cuyo pago correspondía al Duque de Arcos.
     En 1783 Joaquín de Villanova anotó que la Torre de la Chullera necesitaba medio cahíz de cal para ciertos revocos y una puerta con su cerrojo, presupuestándolo en 200 reales de vellón.
     En 1784 José de Veciana anotaría que la conservación y mantenimiento de la Torre de la Chullera, igual que las de la Duquesa y del Salto de la Mora, era a cargo del Duque de Arcos.
     En el informe fechado en Granada el 31-1-1821 por Juan Pérez señaló que la Torre Atalaya de la Chullera necesitaba pequeños reparos que presupuestó en 400 reales de vellón (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Se encuentra esta torre en el límite occidental de la provincia. En 1497, ya se la denominaba Torre de la Chullera. Una real Cédula de 1516 inquiría la necesidad de construir una torre nueva en la boca del río Guadiaro, seguramente en sustitución de otra pequeña, cilíndrica, de piedra en bruto y poco espesor, que había sido destruida por un rayo.
     La nueva atalaya es mayor, sólida, de forma troncocónica y mampostería. La circunferencia de la base tiene una longitud de 23,40 m., lo que supone un diámetro de 7,45 m. y 5,75 es el del exterior de la azotea. La altura total es de 10,05 y la puerta de ingreso se haya a 6,15 del suelo. La escarpa es de 75cm., lo que responde a un desplome de 7,5 por ciento. La mampostería es de piedra pequeña, caliza y bermeja, colocada en hiladas horizontales. Su cuerpo alto parece rehecho, a principios del siglo XVI, ya que sus mampuestos son reducidos y desordenados, en ellos se intercalan algunos ladrillos a tizor. Servía de amparo a los ganaderos, pasajeros y a los que cortaban madera para artillería.
     Su conservación es buena, se conserva la bóveda, parte del pretil, la puerta y la ventana de vigilancia. Sobre estos huecos están las minúsculas de piedra que sostuvieron los matacanes de protección (Diputación Provincial de Málaga).

Yacimiento Arqueológico Castillejos de Alcorrín
     Este yacimiento se localiza sobre un cerro cuya coronación es amesetada y se encuentra separado por dos vaguadas. Se trata de un asentamiento fortificado que cuenta con una potente muralla que rodea todo el recinto, con bastiones circulares en uno de sus frentes. Las intervenciones han permitido datarlo a principios del primer Milenio a. C., por lo tanto, se adscribe a un horizonte cultural del Bronce Final.
     El elemento más conocido es la muralla, siendo su sector norte el más documentado, donde se ha constatado que ésta se apoya directamente sobre el suelo natural, excepto en las zonas en las que para salvar el desnivel se construye una zarpa o zócalo de grandes mampuestos. En cambio, el sector oeste es el más monumental, porque al tratarse de la parte de más fácil acceso se realiza un refuerzo de la muralla, para garantizar la seguridad. Por otro lado, el sector este es uno de los más interesantes porque enlaza con otro lienzo de la muralla mediante un bastión con una planta muy singular.
     En el recinto destaca, por la época a la que se adscribe, un lienzo de muralla que conectaría con una posible torre avanzada que cumple una doble función, por un lado facilitar el acceso a un acuífero ubicado a los pies de dicha torre, que garantizaba el suministro de agua, y por otro lado la defensa desde una de las vaguadas.
     Los estudios realizados indican que la técnica predominante en la construcción del perímetro es mediante mampostería, generalmente de mayor tamaño en el interior y que se rellena a base de ripios de pequeño tamaño. También dichas intervenciones han detectado un nivel de cronología romana de escasa potencia que quedó colmatado por un derrumbe sobre el que se localiza una unidad de gran potencia que data de finales del siglo VI.
     Aparte de los elementos estructurales, se han recuperado en los diversos trabajos de excavación una serie de bienes muebles, en concreto cerámica a mano, bruñida, donde predominan los cuencos carenados con perfiles suaves en S, así como ollas con motivos incisos, aunque también se han registrado algunos casos de cerámica a torno que se corresponderían con ánforas fenicias. Por otro lado, en otra de las campañas se documentó un conjunto cerámico con predominio de cerámicas lisas, mientras que la cerámica decorada se representa mediante bandas de líneas paralelas entrecruzadas y otras de impresiones circulares.
     Por otro lado, es relevante la presencia de malacofauna que revela la importancia del marisqueo como base de la subsistencia de los habitantes de este asentamiento, así como la documentación de escorias reflejan la actividad en este poblado de los procesos de transformación metalúrgica (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     El yacimiento, localizado en el año 1989 en el Cerro de los Castillejos, está considerado por los expertos como uno de los diez más importantes de la época en Andalucía. Los restos corresponden a una fortaleza de siglo VIII. El recinto arqueológico, de la cultura tartessica, presenta según los expertos singularidades como su extensión (una dimensión de 22 hectáreas, equiparable a los edificios más grandes de la época), la novedad de sus construcciones para la defensa del territorio y la conservación del trazado del recinto prácticamente completo. Un hallazgo de gran interés que la Junta de Andalucía ha querido proteger, declarando esta zona como Bien de Interés Cultural.
     La muralla presenta una anchura de 4,30 metros, una potencia conservada de 1,68 metros de altura, con once hileras de piedras. A lo largo del perímetro de construcción aparecen torreones que evidencian el potencial de desarrollo de este poblado, gracias al comercio con los fenicios, y las soluciones arqueológicas complejas para la defensa de este asentamiento. Así, el recinto pudo servir de refugio a las jefaturas que controlaban el territorio. Los arqueólogos que han trabajado en las prospecciones confirman que esta fortaleza no está aislada. A menos de un kilómetro en dirección sur se encuentran materiales de una atalaya que comunicaba visiblemente el asentamiento con la costa.
     Las investigaciones realizadas no han podido determinar el grado de ocupación de este territorio, sin embargo, apuntan a que no estuvo en uso más de un siglo. Los materiales encontrados señalan que en el año 530 se vuelve a ocupar por los romanos, como cantera de materiales o para estabular ganado. Han aparecido materiales cerámicos consistentes en fragmentos de cazuelas y ollas para cocinar y almacenar alimentos, elaboradas todas ellas a mano, predominando los acabados bruñidos, típicos del Bronce Final (Diputación Provincial de Málaga).

Centro de interpretación Viñas de Manilva (CIVIMA)

    El Centro de Interpretación Viñas de Manilva (CIVIMA) cuenta con los siguientes espacios expositivos:
        – Sala Audiovisual: Visualización de un documental sobre aspectos relacionados con el proyecto y el municipio de Manilva.
        – Sala de Viticultura: Espacio destinado a la descripción, mediante imágenes y objetos, de las particularidades de la viticultura de Manilva, como son las variedades de vid cultivadas, morfología de la planta, labores tradicionales o útiles empleados.
        – Sala de Enología: Espacio expositivo destinado a la descripción de la elaboración del vino, comparando los sistemas tradicionales y modernos.
        – Sala de la Vendimia y la Fiesta de la Vendimia: Se puede contemplar el tradicional “sombrajo” de caña, lugar donde se realizaban las tareas de procesado de la uva antes de llevarla al mercado. Fotografías de varias épocas relativas a las fiestas y costumbres de la viticultura. Descripción y uso de los paseros para la elaboración de pasas y uva para obtención de vinos dulces.
     Además, en el edificio anexo de CIVIMA se encuentran ubicadas las Bodegas Nilva. (Diputación Provincial de Málaga).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Santa Ana, Castillo de la Duquesa - Museo Arqueológico Municipal, Ingenio Chico, Iglesia de San Luis de Sabinillas, Torre de la Chullera, Yacimiento Arqueológico Castillejos de Alcorrín, y Centro de Interpretación Viñas de Manilva) de la localidad de Manilva, en la provincia de Málaga. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia malagueña.

Más sobre la provincia de Málaga, en ExplicArte Sevilla.

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