El Barrio de Bellavista es, en el Callejero Sevillano, un barrio que se encuentra en el Distrito Bellavista-La Palmera, delimitado por las vías Parque de los Bermejales, avda. Dinamarca, Palmas Altas, avda. Jerez, gta. Letonia, c/ María Galiana, c/ Zenobia Camprubí, c/ Villa de Peñarroya, Vía del Ferrocarril, SE-30, ctra. de Utrera, límite término municipal, Vía del Ferrocarril, ctra. Isla Menor, límite término municipal, y dársena del río Guadalquivir.
El Barrio de Bellavista lo componen las vías siguientes: c/ Afrodita, c/ Agujas, c/ Alcuceros, c/ Almenas, c/ Almirante Argandoña, c/ Alonso de Lugo, c/ Alonso Mingo, c/ Alonso Sánchez de Huelva, c/ Altares, c/ Ambrosio de la Cuesta, c/ Andalucía, c/ Ángel Camacho Baños, c/ Apolo, c/ Ares, c/ Asensio y Toledo, c/ Ávila, c/ Balandros, c/ Bamberas, c/ Bañer de Salcedo, avda. Bellavista, c/ Borja, plaza Las Cadenas, c/ Caldereros, c/ Camino de la Ermita de la Virgen de Valme, ctra. Camino del Silo, c/ Camino del Silo, c/ Caspe, c/ Chipre, c/ Cibeles, c/ El Compás, ctra. El Copero, bda. Cortijo del Cuarto, c/ Cristo, c/ Eduardo Miura, c/ Enamorados, c/ Espejo, lugar Estación de Bellavista (La Salud), c/ Fauno, c/ Feliciana Enríquez, plaza Fernando VI, avda. del Flamenco, c/ Francisca Sánchez Blanco, c/ Francisco de la Fuente, c/ Fuente de Cantos, c/ Galatea, c/ Gaspar Calderas, c/ Guadalajara, c/ Hermes, c/ Híspalis, P. I. Pineda calle A, P. I. Pineda calle B, P. I. Pineda calle C, P. I. Pineda calle D, P. I. Pineda calle E, P. I. Pineda calle F, c/ Isabel Cheix, ctra. La Isla Menor, bda. Itálica Isabelina, c/ Jabegote, c/ Jardín de la Isla, c/ Jardín de la Marquesa, c/ Jardín de la Primavera, urb. Jardines Bellavista M.5, c/ Jardines del Císter, c/ Jardines de la Alhambra, c/ Jardines de la Granja, c/ Jardines de los Poetas, c/ Jazmín, avda. Jerez, c/ Laguna, c/ Logroño, c/ Magnolia, c/ Mallorca, c/ Manuel Gonzalo Mateu, c/ Marcos Ana, c/ María Galiana, c/ Marte, c/ Mérida, c/ Mesones, c/ Miguel Ángel, c/ Milongas, c/ Minerva, c/ Morfeo, c/ Neptuno, plaza Nuestra Señora de Valme, urb. Nueva Bellavista, c/ Palencia, c/ Palmeral de Elche, c/ Palomas, c/ Pamplona, c/ Parque Calderón, c/ Parque de la Taconera, c/ Parque del Retiro, c/ Parque Genovés, c/ Parque Güell, c/ Pazo de Oca, c/ Perséfone, c/ Plata, c/ Poseidón, c/ Proserpina, c/ Quintas de Bellavista, c/ La Rambla de Almería, plaza Retiro, c/ Roque Barcia, c/ Rosas, c/ Sacramento, c/ Salamanca, pasaje de Salamanca, c/ de la Salud, c/ San Antonio Abad, c/ Santa Margarita, c/ Santa María de la Cabeza, c/ Selene, c/ Soria, c/ Talía, c/ Torres Farfán, ctra. de Utrera, puente V Centenario, c/ Viar, c/ Vigo, c/ Villa de Peñarroya, c/ Villa de Pozoblanco, camino Villanueva del Pítamo, c/ Violeta, c/ Virgen de Valme, c/ Zenobia Camprubí, y c/ Zeus.
El Barrio, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, siendo el conjunto de vías urbanas con características homogéneas, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos.
Queda cruzada por la carretera general Madrid-Cádiz. que la divide en dos sectores bien delimitados. Su forma es alargada en dirección norte-sur, fiel al ritmo de la autovía. Su estructura casi ortogonal da origen a calles de amplia longitud y trazado rectilíneo. La parte oriental de la barriada queda perfectamente delimitada por la vía del ferrocarril Sevilla-Cádiz y por la carretera de Dos Hermanas; la zona occidental lo está por los terrenos del Cortijo del Cuarto, pertenecientes a la Diputación Provincial. El asentamiento puede considerarse morfológicamente como un típico enclave entre dos importantes vías de comunicación: la autovía y el ferrocarril. Las zonas de protección de ambas ofrecen campo abandonado al asentamiento marginal. La situación de la industria va a terminar de definir la zona como lugar de residencia de la fuerza de trabajo.
El desarrollo de este suburbio queda marcado por la génesis de una pequeña entidad rural que progresivamente evoluciona. Su comienzo tímido se encuentra en 1890, fecha en la que sobre la antigua vereda de la Mata del Chaparro se abre el camino de la Isla Menor. En 1923 se lleva a cabo la primera parcelación del terreno, lo que motiva un incremento de la población. La parcelación no ofrece características especiales en su trazado ni similitud entre ellas. Prácticamente no existen las reparcelaciones. La temprana parcelación de buena parte del núcleo y la consolidación de un proletariado industrial como residente en la zona han conducido a una estructura urbana con un nivel de servicios urbanísticos desusado en otros núcleos originariamente suburbiales. Un decenio más tarde se presenta un proyecto de urbanización al Ayuntamiento de Dos Hermanas -municipio del que dependía en dicha época-, que fue aprobado, procediéndose entonces a la rotulación de las calles. Una peculiaridad especialmente interesante es la existencia de varias plazas que ofrece el trazado viario. En 1937 la barriada de Bellavista quedaba transferida al municipio de Sevilla, aspiración que tenía la ciudad desde que los nuevos cuarteles edificados durante la Dictadura habían quedado fuera de su término, y ante las previsiones de la industrialización de esta zona por la recién abierta corta de Tablada. A partir de este momento, por la inmigración motivada por la guerra y por la construcción de importantes factorías en su proximidad planta de Saca y Uralita, S.A., se produce un notable incremento de población.
En 1950 el Ayuntamiento de Sevilla realiza una nueva rotulación de las calles, eliminando los nombres anteriores y concediendo ahora a estas vías los de poblaciones españolas, de personalidades culturales sevillanas o denominaciones históricas del casco que ya por entonces habían desaparecido sustituidas por otras. En esta época los vecinos de la barriada tenían clara conciencia de la importancia de este núcleo desde el punto de vista industrial, y así escribían: "Respecto a la importancia industrial de la barriada, debemos reconocer que en sus proximidades están establecidas las siguientes entidades: Saca, Uralita, S.A., y el almacén de aceitunas de Trueba y Pardo, siendo fácil de entender que todos estos establecimientos han de tener una forzada relación con el núcleo de población más próximo para las necesidades de mano de obra. Dentro de la barriada existen los importantes talleres de fundición de Prida e Hijos, la fábrica de tuberías de cemento de Llopis, y unas manufacturas metálicas cuyas naves están en vías de construcción" (Obras Públicas, 1957, núm. l47). También es importante la actividad agraria, centrada en el complejo del Cortijo del Cuarto.
El abandono urbanístico de la barriada era entonces el característico de las zonas suburbiales. En el mismo año 1957 carecía de alcantarillado y de abastecimiento de agua potable. Esto motivaba una situación de peligrosa insalubridad: "los vecinos utilizan pozos existentes en sus viviendas, contaminados la mayor parte por filtraciones de pozos negros también existentes con increíble proximidad a los primeros" (Ibíd.), lo que generaba un continuo riesgo de epidemias. Además se carecía de pavimentación; el alumbrado público era deficiente, no había mercado de abastos, la comunicación con el centro de la ciudad era escasa y se había agudizado la falta de puestos escolares como consecuencia del incremento de la población. A este respecto, se hablaba de un censo infantil de 2.400 niños, y una capacidad de la única escuela nacional para un máximo de 350. Las obras de urbanización se iniciaron en 1950, en lo que se refiere a la conexión de la barriada con la red de alcantarillado y de suministro de agua. El problema de la pavimentación se ha resuelto recientemente, aunque continúan pendientes otras cuestiones como la carencia de transporte público municipal. El núcleo fue afectado por el Plan de Reforma de Bellavista, aprobado en 1969. La existencia de dicho plan y el alto grado de accesibilidad alcanzado por la barriada han producido sobre ella todo tipo de expectativas comerciales y de edificación. Por ello, ha ido adquiriendo progresivamente un equipo cada vez más completo. Así, en la actualidad tiene dos parroquias, sucursales bancarias y de cajas de ahorro, farmacias, colegios públicos e instituto de bachillerato -instalaciones escolares que en 1970 permitían una ocupación de 2.337 alumnos-, ambulatorio de la Seguridad Social, médicos y practicantes, laboratorios de análisis, mercado municipal, Correos, Telefónica, etc. El total de comercios en el mismo año ascendía a 122, de los cuales 53 se dedicaban al ramo de la alimentación, ó al vestido,19 a bebidas, 35 a equipo doméstico y el resto a bienes diversos. Los establecimientos, en general, son de carácter modesto. Las compras se limitan casi a productos de uso diario. Aunque se advierte una dispersión en cuanto al emplazamiento, se va creando un pequeño centro cívico en la calle de Asensio y Toledo, la más importante vía de acceso a la parte oriental de la barriada.
En 1975, según González Dorado, la población estaba caracterizada por las siguientes notas: elevado índice de analfabetismo, que alcanzaba el 26 por 100; la mayor parte de la población activa masculina se clasificaba como obreros industriales, con una gran basculación al ramo de la construcción; emigración al extranjero, pues entre 1961-1970 habla un total de 277 emigrantes, según datos de las Oficinas de Emigración. Probablemente son estos movimientos, unidos a la desaparición de algunas de las industrias cercanas, los factores que explican el estancamiento de la población y el aumento del desempleo, que se traduce en un elevado índice de inseguridad ciudadana.
La vivienda en Bellavista presenta variedad de estilos y formas, aunque dentro de un cierto tipismo sevillano. Predomina la casa unifamiliar de tamaño reducido, con dos plantas, con azoteas, ventanas y balcones, adornada de azulejos. Hasta hace poco había también casa de vecindad. En los años 50 la Diputación Provincial construye en terrenos del Cortijo del Cuarto una urbanización para colonos conocida como barriada del Cortijo del Cuarto, formada por casas unifamiliares adosadas de estilo rural andaluz: una o dos plantas con tejado, porches con arcada de medio punto y pintura de cal y almagre, comunes a todo el conjunto. La aplicación del Plan de Reforma de Bellavista ha permitido la construcción de elevados bloques de viviendas, que por su significación socio-económica enriquecen la barriada, aunque contrastan con el tipo arquitectónico dominante. En muchas fachadas han hecho también su aparición materiales constructivos antes no empleados como los terrazos en zócalos y los azulejos serigrafiados, así como amplias terrazas que suponen una evolución del modelo popular de las antiguas casas autoconstruidas. No faltan los chalets con pequeño jardín, recuerdo de los comienzos de este núcleo, que fue utilizado por algunos como lugar de evasión ciudadana. así como nuevos chalets de reciente edificación que evidencian una indudable mejora del nivel de vida de los vecinos [Miguel Cruz Giráldez, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
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