Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

   Otra Experiencia con ExplicArte Sevilla :     La intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla" , presentado por Ch...

martes, 1 de abril de 2025

La pintura "San Hugo, obispo de Grenoble", en el Convento de los Capuchinos

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la pintura "San Hugo, obispo de Grenoble", en el Convento de los Capuchinos, de Sevilla.
      Hoy, 1 de abril, en Grenoble, ciudad de Burgundia, en la Francia actual, San Hugo, obispo, que trabajó denodadamente en la reforma de las costumbres del clero y del pueblo, y, amante de la soledad, durante su episcopado ofreció a San Bruno, maestro suyo en otro tiempo, y a sus compañeros, el lugar de la Cartuja, que presidió como primer abad, rigiendo durante cuarenta años esta Iglesia con esmerado ejemplo de caridad (1132) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
      Y qué mejor día que hoy para ExplicArte la pintura "San Hugo, obispo de Grenoble", en el Convento de los Capuchinos, de Sevilla.
      El Convento de Capuchinos (Iglesia de la Divina Pastora), se encuentra en la calle Ronda de Capuchinos, 1; en el Barrio de la Cruz Roja-Capuchinos, del Distrito Macarena.
      En una de las estancias del Convento de los Capuchinos, podemos contemplar pintura "San Hugo, obispo de Grenoble", una obra anónima barroca, realizada en el siglo XIX, y con unas medidas de 1,22 x 0,61 mts. 
      Aparece San Hugo representado de cuerpo entero, de perfil y con las manos unidas y mirando hacia el frente, lleva la vestimenta de obispo. Al fondo un paisaje de roca y árboles (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de San Hugo, obispo;
     Nacido en 1053, fue consagrado obispo en 1080 por el papa Gregorio VII. En 1084 cedió a san Bruno un vasto territorio de su diócesis para que instalara allí el monasterio de la Gran Cartuja.
      Cuenta la leyenda que vio en sueños siete estrellas que anunciaban la llegada de san Bruno con seis compañeros. Un día de fiesta llegó a la cartuja de improviso y encontró a siete monjes a la mesa, contritos, porque a falta de otros alimentos se les había servido en el refectorio pájaros asados, aunque la carne estuviese severamente prohibida por la regla de la orden. San Hugo bendijo los platos y los pájaros se metamorfosearon en tortugas.
      Dos años después de su muerte, que sobrevino en 1132, fue canonizado por el papa Inocencio II.
ICONOGRAFÍA
     Se lo representa como obispo o cartujo. Tiene como atributos las siete estrellas de su visión premonitoria, y a veces un cáliz y un cisne a causa de una contaminación con su homónimo san Hugo de Lincoln.
      Con frecuencia forma pareja con san Bruno, como colaborador en la fundación de la orden de los cartujos (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
      Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la pintura "San Hugo, obispo de Grenoble", en el Convento de los Capuchinos, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Convento de los Capuchinos, en ExplicArte Sevilla.

lunes, 31 de marzo de 2025

La sala 11 de la Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la sala 11 de la Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola, de Sevilla.
     La Casa Fabiola - Donación de Arte Mariano Bellver [nº 97 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla], se encuentra en la calle Fabiola, 5; en el Barrio de San Bartolomé, del Distrito Casco Antiguo.
     En la planta alta, dedicada en gran parte a los pintores sevillanos en Roma y París (1870-1895), y a la escultura y pintura religiosas, podemos contemplar la sala 11 centrada en la Escuela de Alcalá.
     A finales del siglo XIX el paisaje se convierte en un género independiente fruto de la evolución de los pintores románticos andaluces. Un hecho marcado por las Academias provinciales y por la influencia creciente de las escuelas de pintura europeas, destacando la francesa. Es el momento en que la irrupción del impresionismo proveniente del norte va calando en los pintores andaluces.
     Comenzó de esta manera el gusto por una nueva forma de pintar, al aire libre, con el objetivo del estudio y representación de la luz en las distintas horas del día.
     La luz se convierte en protagonista de los paisajes de Sánchez Perrier o Pinelo, realizados con una técnica magistral para satisfacer la demanda del comercio. García Rodríguez incorpora a las pinturas de paisajes, que se cultivó en los comienzos de la llamada escuela de Alcalá, rincones de la ciudad de Sevilla con personajes que se integran como un elemento más en esas representaciones de patios y jardines.
     La evolución del Romanticismo al Realismo es particularmente indudable en este género. No sólo la técnica, sino también los paisajes escogidos lo ponen de manifiesto.
     El paisaje romántico primero, dio paso más tarde al plenairismo -la pintura del natural realizada en pocas sesiones al aire libre- y al denominado paisaje compuesto para pasar a la representación casi fotográfica de aspectos y vistas de la ciudad. El río o el Palacio de San Telmo son utilizados como motivo central de muchas de estas representaciones. Pintores como Enrique Roldán, que había sido un gran retratista, cultivó este género con una destacada modernidad.
     El circulo de pintores inicialmente convocados por Manuel Wssel de Guimbarda se vino en llamar Es­cuela de Alcalá de Guadaíra o escuela de paisajes de Alcalá de Guadaíra para pintar en las riberas del río Gua­daira de forma plenairista. Esta escuela se crea a imagen y semejanza de las del resto de Europa y América, siguiendo todas a la escuela de Barbizon (Francia), cuna del Impresionismo pictórico y el Plenairismo.
     La ribera del Guadaíra era el lugar donde acudían los sevillanos para los ratos de ocio y el disfrute de la naturaleza antes de que el Parque de María Luisa fuese donado a la ciudad en 1883. En este grupo de paseantes se encontraban los pintores realistas de mediados del siglo XIX. Resultado de esto ha sido la gran cantidad de cuadros que tienen como protagonista el río, a finales ya de siglo.
     Pero los paisajes disponibles no eran muy abundantes lo que dio como resultado la repetición excesiva del mismo espacio para responder así a la prolífica producción artística.
     Sin embargo, estos cuadros no eran del gusto de la sociedad sevillana del momento que preferían otros temas, por lo que estos pintores tuvieron que buscar en el extranjero un mercado donde poder vender sus obras.
     En su plenitud creativa encontramos el Atardecer a las orillas del Guadaíra de Emilio Sánchez Perrier (Sevilla, 1855 - Alhama de Granada, 1907), donde el artista recrea un momento solitario y plácido. La sobriedad y la melan­colía inundan el momento, solo roto por la barca de un pescador. Junto a Sánchez Perrier, Manuel García Rodríguez (Sevilla, 1883-1925) fue uno de los pintores que más frecuentó Alcalá de Guadaíra, encontrando en la localidad el estado de pureza tan deseado (Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola).
      Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte sala 11 de la Donación de Arte Martiano Bellver - Casa Fabiola, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre la Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola, en ExplicArte Sevilla.

domingo, 30 de marzo de 2025

Experiencia Explicarte Sevilla, con los Talleres "Conocer Sevilla, y Visitar Sevilla" de los Distritos Bellavista - La Palmera, Los Remedios, y Triana del Ayuntamiento de Sevilla

     Hoy, domingo 30 de marzo, finaliza la decimonovena semana de otra Experiencia con ExplicArte Sevilla de las visitas organizadas para los Talleres Socio-Culturales "Conocer Sevilla, y Visitar Sevilla", de los Distritos Bellavista - La Palmera, Los Remedios, y Triana del Ayuntamiento de Sevilla, desarrollados de lunes a viernes por las mañanas y tardes, y que se iniciaron el pasado 28 de octubre de 2024, con la presentación de los mismos.

     Gracias a la empresa Educomex Multiservicios, S.L., y Ocioambiente, S.L., por contar con nosotros para mostrarles, mediante los Talleres Socio-Culturales del Ayuntamiento de Sevilla, parte de la ciudad hispalense, porque con ExplicArte Sevilla tenemos la posibilidad de organizarte la visita que tu quieras.
   Nos pusimos manos a la obra, y fuimos ofreciendo distintas rutas a lo largo y ancho de nuestra ciudad, desde el lunes 24 al viernes 28 de marzo. 
     Los Talleres desarrollados fueron los siguientes:
- Taller 23 "Conocer Sevilla" del Distrito Bellavista - La Palmera (lunes de 10 a 13 h.)
- Taller 21 "Conocer Sevilla" del Distrito Bellavista - La Palmera (lunes de 17 a 20 h.)
- Taller 18 "Conocer Sevilla" del Distrito Bellavista - La Palmera (martes de 10 a 13 h.)
- Taller 45 "Visitar Sevilla" del Distrito Los Remedios (martes de 17 a 20 h.)
- Taller 24 "Conocer Sevilla" del Distrito Bellavista - La Palmera (miércoles de 10 a 13 h.)
- Taller 33 "Conocer Sevilla" del Distrito Triana (miércoles de 17 a 20 h.)
- Taller 19 "Conocer Sevilla" del Distrito Bellavista - La Palmera (jueves de 10 a 13 h.)
- Taller 43 "Visitar Sevilla" del Distrito Los Remedios (jueves de 17 a 20 h.)
- Taller 20 "Conocer Sevilla" del Distrito Bellavista - La Palmera (viernes de 10 a 13 h.)
- Taller 22 "Conocer Sevilla" del Distrito Bellavista - La Palmera (viernes de 17 a 20 h.)
     En los talleres a lo largo de esta semana pudimos contemplar los siguientes enclaves y localizaciones:
    - Plaza de Pilatos
    - calle Águilas
    - Convento de Santa María de Jesús
    - Iglesia de San Ildefonso
    - Convento de San Leandro
    - Ruta del Vía Crucis
    - calle San Esteban
    - Iglesia de San Esteban
    - calle Mosqueta
    - calle Luis Montoto
    - antiguo Convento de San Agustín
    - calle San Alonso de Orozco
    - Tren miniatura Exposición Iberoamericana de 1929
    - Monasterio de San Clemente
    - calle Santa Clara
    - Iglesia de San Lorenzo
    - Basílica del Gran Poder
    - calle San Vicente
    - Casa-Palacio de los Condes de Casagalindo 
    - antigua Fábrica de Tabacos (Universidad de Sevilla)
    - Capilla de la Fábrica de Tabacos
    - Museo Histórico Militar
    - Iglesia de Santa María la Blanca
    - calle Cruces
    - calle Ximénez de Enciso
    - barreduela Marcos Alonso
    - Capilla de la Escuela de Cristo
    - plaza de Santa Cruz
    - plaza de Alfaro
    - plaza de los Venerables
    - plaza de Doña Elvira
    - callejón del Agua
    - calle Jamerdana
    - calle Mateos Gago
    - Iglesia de Santa Cruz
    - Colección de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola
    - calle Cristo del Buen Viaje
    - calle Vidrio
    - Convento de las Salesas
    - Convento de las Mercedarias de San José
    - calle Levíes
    - Casa Palacio de Miguel de Mañara
    - calle San Bartolomé
    - Iglesia de San Bartolomé
    - calle Virgen de la Alegría
    - calle Sanclemente
    - calle Verde
    - calle Archeros
    - calle Santa María la Blanca
    - barreduela Dos Hermanas    
      
     Gracias a las empresas Educomex Multiservicios, S.L., y Ocioambiente, S.L, por contar con nosotros, a los coordinadores de los talleres de los Distritos de Bellavista - La Palmera, Los Remedios, y Triana del Ayuntamiento de Sevilla, y como no podía ser de otra manera a todos y cada unos de los amigos que estoy conociendo gracias a estos talleres, de los que me estoy llevando una inmejorable impresión, puesto que está siendo una una relación de amistad, más que de monitor-alumno, y de colaboración y aportación mutua, que sin duda está siendo enriquecedora para todas las partes, y que esperamos que sea duradera en el tiempo. 
     Deseando continuar con dichos talleres porque con ExplicArte Sevilla tenemos la posibilidad de organizarte la visita que tu quieras.
     Os dejo unas fotografías, aportadas por los usuarios, de toda la Experiencia ExplicArte Sevilla, y si quieres vivir una experiencia privada y personalizada a tu gusto, sólo tienes que contactar con ExplicArte Sevilla en Contacto, y a disfrutar del patrimonio e historia del lugar que elijas.






























Más Experiencias ExplicArte Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

La Basílica de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, en El Palmar de Troya (Sevilla)

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte la Torre del Águila, en El Palmar de Troya (Sevilla).    
     Hoy, 30 de marzo, es el aniversario (30 de marzo de 1968) de la "aparición" que generó el fenómeno del Palmar de Troya, así que hoy es el mejor día para ExplicArte la Basílica de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, en El Palmar de Troya (Sevilla).
     La basílica catedral de Nuestra Señora del Palmar Coronada es un templo ubicado en El Palmar de Troya (Provincia de Sevilla, España). Es la sede principal de la Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz, así como sede de la cátedra pontificia de la organización.
     La construcción de la iglesia se inició poco después de la constitución del movimiento, tras el Concilio Vaticano II, con el intento de crear un centro de culto que se antepusiese a la basílica de San Pedro en abierta contraposición con el pontífice. El enclave elegido fue el lugar de las apariciones de El Palmar de Troya, donde ya en 1968 se encontraba primada una cruz; luego se erigió una pequeña capilla votiva. Gracias a las donaciones de los fieles en 1976 se construyó una primera estructura estable, completada en 1978. En 1980 empezaron los proyectos para la ampliación de la estructura y la construcción de la catedral actual con la erección de la gran cúpula central en 1982.
     La iglesia de la secta se completó en 2014 y se inauguró con una solemne celebración presidida por el pontífice palmariano Gregorio XVIII. Costó alrededor de 100.000.000 de euros, obtenidos de donaciones de miembros del movimiento, así como de legados testamentarios y de la venta de apartamentos de la organización.
     Es de estilo renacentista al exterior y​ neogótico, neorrománico, neorrenacentista, neobarroco en el interior, ricamente decorado, especialmente en el altar mayor, enteramente dorado, de formas preconciliares. En el interior de la catedral hay además quince capillas dedicadas respectivamente a la Sagrada Familia, a la Santísima Trinidad, a San Francisco de Asís, a San José del Palmar, a las almas santas del Purgatorio, a María Niña, a San Elias, a Santa Teresa de Lisieux, a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, a Santa María Reina, a San Ignacio de Loyola, a San Domingo de Guzmán, a San Pio de Pietrelcina, a Cristo Rey y al Santísimo Sacramento.
     El área de la catedral está rodeada por un alto muro de hormigón que define los límites de competencia de la iglesia palmariana. Todos los ritos tienen lugar dentro del área delimitada, incluso las procesiones fuera de la iglesia. El área de la catedral no solo incluye el templo, sino que también alberga varias residencias para el pontífice palmariano y su corte papal.
     El 7 de julio de 2016, el complejo sufrió un incendio que dañó algunas estructuras donde residen los sacerdotes palmarianos, pero no hubo daños a las cosas ni a las personas (recogido de Wikipedia).
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte la Basílica de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, en El Palmar de Troya (Sevilla). Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia.

Más sobre la localidad de El Palmar de Troya (Sevilla), en ExplicArte Sevilla.

La sala 10 de la Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la sala 10 de la Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola, de Sevilla.
     La Casa Fabiola - Donación de Arte Mariano Bellver [nº 97 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla], se encuentra en la calle Fabiola, 5; en el Barrio de San Bartolomé, del Distrito Casco Antiguo.
     En la planta alta, dedicada en gran parte a los pintores sevillanos en Roma y París (1870-1895), y a la escultura y pintura religiosas, podemos contemplar la sala 10 centrada en la Escultura devocional: Niños Jesús.
     Se consideran las obras de arte religioso las más universales, teniendo en sus orígenes pictóricos una finalidad didáctica y pedagógica. La escultura representa el medio para hacer llegar de una forma tangible a los fieles las doctrinas cristianas. Obras desde el siglo XVI hasta el siglo XX, presentándose en diferentes manifestaciones artísticas, confieren a estas salas una identidad particular. Desde obras anónimas pertenecientes a la escuela castellana del siglo XVI pasando por tallas de madera policromada obras del círculo de Juan Martínez Montañés o del de Juan de Mesa, que si bien en su origen fueron concebidas para ocupar retablos y altares de iglesias, el devenir del tiempo las han trasladado al ámbito doméstico y privado.
     La recreación de una capilla con sus elementos más característicos o una muestra de Niños Jesús de variada tipología y morfología muestran los elementos más característicos de la devoción popular, que con la unción sagrada que presentaban estas imágenes hacen de estas salas un espacio donde, a lo largo de los siglos, los tallistas, escultores, imagineros, pintores y orfebres más destacados pusieron sus dotes artísticas al servicio y a la demanda, tanto de la Iglesia como de los fieles, reflejando sus estilos los gustos de cada época.
     La amplia y variada selección de obras hace que se puedan observar los elementos más representativos que han estado presente, y aún continúan, en la tradición del arte religioso, y más concretamente el cristiano. Un retablo de altar, imágenes, pinturas y orfebrería, destacan las esculturas que presentan un conjunto muy variado en cuanto a tratamiento, técnicas e iconografías. Desde imágenes de la Virgen María, Niños Jesús hasta arcángeles y evangelistas, estas obras se disponen para ser contempladas como piezas de mérito artístico e histórico.
     La representación del Niño Jesús se convertirá una constante tras la Contrarreforma porque en Él se hace visible la exaltación de la humanidad de Cristo. Se representarán fundamentalmente dos tipos de iconografías: Niños Jesús de Gloria y Niños Jesús de Pasión. La infancia de Cristo se utilizaba con un doble fin, el de la piedad y el didáctico.
     El arte del s. XVII será el encargado de introducir la humanidad en la representación de la divinidad a través de la infancia de Jesús. Encontramos en la sala varias representaciones pertenecientes a este siglo, obras del círculo de Juan Martínez Montañés, quien creará un arquetipo de partida a raíz del cual se van a desarrollar los siguientes modelos, extendiéndose por toda Andalucía. En 1606 realiza uno para la Hermandad Sacramental del Sagrario (Sevilla), quedando el tema definido a partir de este momento. Destaca en esta sala el conocido como "El Grande", apareciendo de pie, en posición de contrapposto, sugiriendo la estética montañesina tan propia en el ambiente sevillano de la época.
     Las representaciones son de tipo muy variado, incluso anacrónicas sobre los temas infantiles de Jesús. El Niño Jesús de la espina es un ejemplo de temática de las premoniciones de la pasión de Jesús. También observamos esta temática en Niño Jesús nazareno, conduciendo el alma cristiana, atribuible a Cristóbal Ramos. Otros, como los Niños de cuna relacionado con el culto que se rendía al Niño en los conventos de monjas, siendo éstos trabajos realizados con cera, madera y sedas bordadas. El Niño Jesús Buen Pastor se presenta en la sala en un grupo escultórico con retablillo configurando una escena bucólica, teatral y efectista.
     Diferentes esculturas referidas a la iconografía de San Juan Bautista Niño completan la sala. El Bautista es, para los cristianos, el Precursor de Cristo. Se sitúa entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, pues se considera el último profeta y el primer santo. Por consiguiente, el arte cristiano, imbuido de la piedad popular, le ha reservado desde el principio un lugar apartado de los apóstoles y los santos. Su iconografía, a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de los santos, tiene un marcado carácter dual. Se le representa en el arte sacro, de dos maneras distintas; como niño y como adulto. El primer modelo se presenta como compañero de juegos del Niño Jesús y el segundo, por el contrario, como predicador ascético (Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola).
      Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte sala 10 de la Donación de Arte Martiano Bellver - Casa Fabiola, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre la Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola, en ExplicArte Sevilla.

sábado, 29 de marzo de 2025

Los principales monumentos (Casa de los Navajas, Iglesia de San Miguel Arcángel, Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, y Torre Molinos o Torre de Pimentel) de la localidad de Torremolinos, en la provincia de Málaga

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Casa de los Navajas, Iglesia de San Miguel Arcángel, Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, y Torre Molinos o Torre de Pimentel) de la localidad de Torremolinos, en la provincia de Málaga.
Datos geográficos
     Comarca de la Costa del Sol Occidental
     Superficie: 20 km2
     Altitud: 49 m
     Latitud: 36º 37'  -  Longitud: -4º 29'
     Distancia a Málaga capital: 17,4 km
Datos demográficos
     Población: 70.933
     Gentilicio: Torremolinenses
Ayuntamiento
     plaza Blas Infante, 1, 29620
     952379400 - 952379496     www.torremolinos.es
     Cuando artistas como Grace Kelly y Orson Welles recorrían sus calles en las décadas de los años 50 y 60, Torremolinos era todavía un barrio costero de la ciudad de Málaga que atraía a turistas que buscaban un enclave más privado y tan cosmopolita como el de la metrópoli. Más de medio siglo después, Torremolinos mantiene el encanto que le convirtió en objetivo de estos legendarios personajes y, además, se ha convertido en uno de los referentes turísticos de la Costa del Sol.
     Torremolinos es uno de los motores económicos de la provincia gracias, entre otros, a su industria turística y a la actividad que genera el Palacio de Congresos y Exposiciones de la Costa del Sol. Además, es una ciudad que mezcla a la perfección la población local con sus turistas, ya que cada año son muchos los que se instalan definitivamente por su comodidad y por un estilo de vida ligado al mar. Si decides escaparte a este municipio a un salto de Málaga (10 kilómetros), puede que seas el próximo que decida quedarse.
     En Torremolinos no puedes perderte sus monumentos: 
     La plaza de la Costa del Sol y la calle San Miguel son de visita obligada para empezar a conocer Torremolinos. La primera, situada en el centro del municipio, se ha convertido tras su peatonalización en un referente cultural con numerosas exposiciones en plena calle. La segunda es un inmenso escaparate donde se pueden encontrar todos los regalos con los que el turista quiera regresar de Torremolinos.
     El recorrido por el patrimonio histórico de este municipio puede empezar por la torre de Pimentel o torre de los Molinos, que le otorga su nombre. Fue levantada por los nazaríes hacia el año 1300 dentro de las torres defensivas del antiguo reino de Granada y, en la actualidad, está registrada como Bien de Interés Cultural.
     La Casa de los Navajas es otro de los monumentos que dan singularidad a Torremolinos. Se trata de un palacio residencial cuyo interior está inspirado en la Alhambra de Granada y que, tras su remodelación y reapertura en el año 2014, se ha convertido en uno de los enclaves mejor valorados por los turistas y está declarado de Interés Histórico. Situado junto al mar, los turistas también podrán contemplar el monumento a las Playas.
     La visita a este municipio puede continuar por la escultura del Rapto de Europa, la estatua de Picasso o el monumento al Turista. Así como las iglesias de San Miguel y de la Virgen del Carmen, el Hotel Pez Espada y el antiguo Colegio de Huérfanos de Ferroviarios, sede del centro cultural Pablo Ruiz Picasso. Y, para terminar,
     Torremolinos también regala a sus visitantes un trozo de su historia y tradición con el barrio del Calvario, donde todos los jueves se celebra el popular mercadillo entre casas de color blanco y calles estrechas para las que no ha pasado el tiempo (Diputación Provincial de Málaga).
     Antes de la eclosión turística, que hizo su nombre mundialmente conocido, Torremolinos era un pequeño pueblo pesquero, situado a escasos kilómetros de la capital y con apenas treinta casas y una sola calle, dominado por la Torre de Pimentel, junto a la cual se alzaba el molino, que se conserva, y a los cuales debe su denominación el enclave. Sin embargo, no era éste el único molino, pues con antelación a los años del desarrollismo existieron otros similares -los de Manojas, Molinillo, del Pan Triste, del Batán- cuya memoria sólo perdura en el callejero o en escasos restos. A partir de 1950, Torremolinos fue creciendo a un ritmo vertiginoso, perdiendo sus peculiares características, que no se han conservado ni en la plaza ni en el barrio pesquero de La Carihuela, hasta el punto de permitirle obtener, en fechas recientes, su segregación del término municipal de Málaga, al que estuvo adscrito desde comienzos del siglo XX.
     Salvo algunos edificios singulares, como la Casa de María Barrabino, único resto de la arquitectura burguesa del siglo XIX, que se encuentra además en un sitio principal, la plaza del pueblo, la Casa de los Luque, espectacular obra neomudéjar, el Sanatorio Marítimo, con moderna estructura de pabello­nes, de Guerrero Strachan, o el Colegio de Huérfanos de Ferroviarios, obra racionalista de Francisco Alonso Martos, protegida al formar parte de la selección del DOCOMOMO ibérico, se comprende que los testimonios arquitectónicos más interesantes de Torremolinos se encuentren ligados a su compleja infraestructura de servicios. De esta manera, entre 1959-1960, Manuel Muñoz Monasterio y Juan Jáuregui Morales levantaban el Hotel Pez Espada, obra representativa del llamado «estilo del Relax», y algunos años después, Antonio Lamela Martínez hacía lo propio con el Hotel Meliá, dentro de unas líneas arquitectónicas de corte internacional. Sin embargo, la gran construcción contemporánea ha sido el Palacio de Congresos y Exposiciones, debido a Rafael de la Hoz Arderius y Gerardo Olivares James, cuya monumentalidad racionalista, sobrio formalismo y armónica conjunción de volúmenes constituye un notable y elegante exponente de la incidencia de las vanguardias en la Costa del Sol.
     Pero tan espectacular transformación no ha venido acompañada de una planificación ponderada y armónicamente compensada con la cualidad orgánica propia de una ciudad. De ahí que la localidad constituya hoy uno de los más desafortunados ejemplos de brutalismo urbanístico, por no hablar de las pretenciosas intervenciones en materia de ornato público, que han convertido realidades visuales, como el Monumento al turista, no sólo en una parodia de las columnas conmemorativas romanas y los triunfos barrocos, sino en un canto declarado al dudoso gusto de lo «kitsch», entre otros, aunque, afortunadamente, cuenta también con otros monumentos de interés, como los grupos escultóricos realizados por Elena Laverón.
     En los últimos años se ha construido un complejo lúdico interesante, el Parque Acuático Aquapark, obra de Francisco Peñalosa, y se han puesto en valor algunas instalaciones antiguas, muy transformadas, como el Molino de Inca, de 1755, o el Complejo Los Manantiales, pues no podemos olvidar que Torremolinos, que tradicionalmente surtía de pan a Málaga, desde la mediación del siglo XIX también le proporciona el agua de sus manantiales, aunque desde 1501 Málaga tenía jurisdicción sobre algunos de estos lugares y el privilegio de las aguas torremolinenses (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     El pueblito de pescadores y también agrícola, a partir del cual dio comienzo el fenómeno turístico de la Costa del Sol, se asoma al Mediterráneo desde la cima de un moderado promontorio, convertido hoy en una moderna ciudad de vacaciones, alegre, divertida y acogedora.
Historia
     Los hallazgos encontrados en diversas cuevas, hoy desaparecidas, sitas en los alrededores del actual hotel Santa Clara, remontan el poblamiento de Torremolinos al Neolítico, es decir, a unos 5.000 años. Sin duda, debió estar ocupada por los roma­nos, como lo prueba la necrópolis romana encontrada en la plaza de Cantabria al comienzo de los años noventa del siglo XX. En 1300, los árabes construyeron una torre de defensa que, aunque en muy mal estado, todavía subsiste en la calle San Miguel. Pero su hito más importante en la ciudad fue aprovechar las múltiples corrientes de agua que bajan de los montes para instalar molinos harineros y batanes, de los que en 1849 quedaban todavía un total de 15, 14 molinos y un batán, que estuvieron funcionando hasta 1923, momento en que, al expropiar Málaga las aguas, comenzaron a desaparecer. Ambos elementos, torre y molinos, dieron nombre al lugar. En 1763 se construyó un fuerte para la defensa de la costa en la zona de Montemar, del que quedan algunos restos aún en el actual parque de la Batería. En 1900, ya fuera de uso, compró el fuerte el súbdito inglés George Langworthy, quien lo convirtió en un palacete rodeado de espléndidos jardines. Este inglés era un millonario bon­dadoso y caritativo al que muy pronto apo­daron el inglés de la peseta, por la de plata con la que socorría a todo el que iba a pedir a su puerta. En 1930, Langworthy, que en 1918 había sido nombrado hijo adoptivo y predilecto de Torremolinos, convirtió la finca en residencia para extranjeros, que sería, de este modo, el primer antecedente del turismo en toda la costa. Su ejemplo fue seguido en 1933 por Carlota Alessandri, quien restauró su cortijo, Cucazorra, y abrió el parador Montemar. A partir de aquí comienza una carrera que todavía no ha terminado. En 1942 se inaugura el hotel La Roca. En 1948 ya funciona en La Carihuela la sala de fiestas El Remo. En 1959 se inaugura el Pez Espada, primer hotel de lujo, y Torremolinos entra a formar parte de las principales mecas del turismo mundial. Ahora bien, en 1923, la ciudad había vendido su autonomía municipal a Málaga por la cantidad de 252.288,73 pesetas, importe de su deuda con el Tesoro, que no podía satisfacer, autonomía que no volvería a recuperar hasta 1988, después de una prolongada y tenaz lucha con las autoridades de la época.
Gastronomía
     Torremolinos, con el gran foco de La Carihuela al frente, reúne casi trescientos restaurantes en los que pueden encontrarse las especialidades culinarias de cualquier parte del mundo. Ahora bien, en su cocina tradicional priman los productos procedentes del mar. El plato por antonomasia es el pescaíto frito. Célebres son también los espetos de sardinas, que se encuentran en toda la costa. Las tortas de Torremolinos, de aceite, son el dulce de siempre, que acostumbra a consumirse de postre.
Artesanía
     No existe una artesanía autóctona, pero en diversas calles y en el paseo marítimo, pintores jóvenes y otro tipo de artistas y artesanos ofrecen sus obras a los viandantes. Hay además un número incontable de comercios en los que pueden encontrarse todo tipo de artículos artesanales, bisutería, piel, madera, cuero, cerámica, tejidos, etc.
Fiestas
     Tradicionales son las de la Virgen del Carmen, el 16 de julio, con procesión marítima que arranca de la playa de la Carihuela, y la Romería de San Miguel, el 29 de septiem­bre, una de las más importantes de España, en la que participan más de 200.000 personas y que ha sido declarada de Interés Turístico Nacional. En los últimos tiempos se han recuperado el Carnaval, en febrero; las Cruces de Mayo, a principios de este mes, y la Noche de San Juan. A ellas se han aña­dido el Día de los Verdiales, que a finales de marzo o primeros de abril, dependiendo de cómo caiga la Semana Santa, reúne en el pinar de los Manantiales, junto a la ermita de San Miguel, a un buen número de pandas y a muchísimo público; el Día del Residente, también en marzo o en abril; el Día del Pescaíto, en junio, y el Día del Turista, en septiembre. De enorme importancia es el Campeonato de Europa de Baile, que se celebra a finales de febrero y que reúne en el palacio de los deportes de San Miguel a cientos de parejas de todas las edades y todos los rincones de Europa.
VISITA
     No tiene Torremolinos grandes y añosos monumentos de los que enorgullecerse. Lo que tiene, por encima de todo, es ambiente, un ambiente característico y bien distinto al de otras latitudes, incluso cercanas, en el que el visitante se siente atrapado nada más poner el pie en la calle. La plaza Costa del Sol sigue siendo el centro en el que todos los pasos confluyen. Hacia el norte parte la avenida de los Manantiales, gran eje que lleva al palacio de Congresos de la Costa del Sol, moderno edificio racionalista diseñado por los arquitectos Rafael de la Hoz y Gerardo Olivares, y hacia el complejo deportivo Ciudad de Torremolinos.
     Al oeste de la avenida de los Manantiales se sitúa el barrio del Calvario, núcleo primitivo de Torremolinos que conserva prácticamente intactas sus raíces tradicionales. Aquí se encuentran el Ayuntamiento y la Casa de la Cultura y, más allá de la circunvalación antigua, la plaza de toros, el complejo deportivo Ciudad de Torremolinos y el real de la feria de San Miguel.
     Desde el lado sur de la plaza parte la calle de San Miguel, camino que lleva hasta el mar desde que el pueblo es pueblo, es decir, desde siempre, y que, a pesar de encontrarse en la actualidad llena de comercios, de barecitos y de restaurantes, no ha perdido ni un ápice de su personalidad.
     A la derecha de esta calle, se encuentra el gracioso Pueblo Blanco, conjunto de calle­citas y de viviendas floridas que imitan un pueblo andaluz y que, a pesar de su artificialidad, resultan muy sugerentes. En una pintoresca bajada, la calle de San Miguel concluye en la plaza del mismo nombre, en la que se levanta la iglesia de San Miguel, pequeño templo de carácter  neoclásico.
     Un poco más abajo se alcanza la playa del Bajondillo, ayer extenso arenal y hoy zona marítima en la que abundan las edificaciones y los establecimientos de servicios, y en la que se ha labrado un amplio paseo marítimo que, hacia oriente, discurre por las playas de Playamar y los Álamos, y hacia poniente llega hasta La Carihuela y, aún más allá, hasta las playas de Montemar y del Saltillo, ya en el límite con Benalmádena. La Carihuela ha sido hasta hace poco tiempo un barrio autónomo, de pescadores, que aún conserva gran parte de su viejo encanto, de manera principal en el paseo marítimo, convertido, no obstante, en uno de los grandes centros de la gastronomía de la Costa del Sol (Rafael Arjona. Guía Total, Málaga. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).
     Cuna y matriz de lo que andando el tiempo habría de llamarse la Costa del Sol, esta ciudad se asoma al Mediterráneo desde un suave promontorio que la sierra de Mijas protege del mal tiempo y de los vientos del norte.
Historia
     Aunque el territorio gozó desde la antigüedad de un enorme atractivo para todos los pueblos que han navegado el Mare Nos­trum, la primera referencia cierta que se tiene de la ciudad data de 1489 cuando, tras la conquista de Málaga por los Reyes Católicos, se produce el reparto de sus tierras entre los cristianos, figurando con el nombre de Los Molinos de la Torre.
     Posteriormente, en unos mapas que se editan en Amsterdam en 1745, sólo con el nombre de Molinos. Estos molinos, de ori­gen árabe, servían para la producción de harina y aceite y también en la industria del hierro, el papel, la sal o la pintura y eran movidos por el agua de los abundantes manantiales y pequeños saltos de agua de la zona. En 1924, la ciudad, todavía un pequeño enclave de pescadores y de hortelanos, pasó a formar parte del municipio de Málaga, del que volvió a independizarse en 1988.
Gastronomía
     En Torremolinos existen más de 250 restaurantes en los que puede encontrarse todas las especialidades de la cocina nacional e internacional. La gas­tronomía propia, no obstante, se basa en sus renombrados productos del mar: gambas, cigalas, almejas, navajas, salmonetes, jureles, pescadillas, etc. Los platos tradicionales son el pescaíto frito y los espetones de sardinas, que comparte con toda la costa. Las tortas de Torremolinos (de aceite) son el postre más clásico.
Artesanía
     Por las calles, ofrecen su obra pintores jóvenes y, en sus numerosas tiendas, se encuentra un amplio muestrario de artículos artesanales de bisutería, piel y cuero, madera, tejidos...
Fiestas
     El 16 de julio se celebra la procesión marítima de la Virgen del Carmen que, desde la playa de la Carihuela, recorre todo el litoral. El 29 de septiembre tiene lugar la romería de San Miguel que reúne a más de 150.000 personas y es una de las más importantes de Andalucía. También se festeja el Día del Turista (1 de septiembre) y el Día del Pescaíto.
Vida urbana
     El buen tiempo con el que cuenta la ciudad durante la mayor parte del año, con más de 300 días de sol y una temperatura media de 20 ºC, con brevísimos y suaves inviernos, propiciaron el gran desarrollo del turismo a partir de 1950, circunstancia que la ha convertido en un gran babel cuyo crecimiento ha ocultado casi por completo la fisonomía del primi­tivo pueblo.
     El grueso del comercio y de los bares de copeo se localiza a partir de la plaza de la Costa del Sol y sus alrededores, la Nogalera, el Pueblo Blanco y la calle San Miguel, interesantísimo eje por donde pasa todo el mundo. A lo largo del paseo marítimo de la playa de la Carihuela se sucede un gran número de res­taurantes donde se come, a la orilla misma del mar, el mejor pescado de la costa. Disco-bares, pubs con actuaciones en vivo, tabernas, bares hawaianos y pamperos, boleras, etc., que se reparten por toda la ciudad, engrosan la amplia oferta recreativa que se completa con la posibilidad de practicar casi cualquier deporte de mar o tierra, desde el tenis o el golf hasta la pesca o la vela. Las discotecas y lugares de ambiente juvenil se ha con­centrado en los últimos años en las avenidas de Montemar y Carlota Alessandri.
     Las playas, las excursiones a los atractivos pueblos del interior o la cercana capital, los congresos o las convenciones son algunas otras de las inmensas posibilidades que ofrece una ciudad cuyo principal atractivo, de todas formas, es su bulliciosa traza, su intenso cosmopolitismo y la corriente de simpatía que, sin saber bien por qué, se establece rápidamente entre sus diversos y heterogéneos visitantes.
VISITA
     La plaza Costa de Sol es el centro tradicional de la ciudad moderna. A su izquierda, viniendo desde Málaga, se localiza el mar, a su derecha, la sierra. Hacia ésta, subiendo por la avenida de los Manantiales, se encuentra el palacio de Congresos de la Costa del Sol, edificio de diseño racionalista, obra de los arquitectos Rafael de la Hoz y Gerardo Olivares, concebido como un gran espacio central rodeado de un semianillo de volúmenes ciegos.
     De un extremo de la plaza Costa del Sol parte, hacia la playa, la calle San Miguel, gran eje lúdico, lugar de encuentro y calle comercial por excelencia. A su espalda se abre el gracioso Pueblo Blanco, proyectado en 1973 tratando de imitar la estructura popular de un poblado andaluz. Entre casas encaladas, con balcones adornados con geranios y buganvillas, se abren bares y restaurantes.
     La calle San Miguel baja hasta la plaza del mismo nombre, en una esquina de la cual se levanta la iglesia de San Miguel, pequeño templo de carácter neoclásico.
      Desde aquí, una pintoresca pendiente con­ duce hasta la playa del Bajondillo y su extenso y cuidado paseo marítimo que se prolonga en dirección a Málaga a lo largo de las pla­yas de El Lido, Playamar y los Álamos.
     La avenida de Palma de Mallorca, que parte igualmente de la plaza de la Costa del Sol, y, posteriormente, la calle Carmen Montes, con­duce hasta la pintoresca playa de la Carihuela (también se puede acceder andando, desde Playamar, por un agradable paseo que bordea la playa abierto en los últimos años). Su paseo marítimo y la calle paralela conserva el sabor del poblado de pescadores que era antaño.
     Por encima de la avenida de Palma de Mallorca se sitúa el barrio del Calvario, con sus floridas calles en las que crecen los naranjos y los chirimoyos. En este barrio se encuentran la plaza de toros y la Casa de la Cultura (Rafael Arjona. Guía Total, Andalucía. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).  
     
Casa de los Navajas
     Edificio neomudéjar construido en el año 1925 por Antonio Navajas Ruiz, vecino de Churriana que decidió establecerse en el municipio ordenando la construcción de la casa en la zona conocida como Huerta de la Cruz.
     Declarado de Interés Histórico por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en 1991, el inmueble está situado en un acantilado frente a la playa de El Bajondillo y consta de dos plantas con miradores, siendo la planta baja la destinada a la vivienda de la familia. Su estética corresponde al estilo neomudéjar que floreció en España, y en particular en la provincia de Málaga, a finales del siglo diecinueve y comienzos del veinte, siendo la decoración interior inspirada en la Alhambra de Granada. Este edificio tuvo especial relevancia en la Exposición Universal de Sevilla de 1929
(Diputación Provincial de Málaga).

Iglesia de San Miguel Arcángel
     Torremolinos cuenta con siete templos de culto católico, de los cuales el más antiguo es la Iglesia de San Miguel, construida en 1718 en estilo neoclásico y ampliamente reformada en 1896. Está situada en la plaza de los Santos Arcángeles, siendo éste su antiguo nombre (Diputación Provincial de Málaga).

Iglesia de Nuestra Señora del Carmen
     La Iglesia Nuestra Señora del Carmen está localizada en Torremolinos, concretamente en el popular barrio de la Carihuela en la Costa del Sol malagueña. Es una construcción moderna de finales de los setenta del siglo veinte que se realiza sobre la anterior capilla que estaba dedicada a la patrona de los marineros. Está presidida en el altar mayor por la imagen de la Virgen del Carmen (Diputación Provincial de Málaga).

Torre Molinos o Torre de Pimentel

       De edificación reducida se asemeja en su posición defensiva a las de otras fortalezas musulmanas del litoral, como Fuengirola, Salobreña o Almuñecar.
     Su forma es casi un prisma rectangular, pues las dimensiones en su base 7.20 m x 6.10 m tienen poca variación con las del pretil de la azotea 6.63 m x5.05 m.
    La torre viene posee aproximadamente unos doce metros de altura, su cuerpo inferior, de la mitad de su altura total, es completamente macizo. Su eje mayor se orienta de norte a sur, estando su entrada primitiva formada por un hueco, cobijado por un dintel curvo de ladrillo, que se abre en el centro de su muro oriental. Este hueco permitía ingresar a una planta de 3.18 m de alto y 5 m x 4.1 m de planta que se halla dividida en dos estancias desiguales separadas por un arco de 1.88 m de luz. La sala menor de 2.79 x 1.22 tiene una gran ventana que permite vigilar el mar. De la habitación mayor arranca una escalera de 70 cms cubierta parcialmente por bóveda de cañón, en la cual un tramo y dos recodos, con pañoleta, salvan la altura de la terraza.
     En la segunda planta encontramos una división en tres espacios en el sentido transversal, el central, de 95 cms, es continuación e una meseta de la escalera y sirve de ingreso a dos salas, estrechas y alargadas, aposento y lugar de observación de los vigías. A 2.63 m desde la solería se cubren estos espacios con bóveda de espejo y de cañón, con arcos fajones. Por último, la azotea de 5.63 m x 4.55 m, tiene pretiles de 93 cms de altura y 50 de espesor, habiéndose suprimido los matacanes. El desembarco de la escalera se abre en el ángulo suroeste.
     La leve escarpa lateral de 28 cm permiten fecharla sobre el siglo XIV, antes de que se generalicen las armas de fuego, que se pretendían contrarrestar con la inclinación de los muros de la fortaleza. También reafirma esta fecha su fábrica, totalmente de tapiales o adobe de tierra, como Gibralfaro. Para un estudio de la evolución del tipo es interesante la comparación con las torres de dimensiones similares de Pimentel y de Guadalmansa.
     También conocida con el nombre de Torre de Pimentel. Se trata de una atalaya situada en la punta de una escarpada de la villa, construida sobre la roca viva, cuyo fin era el de proteger todo el complejo industrial y agrícola de Torremolinos. En 1497 se sabe de su existencia por las ordenanzas en que se designa una guarnición a este puesto, en este documento aparece con el nombre de Torre de los Molinos, pero en un memorial de 1491 se la cita ya como Torre de Pimentel, personaje citado en los libros de repartimiento de Málaga, y seguramente se tratara de Juan Pimentel, Maestre de la Orden de Alcántara, o de Rodrigo de Pimentel, conde de Benavente (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Su forma es casi un prisma rectangular, pues las dimensiones en su base 7.20 x 6.10 metros tienen poca variación con las del pretil de la azotea 6.63 x 5.05.
     La torre tiene aproximadamente unos doce metros de altura, su cuerpo inferior, de la mitad de su altura total, es completamente macizo. Su eje mayor se orienta de norte a sur, estando su entrada primitiva formada por un hueco, cobijado por un dintel curvo de ladrillo, que se abre en el centro de su muro oriental. Este hueco permitía ingresar a una planta de 3.18 metros de alto y 5 x 4,1 metros de planta que se haya dividida en dos estancias desiguales separadas por un arco de 1.88 metros de luz. La sala menor de 2.79 x 1.22 tiene una gran ventana que permite vigilar el mar. De la habitación mayor arranca una escalera de 70 cms cubierta parcialmente por bóveda de cañón, en la cual un tramo y dos recodos, con pañoleta, salvan la altura de la terraza.
     En la segunda planta encontramos una división en tres espacios en el sentido transversal, el central, de 95 cms, es continuación a una meseta de la escalera y sirve de ingreso a dos salas, es-trechas y alargadas, aposento y lugar de observación de los vigías. A 2.63 m desde la solería se cubren estos espacios con bóveda de espejo y de cañón, con arcos fajones. Por último, la azotea de 5.63 x 4.55 metros, tiene pretiles de 93 cms de altura y 50 de espesor, habiéndose suprimido los matacanes. El desembarco de la escalera se abre en el ángulo suroeste (Diputación Provincial de Málaga).

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