Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la plaza de la Contratación, de Sevilla, dando un paseo por ella.
Hoy, 14 de enero, es el aniversario (14 de enero de 1503) de la creación mediante decreto real, de la Casa de Contratación de Indias en Sevilla, así que hoy es el mejor día para ExplicArte la plaza de la Contratación, de Sevilla, dando un paseo por ella.
La plaza de la Contratación es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo, entre las calles Miguel Mañara, Deán Miranda, y San Gregorio.
La plaza responde a un tipo de espacio urbano más abierto, menos lineal, excepción hecha de jardines y parques. La tipología de las plazas, sólo las del casco histórico, es mucho más rica que la de los espacios lineales; baste indicar que su morfología se encuentra fuertemente condicionada, bien por su génesis, bien por su funcionalidad, cuando no por ambas simultáneamente. Con todo, hay elocuentes ejemplos que ponen de manifiesto que, a veces, la consideración de calle o plaza no es sino un convencionalismo, o una intuición popular, relacionada con las funciones de centralidad y relación que ese espacio posee para el vecindario, que dignifica así una calle elevándola a la categoría de la plaza, siendo considerada genéricamente el ensanche del viario. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
La vía, en este caso una plaza, está dedicada a Casa de la Contratación, que se ubicaba en el Alcázar, y con fachada a esta plaza.
Debe su nombre a la Casa de la Contratación, creada por los Reyes Católicos en 1503 e instalada poco después en un edificio del Alcázar con fachada a esta plaza. Tenía como funciones la organización del comercio, la fiscalización de personas y mercancías y la práctica de justicia en todo lo relacionado con las Indias; permaneció en este lugar hasta el año 1717, en que fue trasladada a Cádiz. Su actual denominación, que aparece ya en el s. XVI, se repite en documentos del XVII, plano de Olavide (1771) y toda la planimetría del XIX. En algunos documentos se la cita como plazuela, Álvarez-Benavides la rotula como calle. Según Santiago Montoto, la plaza se denominó de la Pila Seca algún tiempo, hasta que en 1845 fue cambiado su nombre por el de Contratación, aunque de ello no hay ninguna otra documentación.
La plaza presenta ya en el plano de Olavide planta casi cuadrada. Esta debió tener su origen, dada su morfología regular, en las expropiaciones que realizaran los oficiales reales en el s. XVI para dotar a la Casa de la Contratación de un espacio amplio que ennobleciera al edificio y facilitara el trasiego de mercancías y personas que acudían a resolver asuntos ante la institución. Un tacón arquitectónico existente en la confluencia con San Gregorio, acera de los impares, fue eliminado como consecuencia del plan de alineaciones y ensanches elaborado para dicha calle (1914), lo que dio a la plaza la forma regular que presenta actualmente.
Estuvo originariamente enladrillada y empedrada y, dada su inclinación y mucho tráfico, hubo de ser reparada en numerosas ocasiones; con motivo de la visita del rey en 1816 se acordó reparar el empedrado, que estaba en mal estado. Hacia mediados de siglo se decidió colocar dos hileras de losas para los transeúntes para facilitar el paso "tanto en los días de feria como en los demás". A principios del siglo actual se amplía el alcantarillado a esta zona, se adoquina y se trazan aceras de cemento. El último pavimento con adoquines pequeños de granito se efectuó en 1941, y en los años setenta fue cubierta por una capa asfáltica.
El edificio central y de mayor importancia histórica ha sido la Casa de la Contratación, construcción de dos plantas, que se levantó a raíz de un incendio ocurrido en 1604, y que ha perdurado hasta la década de l960, en que fue demolido para levantar el actual de cuatro plantas, obra de Rafael Manzano, a la sazón conservador del Alcázar. Al ser trasladada la Casa de la Contratación a Cádiz, parte del edificio fue destinado a cuartel de Partidas Sueltas, y a viviendas para arrendamiento las dependencias en torno al patio almohade o Jardín del Crucero, conocido también como Patio de la Contratación. Este era considerado como de tránsito público y se comunicaba con el Alcázar. Antes de su demolición fue comisaría de policía. Actualmente alberga la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía.
En la plaza tuvo su emplazamiento el hospital de Nuestra Señora del Pilar. La casa núm. 7, catalogada en Arquirtectura civil sevillana, fue derribada y sustituida por un edificio de apartamentos con fachada de ladrillo visto. Otro edificio que hoy dignifica este espacio es la sede de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, anteriormente residencia de la familia terrateniente Vázquez, ampliamente reformada interior y exteriormente por Antonio González Cordón. Un grupo de casas de cuatro plantas cierra uno de los cuatro lados. Careció siempre la plaza de mobiliario urbano, salvo una fuente con grifo de hierro construida en 1863; hoy se exorna con naranjos en alcorques.
Desde su apertura hubo de tener gran animación por los muchos negocios que en la Casa de la Contratación se trataban. Desde este edificio contemplaron la procesión del Corpus los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio en 1731; en esta ocasión el itinerario rompió la tradición, saliendo de la puerta de los Palos para pasar por las Gradas y arquillo de San Miguel, dirigirse al arquillo que estaba junto a la Moneda, Maese Rodrigo (hoy Puerta de Jerez), San Gregorio, plaza de la Contratación, Arquillo de la Montería, calle de la Lonja junto al Archivo de Indias, y puerta de San Cristóbal. Tras el traslado de la Casa a Cádiz debió perder parte de su animación, aunque el tránsito en dirección a la Puerta de Jerez por San Gregorio, en busca de los nuevos paseos de Cristina, Delicias y de Eslava y la corte de los Montpensier, vinieron a sustituir las funciones perdidas.
En la plaza había, a mediados del XIX, carruajes de alquiler, y los niños hacían candelas al caer la tarde como continuación de sus juegos diurnos, y se dedicaban a atacar perros y gatos, según nos cuenta la prensa de la época En la posada de Naish, considerada muy cómoda y con calefacción, situada frente a la cárcel militar, se hospedó Richard Ford. Estos establecimientos debieron ser frecuentes en la zona, para albergar a los viajeros que venían de toda España a resolver asuntos a la Casa de la Contratación. Una línea de tranvías que unía la Puerta de Jerez con la plaza de San Francisco la atravesó desde el último tercio del s. XIX al primero de este siglo. En el núm. 7, según Álvarez-Benavides, tuvo su última residencia antes de ir a vivir al hospicio de la Santa Caridad Miguel de Mañara (1627-1679). Hoy siguen predominando las funcione de servicio junto a las residenciales. Recientemente se ha instalado una librería especializada en arte y arquitectura, y tradicionalmente ha existido un pequeño comercio para la zona. El aspecto que ofrece es el de un garaje, por ser uno de los pocos espacios autorizados para aparcamiento de la zona [Salvador Rodríguez Becerra, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Contratación, plaza de la, 3. En este solar estuvo situada la Casa de la Contratación. El edificio, que llegó hasta nuestros días, poseía una fachada de estilo neoclásico con pilastras. El patio, de dos plantas, estaba porticada en la planta baja, con arcos rebajados sobre columnas toscanas y jónicas; en la planta superior, se abrían balcones separados por pilastras. La escalera, de tres tramos, se cerraba con bóveda, decorada con yeserías.
Contratación, plaza de la, 7. La casa, que fue derribada, poseía un interesante patio de tres plantas; la primera y última con arcos sobre columnas toscanas y la intermedia con balcones separados por pilastras [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
Conozcamos mejor la Historia de la creación de la Casa de Contratación, de Sevilla;
El 14 de enero de 1503 se estableció por decreto real la Casa de Contratación de Indias en Sevilla, creada para fomentar y regular el comercio y la navegación con el Nuevo Mundo. Su denominación oficial era Casa y Audiencia de Indias, que Pedro Mártir de Anglería llamaba con más propiedad la Casa del Océano.
Su funcionamiento quedó regulado en las Ordenanzas expedidas en Alcalá de Henares en el momento de su creación, y entre sus finalidades se especificaban las de "recoger y tener en ella, todo el tiempo necesario, cuantas mercaderías, mantenimientos y otros aparejos fuesen menester para proveer todas las cosas necesarias para la contratación de las Indias; para enviar allá todo lo que conviniera; para recibir todas las mercaderías e otras cosas que de allí se vendiese dello todo lo que hubiese de vender o se enviase a vender e contratar a otras parte donde fuese necesario". Su reglamento fue modificado por las Ordenanzas expedidas en Monzón en 1510 y toda la legislación referente a este organismo se imprimió en 1522.
[...] Se especificaban las horas de trabajo; se habla de los libros de registro que hay que llevar; se regula la emigración; se trata de las relaciones con mercaderes y navegantes; se dispone lo relativo a los bienes de los muertos en Indias, etc. [...] Como controladora del tráfico marítimo, la Casa se encargaba del aprovisionamiento y del pertrecho de las flotas, y de la inspección de los barcos que se disponían a zarpar para América.
Sus funcionarios aparejaban las flotas, compraban mercancías, daban instrucciones a los navíos, fomentaban el trato con Indias, estaban atentos a las necesidades de Ultramar, y cuidaban del registro de todas las embarcaciones y se le incorpora el matiz científico al incluirse dentro de la Casa de la Contratación al Piloto Mayor [creado en 1508], encargado de examinar a los pilotos que desean hacer la carrera, y de trazar los mapas o cartas de navegación y el Padrón Real [mapa-modelo] del Nuevo Mundo, hasta 1519 en que se crea el puesto de Cartógrafo. Piloto Mayor en 1508 fue Américo Vespucio, sucediéndole más tarde Juan de Solís y Sebastián Cabot.
Fue una ruta atlántica que funcionó durante los siglo XVI-XVII y principios del XVIII. Salía de los puertos europeos en flotas de barcos cargados de abalorios en dirección a las costas de África [golfo de Guinea] donde se intercambiaban esclavos y se trasladaban a América para ser vendidos a cambio de piedras y metales preciosos, maderas, tintes, café, cacao, etc.. El control de esta ruta fue español y portugués en el siglo XVI, holandés en el XVII e inglés en el XVIII. Fue la ruta más rentable de todas.
El Consulado de Sevilla
Paralelamente a la Casa de la Contratación, en 1543 se crea en Sevilla el Consulado de mercaderes, la Casa Lonja como la llamaban en los antiguos documentos sevillanos, la Bolsa como la denominan los viajeros de los siglos XVI-XVIII, o el Consulado como se le llamará en el siglo XIX. Era una asociación comercial que protegía el comercio de la ciudad contra los "no burgueses", que mermó algunas de las facultades a la Casa de la Contratación.
El Consulado asumió una parte considerable de la jurisdicción civil sobre sus miembros, que antes ejercía la Casa de Contratación. Hasta esa fecha, los juicios y pleitos entre mercaderes se celebraban en la Casa, pero los mercaderes, deseosos que se les reconociera su jurisdicción, solicitaron permiso para constituir una asociación similar a la de Burgos o Valencia. Sus principales ordenanzas son de 1556.
En el Consulado estaban representados todos los tratantes con Indias que no fueran extranjeros ni dependientes o subordinados suyos. Sus ingresos procedían de la avería o seguro marítimo, obligatoria para todo el que llevase más de un año negociando o el que cargase en una o dos veces mercancías por valor superior a 1.000 ducados [se fijó en una blanca al millar]. Este impuesto o contribución permitía sufragar la organización de una Armada que defendiera los buques del ataque corsario, en particular de los franceses.
Como la piratería seguía siendo una continua amenaza para el comercio con América, el Consulado consiguió una ordenanza real obligando a todos los vasallos que marchaban o que venían de las Indias a que se uniesen a la flota oficialmente organizada a este efecto. Es decir, impuso el sistema de flotas, que sustituía al llamado de navío suelto. El uso de este recurso ya había sido experimentado por los navegantes mediterráneos de la antigüedad, y seguía siendo utilizado tanto ahí como en el Mar del Norte [...]
A medida que la estructura del comercio fue cambiando y Sevilla se dedicó a exportar productos manufacturados, no fabricados en Andalucía, sino traídos en su mayor parte desde el extranjero, los miembros del Consulado sevillano fueron ejerciendo más que nada un negocio de representación y comisión, en representación de todas las casas mercantiles de Europa. No obstante la costumbre y los intereses creados, continuaron protegiendo el monopolio de Sevilla, mucho después que el volumen del comercio hubiese rebasado las posibilidades, siempre limitadas, que ofrecía el puerto interior del Guadalquivir.
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La plaza de la Contratación, al detalle:
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