El Triunfo de Nuestra Señora del Patrocinio, en la plaza del Triunfo

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     La actual plaza del Triunfo en el Barrio de Santa Cruz del Distrito Casco Antiguo, donde pudo haber estado el Foro Corporativo de la Hispalis romana, y estuvo la Alcazaba interior (mandada construir por Abu Yacub entre 1169-72), se conocía desde la Edad Media como "del Hospital de Tablas", en el siglo XV "de los Cantos", en el XVI "del Hospital del Rey", en el XVII "del Triunfo", en 1931 "del Triunfo de la República" y desde 1936 del "Triunfo" de nuevo.
      Con independencia de la historia constructiva  de las notables edificaciones que se fueron levantando en su entorno: Mezquita, Catedral, Hospital del Rey / Ex-Diputación, Casa Lonja / Archivo de Indias; el monumento dedicado a la Virgen del Patrocinio, remonta su origen al famoso terremoto de Lisboa, que sacudió a la ciudad en 1755. Fue diseñado por el maestro mayor de la Catedral José Tomás Zambrano, concluyéndose en 1757.
     Prototipo de monumento barroco de exaltación religiosa y extendido como triunfo de la fe, está formado por una gradería compuesta de tres escalones de perímetro cuadrangular, sobre el que se levanta un balaustre de piedra a la manera de vástago, con incrustaciones de mármol blanco, rojo y negro. Estos elementos, a la vez constructivos y decorativos, llevan -en sus frentes anterior y posterior- bajorrelieves con representación de Santa Justa y Rufina (patronas de la ciudad), y los jarrones de azucenas del Cabildo Catedral. Se remata con un pequeño templete que alberga la imagen de la Virgen, y se corona por una cruz patriarcal. Se encuentra rodeado por una reja de hierro fundida por Juan de Mencía, que delimita su espacio y lo separa de los otros enclaves monumentales próximos, como será el monumento de la Inmaculada del centro de la plaza, y la cruz del Juramento de sus aledaños. En 1995 fue intervenido.

     Este conjunto, de reconocida calidad artística y estética, repite el esquema más común en este tipo de monumento, con un pilar que sostiene una imagen, aquí de la Virgen del Patrocinio, en el interior de una especie de templete abovedado.

     El conjunto se eleva sobre un pedestal escalonado de base cuadrada, rodeado por una verja (realizada por Juan de Mencía) con cuatro faroles (obra de Manuel García y Francisco Gutiérrez) e inserto en un espacio acerado donde se desarrolla un jardín con arriates de formas geométricas entre los que se intercalan árboles, arbustos y algunas farolas que datan de 1832; todo ello unificado por un pavimento ajedrezado que alterna losas de piedra de Tarifa con chino lavado. Posee una extensa inscripción explicativa histórica en uno de los frontales del pedestal.

     Se erigió en 1756 conmemorando los escasos daños ocasionados en la ciudad y en la población sevillana por el terremoto de Lisboa de 1755. El 1 de noviembre de ese año fue interrumpida la solemne misa en la Catedral por dicho terremoto, terminándose los Divinos Oficios en plena calle, parece ser que en lugar donde se levanta el monumento. Toda esta historia puede leerse en una inscripción de su pedestal.

     Resulta de una gran importancia histórica al conmemorar los acontecimientos del terremoto de 1755, y como único monumento de estas características (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

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