Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Iglesia del Corpus Christi, de Sevilla.
Hoy, 23 de junio, Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, quien, con estos alimentos sagrados, ofrece el remedio de la inmortalidad y la prenda de la Resurrección [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
Y que mejor día que hoy para ExplicArte la Iglesia del Corpus Christi, de Sevilla.
La Iglesia del Corpus Christi se encuentra en la avenida de la Palmera, 39; en el Barrio del Sector Sur-La Palmera-Reina Mercedes, del Distrito Bellavista-La Palmera.
La Iglesia del Corpus Christi se encuentra en la avenida de la Palmera, 39; en el Barrio del Sector Sur-La Palmera-Reina Mercedes, del Distrito Bellavista-La Palmera.
Segregada de la antigua y extensa delimitación parroquial de San Bernardo, situada en las lindes de la extensa Tablada y amparada en el desarrollo de la antigua avenida de la Reina Victoria, se erigió, entre 1929 y 1933, la nueva iglesia del Corpus Christi. Fue patrocinada su creación por el cardenal Eustaquio Ilundain, que separó su demarcación de la antigua feligresía de San Bernardo, correspondiendo su diseño a Vicente Traver Tomás.
El arquitecto levantino, inspirado en las formas del regionalismo sevillano de la época optó por un templo de formas renacentistas a las que se superpone una decoración barroca. Quizás inspirado en formas palladianas de finales del siglo XVI (empleo de una gran cúpula con dos torres menores en proporción). Traver diseñó un ambicioso templo que no se terminó en su totalidad. No se realizaron las dos torres proyectadas ni tampoco una monumental fachada de dos cuerpos en las que situarían cinco hornacinas con representaciones de santos que nunca llegaron a iniciarse. Todo esto explica la fachada inconclusa en ladrillo que se abre a la avenida de la Palmera, con una monumentalidad que recuerda algunas obras del Renacimiento italiano. Los muros laterales apenas presentan decoración de apilastrados lisos, con líneas geométricas en frontones y óculos. También aparecen flameros a modo de pináculos, que imitan elementos parecidos de la arquitectura protobarroca de la ciudad. El templo se cubre a dos aguas mediante tejado, con tejas vidriadas en el cubrimiento de la cúpula. En 1950, la zona correspondiente a la cabecera fue reformada para ampliar la casa parroquial, a la que se accede desde la calle Manuel Siurot.
El Cardenal Ilundain encargó al pintor Santiago Martínez, en 1932, la decoración del altar mayor de la iglesia. El pintor sevillano realizó en el arco superior una copia del lienzo de la Última Cena, gran lienzo de Alonso Vázquez que se conserva en el Museo de Bellas Artes y que fue realizado para el refectorio del monasterio de la Cartuja. El original se consideraba en aquella época obra de Pablo de Céspedes y así lo hizo constar Santiago Martínez. El mural inferior es un rectángulo (en el proyecto original fue cuadrado), y es obra del mismo autor, que representa a los ángeles adorando a la Sagrada Forma. Mide más de 8 metros de alto y algo más de 6 metros de ancho, está pintado al óleo y fue restaurado en 1991. La familia del pintor conserva el encargo original de la obra, que tasaba su realización en 7.000 pesetas, estipulándose el plazo de ejecución en tres meses. El resto de las capillas presenta algunos altares modernos, con retablos neobarrocos que acogen tallas de San José, la Virgen del Carmen o la Virgen de la Anunciación, destacando un púlpito de mármol labrado del siglo XVIII que procede de la iglesia del convento de la Victoria en Estepa (Manuel Jesús Roldán, Iglesias de Sevilla. Almuzara, 2010).
Conozcamos mejor la Biografía de Vicente Traver Tomás, autor del edificio reseñado;
Vicente Traver Tomás (Castellón de la Plana 23 de septiembre de 1888 – Alicante 15 de noviembre de 1966). Arquitecto y publicista
Vicente Traver fue un arquitecto prolífico y polifacético, de gran proyección en tierras valencianas y andaluzas durante la primera mitad del siglo XX, que ha sido calificado por algunos historiadores como el máximo representante del casticismo en tierras valencianas.
Formado en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, donde se tituló en 1912, a mediados del año siguiente fue nombrado arquitecto de la Comisaría Regia de Turismo y Cultura Artística Popular, por el Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, II Marques de la Vega Inclán, marchando a Sevilla, para realizar el traslado de la portada del palacio de los Duques de Arcos en Marchena a la Huerta del Retiro de los jardines del alcázar sevillano. Posteriormente y también como arquitecto de la Comisaría Regia se hizo cargo de diversas restauraciones en Toledo (castillo de Layos, 1918), Sevilla y Valladolid (Casa de Cervantes). En 1914 se estableció en Sevilla, donde permaneció casi veinte años, y ganó el concurso de la sección de Bellas Artes del Ateneo sevillano con un anteproyecto de hotel en los Jardines de Eslava, principiando una fecunda etapa en la que realizó gran número de obras particulares en la ciudad del Guadalquivir y otras capitales andaluzas.
Galardonado en 1926 con la medalla de oro de la exposición de Arte Decorativo de Paris y con el Gran premio de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, fue presidente de la Asociación General de Arquitectos, siendo nombrado el 13 de enero de 1927, tras la renuncia de Aníbal González, arquitecto general y director artístico de la Exposición Iberoamericana de Sevilla. A este respecto se ha calificado el papel de Traver como decisivo para el éxito de la Exposición Internacional, pues a su cargo estuvo no tan solo la realización de proyectos sino también la supervisión artística de pabellones particulares y oficiales.
Distinguido en 1929 con los grados de Caballero y Comendador de la Orden del Santo Cristo, de Portugal y Galardonado en 1930 con el primer premio del concurso nacional para el proyecto del templo monumental dedicado a la Virgen de los Desamparados de Valencia, en 1933 regresaba a su ciudad natal, –a la que no obstante permaneció vinculado durante su estancia en Sevilla, especialmente con la Sociedad Castellonense de Cultura, de la que era miembro fundador y colaborador de su Boletín–, y para la que ya en 1925 había redactado el Plan de ordenación y urbanización de Castellón y proyectado y edificado diversas viviendas.
En Castellón estableció su oficina de trabajo y rápidamente se nutrió de clientela particular además de la de carácter eclesiástico, pues fue nombrado arquitecto diocesano de Tortosa, siendo numerosas los edificios que diseñó y construyó, tanto en su ciudad natal como en poblaciones vecinas y Valencia capital.
Nombrado durante el conflicto bélico Auxiliar Técnico de la Junta Delegada del Tesoro Artístico de Castellón (1936-38) y posteriormente Agente de Enlace del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, tras la entrada de las tropas del general Franco, el 14 de abril de 1939 fue nombrado alcalde de Castellón, cargo que desempeñó hasta noviembre de 1942, impulsando diversas reformas urbanas contempladas en el Plan que había redactado en 1925.
Arquitecto diocesano de Valencia desde el 14 de julio de 1939, dirigió la restauración del Aula Capitular de la Catedral de Valencia, la de la capilla de las reliquias y la llamada capilla del Santo Cáliz, así como la reconstrucción del Palacio Arzobispal y la construcción del Seminario Metropolitano de Valencia en Moncada.
Dedicado a la arquitectura y también a la labor de publicista e investigador, llevó a cabo numerosas e importantes obras en Castellón y poblaciones de su entorno, en un estilo clasicista y ecléctico muy característico de nuestro biografiado.
Nombrado en 1914 caballero de la Real Orden de Isabel La Católica y un año más tarde condecorado con el grado de comendador de la misma Real orden, fue designado en 1948 presidente de la Comisión Provincial de Monumentos de Castellón.
De su afición al cultivo de la Historia surgieron diversos libros y numerosos artículos en el “Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura”, de la que fue miembro activo y vice-presidente. Fue también correspondiente de la Real Academia de la Historia y de las de Bellas Artes de San Fernando, Santa Isabel de Hungría y San Carlos (Ferrán Olucha Montins, en Biografías de la Real Academia de la Historia).
Conozcamos mejor la Solemnidad del Corpus Christi;
Un milagro eucarístico del siglo XIII fue el origen de la Fiesta del Corpus Christi, que la Iglesia celebra el jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad; aunque en algunos países las Iglesias locales deciden trasladarla para el domingo por una cuestión pastoral (en Sevilla se mantiene la festividad en el jueves). En esta solemnidad la Iglesia tributa a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, gratitud y amor, siendo la procesión del Corpus Christi una de las más importantes en toda la Iglesia Universal. A mediados del siglo XIII el P. Pedro de Praga dudaba sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía y realizó una peregrinación a Roma para rogar sobre la tumba de San Pedro una gracia de fe. Al retornar, mientras celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la Cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró manchando el corporal.
La noticia llegó rápidamente al Papa Urbano IV, que se encontraba muy cerca en Orvieto, y mandó que se le lleve el corporal. Más adelante el Pontífice publicó la bula “Transiturus”, con la que ordenó que se celebrara la Solemnidad del Corpus Christi en toda la Iglesia el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad. El Santo Padre encomendó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para la fiesta y la composición de himnos, que se entonan hasta el día de hoy: Tantum Ergo, Lauda Sion. El Papa Clemente V en el Concilio general de Viena (1311) ordenó una vez más esta fiesta y publicó un nuevo decreto en el que incorporó el de Urbano IV. Posteriormente Juan XII instó su observancia.
Un milagro eucarístico del siglo XIII fue el origen de la Fiesta del Corpus Christi, que la Iglesia celebra el jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad; aunque en algunos países las Iglesias locales deciden trasladarla para el domingo por una cuestión pastoral (en Sevilla se mantiene la festividad en el jueves). En esta solemnidad la Iglesia tributa a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, gratitud y amor, siendo la procesión del Corpus Christi una de las más importantes en toda la Iglesia Universal. A mediados del siglo XIII el P. Pedro de Praga dudaba sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía y realizó una peregrinación a Roma para rogar sobre la tumba de San Pedro una gracia de fe. Al retornar, mientras celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la Cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró manchando el corporal.
La noticia llegó rápidamente al Papa Urbano IV, que se encontraba muy cerca en Orvieto, y mandó que se le lleve el corporal. Más adelante el Pontífice publicó la bula “Transiturus”, con la que ordenó que se celebrara la Solemnidad del Corpus Christi en toda la Iglesia el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad. El Santo Padre encomendó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para la fiesta y la composición de himnos, que se entonan hasta el día de hoy: Tantum Ergo, Lauda Sion. El Papa Clemente V en el Concilio general de Viena (1311) ordenó una vez más esta fiesta y publicó un nuevo decreto en el que incorporó el de Urbano IV. Posteriormente Juan XII instó su observancia.
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Horario de apertura de la Iglesia del Corpus Christi:
Ver horario de Misas.
Horario de Misas de la Iglesia del Corpus Christi:
De Lunes a Sábados: 09:15, 19:00, y 20:00
Domingos y Festivos: 10:30, 12:00, 13:15, 19:00, y 20:00
Página web oficial de la Iglesia del Corpus Christi: www.parroquiacorpuschristi.org
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