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miércoles, 12 de junio de 2019

La Capilla de San Onofre


      Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Capilla de San Onofre, de Sevilla.     
      Hoy, 12 de junio, en Egipto, San Onofre, anacoreta, que en el vasto desierto llevó vida religiosa por espacio de sesenta años (400)  [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
   Y que mejor día que hoy para ExplicArte la Capilla de San Onofre, de Sevilla.
     La Capilla de San Onofre, se encuentra en la plaza Nueva, 2; en el Barrio del Arenal, del Distrito Casco Antiguo.
   En la plaza que se creó sobre el solar de la antigua Casa Grande de San Francisco todavía conserva algún resto del que fue uno de los edificios conventuales más importantes de la ciudad. Oculta por la fachada del edificio regionalista de Telefónica, en un ángulo de la plaza Nueva apenas se intuye por los carteles y convocatorias de culto la pervivencia de una capilla lateral de la antigua y monumental iglesia franciscana. Es la capilla de San Onofre, el misterioso santo anacoreta que da título a un lugar que alberga otros misterios.
     No sólo el de su inexistente fachada. Allí se ambienta una curiosa leyenda: el ánima de un antiguo sacerdote vagó durante años buscando purgar su pena por no haber celebrado una misa encargada para el día de los difuntos. Finalmente, ayudado por un franciscano que observaba sus apariciones. aquella alma perdida pudo celebrar la misa olvidada, salir del Purgatorio e ir al anhelado Cielo. Quizás en el Purgatorio del olvido se encuentra una de las capillas más desconocidas de la ciudad.

   A mediados del siglo XIX, tras el derribo del convento, hubo varios proyectos para dotarla de fachada propia. Ninguno se llevó a cabo y hoy se accede a ella a través del edificio adosado. Es la entrada a una pequeña estancia de una sola nave, cubierta con bóveda de medio cañón con arcos fajones y lunetos. 
      Destaca en su interior el retablo mayor, realizado entre 1678 y 1682 por Bernardo Simón de Pineda, siendo, casi con toda seguridad, obra de Pedro Roldán las tallas que alberga. Presenta sotabanco, banco y un cuerpo con tres calles y ático. En el banco aparecen relieves de San Francisco de Asís y San Lorenzo, quedando en el centro el significativo relieve de las ánimas del Purgatorio. El primer cuerpo queda compuesto por la imagen de la Virgen de la Luz y las imágenes de San Fernando, conquistador y patrón de la ciudad, y de San Hermenegildo, el visigodo golpista que se enfrentó a la herejía arriana. En el ático, un relieve con el tema de la Circunsición y la figura de Dios Padre coronan un retablo en el que aparecen columnas salomónicas, juguetones, ángeles y una abigarrada decoración de frutas y hojarasca tan característica de sus dos autores.   

      En el muro izquierdo se sitúa el retablo dedicado a San Onofre, el monje egipcio que llegó a vivir más de sesenta años solo en el desierto. La talla central del santo es de Pedro Díaz Palacios (1599), siendo la arquitectura del retablo obra de Juan Martínez Montañés (1604) y sus pinturas de Francisco Pacheco (1606), habituales colaboradores hasta el enfrentamiento que mantuvieron en la realización del retablo mayor del convento de Santa Clara. En el mismo testero se sitúa un lienzo de la Virgen de Guadalupe firmado por Juan Correa y un relieve de la Trinidad de fines del siglo XVI, cercano al estilo de Jerónimo Hernández.
      En el muro derecho figura un retablo del siglo XVII con una Inmaculada del siglo XVIII y relieves de los Santos Juanes y de Dios Padre en el ático. El siguiente retablo, también de Simón de Pineda, se dedica a San Laureano y fue terminado en 1684. Muestra al santo titular en la hornacina principal, estando dedicados el resto de sus relieves a escenas de la vida de San Juan Evangelista.
      Diferentes lienzos del siglo XVII con escenas de la pasión cuelgan sobre los muros de la capilla. Una iglesia que llegó a tener hermandad propia e, incluso, un hospital conocido como el de las Ánimas, en unos terrenos cedidos por los franciscanos que habían servido originariamente como cementerio musulmán (Manuel Jesús Roldán, Iglesias de Sevilla, Almuzara, 2010).

Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de San Onofre, anacoreta:
LEYENDA
   Supuesto hijo de un rey de Persia (o de Abisinia) que en el siglo IV se hizo ermitaño en la Tebaida.
   Su padre oyó las pérfidas insinuaciones del demonio disfrazado de peregrino, quien le dio a entender que el niño que pariría la reina sería un bastardo y que sería fácil probarlo exponiéndolo al fuego.
   El niño, arrojado a un brasero encendido, salió incólume del fuego, y con esta ordalía probó que era un hijo legítimo. Un ángel ordenó al rey hacer­lo bautizar con el nombre Onofre.
   Criado en un convento egipcio, el joven Onofre fue amamantado durante tres años por una cierva blanca (cerva alba).
   Ofreció un pan a la imagen del Niño Jesús que ingenuamente se quejaba de no tener qué comer; en cambio recibió un pan tan grande que se necesitó la fuerza de numerosos monjes para llevarlo.
   Dejó el convento donde lo criaran para convertirse en ermitaño. Una columna de fuego guió su marcha. El anacoreta Hermeo le condujo a una gruta cerca de la cual corría una fuente a la sombra de una palmera.
   Vestido sólo con sus largos pelos que cubrían completamente su cuerpo descarnado de asceta, y por su desmesurada barba, con un ceñidor de hojas atado en la cintura, el nuevo Adán, durante sesenta años vivió de los dátiles de su palmera y del pan que le llevaba un ángel quien, cada domingo, le administraba la santa comunión.
   El ermitaño Pafnucio, al ver a Onofre por primera vez, más parecido a un chimpancé que a un hombre, lo tomó por un animal feroz y huyó espan­tado. Pero Onofre lo tranquilizó y le contó su vida.
   Cuando murió, un coro de ángeles le tributó los honores fúnebres. Su alma ascendió al cielo en forma de paloma blanca (subspecie columbae candidae). La mayoría de estas circunstancias se copiaron de la leyenda de san Pablo ermitaño y de santa María Egipcíaca.
CULTO
   La ciudad de Munich se jactaba de poseer las reliquias de san Onofre. Venerado por los jerónimos que le dedicaron un monasterio en Roma, sobre el Janículo, san Onofre era invocado, igual que santa Bárbara, contra la muerte repentina sin confesión, a causa del ángel que regularmente le llevaba el Santo Viático, de ahí su popularidad durante la Edad Media. Como se había tejido una túnica con hojas de palmera, era el patrón de los tejedores. En Florencia, la corporación de los tintoreros (tintori di lana, Fürberzundt) se había puesto bajo su protección.
ICONOGRAFÍA
   Se lo representa como un salvaje (wilder Mann), y con los rasgos de un anciano descarnado,  cubierto de pelos de pies a cabeza, con una larga bar­ba bífida que desciende entre sus piernas.

   Se asemeja a un viejo orangután, tanto más por cuanto a veces anda a cuatro patas perseguido por perros. Como toda vestimenta tiene un ceñidor de hojas de palmera trenzadas, y a veces sólo un simple sarmiento de vid. Es el equivalente masculino de santa María Egipcíaca con quien forma pareja.
   Los hombres salvajes (uomini selvatici; wild men), es decir, los hombres de los bosques y selvas, vestidos con pieles, como los faunos y los sátiros de la mitología griega, son un tema muy frecuente en el arte de finales de la Edad Media.
   San Onofre, junto a san Juan Crisóstomo, el tipo más popular de los anacoretas hirsutos o velludos (pilosi, hairy men) de Oriente.
      Se lo ha representado con una corona tirada a sus pies, que recuerda su pretendido origen real, y una calavera que recuerda su penitencia. Pero su atributo característico, que comparte con santa Bárbara, es el cáliz rematado en una hostia que simboliza su comunión dominical. Un cuervo le lleva a diario un pan en el pico (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
       Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Capilla de San Onofre, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Horario de apertura de la Capilla de San Onofre:
     De Lunes a Domingos: de 00:00 a 24:00

Enlace a la web oficial de la Capilla de San Onofre: No tiene

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