Hoy, 2 de septiembre, en Apamea, lugar de Siria, San Antonino (o Antolín), mártir de la fe, de quien se dice que los paganos lo mataron por destruir ídolos gentiles cuanto tenía veinte años de edad (s. IV) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
Y que mejor día que hoy para Explicarte la calle Palencia, de Sevilla. dando un paseo por ella, puesto que San Antolín es el patrón de la capital palentina.
La calle Palencia es, en el Callejero de Sevilla, una vía que se encuentra en el Barrio de Bellavista, del Distrito Bellavista-La Palmera; y va de la calle Salamanca, a la calle Jazmín.
La calle, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
La vía, en este caso una calle, está dedicada a Palencia, capital de la provincia homónima, en la Comunidad autónoma de Castilla y León.
Rotulada en 1950 con el nombre de esta ciudad castellano-leonesa, anteriormente se denominó Marqués de Estella. Trazada al parcelarse los terrenos de la barriada. De trazado recto, cruza Logroño y Sacramento. Asfaltada y con acerado de cemento en regular estado de conservación y limpieza, presenta casas de distinta tipología: viviendas unifamiliares de una o dos plantas, encaladas y rematadas en azoteas, y bloques de pisos de tres plantas con predominio de terrazas y fachadas en ladrillo visto. En su acera de los impares, en el tramo comprendido entre Sacramento y su desembocadura en Jazmín, hay un solar vallado y con relleno de albero, destinado a prácticas deportivas [Margarita Serrano Soria, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de San Antolín, mártir, patrón de la capital palentina, a la que está dedicada esta calle;
Mártir legendario del siglo X.
Según la tradición local, habría venido de Arles con san Dionisio, para evangelizar la región de Rouergue.
Habría sido decapitado y descuartizado. Sus miembros fueron arrojados al Ariège. No obstante, su cabeza y brazos, depositados en una barca y velados por dos águilas blancas, remontaron milagrosamente la corriente del arroyo y fueron recogidos en Pamiers.
En realidad el santo de Pamiers nunca existió, es una duplicación de san Antolín de Apamea, que fue martirizado en esa ciudad de Siria, vecina de Antioquía, a orillas del Orontes. En el siglo XII el conde Rogelio II de Foix había bautizado a esa ciudad sobre el Ariège, Apamia, que por aféresis de la inicial se convirtió en Pamia y luego en Pamiers, en recuerdo de la ciudad siria de Apamea, donde había combatido durante la cruzada. El mártir sirio, cuyas reliquias trajera consigo el mencionado conde, se tomó por un santo local.
Es patrón de Pamiers, cuya catedral está puesta bajo su advocación, y de Saint Antonin du Rouergue, sobre el Aveyron (Tarn et Garonne), adonde fueron trasladadas sus reliquias, y que abandonó entonces su antiguo nombre de Nobelval; y también, santo patrón de Toulouse, donde la isla de Tounis, forma dialectal de Antonin, todavía recuerda su nombre.
Su culto se ha establecido en Borgoña, en la iglesia de Bussy le Grand, cerca de Flavigny y en la ciudad de Palencia, en España.
Sus atributos, tomados de la leyenda, son una barca y dos águilas (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
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