Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte los Pilares de la Aljama, de la Catedral de Santa María de la Sede, de Sevilla.
Hoy, 10 de marzo, es el aniversario (10 de marzo de 1198) de la finalización de la Mezquita Aljama de Sevilla, así que hoy es el mejor día para ExplicArte los Pilares de la Aljama, de la Catedral de Santa María de la Sede, de Sevilla.
La Catedral de Santa María de la Sede [nº 1 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y nº 1 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra en la avenida de la Constitución, 13; con portadas secundarias a las calles Fray Ceferino González, plaza Virgen de los Reyes, y calle Alemanes (aunque la visita cultural se efectúa por la Puerta de San Cristóbal, o del Príncipe, en la calle Fray Ceferino González, s/n, siendo la salida por la Puerta del Perdón, en la calle Alemanes); en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo.
En la Catedral de Santa María de la Sede, podemos contemplar en el Patio de los Naranjos, los Pilares de la Aljama [nº 117 en el plano oficial de la Catedral de Santa María de la Sede], descubiertos por don Félix Hernández en 1942, donde había estado la sala de juntas de la Hermandad Sacramental del Sagrario y otros anexos; los recreció en 1992 Alfonso Jiménez Martín (Alfonso Jiménez Martín, Cartografía de la Montaña hueca; Notas sobre los planos históricos de la catedral de Sevilla. Sevilla, 1997).
El patio de la Mezquita dibujó en planta un rectángulo de 43'60 m. en sentido Norte-Sur por 82'40 m., que vamos a describir como si estuviese completo. Los lados cortos eran sendas danzas de siete arcos gemelos, que son de herradura túmida, doblados y con arranques en nacela; aparecen recuadrados por alfices muy altos, que quedan perdidos visualmente ante la potencia de la cornisa y de los fuertes estribos que apean los pilares de arco a arco. La citada cornisa está construida por una espesa batería de modillones cuyo perfil lo forman tres macelas escalonadas; el ritmo sólo se rompe sobre los estribos, donde la pareja de modillones afectados se transforman en ménsulas en «S». El único elemento que produce la transición entre cornisa y el orden de arcos y estribos, es una moldura muy simple que va reproduciendo todas las inflexiones horizontales de la fábrica. La cornisa sostiene unas tejas y merlones de gradas, de cinco escalones por cada lado.
La organización que acabamos de describir se repite en todos los tramos que daban al Patio, e incluso en las arquerías que subdividen las galerías cortas. Lo único que varía son los soportes; así los de los dos lados largos son cruciformes, con estribo por dentro y por fuera y arcos duplicados en profundidad detalle que la mayoría de las mezquitas andaluzas repiten siguiendo la solución de emergencia que se arbitró en la Mezquita de Córdoba en el año 958; los pilares de los lado cortos, son como los anteriores pero cortados por la mitad, mientras los que subdividían las naves de Levante y Poniente son simples rectángulos. Este repertorio de soportes se repitió en la Sala de Oración siendo los normales los del tipo rectangular simple.
El exterior del Patio muestra una apariencia que podemos suponer extendida a todo el resto del edificio. Es un simple muro almenado, ritmado por estribos que repiten, con ligerísimas incongruencias, la cadencia interna. Por lo que sabemos cada costado del patio poseyó tres puertas gemelas, más otra en el eje del lado mayor, llamada hoy «del Perdón».
Las puertas laterales, son arcos de herradura, sobre impostas con nacelas, con alfiz muy alto y sin dobladura; este arco se repite al otro lado del muro, ocupando el resto de éste una bóveda de mocárabes.
La puerta axial mencionada es algo más compleja que las laterales. Su tránsito del muro es idéntico, aunque todo de mayor tamaño; traspuesto el arco interior aparecen otros dos, de los típicos de las galerías del Patio, paralelos al eje de éste y que apoyan en el muro exterior y en los pilares del sahn.
La cubierta que poseyeron esta naves fue del mayor interés, y hemos de suponer que se articuló en tantas hileras de dos aguas como naves existieron. La estructura de estas cubiertas, cuyos materiales ya han sido descritos, fue la primera serie de armaduras de par y nudillo que se documenta en Andalucía, pues los rastros subsistentes confirman la existencia de tirantes pareados y bien separados, como demostración que el salto en el concepto estructural se acababa de producir, pues pocos años antes las cubiertas aún se resolvían a la manera antigua, es decir, repitiendo tijeras muy próximas.
El sector descubierto del Patio posee hoy una rígida ordenación de naranjos, cuyos alcorques están conectados por medio de unas liebas que dibujan temas de lazo; todo ello, realizado con ladrillo a sardinel, es obra reciente de Don Félix Hernández. Destacan en él cuatro saltadores de mármol, las bocas de los aljibes subterráneos y una fuente, cuya taza superior procede de las termas romanas que mencionamos al comienzo; de estos depósitos subterráneos apenas si podemos aportar alguna noticia, salvo el dato que nos ofreció hace años Don Félix Hernández de que estos aljibes están cerrados con bóvedas de cañón y recorren el Patio de Norte a Sur, mientras en las naves van en dirección Este-Oeste.
Diversos autores se han referido a las formas de la Mezquita como ejemplos de austeridad, como si la estupenda fábrica de ladrillo que conforma sus elementos fundamentales y los cajones de tapial hubiesen quedado vistos, cuando es evidente que los puntos claves poseyeron yeserías, así las puertas pequeñas llevaban sus aristas molduradas y las arquivoltas festoneadas o con lambrequines; dado que tales formas menudas corrigen y ocultan las tectónicas, evidencian que la decoración pertenece, probablemente, a la etapa de Abu Yusuf; algo similar le ocurría a los arcos generales del Patio. El que se abre en el eje muestra que su figura primitiva era lobulada y que fue corregida y decorada con unas hermosas yeserías, muy cordobesas, que se conservan perfectamente. También iban decoradas las bóvedas de las puertas pequeñas, pues una ostenta decoración de mocárabes de yeso, que conforman una elaborada superficie.
El arco axial que acabamos de mencionar, es decir el que se abría al propio Patio, está protegido hoy por un tejaroz de madera nuevo, que recoge, en lo estructural y dimensional, las sugerencias formales de uno original desaparecido, y hemos de suponer que todos los arcos de puerta que quedaban a la intemperie recibieron en su momento una protección similar. Antes de pasar a otro apartado conviene reseñar la existencia de una estupenda puerta que cerraba la del Sahn hacia el Norte. Conserva sus dos hojas, cada una de las cuales mide casi nueve metros de altura por dos de ancho; son de madera de cedro forrada con hojas de bronce, cubiertas éstas por un tema de lazo muy sencillo, rellenos con los motivos vegetales, que denominamos atauriques, o letreros cúficos cuya traducción es «El poder pertenece a Dios. La eternidad es de Dios»; recordemos finalmente las estupendas aldabas, que contienen arias aleyas del Corán, concretamente las denominadas al-Nur y al-Hiyr. Ninguno de los elementos que acabamos de reseñar está hecho en moldes, sino cincelados independientemente (Alfonso Jiménez Martín, El Patio de los Naranjos y la Giralda, en La Catedral de Sevilla, Ediciones Guadalquivir. Sevilla, 1991).
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