Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la pintura "Santiago el Menor" de Francisco Polanco, en la sala VI, del Museo de Bellas Artes, de Sevilla.
Hoy, 3 de mayo, Fiesta de San Felipe y Santiago, apóstoles. Felipe, que, al igual, que Pedro y Andrés, había nacido en Betsaida, era discípulo de Juan Bautista y fue llamado por el Señor para que le siguiera. Por su parte, Santiago, de sobrenombre "Justo", hijo de Alfeo y considerado en Occidente como el pariente del Señor, fue el primero que rigió la Iglesia de Jerusalén. Al suscitarse la controversia sobre la circunsición, se apartó del criterio de Pedro, a fin de que no se impusiese a los discípulos venidos de la gentilidad aquel antiguo yugo. Muy pronto coronó su apostolado con el martirio (s. I) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
Y qué mejor día que hoy para ExplicArte la pintura "Santiago el Menor" de Francisco Polanco, en la sala VI, del Museo de Bellas Artes, de Sevilla.
El Museo de Bellas Artes (antiguo Convento de la Merced Calzada) [nº 15 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y nº 59 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra en la Plaza del Museo, 9; en el Barrio del Museo, del Distrito Casco Antiguo.
En la sala VI del Museo de Bellas Artes podemos contemplar la pintura "Santiago el Menor", obra de Francisco Polanco (h. 1651-1651), siendo un óleo sobre lienzo en estilo barroco, pintado hacia 1640, con unas medidas de 1,00 x 0,79 m., procedente del Convento de Capuchinos de Sevilla, tras la desamortización (1840).
Una de las devociones más extendidas en el barroco español contrarreformista fue la que recibieron los apóstoles de Cristo lo que se concretó en la realización de numerosos apostolados. Estas pinturas se colgaban en los pilares como metáfora de su condición de sostenedores de la fe. Esta imagen de Santiago el Menor forma parte de un apostolado en el que las doce figuras están representados aisladas y de medio cuerpo. Santiago el Menor vestido con túnica y manto aparece con las manos juntas en actitud orante dirigiendo su mirada hacia abajo. Como la mayoría de las representaciones de este apostolado tiene como atributo general un libro que aparece en primer término. Detrás suyo aparece un madero que bien pudiera ser una maza de batanero, instrumento de su martirio con el que le aplastaron el cráneo. La luz se constituye en protagonista del lienzo modelando las formas y estableciendo contrastes entre la zona izquierda, que recibe el foco de luz y la derecha que permanece oscura (web oficial del Museo de Bellas Artes de Sevilla).
Se ignora actualmente la fecha de nacimiento de Francisco Polanco, que debió de acontecer en torno a 1610 en Cazorla (Jaén). También desconocemos las circunstancias de su aprendizaje que debió tener lugar en Sevilla hacia 1630, realizándose dentro del grupo de artistas que siguió de cerca el estilo de Zurbarán. En esta dirección pictórica trabajaría hasta 1645 y a partir de esta fecha su estilo osciló hacia las formas de Murillo. Esta última tendencia le ocupó los últimos años de su vida que fue relativamente corta ya que falleció en 1651, siendo enterrado en la parroquia de la Magdalena.
Las obras de este artista son muy escasas, lo que dificulta el correcto conocimiento de su estilo. Nada aporta en este sentido el conjunto de cinco Apóstoles firmados que se conservan en el Museo Franz Meyer de México; son obras de débil factura y carentes de personalidad artística aparte de su reducido tamaño.
Mayor interés presenta el San Juan Bautista firmado por Francisco Polanco que pertenece a la catedral de Sevilla y que por el momento es el único testimonio válido para definir las características de su estilo. De todas formas es obra que ha de considerarse tardía dentro de su producción y que puede fecharse hacia 1650; en ella se advierten aún reminiscencias zurbarenescas, aunque están ya supeditadas a una mayor blandura de dibujo y una intensificación de las características expresivas, factores que testimonian su evidente conocimiento del arte de Murillo.
Esta pintura de la Catedral sevillana permite sugerir que Francisco Polanco pudiera ser el autor de la serie de Sibilas que se conservan en propiedad particular sevillana y una colección particular de Francia. En ambas series se intuye un estilo pictórico próximo al del San Juan Bautista aunque ello no permite realizar una atribución definitiva y concluyente. A esta sugerencia que aquí emitimos podría añadirse el dato de que en el testamento de Francisco Polanco realizado en 1651 figuran doce sibilas.
En el Museo de Sevilla se conserva Un Apostolado de medio cuerpo que el inventario de 1840 señala escuetamente con el nombre de Polanco, procedente del convento de los Capuchinos de esta ciudad; posteriormente los catálogos del Museo lo recogen a nombre de Francisco y Miguel Polanco. Admitiendo la existencia de ambos hermanos, no parece sensato pensar que ambos pintasen juntos aunque pudieron trabajar en colaboración, repartiéndose la realización de pinturas como ya señaló Ceán Bermúdez. El hecho es que al menos sabemos que Francisco Polanco poseyó casa y taller particular, lo mismo que hubo de ocurrir con su hermano Miguel.
Por otra parte como quiera que no poseemos ningún testimonio seguro de la obra de Miguel Polanco y al considerar que el estilo de este Apostolado no es lejano ni contradictorio con el San Juan Bautista de la Catedral, podemos, aunque tan sólo sea por intuición, señalar que estos Apóstoles del Museo pueden pertenecer a Francisco Polanco en espera de que la aparición de documentos o posteriores pinturas firmadas puedan ayudar a desvelar los problemas que plantea actualmente el estudio de ambos hermanos (Enrique Valdivieso González, Pintura, en Museo de Bellas Artes de Sevilla. Tomo II. Ed. Gever, Sevilla, 1991).
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de Santiago el Menor, apóstol y mártir;
Hijo de Alfeo y de María Cleofás, medio hermana de la Virgen María, el apóstol Santiago, motejado el Menor o el Joven, para diferenciarlo de su homónimo mayor (aunque no su hermano primogénito) Santiago el Mayor, era primo hermano de Jesucristo, a quien se parece como un hermano. De ahí que en la Iglesia griega se lo llame Adelphoteos (hermano de Dios), y en la Iglesia romana frater domini (hermano del Señor).
Se cuenta que después de la Crucifixión de Jesús, su dolor y su fe le inspiraron la decisión de ayunar hasta que lo hubiera vuelto a ver en su gloria. Jesús se le apareció después de la Resurrección y lo eximió del voto que se había impuesto, y él mismo le preparó una comida que le invitó a comer, después de haberle bendecido.
Se habría convertido en jefe de la Iglesia cristiana de Palestina, es decir, en obispo de Jerusalén, después de la partida de san Pedro hacia Roma. A dicho título intentó convertir al sumo sacerdote Caifás, pero sin éxito. En el patio del templo, donde predicaba el Evangelio, fue arrojado desde el púlpito. De acuerdo con otra versión que es una copia de las Tentaciones de Cristo, habría sido «precipitado desde el pináculo del templo».
En el año 62 el sanedrín aprovechó la ausencia del procurador romano para condenarlo a muerte por lapidación. Murió cuando un batanero le asestó tal garrotazo que le hizo saltar los sesos.
Habría sido víctima del fanatismo judío. Pero según el historiador Flavio Josefo, dicho asesinato habría sido desautorizado por los moderados (Antigüedades Judaicas, XX, 9).
CULTO
Su cabeza se conserva en Ancona. En Francia, la iglesia de Saint Jacques de Dieppe está puesta bajo su advocación.
Es el santo patrón de los bataneros, es decir, de sus verdugos.
ICONOGRAFÍA
A veces está representado en vestiduras episcopales, con el báculo, porque se consideraba que había sido obispo de Jerusalén.
Su atributo habitual es el palo de batanero (fuller's club, Walkerstange), con forma de maza curva o tronco de árbol podado, con el cual le dieron muerte en Jerusalén.
A finales de la Edad Media, en Alemania, se sustituyó el palo de batanero por un arco triangular (Wollbogen), otro instrumento de batanero, especie de peine de cardar, que emplean los tejedores y sombrereros para alisar el fieltro. Suele confundírselo con Santiago el Mayor, quien era mucho más popular y cuya fama ha eclipsado a la suya. De ahí que en un Libro de Horas para uso de Angers, el miniaturista le haya dado como atributo, por error, un bordón de peregrino.
Por último, suele formar pareja con el apóstol Felipe, cuya fiesta se celebraba el mismo día (3 de mayo) (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
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