Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Cádiz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Casa del Obispo - Yacimiento Arqueológico; ECCO Espacio de Creación Contemporánea; Centro de Interpretación de la Constitución; Yacimiento Arqueológico Gadir - Teatro de Títeres Tía Norica; Museo del Títere; Teatro Central Lechera; Centro Municipal de Flamenco La Merced; e Iglesia de Nuestra Señora de la Palma) de la localidad de Cádiz (y X), en la provincia de Cádiz.
Desde la Edad Media se ubicó en este solar la residencia del obispo, aunque el aspecto actual de su sencilla fachada responde a una radical reforma del siglo XIX. Durante las últimas obras de remodelación del inmueble, se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas, en el transcurso de las cuales se han localizado estructuras que abarcan desde el Bronce Final hasta nuestros días.
De época fenicia son los muros de una habitación con pavimento de tierra apisonada, fechada en el siglo VII a.C., que posiblemente tuvo un uso sagrado, pues así lo evidencian los restos allí aparecidos. Cercana de esta estructura hay una tumba construida con sillares sin argamasa, que se data en el siglo V a.C., de cuyo ajuar se conserva un anillo de oro, expuesto actualmente en el Museo de Cádiz. En el mismo solar se han localizado también restos de un gran edificio público romano, que formaría parte de la Neápolis construida por los Balbo en el siglo I a. C. De él se han documentado numerosos elementos arquitectónicos, entre ellos algunos almacenes y criptopórticos.
La galería principal fue reutilizada en época almohade y en la Edad Moderna. Trabados con estas construcciones se conservan restos del antiguo palacio episcopal, que por sus características pueden ser datados a mediados del siglo XVI, época en la que se debió llevar a cabo una profunda remodelación del conjunto (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo I. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
En esta excavación se ha documentado los siguientes períodos de asentamiento:
Período 1. Período fenicio. Las estructuras aparecidas pertenecen a un complejo estructural cuya funcionalidad sea posiblemente de uso doméstico, ya que están asociadas a hogares con abundante material lítico. Morfológicamente están compuesta de zócalos de piedra ostionera de forma irregular con un tendel de barro verdoso. Estos están erigidos sobre el nivel de roca natural. El alzado ha sido documentado a través de los derrumbes, construido de arcilla y utilizando la técnica del tapial. Los pavimentos de estas estructuras son de arcilla apisonada. La cerámica asociada a estas estructuras tienen un marco cronológico que abarca desde el siglo VII a. C. al VI a.C.
Período 2. Período púnico. Dentro de este período podemos dividirlo en dos complejos estructurales diferentes:
- Conjunto de estructuras y pozos. Su alteración postdeposicional es muy alta, debido a la gran envergadura y profundidad de las fosas de cimentación de época romana. Se conservan algunos restos de cimentaciones y fondos de pozos. Estos cimientos están fabricados con ripios de ostionera y barro amarillento. Debajo de una estructura de época imperial se ha documentado el resto de un pilar púnico construido con adobes y tendel de arcilla roja. Solo se ha conservado parte de un pavimento muy destruido en el que ha aparecido un quema perfumes con su ritual in situ.
- Monumento funerario del siglo V a. C. Su técnica constructiva esta basada en la utilización de grandes sillares de ostionera colocados a hueso o con un tendel de cal y arena. El monumento fue construido sobre un pódium elevado por medio de sillares colocados de forma vertical, envolviendo una monumental tumba. Este enterramiento está construido con grandes sillares a hueso, con una base y una cubierta de un solo sillar de características ciclópeas. Su interior está enfoscado de mortero. Es muy posible que la tumba fuera construida en una fase inicial y posteriormente se construyera el resto del conjunto.
Período 3. Período romano republicano. Las estructuras más importantes de este momento están relacionadas con el almacenamiento de agua. La construcción más monumental es una gran cisterna para la captación y almacenamiento de agua. Está construida con grandes sillares de roca ostionera, con una cubierta a dos aguas y una profundidad de unos 4 metros. A escasos metros de ésta, aparece un conjunto de tres cisternas de diferentes características a la anterior. Están levantadas con arcilla y piedra ostionera. Asociado a este conjunto se ha documentado una gran plataforma de ripios de ostionera y arcilla roja.
Período 4. Período romano imperial. En primer lugar se ha constatado el nivel de cimentación de una fuente monumental.
Las estructuras que permanecen in situ son los cimientos del frontal donde estaba ubicado el monumento. También se ha conservado la poceta del fondo con dos canalizaciones de desagüe (una de ellas con compuerta). El fondo de la fuente estaba decorado con un mosaico de opus signinum y teselas de mármol formando decoraciones geométricas. En relación con la fuente se ha documentado una pileta realizada en opus signinum. Es un pediluvium de pequeña profundidad y dimensiones. Junto a este aparece un suelo de opus signinum que cubre la cisterna con cubierta a dos aguas.
Por otro lado, se han excavado dos criptopórticos unidos de forma perpendicular, cuya funcionalidad era aterrazar el terreno para construir los edifcios públicos levantados en torno al foro. Uno de ellos tiene un estado de conservación muy bueno, ya que ha sido reutilizado como almacén hasta nuestros días. Tiene un gran carácter monumental, conservándose hasta la primera planta del edificio episcopal. Es muy probable que puedan aparecer restos de otros criptopórticos paralelos a este, ya que conocemos su existencia por transmisión oral y escrita.
Período 5. Período de ocupación medieval. Está plasmado en un nivel de destrucción sobre algunos de los estratos romanos. Este asentamiento tiene un carácter residual, normalmente caracterizado por la reutilización de los antiguos edificios de origen romano. El caso más representativo es el uso del criptopórtico como espacio de hábitat. En su interior aparece un nivel de ocupación con abundantes hogares.
Período 6. Período moderno. Una de las construcciones más importantes de esta época es el antiguo frente de Vendaval levantado en los siglos XVI y XVII. Esta muralla fue construida para frenar los fuertes embates del mar. Al margen de su entidad en sí misma, es una clara referencia para delimitar el área antigua de ocupación y, por lo tanto, del yacimiento arqueológico.
De este período también destacamos la reutilización de una de las cisternas romanas como basurero, en la que ha aparecido abundante cerámica de los siglos XVII y XVIII. En cuanto al criptopórtico romano, fue usado como almacén desde el siglo XVI al XVIII, apareciendo dos grandes tinajas enterradas para conservar productos agrícolas.
Período 7. Período contemporáneo. Pertenece a diferentes fases de construcción de la Casa del Obispo. Dentro de sus estructuras no solo recicla material de construcción romano, sino que aglutina y reutiliza los antiguos edificios, como los restos excavados, incluidos los dos criptopórticos (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Residencia del jefe religioso de la diócesis desde la Edad Media, si bien la fachada actual data sólo del siglo XIX. En recientes obra de rehabilitación, se localizaron restos de estructuras que se remontan nada menos que al bronce final, lo que ha dado lugar a un formidable yacimiento, actualmente visitable, en el que sin dificultad puede leerse la historia arquitectónica de Cádiz. Organizado de una forma muy instructiva para el visitante, en este lugar pueden verse elementos arquitectónicos fenicios, restos de un edificio romano de carácter público de grandes dimensiones, así como zonas correspondientes a los almohades, e incluso partes del antiguo palacio episcopal fechado en el siglo XVI de nuestra era. En conjunto, más de tres mil años de historia resumidos en un paseo verdaderamente fascinante (Rafael Arjona, y Lola Wals. Guía Total, Cádiz, Costa de la Luz. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2008).
"Esta moderna infraestructura cultural es el resultado de la rehabilitación y transformación del antiguo edificio de Acuartelamiento de Carlos III. La adaptación de recinto militar en espacio cultural ha dado como resultado un sistema de naves consecutivas que permite recorrer las instalaciones siguiendo un orden con anillos de circulación. Las instalaciones cuentan con un espacio museístico, vestíbulo y un patio ajardinado.
En centro cuenta con gran profusión de muestras y exposiciones de Arte Contemporáneo durante todo el año. Entre sus exposiciones permanentes destaca la colección “El Valle de los Caídos” obra de Enrique Naya y Juan José Carrero, “Costus”, autores icónicos de la Movida Madrileña de los años setenta y ochenta. El planteamiento de esta colección fue pasar las esculturas que decoran la Basílica de El Valle de los Caídos a pinturas, eligiendo para ello como modelos, entre otros, a personajes célebres de la Movida" (Junta de Andalucía).
En el edificio anexo al Oratorio de San Felipe de Cádiz se encuentra el Centro Cultural El Doce, un Centro de Interpretación esencial para comprender el periodo histórico en el que tuvo lugar la promulgación de la Constitución de Cádiz de 1812.
La visita al Centro se divide en tres grandes bloques temáticos: ‘Cádiz a principios del siglo XIX. La ciudad que acoge las cortes españolas’; ‘El contexto histórico. La Guerra de la Independencia’ y ‘Cádiz, sede de la soberanía nacional. La Constitución de 1812’ (Guía de Cádiz).
La visita al Yacimiento Arqueológico GADIR, consiste en la proyección de un audiovisual de 12 minutos y un recorrido sobre el yacimiento a través de una pasarela de cristal. La proyección del audiovisual solo puede realizarse en grupos de 25 personas, por lo que este es el número máximo de personas que pueden formarse en cada uno de los pases establecidos, sin perjudicar la conservación del propio yacimiento.
Por regla general, los pases serán en español con subtítulos en inglés.
-Pases ininterrumpidos de una hora.
Para acceder al yacimiento, el interesado/a podrá retirar las entradas, a partir de las 09:30 h para uno de los pases disponibles. Bajo ninguna circunstancia se facilitarán entradas por adelantado de días diferentes al corriente.
Los días en que haya actuaciones o espectáculos programados en el Teatro del Títere, el Yacimiento permanecerá cerrado o podrá variar su horario de apertura. Para cualquier consulta a este respecto puede contactar con la Delegación Municipal de Turismo al teléfono 956 24 10 01
La ciudad de Gadir es uno de los asentamientos fenicios más antiguos de Occidente. Ya en el primer cuarto del primer milenio antes de Cristo se produjeron las primeras arribadas de tanteo por los fenicios de Tiro, fundando una colonia estable en una fecha que hasta los descubrimientos hallados bajo el Teatro del Títere eran difíciles de precisar.
La escasez de restos arquitectónicos de asentamientos fenicios en todo el mediterráneo, hacen del yacimiento arqueológico Gadir, un lugar imprescindible para descubrir las formas de vida de la desaparecida cultura fenicia. El yacimiento se encuentra en el punto más alto de la antigua isla de Erytheia, la menor del antiguo archipiélago gaditano, por lo que se ha convertido en un importante punto de referencia para las diferentes interpretaciones sobre la posible ubicación del asentamiento urbano de Gadir. El yacimiento se estructura en diferentes planos que se corresponden a las distintas épocas de ocupación del asentamiento, destacando el trazado de calles, viviendas y utensilios correspondientes al siglo IX a.C. Se conservan un total de ocho viviendas distribuidas en dos terrazas y organizadas en torno a dos calles pavimentadas. Todas estas construcciones han sido realizadas siguiendo lo que se denomina arquitectura de la tierra, es decir realizadas principalmente con barro y arcilla. Las calles fueron pavimentadas con arcilla desde que se construyeron los primeros edificios.. Es muy interesante como todavía se puede ver muchas huellas fosilizadas de varios bóvidos, que recorrieron estas calles. El eje central de la visita gira en torno a la figura de Mattan, un fenicio fallecido en un gran incendio que tuvo lugar en la ciudad en el siglo VI a.C. y cuyos restos forman parte importante de la temática del recorrido.
Además de estos restos fenicios se conservan construcciones de una factoría para la manufactura pesquera romana, con sus piletas para realizar pescado en salazón (Junta de Andalucía).
Inmerso en un lugar privilegiado y símbolo de la ciudad de Cádiz como son las Puertas de Tierra, y respetando el aspecto y distribución del edificio original, se encuentra el Museo del Títere: un espacio cuyo objetivo principal es exponer, documentar y preservar la memoria de la actividad de titiriteros, empresas, artesanos y creadores de España y del resto del mundo.
El Museo del Títere cuenta con 1.500 metros de superficie expositiva y cuenta con 18 bóvedas recuperadas, repartidas entre el primer piso y la planta baja de este atractivo lugar arquitectónico. La entrada al Museo se realiza por el patio de la antigua estación de bomberos, que se encuentra a un costado de la torre Puertas de Tierra. Los sistemas se han adaptado para uso museístico a través de diversas actuaciones, como: la adecuación del espacio exterior, la recuperación y puesta en valor de la antigua conexión del cuartel y la plaza, la renovación de los interiores y la recuperación de los sistemas de ventilación originales.
El museo concentra sus contenidos a través de la exposición permanente de "Marionetas del Mundo", con piezas de la colección comprada por el Ayuntamiento de Cádiz en Ismael Peña en 2008. Esta colección está formada por más de 500 piezas entre las que hay unas 350 internacionales. marionetas (Turismo de Cádiz).
Teatro Central Lechera
La Sala Central Lechera de Cádiz es un espacio escénico multidisciplinar de Cádiz donde disfrutar de teatro, danza, flamenco, música, magia, circo, títeres y espectáculos infantiles (Junta de Andalucía).
Perteneció este templo al Convento de los mercedarios descalzos, que se fundo en 1629 a instancias de los duques de Medina Sicionia, protectores de la orden de la Merced. Como consecuencia de sucesivas destrucciones acaecidas a partir de las desamortizaciones decimonónicas, en la actualidad sólo se conservan la fachada principal y la torre de la iglesia, obras protobarrocas. La torre tiene planta cuadrada y sus frentes se decoran con pilastras toscanas, rematándose por casquete semiesférico con linterna. La portada se compone de tres cuerpos; el primero, centrado por el vano adintelado de entrada al templo, está flanqueado por pilastras toscanas y se remata por frontón curvo roto.
El segundo es de forma rectangular y alberga un relieve de la Virgen de la Merced entre santos de la orden, rematándose por frontón similar al del cuerpo inferior, a cuyos lados se disponen dos tarjas con escudos mercedarios. El último cuerpo es un vano rectangular con moldura plana y guardapolvo. El lado de la epístola del crucero está ocupado por un retablo procedente de la capilla de la V.O.T. de capuchinos. Es una obra de madera policromada, realizada hacia 1770, cuyo cuidado diseño, relacionable con Torcuato Cayón, evidencia el influjo de los modelos del Padre Pozzo. En la actualidad está presidido por una imagen de la dolorosa, firmada por Mariano Benlliure, mientras que el relieve del ático, que representa la batalla de Clavijo, es contemporáneo del retablo.
Ocupando el centro de la plaza, que se corresponde con el solar del antiguo Convento de la Merced, se levanta el Centro Municipal de Arte Flamenco. Es una sencilla estructura de hierro que se instaló allí en 1935 para servir de mercado. Originalmente había formado parte de un teatro levantado a finales del siglo XIX en el parque Genovés (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo I. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
Se trata de los únicos restos del primitivo templo, destruido en 1936. La torre es de planta cuadrada y consta de tres cuerpos. El segundo presenta su base decorada por molduras geométricas y articula sus frentes por vanos rectangulares rematados en medio punto (hoy segados) y flanqueados por pilastras pareadas de orden toscano. El tercero repite el mismo esquema y se cubre con cúpula semiesférica con linterna.
La portada se resuelve mediante un vano rectangular flanqueado por pilastras toscanas y rematado por frontón curvo roto, sobre el que van sendas tarjas con el escudo de la orden mercedaria. En el centro se sitúa un relieve rectangular de la figura de la Virgen de la Merced, posiblemente de mármol, rematado por frontón curvo corto, que enmarca un vano rectangular.
Ambas son obras protobarrocas de la primera mitad del siglo XVII (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
La iglesia de la Merced se encuentra en el borde de la plaza de su nombre, a la que desde aquí puede llegarse por Jaraquemada y Suárez de Salazar. En la plaza se levantaba hasta no hace mucho el mercado de la Merced. Recientemente, tras su clausura como tal, ha sido remodelado y adaptado para Centro de Arte Flamenco, manteniendo, no obstante, su estructura metálica y la característica cubierta a dos aguas. En él se han dispuesto seis aulas y un auditorio con capacidad para trescientas personas.
La iglesia, por su parte, es el único vestigio que queda de un antiguo cenobio de mercedarios descalzos fundado en 1629 por iniciativa de los duques de Medina Sicionia, del que tomó nombre la plaza. La iglesia es muy sencilla. De la construcción original sólo se conserva la torre y la fachada principal. Ambas muestran factura barroca. La primera es de planta cuadrada. Sus caras presentan decorativas columnas toscanas, encontrándose rematada por un casquete esférico con linterna. La portada, de tres cuerpos, consiste en un dintel flanqueado por pilastras de orden toscano y coronado por un frontón curvo partido. Por encima figura un relieve de la Virgen de la Merced rodeada de santos de la orden. El interior tiene tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares muy gruesos, las laterales muy estrechas y con bóvedas de arista, en tanto la central, mucho más amplia, lleva medio cañón y lunetos, tribuna con balcones y coro alto a los pies. En el presbiterio, bajo un crucificado colgado en lo más alto y bajo un insulso dosel de color rosa, figura la Virgen titular con dos niños cogidos de la mano, uno blanco y otro negro (Rafael Arjona, y Lola Wals. Guía Total, Cádiz, Costa de la Luz. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2008).
Los orígenes de esta Iglesia están ligados a la orden capuchina y más concretamente a los rosarios públicos, promocionados por Fray Pablo de Cádiz a fines del siglo XVII, de los que surgieron diversas compañías espirituales, siendo la de la Virgen de la Palma la más antigua. A esta imagen se le atribuye tradicionalmente el hecho milagroso de parar las aguas cuando avanzaban hacia la iglesia, en el trágico maremoto del primero de noviembre de 1755, acontecimiento que se conmemora en un retablo público situado en la misma calle de la Palma.
El edificio actual es de traza barroca y se fecha a mediados del siglo XVIII. Tiene planta circular, a la que se abren en el eje axial los espacios rectangulares, correspondientes al coro y sotocoro. En el lado izquierdo, y también con planta rectangular, se sitúa una capilla. En la zona central la cubierta es de medía naranja con lunetos, decorada por fajas y los muros se articulan mediante pilastras pareadas superpuestas, que flanquean vanos y hornacinas y sustentan tribunas, mientras que los restantes espacios se cubren con bóvedas de medio cañón y de aristas. La fachada queda enmarcada por la calle de la Palma y tiene portada rectangular, flanqueada por pilastras toscanas y rodeada de baquetones mixtilíneos. A la izquierda se eleva la torre, de planta cuadrada, decorada por pilastras y rematada por un chapitel cubierto de azulejos sevillanos dieciochescos.
El retablo mayor es obra neoclásica, levantada en 1855 bajo la dirección de Antonio Abazzini, en el que se han reaprovechado elementos de una estructura anterior rococó. Realizada a mediados del siglo XVIII, alberga en su camarín la pequeña imagen de la Virgen de la Palma, talla policromada de finales del siglo XVII a cuyos lados se sitúan las tallas de San Joaquín y Santa Ana, obras genovesas de mediados del siglo XVIII.
En el manifestador hay un grupo escultórico del Niño Jesús con San Juanito, firmado por Pedro Patalano en 1723. Los ángeles lampareros que flanquean el presbiterio son tallas genovesas del mismo siglo. La capilla situada al lado del evangelio está presidida por la imagen del Cristo de la Misericordia, crucificado contemporáneo de Francisco Buiza (1969), al que se ha incorporado la cabeza de una antigua talla genovesa del siglo XVIII. A sus lados se sitúan las imágenes de la Virgen de las Penas, dolorosa de candelero del siglo XVIII, y San Juan Evangelista, obra contemporánea de Antonio Eslava. En la pared derecha hay una vitrina donde se exponen el estandarte y el crucificado que protagonizaron los hechos de 1755. A la entrada de esta capilla se encuentra una pequeña pila de agua bendita, de alabastro con relieve que representa el calvario, obra italiana del siglo XVII procedente del desaparecido Convento de Capuchinos. En el lado derecho de la iglesia hay una hornacina con la imagen de madera policromada de San José, vinculable a la escuela genovesa de mediados del siglo XVIII.
La cofradía de la Palma posee diversos enseres de interés, entre los que destaca el palio procesional de la Virgen de las Penas, realizado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1915 (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo I. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
Los orígenes de esta iglesia están ligados a la orden capuchina y más concretamente a los rosarios públicos promocionados por Fray Pablo de Cádiz a fines del siglo XVII, de los que surgieron diversas compañías espirituales, siendo la de la Virgen de la Palma la más antigua. A esta imagen se le atribuye tradicionalmente el hecho milagroso de parar las aguas cuando avanzaban hacia la iglesia en el trágico maremoto de primero de noviembre de 1755, acontecimiento que se conmemora en un retablo público situado en la misma calle de la Palma.
El edificio actual es de traza barroca y se fecha a mediados del siglo XVIII. Tiene planta circular con tres espacios rectangulares adosados; uno a los pies ocupado por el coro y sotocoro y a su vez acceso del templo, otro en la cabecera ocupado por el presbiterio y el tercero en el lado izquierdo ocupado por una capilla. La cubierta es de media naranja con lunetos decorada por fajas, mientras que los restantes espacios se cubren con bóvedas de medio cañón y de aristas. Los muros se articulan mediante pilastras pareadas superpuestas que flanquean vanos y hornacinas y sustentan tribunas.
La fachada, enmarcada por la calle de la Palma, tiene portada rectangular flanqueada por pilastras toscanas y rodeada de baquetones mixtilíneos. A la izquierda se eleva la torre, de planta cuadrada, decorada por pilastras y rematada por un capitel cubierto de azulejos sevillanos dieciochescos.
El retablo mayor es obra neoclásica realizada en 1855 bajo la dirección de Antonio Abazzini, en el que se han aprovechado elementos del retablo anterior, realizado a mediados del siglo XVIII, aunque su aspecto actual no es el original, pues en él se emprendió una reforma a principios del siglo XX, en la que se eliminaron ciertos elementos y se redistribuyeron otros. Está presidido por la imagen de la Virgen de la Palma, a cuyos lados se disponen San Joaquín y Santa Ana, de factura genovesa de mediados del siglo XVIII, y que seguramente pertenecieron al anterior retablo.
En el lado del Evangelio se encuentra un sencillo altar de estilo igualmente academicista donde se dispone el Sagrario.
Está presidido por la imagen del Cristo de la Misericordia, obra de Francisco Buiza en 1969 cuya cabeza formaba parte de una talla anterior atribuible a la escuela genovesa. A su lado se encuentra la imagen de la Virgen de las Penas, una obra que se encuadra en la primera mitad del siglo XVIII y que muestra rasgos relacionables con la producción del sevillano Pedro Duque Cornejo (1677-1757). La imagen de San Juan Evangelista, salida de la gubia de Antonio Eslava en 1954, completa el calvario.
Estas imágenes también forman parte de la archicofradía, y realizan procesión el Lunes Santo. Enfrente de esta capilla recibe culto, en una hornacina en la pared, la imagen de San José, relacionada con la escuela genovesa y que se puede fechar en torno a 1750.
Más allá del espacio del templo hay varias dependencias, como la sacristía, que es un sencillo espacio rectangular en el que se aprecian las vigas de madera y en cuyo frente se disponen unas amplias cajoneras donde se guarda el ajuar litúrgico textil. Preside la sala una imagen vicaria de la Virgen de la Palma realizada por un artista genovés en el siglo XVIII e intervenida en fecha reciente por Luis González Rey, mientras que a sus lados se disponen las efigies de Santo Domingo y San Francisco, de similar cronología y adscripción. En unas vitrinas expuestas en el muro frontero, se disponen piezas del ajuar, tales como cálices, copones, custodias, vinajeras, etc., así como otras esculturas y pinturas de pequeño formato. Se conserva de manera especial el cáliz que, según tradición oral, se empleó en la consagración del templo a finales del siglo XVII. Posee ciertamente una copa y un astil relacionada con esa cronología, pero su basa parece responder a una modificación rococó.
Otras salas de importancia en este sector de la iglesia son el despacho del mayordomo, que se ubica junto a la sacristía; el del párroco, conectado mediante un patio de pequeño formato; la sala de juntas, donde se guarda la mayor parte de los enseres que forman los pasos de la cofradía y el despacho de secretaría y del hermano mayor, estas tres últimas salas en la primera planta.
En el otro sector de la iglesia, al que se accede mediante una puerta en el templo en el lado del Evangelio, se encuentra un pequeño almacén de trabajo, un hueco de escalera donde se alberga el antiguo paso procesional de la Virgen de la Palma y, en sucesivas plantas, varias salas donde se coloca el resto del ajuar que la cofradía dispone en la calle para sus salidas, ya sea el Lunes Santo o el 1 de noviembre.
Este templo parroquial cobra una significación especial el 1 de noviembre con motivo de las Fiestas de la Virgen de la Palma. En este espacio radica la Archicofradía de la Palma Coronada, Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de Las Penas y desde donde parten y finalizan las procesiones, tanto del Santo Rosario como la vespertina, del 1 de noviembre.
Es a Juan de Peñalba, cántabro vecino de Cádiz, a quien se debe la iniciativa de construir una capilla para albergar a la corporación que se fundó en 1691 con el título de Nuestra Señora de la Encarnación.
La primera piedra se colocó en 1693 y se sufragó con donativos recogidos por el barrio, según se sabe por la documentación conservada en el archivo de la cofradía. Este primer templo, que tenía planta de cajón y era de pequeñas proporciones, desapareció en 1754 a raíz de un incendio, comenzándose el actual a construir en 1756 y dedicándose en 1768. El presbiterio se añadió a comienzos del siglo XIX y se bendijo en 1854.
Al exterior, la fachada queda enmarcada por la calle de la Palma, aunque no totalmente centrada con su eje, sino desplazada visiblemente hacia la derecha. Esta posee un carácter bícromo, pues en la práctica totalidad se ha dejado, desde una intervención a mediados del siglo XX, el material constructivo a la vista, excepto en el segundo cuerpo de la calle central de la fachada, que permanece pintado de blanco.
Hay que lamentar que permanezca la piedra conchífera u ostionera a la vista, pues se desfiguran las líneas ornamentales y se pierde la iconografía original de la fachada. Sea como fuere, la calle principal de esta se halla ligeramente adelantada respecto a los muros contiguos y se articula mediante pilastras toscanas, cuya potente línea de imposta divide los dos cuerpos, estando en el inferior el vano de entrada adintelado, cobijado bajo una línea de perfil mixtilíneo y en el superior una gran vidriera que aporta luz al coro y que fue realizada en 1992.
La torre se levanta a su izquierda, dividiéndose en dos pisos y rematándose con un chapitel a cuatro caras, que se decora con azulejos trianeros de mediados del siglo XVIII. Estos, en su parte frontal, forman el escudo primitivo de la corporación (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
En el fondo de la calle Virgen de la Palma se alza la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, coqueto y recoleto oratorio, centro de la devoción religiosa del barrio. Como en la Divina Pastora, sus orígenes se remontan a los rosarios públicos patrocinados por el capuchino Pablo de Cádiz a finales del siglo XVII. De estos rosarios surgieron varias hermandades, siendo la primera de ellas la de la Virgen de la Palma, a cuya imagen se atribuye el milagro de contener las aguas que avanzaban furiosas calle arriba como consecuencia del maremoto del 1 de noviembre de 1755. El templo actual data de 1768, ya que la capilla primera fue destruida por un incendio en 1754. Encuadrado en un barroco mesurado y elegante, la fachada ofrece una bellísima estampa entre la doble fila de casas de la calle. Pilastras y baquetones mixtilíneos son sus adornos principales, en un conjunto en el que sobresale la estilizada silueta de la torre, con sus tres cuerpos de base cuadrada y el aguzado chapitel cubierto de azulejos vidriados. El interior tiene planta circular cubierta por una cúpula semiesférica con lunetos, a la que se abren tres pequeños brazos rectangulares. El retablo mayor, del siglo XIX y neoclásico, se encuentra presidido por la Virgen de la Palma, una Inmaculada barroca del siglo XVII y pequeñas dimensiones. En la capilla lateral están el Cristo de la Misericordia, talla contemporánea de Francisco Buiza, aunque la cabeza es la de una imagen genovesa del siglo XVIII, la Virgen de las Penas, imagen de candelero del siglo XVIII, y San Juan Evangelista, tallada recientemente por Antonio Eslava (Rafael Arjona, y Lola Wals. Guía Total, Cádiz, Costa de la Luz. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2008).
Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Cádiz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Casa del Obispo - Yacimiento Arqueológico; ECCO Espacio de Creación Contemporánea; Centro de Interpretación de la Constitución; Yacimiento Arqueológico Gadir - Teatro de Títeres Tía Norica; Museo del Títere; Teatro Central Lechera; Centro Municipal de Flamenco La Merced; e Iglesia de Nuestra Señora de la Palma) de la localidad de Cádiz (y X), en la provincia de Cádiz. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia gaditana.
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