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martes, 18 de octubre de 2022

Un paseo por la avenida de Coria

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la avenida de Coria, de Sevilla, dando un paseo por ella.       
     Hoy, 18 de octubre, Fiesta de San Lucas, evangelista, que, según la tradición, nació en Antioquía de familia pagana y fue médico de profesión. Convertido a la fe de Cristo, fue compañero carísimo del apóstol San Pablo, y en su libro del Evangelio expuso por orden, cual escriba de la mansedumbre de Cristo, todo lo que hizo y enseñó Jesús. Asimismo, en el libro de los Hechos de los Apóstoles narró los comienzos de la vida de la Iglesia hasta la primera venida de Pablo a la ciudad de Roma (s. I) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
     Y que mejor día que hoy para ExplicArte la avenida de Coria, de Sevilla, dando un paseo por ella, puesto que esta vía, era la salida de la capital hispalense hacia la localidad de Coria del Río, cuyo patrón es el evangelista San Lucas.
     La avenida de Coria es, en el Callejero Sevillano, una calle que se encuentra en los Barrios Triana Oeste y Barrio León, en el Distrito Triana; y va de la plaza San Martín de Porres, a la carretera del Muro de Defensa.
     La avenida no posee siempre una adscripción precisa. En términos generales corresponde a un gran eje urbano, bien caracterizado desde el punto de vista genético, porque estructura el crecimiento de la ciudad; morfológico, ya que es ancha; y funcional, sobre todo por canalizar el tráfico rodado. Sin embargo, de acuerdo con esta definición, no hay razones, más que las convencionales, para considerar a unas vías como avenida y su prolongación, como calle. En otros casos, las avenidas constituyen el eje principal de un sector determinado o de una barriada, y si bien poseen las características de vía principal en relación a ese sector, no alcanzan dicho valor en el conjunto de la ciudad. 
     La avenida posee sobre todo un valor simbólico, y prueba de ello es que en Sevilla la avenida por excelencia es la hoy denominada de la Constitución, centro neurálgico de la ciudad, tanto de sus fiestas religiosas como de la actividad bancaria, y así es es reconocida sólo como la avenida. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     Se rotula en 1943, aunque el nombre lo lleva con anterioridad, cuando hacia los años 20 se construye el barrio León y el propietario de esos terrenos le asigna tal topónimo, único no referido a parientes o amigos, sino a la localidad de Coria del Río, a la que conducía este viejo camino. Las primeras referencias a esta vía son anteriores al s. XIX, ya entonte era una de las que se constituían en arrecifes o vía arbolada y con pavimento de cierta calidad, lo que delata la importancia concedida a la misma, pues no en balde enlazaba con Sevilla a través de San Jacinto y el puente de barcas. A la vez, por ser una vía consolidada, estructurará el desarrollo urbano de esta zona. Aparece en el plano del infante don Carlos (1827) marcando la dirección este-oeste, algo sinuosa y rebasando la madre vieja del Guadalquivir por la alcantarilla de Tomares. A su derecha queda el antiguo cementerio de Triana y a la izquierda las huertas de Torrecilla y Rosario.
     Sucesivos planos desde 1868 la denominan camino de San Juan de Aznalfarache o carretera de Huelva, en los que suelen aparecer arboladas las márgenes. De ellos me­rece destacarse la evolución urbanística que se opera en su entorno. Así, el cementerio será una hoya, el Hoyo del Muerto, especie de socavón consecuencia de la extracción del barro para la industria de tejares y cerá­micas de Triana; con posterioridad se convertirá en la Fundación Carrere y asilo de ancianos. A la izquierda, un edificio de considerable anchura, antiguo convento y luego Cortijo de José León León, adapta la línea de fachada a la curva dibujada por el camino, angulándose ésta hacia la huerta, lugar en el que se ubicará una fábrica de borras (la Torrecilla). En 1910 era carretera de San Juan de Aznalfarache y a la izquierda se abría el callejón de las Huertas, línea que hoy se corresponde con Rubén Darío. Bastante más información aporta el plano de Triana de 1943, donde se denomina avenida de Coria al tramo comprendido entre el final de San Jacinto y el actual cauce del Guadalquivir, en la Vega de Triana. Ya aparece la cochera de tranvías, cuyos raíles cruzan  la  avenida discurriendo por la acera izquierda hasta las últimas edificaciones del barrio León, donde gira al sur y sigue paralelo a la carretera de San Juan y Coria. Me­diante un puente en rampa, supera las obras del actual muro de defensa y carretera de enlace Cádiz, Huelva y Extremadura. Antes proseguía a través de la Vega, pasaba por la venta el Charco de la Pava, el garaje de la Erilla, cruzaba el ferrocarril de Obras del Puerto y finalizaba en la orilla del río junto al embarcadero y la venta de los Patos. Otra venta, la del Pajarito, se ubicaba muy próxima a la actual plaza de San Martín de Porres, donde una arriada en 1892 elevó las aguas a 2'55 m. 
     En su configuración actual acceden a ella una nueva avenida que acaba de abrirse en el solar de las viejas coche­ras, Nuestra Señora de la Salud, Cristo del Soberano Poder, Dolores León, Regla León, José León Sanz, Coruña y la carretera de enlace Cádiz, Huelva y Extremadura. Desde ésta quedaba incorporada a la Vega de Triana. Se conservan varias viviendas unifami­liares en la acera  izquierda, bastantes en estado ruinoso; el piso es terrizo y soporta un tráfico rodado pesado intenso que accede a las industrias de grava y arena situadas en la orilla del río.
     Sus aceras son tipológica y morfológicamente muy desiguales, así como en funcio­nes. La derecha, más corta, cuenta con un edificio de 1921, ocupado por diversos talleres y almacenes, vallado y con acceso adoquinado, y otro almacén de aceites. Entre éste y el gran espacio ocupado por el asilo de ancianos queda un solar. El asilo, antiguo cementerio de Triana, consiste en una espaciosa zona ajardinada en torno al edificio, blanco. Desde aquí queda un vacío que se incorpora a la remodelada barriada de la Dársena. Permanece arbolada con naranjos, y la acera consiste en dos bandas de losetas de cemento con una intermedia de albero.
     La izquierda arranca de un costado del ambulatorio Amante Laffón y una casa de la barriada de San Gonzalo; entre Nuestra Señora de la Salud y Dolores León está la antigua fábrica de borras, hoy convertida en un amplio bar; dos casas-jardín adosadas por medianera posterior completan este primer tramo, a partir del cual desaparece el arbolado. Hasta Regla León, la tipología es heterogénea, con viviendas unifamiliares de una y dos plantas, con fachadas y zócalos de diversos colores, un edificio moderno de cinco alturas y de tres en otro tradicional y plurifamiliar. En el tramo que la continúa, hacia José León Sanz, tiene su sede la Peña Rociera, ocupando los antiguos almacenes de la farmacia de Enrique Murillo, uno de los primeros edificios construidos en el barrio León. Las casas más nobles del mismo se asientan aquí y son de dos plantas, con cierres y balcones corridos. Desde este punto se inicia la rampa del puente y las últimas edificaciones correspondientes a un edificio de finales de la década de los setenta, de cinco plantas y ladrillo visto, que queda cortado al tráfico rodado por la instalación en los extremos de vigas de hierro; entre el puente y la línea de fachada hay una acera amplia de losetas de cemento. 
     El puente dispone de barandas de hierro y aceras de cemento, con farolas y moreras en los márgenes que destacan sobre el mismo; queda sujeto por columnas cilíndricas de hormigón sobre un piso en el que puede observarse el antiguo adoquinado. A pesar de la suciedad general de estos pseudosoportales, cita de roedores, cumple aún una función de paso para los vecinos que se dirigen a la barriada de la Dársena desde el barrio León y viceversa, evitando así el tráfico, a veces intenso, que soporta la avenida en este punto. La función comercial se concentra en algunos bajos de las últimas edificaciones de la acera izquierda, con establecimientos de base diaria y eventual. Parte de los vecinos que vivían en esta vía se fueron en 1977 a ocupar viviendas en el Polígono Sur [José María Luján Murillo, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993]. 
Coria, Avda. de, 7 y 9. Casa de campo, probablemente del siglo XVIII, cuya crujía de fachada consta de dos plantas. Una de las portadas está formada por un arco rebajado, flanqueado por pilastras toscanas. Sobre otra de las puertas existe un balcón con pilastras cajea­das que sostienen un friso de triglifos y metopas, rematado por un frontón recto. Sobre el conjunto destaca un esbelto mirador con arcos sobre co­lumnas [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de San Lucas, evangelista;
HISTORIA Y LEYENDA
     Entre los cuatro evangelistas, Lucas es, con San Marcos, uno de los dos que no pertenecían al colegio de los Doce Apóstoles.
     Se presenta con tres aspectos diferentes: médico, evangelista y retratista de la Santísima Virgen.
     Era un judío helenizado, nacido en Antioquía, Siria (Lucas Syrus, natione Antiochensis), donde, según San Pablo y San Jerónimo, ejerció la medicina (arte medicus). En todo caso no parece haberse asentado en su profesión porque no resulta más indulgente que San Marcos hacia los médicos que intentaban curar sin éxito a la Hemorroisa.
   Convertido por San Pablo, se convirtió en su discípulo favorito y lo acompañó en su peregrinación a Grecia y a Italia. Naufragó con él en las costas de la isla de Malta. Desde allí se dirigió a Roma donde habría asistido a los martirios de San Pedro y San Pablo.
   En este periodo habría redactado el Tercer Evangelio y consignado sus viajes en los Hechos de los Apóstoles, aunque se cuestione por razones de lengua y de estilo que esas dos obras procedan de un solo autor.
     Después de la decapitación de su maestro, habría continuado predicando el Evangelio en Egipto y en Grecia, y habría sido crucificado en Patras, junto a San Andrés. Según otra tradición, tan dudosa como la anterior, habría muerto en Damasco.
   La leyenda que lo representa como el pintor de la Virgen no es anterior al siglo VI. Los Hechos de los Apóstoles no dicen que fuera pintor, y por otra parte, la pintura estaba prohibida a los judíos. Se han ofrecido dos explicaciones . Es posible que esta fábula haya nacido o se haya visto acreditada por el hecho de que el Evangelio según San Lucas es el que contiene más detalles acerca de la Vida de la Virgen. Por otra parte, como los retratos atribuidos a San Lucas en realidad datan de una época muy posterior, se ha supuesto una conclusión de nombres con un pintor florentino del siglo IX que se llamaba Luca y a quien, a causa de su piedad, se lo motejó il santo. Cuando se avivó su recuerdo, se imaginó que ese Santo Luca era San Lucas Evangelista. Sea como fuere, ninguno de los retratos de la Virgen atribuidos a San Lucas puede ser suyo. El más célebre, que se venera en la basílica de santa María la Mayor, en la capilla paulina, es una Virgen bizantina del siglo XII.
CULTO
     Las reliquias de San Lucas, que se conservaban en Patras, en el Peloponeso, presunto lugar de su martirio, en 357 habrían sido trasladadas a Constantinopla, y depositadas solemnemente, junto a las de San Andrés, en la basílica de los Doce Apóstoles.
     En Francia hay pocas iglesias puestas bajo su advocación. La de Châteauroux, en Berry, es una excepción.
     Hacia finales del siglo VI, San Gregorio Magno recibió en Roma la cabeza de San Lucas. Y otros fragmentos menos importantes fueron recogidos por la iglesia de Santa Justina de Padua. Uno de los dedos de San Lucas fueron forma parte del tesoro de la catedral de Sens. 
     Un viajero francés contemporáneo de Enrique IV, Jean Baptiste du Val, cuenta en su Diario que en Italia se mostraban dos cuerpos de San Lucas, uno en la iglesia de Saint Job, en Venecia y el otro en la iglesia de Santa Justina de Padua. "Lo cual genera muchas dudas, puesto que Toulouse se vanagloria de tener ese mismo cuerpo en Francia."
     San Lucas era reivindicado por numerosas corporaciones: los médicos y cirujanos a causa de su primer oficio, los notarios porque escribió su Evangelio y los Hechos de los Apóstoles al dictado de San Pablo, los carniceros y los encuadernadores (Flandes) a causa del buey que le sirve como atributo y cuyo cuero se emplea en la encuadernación de los libros.
     Pero ante todo era el patrón de los pintores e iluminadores, quienes honraban en él al retratista de la Santísima Virgen. A dicho título, se benefició de la creciente popularidad de su modelo, la Virgen María. Todos los gremios de pintores se pusieron bajo su advocación a partir del siglo XV, y más tarde adoptaron el título de Academia de San Lucas. La más antigua, la de Roma, data de 1588, la de París, fundada en 1649, sobrevivió hasta la Revolución Francesa, en competencia con la Academia Real de Pintura.
ICONOGRAFÍA
     Las representaciones de San Lucas pueden clasificarse en dos rúbricas: el Evangelista y el Pintor de la Virgen. El médico no ha interesado a los artistas. Como Evangelista, San Lucas tiene como atributo un buey, con o sin alas. ¿De dónde procede este símbolo? Según algunos, del hecho de que el Evangelio de San Lucas insiste en el sacerdocio de Jesucristo, y el buey es animal de sacrificio en la antigüedad. Según otra explicación, el buey corresponde a la primera letra del alfabeto hebreo, aleph, que se habría aplicado a San Lucas porque éste declara que Jesús es alfa y omega, el principio y el fin. El buey suele estar acostado a los pies de San Lucas. A veces, para volverse útil sirve de soporte a su tintero, como el águila de San Juan.
     En ciertas miniaturas y letras ornamentadas de la alta Edad Media, se representa a los evangelistas con las cabezas de los animales que les corresponden: a San Lucas se lo ha representado con una cabeza de buey en un Evangeliario carolingio del siglo IX (Biblioteca de Boulogne sur Mer).
     En el arte medieval, el atributo más frecuente del santo sigue siendo el buey que simboliza la Pasión de Cristo y al mismo tiempo el espíritu de sacrificio de los cristianos.
     El arte de la Contrarreforma, después del concilio de Trento tendió, por el contrario, a sustituir a ese rumiante simbólico, al cual sin duda se reprochaba el tener escaso decorum, por el retrato de la Virgen.
     No obstante, los dos atributos no se excluyen y con frecuencia se combinan. Por ejemplo en un postigo del tríptico de Stephan Lochner en el Museo de Colonia, donde el santo, acompañado por un buey alado, tiene un icono de la Virgen en la mano.
     En un fresco de Pinturicchio, en Santa María del Popolo, la cabeza del buey sirve de caballete al pintor. En una de las pechinas de la cúpula de Sant' Andrea della Valle, Dominichino evoca la figura de San Lucas entre el buey y el retrato de la Virgen que presentan dos ángeles.
     En su cuadro del Louvre, Annibale Carracci caracteriza a San Lucas depositando una paleta y un pincel a sus pies.
     Cuando San Lucas es homenajeado como pintor, se lo representa en su taller, generalmente solo, mientras como autor de uno de los Evangelios, tiene su lugar junto a los otros tres evangelistas en las pechinas de las cúpulas o en los paneles de los púlpitos (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
       Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la avenida de Coria, de Sevilla, dando un paseo por ella. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

La avenida de Coria, al detalle:
Ambulatorio Amante Laffón
Edificio avda. de Coria, 7-9
Residencia Nuestra Señora de la Consolación

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