La Capilla de la Virgen de las Mercedes, de la Puerta Real

     Por Amor al Arte, Déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Capilla de la Virgen de las Mercedes, de la Puerta Real, de Sevilla.

     Hoy, 24 de septiembre, Memoria de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, así que hoy es el mejor día para ExplicArte la Capilla de la Virgen de las Mercedes de la Puerta Real, de Sevilla.

    La Capilla de la Virgen de las Mercedes de la Puerta Real, se ubica en la plaza de la Puerta Real, 4; en el Barrio de San Vicente, del Distrito Casco Antiguo. 

   La antigua Puerta de Goles se situaba en el barrio de los humeros (pescadores conocidos como “humeros de las sardinas”), junto a la huerta de Hernando Colón, el antiguo colegio de San Laureano y en las proximidades de la gran casa de los mercedarios de Sevilla, el actual Museo de Bellas Artes. Esta puerta fue reformada en 1565 por orden del asistente de la ciudad, Don Francisco Chacón, reforma que conllevó, entre otros cambios, la colocación de un lienzo con la Virgen de la Merced en un pequeño retablo. Por esta puerta entró en Sevilla el Rey Felipe II el día 10 de mayo de 1570, llamándose desde entonces Puerta Real. Allí se conserva una pequeña capilla de aires neogóticos que resume buena parte de la devoción de la ciudad a la Virgen de la Merced, remontable a los tiempos de la Reconquista y a la llegada de caballeros de la orden redentora de cautivos, con San Pedro Nolasco a la cabeza. Parece que en 1249 fundaron el primitivo convento de la Merced junto al Guadalquivir; en 1251 se trasladaron al lugar donde se asentó la casa grande de los mercedarios, hasta convertirse en Museo de Bellas Artes en 1840. Junto a la casa y huerta de Colón había una ermita, y en ella un Cristo Yacente de mucha devoción, donde hacía pocos años se había establecido la hermandad de Nuestra Señora de Villaviciosa, juntos darían lugar a la hermandad del Santo Entierro. En 1600 los mercedarios hicieron un convenio con la cofradía, determinándose, entre otras condiciones, que las imágenes titulares de ésta se colocarían en el altar mayor de la nueva capilla que se labrara. Allí se fundó en 1601 el Colegio de San Laureano, muy próximo al convento antiguo de los Mercedarios y contiguo a la Puerta Real, para los estudiantes de la Orden de esta Provincia. Parece que los religiosos mercedarios calzados de San Laureano fueron los que impulsaron a los devotos para que se constituyera, en el siglo XVII, la hermandad de Nuestra Señora de las Mercedes de la Puerta Real, pues al cerrarse todas las noches las puertas de la ciudad, quedaba allí, en su hornacina, la Virgen de la Merced. Aquella hornacina debió transformarse en pequeña capilla, que se arruinó, pues en el año 1718 el Cabildo secular de la ciudad autorizó su reconstrucción. Desde el año 1730 se conocía a esta hermandad por la “del Rosario del Alba de María Santísima de las Mercedes”. Vivió años de esplendor hasta la invasión francesa, pues al incendiarse el colegio de San Laureano se vio privada de sus religiosos aunque todavía no la abandonaron del todo. El abandono definitivo llegaría en 1835, cuando se decretó la exclaustración de los religiosos, siendo el colegio derribado el año 1837. Algún mercedario debió mantener la devoción ya que en 1850 salía por vez primera, de su capilla de la Puerta Real, la Virgen de las Mercedes, recorriendo el barrio de San Vicente. En 1859 fue derribada la Puerta Real y entonces ganó algún terreno la capilla. En 1875 se restaura nuevamente la hermandad, dándosele nuevas Reglas que se titulaban “Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Redención y Nuestra Señora de las Mercedes”. Fue quizás la época más floreciente de la corporación, pero a partir del año 1910 decayó hasta llegar al hundimiento de la capilla en 1930. La imagen titular fue trasladada a la capilla del Museo y luego a la Parroquia de San Vicente Mártir.

   Con el apoyo de la hermandad de las Siete Palabras fue reorganizada la agrupación y se emprendió la restauración de la capilla que concluyó en 1944. Las obras estuvieron dirigidas por Aurelio Gómez Millán, y el día 24 de septiembre de este mismo año, el cardenal Segura bendijo el renovado templo. Una edificación modesta, con ventanas neogóticas y recortadas proporciones, que funciona como  una capilla abierta al exterior. En su reducido interior destaca la imagen de la Virgen de la Merced, de autor anónimo, probablemente la que ya procesionaba en el siglo XIX. Su aspecto actual se debe a Luis Álvarez Duarte, quien la remodeló sustancialmente en 1969 y la restauró nuevamente en el 2000. Se muestra algo inclinada hacia delante, como las Dolorosas, pero con expresión sonriente y grandes ojos negros, siendo una de las pocas Vírgenes de gloria procesionales que no llevan al Niño Jesús en sus brazos. No refleja la iconografía propia de la Virgen de la Merced, al no llevar escapulario ni hábito mercedario. Porta cetro y rosario, y, en ocasiones, unos grilletes, recuerdo de la redención de los cautivos. Aparece ataviada con corona, ráfaga y media luna. Fue coronada en 1972 en la puerta principal del Museo de Bellas Artes. La capilla también acoge al Cristo de la Redención, titular desde 1875 de la hermandad. La actual talla es obra de Antonio Dubé de Luque, que la realizó en 1987, en madera de cedro y en un tamaño académico. La capilla también acoge una talla moderna de San Fernando Rey realizado por Hernández León, así como una pequeña imagen de San Pedro Nolasco realizada en madera y telas encoladas (Manuel Jesús Roldán, Iglesias de Sevilla. Almuzara, 2010). 

Conozcamos mejor la Festividad de la Bienaventurada Virgen María de la Merced; 

   Cada 24 de septiembre se celebra a la Virgen de la Merced que significa “misericordia”, advocación que se remonta al siglo XIII cuando la Virgen se le aparece a San Pedro Nolasco y lo anima a seguir liberando a los cristianos esclavos. Ante este deseo, se funda la orden de los Mercedarios el 10 de agosto de 1218 en Barcelona, España, y San Pedro Nolasco fue nombrado por el Papa Gregorio IX como Superior General. Más adelante, en el año 1696, el Papa Inocencio XII fijó el 24 de septiembre como la Fiesta de la Virgen de la Merced en toda la Iglesia.

   La Virgen de la Merced o Nuestra Señora de las Mercedes es una advocación, que deriva del latín merces, que significa: dádiva, gracia, por lo que puede entenderse como Nuestra Señora de la Misericordia. San Pedro Nolasco, un joven mercader de telas de Barcelona, empezó a actuar en la compra y rescate de cautivos, vendiendo cuanto tenía en 1203. Se dice que el uno de agosto de 1218, fiesta de San Pietro ad Vincula, tuvo una visita de la Santísima Virgen, dándose a conocer como La Merced, que lo exhortaba a fundar una Orden religiosa con ese fin principal de redimir a cristianos cautivos de los musulmanes y piratas sarracenos. San Pedro Nolasco consumó la creación de la Orden de la Merced en la Catedral de Barcelona con el apoyo del rey Jaime I el Conquistador y el asesoramiento del dominico canonista San Raimundo de Peñafort, el diez de agosto de ese mismo año 1218: recibieron la institución canónica del obispo de Barcelona y la investidura militar del rey Jaime I el Conquistador. El Papa Gregorio IX de Segni, quien aprobó la orden el diecisiete de enero de 1235, con la Regla de San Agustín. En 1245, muere el fundador.  Se tienen testimonios de esta advocación mariana en medallas desde mediados del siglo XIII. En las primeras Constituciones de la Orden, de 1272, redactadas en Capítulo General, la Orden recibe ya el título de Orden de la Virgen de la Merced de la Redención de los cristianos cautivos de Santa Eulalia de Barcelona. La devoción a la Virgen de la Merced se difundió a partir de la fundación de la Orden como un reguero de pólvora por Cataluña y por toda España, incluida Cerdeña, por Francia y por Italia, con la labor de redención de estos religiosos y sus cofrades.  Con la evangelización de América, en la que la Orden de la Merced participó desde sus mismos inicios, la devoción se extendió y arraigó profundamente en todo el territorio americano. La fiesta dedicada a su patrona fue instituida a instancias de los mercedarios como acción de gracias por la fundación de la Orden. La primera concesión a los mercedarios de un Oficio para esta fiesta se hizo el cuatro de abril de 1615.  Inocencio XI Odescalchi la extendió a la Iglesia española en 1680 e Inocencio XII Pignatelli a toda la Iglesia Latina el doce de febrero de 1696. Reducida en 1960 a simple conmemoración en la reforma del Beato Juan XXIII, fue suprimida del calendario universal e incluso nacional de España en el del uso ordinario de 1969 (Ramón de la Campa Carmona, Las Fiestas de la Virgen en el año litúrgico católico, Regina Mater Misericordiae. Estudios Históricos, Artísticos y Antropológicos de Advocaciones Marianas. Córdoba, 2016).

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Horario de apertura de la Capilla de la Virgen de las Mercedes de la Puerta Real:

     La capilla abre todos los sábados para la celebración de la Santa Misa a las 19:30 horas (exceptuando durante los meses de Julio, Agosto y Septiembre). También todos los lunes de 17:15 a 20:45 para San Pancracio.

Página web oficial de la Capilla de la Virgen de las Mercedes de la Puerta Real: www.mercedespuertareal.com/?page_id=525