Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte el Convento de Santa Clara, en Alcalá de Guadaira (Sevilla).
Hoy, 11 de agosto, Memoria de Santa Clara, virgen, que, como primer ejemplo de las Damas Pobres de la Orden de los Hermanos Menores, siguió a San Francisco, llevando en Asís, en la región italiana de Umbría, una vida austera pero rica en obras de caridad y de piedad. Insigne amante de la pobreza, no consintió ser apartada de la misma ni siquiera en la más extrema indigencia y en la enfermedad (1253) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
Y qué mejor día que hoy, para ExplicArte el Convento de Santa Clara, en Alcalá de Guadaira (Sevilla).
El Convento de Santa Clara se encuentra en la calle Alcalá y Ortí, 39; en Alcalá de Guadaira (Sevilla).
El monasterio, fundado en 1597 por Doña Francisca Gallegos de Ledesma y reedificado a mediados del siglo XVIII, resultó casi destruido en 1936. Hoy día está restaurado, conservándose la estructura del convento y de la iglesia, que corresponden a la reforma del siglo XVIII. La parte más sobresaliente del monasterio es un patio de columnas, que ha perdido algunas de sus arcadas, pero que conserva bien la galería del claustro y la planta alta, viéndose las molduras y ventanas primitivas, que corresponden al estilo barroco sevillano del finales del siglo XVII y primera mitad del XVIII. La iglesia, de tipo conventual, con una sola nave, cubierta de bóveda de cañón con lunetos y con el coro en los pies, no conserva ninguno de sus retablos originarios.
El que preside el presbiterio presenta tres calles separadas por columnas salomónicas. En el centro va un lienzo del Crucificado con la Magdalena a sus pies, obra de Jerónimo Ramírez y fechado en 1633. Procede del Hospital de las Cinco Llagas, así como la estructura que lo enmarca, si bien ha sido agrandado y dorado, además de añadírsele las columnas salomónicas. El sagrario es una obra del barroco tardío de plata labrada, con planta cuadrada y columnas salomónicas en sus ángulos. Los relieves de la puerta aluden a su origen franciscano y a su función eucarística. Es obra cordobesa fechada por su marca en 1796, aunque la aparición de otras marcas de la segunda mitad del XIX hacen pensar en adiciones o restauraciones de estas fechas. En 1977 se volvió a reformar añadiéndole los perillones de los ángulos.
Todas las imágenes del coro son modernas. Preside este espacio la Virgen de la Esperanza, imagen de vestir, también moderna, que sostiene a un Niño Jesús del siglo XVIII. Ambas imágenes tienen coronas de plata de finales de ese siglo, adornadas con rocalla decadente, y la Virgen sostiene un báculo del mismo estilo. El trono de la Virgen es una obra barroca, de madera en su color, con abultada talla y de excelente calidad. Lo más interesante de la imagen son las joyas antiguas que posee, entre las que destacan una cruz de esmeraldas con esmaltes en el revés, que puede datarse a finales del XVII o en las primeras décadas del siglo XVIII. También pueden citarse como joyas antiguas una venera de la orden de Santo Domingo, un broche de plata dorada con perlas y medallón de esmalte de la Anunciación, así como otro del mismo metal con miniatura de Santa Justa o Santa Bárbara, piezas todas de la primera mitad del siglo XVIII.
Conserva el convento dos magníficos Crucificados de marfil. El más antiguo, de origen filipino, se puede datar en la segunda mitad del siglo XVII. El más moderno es una pieza de características europeas datable a mediados del siglo XVIII, que va colocado sobre cruz con perillones de marfil e incrustaciones de nácar. En lo que se refiere a los objetos y ropas de culto, se conservan algunas piezas de interés, tales como un cáliz manierista, decorado muy sobriamente con motivos geométricos, que va fechado en 1603, por lo que resulta ser el más antiguo ejemplar fechado que, de ese estilo, puede hallarse en España. Otros dos cálices de suntuosa ornamentación barroca fechables en la primera mitad del XVIII completan el conjunto. Posee también dos juego de vinajeras del siglo XVII, una cruz procesional y un incensario, piezas ambas de finales del siglo XVIII. En lo concerniente a las ropas de culto pueden mencionarse una casulla de raso morado bordada en oro y sedas, del siglo XVII; una dalmática blanca bordada en sedas de colores, del XVIII; y un velo humeral blanco con bordados en sedas y oro, cuyo motivos ornamentales con figuras femeninas podrían tener una significación profana. Es pieza también de fines del siglo XVIII (Alfredo J. Morales, María Jesús Sanz, Juan Miguel Serrera y Enrique Valdivieso. Guía artística de Sevilla y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2004).
El convento de Santa Clara de Alcalá de fue fundado en el año 1597. Al parecer, las primeras ocupaciones de este convento se remontan al siglo XVI y está a cargo de la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara, conocidas popularmente como clarisas.
El convento se hizo muy popular en el 1737, cuando se llevó a cabo la procesión de Sor María de Jesús. El 23 de septiembre de 2012 se clausuró el Año Jubilar de Santa Clara que comenzó el Domingo de Ramos de 2011.
Las monjas del convento hacen dulces caseros, elaborados allí mismo, como los conocidos suspiros, corazones o bocaditos. En la Exposición de Dulces Conventuales que se celebra cada año a primeros de diciembre en Sevilla, sus elaboraciones son especialmente apreciadas.
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de Santa Clara, virgen;
Hija espiritual de San Francisco de Asís y fundadora de la orden de las clarisas.
HISTORIA Y LEYENDA
Nacida en 1193, en 1211 abandonó la casa paterna, distribuyó todo su patrimonio entre los pobres y fue recibida en la capilla de la Porciúncula por San Francisco, quien le cortó el pelo y ciñó su cintura con el cíngulo o cordón de la orden.
Acompañada por su hermana Inés y luego por su madre, Ortolana, se instaló en el convento de San Damián. Allí vivió en clausura perpetua, sometida a una regla austera. Fiel a los preceptos del Poverello, no tenemos -decía- más que un tesoro por conservar: la Santa Pobreza. Un día el papa la visitó en su monasterio. Ella hizo preparar la comida y pidió al Santo Padre que bendijera los panes. Pero el papa ordenó a Santa Clara que los bendijese ella misma. Apenas lo hubo hecho, todos los panes quedaron marcados con el signo de la cruz.
En 1241 los sarracenos llegados de Nocera quisieron saquear el convento cuyos muros escalaron. La abadesa fue a su encuentro con el Santo Sacramento en una custodia, y los puso en fuga.
Murió en 1243. La hermana que la velaba vio entrar en la habitación una procesión de vírgenes coronadas que la cubrieron con un manto dorado, al tiempo que la Virgen María recibía su alma.
CULTO
Canonizada en 1255 por el papa Alejandro IV, Santa Clara es la patrona de Asís y de la orden de las clarisas que se desarrolló en todo el mundo cristiano.
Como Santa Lucía, su nombre le valió ser invocada "para ver claro" por los ciegos y los enfermos de la vista. También es la patrona de las trabajadoras vinculadas con el color blanco: lavadoras, planchadoras y bordadoras.
A causa de la custodia de cristal que lleva en las manos, es la protectora de los pintores vidrieros.
Ha sido propuesta recientemente como patrona de la radio televisión tanto a causa de su nombre como de una visión que habría tenido en su lecho de agonía: la ceremonia de Navidad celebrada en la basílica de San Francisco de Asís.
ICONOGRAFÍA
Está representada con una edad variable, ya joven, ya como una anciana religiosa.
Su hábito es de las monjas franciscanas, con un cordón de tres nudos y un manto con rayas transversales.
Sus atributos habituales son la custodia eucarística con la que rechazó a los sarracenos, y una cruz rematada en un ramo de olivo, que recuerda su apasionado amor al crucifijo.
Los pintores de Siena y de Umbría casi siempre le ponen en la mano un tallo de lirio, símbolo de la pureza.
Como patrona de los clérigos, sostiene una lámpara de arcilla o una linterna procesional (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte el Convento de Santa Clara, en Alcalá de Guadaira (Sevilla). Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia.
Más sobre la localidad de Alcalá de Guadaira (Sevilla), en ExplicArte Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario