El Jardín de la Danza, en los Jardines, del Real Alcázar

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     El Real Alcázar [nº 2 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y nº 2 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra en la plaza del Triunfo, 5 (la salida se efectúa por la plaza Patio de Banderas, 10); en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo.

     En el Real Alcázar, en los Jardines, se encuentra el Jardín de la Danza [nº 38 en el plano oficial del Real Alcázar]. 

    Es un  espacio rectangular dividido en tres tramos. El primero, en alto, esta pre­sidido por dos columnas de mármol que en el siglo XVI y XVII estuvieron coronadas por un sátiro y una ménade danzante, que junto con las figuras que aparecían recortadas en el arrayán, dieron nombre al jardín. Unas gradas per­miten el acceso al segundo tramo, centrado por una bella fuentecilla de azulejos con saltador del siglo XVI y escoltado por bancos de fábrica forrados de azulejos. Hacia la derecha se abre un arco guardado por reja que conduce hasta el jardín subterráneo del Crucero y hacia la izquierda se abre la puerta de acceso al Jardín de las Damas. Este andén central con solería de ladrillo presenta dos líneas de "burladores", pequeños orificios por donde surge el agua, que anima y embellece con sus juegos y regala los oídos con su continuo borboteo.

     Perpendicular a él continúa otro andén que conduce hasta el siguiente espacio ajardinado, a través de un arco cerrado por verja. A mano izquierda una recoleta ventanita permite la vi­sión del Jardín de las Damas, invitando al des­canso sus dos bancos de fábrica, situados a ambos lados del vano (Ana Marín Fidalgo, El Alcázar de Sevilla. Ed. Guadalquivir, 1992). 

     Dos ámbitos a distinto nivel componen este recinto. El primero arranca de las escaleras del Jardín del Estanque y está presidido por dos columnas de mármol sobre pedestales que estuvieron coronadas por esculturas de un sileno y una ménade danzante, que junto a las de ninfas y sátiros que aparecían recortadas en los arrayanes, dieron nombre al jardín. El segundo espacio ofrece un amplio andén centrado por una fuentecilla con azulejos y surtidor del siglo XVI, más cuatro amplios bancos forrados de azulejería moderna, que imita modelos renacentistas.

     La solería de este andén presenta una serie de diminutos orificios correspondientes a unos burladores ocultos de los que surge agua. En el extremo norte del andén se localiza el ingreso al jardín subterráneo correspondiente al Patio del Crucero, cuyas paredes se cubren por azulejos planos y policromos de fines del siglo XVI, mientras en la bóveda se advierten restos de pinturas murales de similar cronología. En el lado contrario se localiza el ingreso al Jardín de las Damas. Hacia poniente se sitúan una serie de cuarteles con vegetación y el muro que separa este recinto del Jardín de Troya (Juan Carlos Hernández Núñez, Alfredo J. Morales. El Real Alcázar de Sevilla. Scala Publishers. Londres, 1999).

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