El Palacio de la Condesa de Lebrija [nº 24 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla, y nº 47 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra situado en la calle Cuna, 8; en el Barrio de la Alfalfa, del Distrito Casco Antiguo.
La casa perteneció a la familia de los Paiba. Reedificada en el siglo XVI, fue adquirida por el conde los Corbos y más tarde propiedad de los condes de Miraflores de los Ángeles. A finales del siglo pasado fue adquirida por la condesa de Lebrija, quien mandó hacer importantes reformas, llevadas a cabo personalmente y que configuraron la imagen definitiva que hoy presenta.
Se trata de una magnífica casa cuya estructura organizativa responde claramente al esquema tipológico de la casa-palacio sevillana. Sin embargo, en cuanto a los materiales que la construyen, de muy distinta procedencia, permiten entenderla como una arquitectura hecha de sumas, como un espléndido "collage" de episodios acabados, autónomos. De cualquier forma, la cualidad de las articulaciones y relaciones entre ellos permite hacerla partícipe de las estructuras organizativas que definen la casa sevillana.
El zaguán, que da paso al patio principal, conserva el pavimento "opus sectile" procedente de Itálica, y los azulejos de cuenca del siglo XVIII, procedentes éstos de Arcos de la Frontera, así como la magnífica puerta de madera maciza de caoba tachonada de grandes clavos de metal, que debió ser la puerta que tuvo la casa en el siglo XVI.
El patio principal, de dos plantas, está construido en sus cuatro frentes por arquerías de arcos de medio punto sobre columnas de mármol en la baja y balcones en la alta. La arquería está profusamente decorada con yeserías mudéjares realizadas a finales del XIX. El pavimento de las galerías que circundan el patio lo constituyen mármoles, serpentinas y pórfidos procedentes de Itálica. El que ocupa el centro del patio es un espléndido mosaico romano (6,85 x 6,82 m.) procedente igualmente de la ciudad de Itálica.
La escalera principal, de tres tramos desiguales, construida en la última reforma, ocupa uno de los ángulos del patio y reúne materiales de muy diversa procedencia de los siglos XVI y XVII. El magnífico artesonado y el friso renacentista proceden del palacio de los Ponce de León, de Marchena. Los azulejos, del convento de San Agustín de Sevilla, fundación, asimismo, de los Ponce de León. La balaustrada, de madera de caoba, copia realizada en la reforma de la condesa de Lebrija, de otra existente en una casa de Sanlúcar de Barrameda.
El salón central, que permite poner en relación el patio principal con el jardín, así como el resto de los salones de planta baja (Cuarto Ochavado, Sala de Medusa, Sala de Dionisos, Sala de Ganímedes), están igualmente pavimentados, revestidos y decorados básicamente con materiales romanos de Itálica.
La casa cuenta, por otra parte, con abundante material (esculturas, epígrafes, cerámica, vidrios, etc.), de otras épocas, de excepcional interés.
La fachada, de dos plantas, se labra a la calle Cuna, aunque cuenta con otra entrada a la casa (garaje) a través de la pequeña calle Adelfa. Está dividida en calles, delimitadas por pilastras, y grandes huecos situados en aquéllas. La portada, renacentista, de mármol blanco, está flanqueada por columnas que sostienen un entablamento sobre el que apoya el balcón central, con antepecho de hierro de forja y rematado por un frontón curvo.
La casa ocupa en planta baja una superficie aproximada de 1.700 m2 pudiendo estimarse para toda la casa una superficie total construida de 4.000 m2 (Guillermo Vázquez Consuegra, Cien edificios de Sevilla: susceptibles de reutilización para usos institucionales. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Sevilla, 1988).
La Casa de la Condesa de Lebrija ocupa en Sevilla el solar de la que a finales del siglo XV mandara construir la familia de los Payba, de cuya época conserva la portada y algunos elementos importantes de su interior. Fue reedificada en el siglo XVI, y adquirida por el Conde de Corbos y más tarde propiedad de los Conde de Miraflores de los Ángeles. A finales del siglo pasado fue adquirida por la Condesa de Lebrija, quién mandó hacer importantes reformas, llevadas a cabo personalmente y que configuraron la imagen definitiva que hoy presenta.
Se trata de una magnífica casa cuya estructura organizativa responde claramente al esquema tipológico de la casa patio sevillana. Sin embargo, en cuanto a los materiales que la construyen, de muy distinta procedencia, permiten entenderla como un espléndido "collage" de episodios acabados, autónomos. De cualquier forma, la cualidad de las articulaciones y relaciones entre ellos permite hacerla partícipe de las estructuras organizativas que definen la casa sevillana. El zaguán, que da paso al patio principal, conserva el pavimento "opus sectile" procedente de Itálica, y los azulejos de cuenca del siglo XVIII, procedentes éstos de Arcos de la Frontera, así como la magnífica puerta de madera maciza de caoba tachonada de grandes clavos de metal, que debió ser la puerta que tuvo la casa en el siglo XVI.
El patio principal, de dos plantas, está construido en sus cuatro frentes por arquerías de arcos de medio punto sobre columnas de mármol en la baja y balcones en la alta. La alquería está profusamente decorada con yeserías mudéjares realizadas a finales del siglo XIX. El pavimento de las galerías que circundan el patio lo constituyen mármoles, serpentinas y pórfidos procedentes de Itálica. El que ocupa el centro del patio es un espléndido mosaico romano (6,85 x 6,82 m.) procedente igualmente de la ciudad de Itálica.
La escalera principal, de tres tramos desiguales, construida en la última reforma, ocupa uno de los ángulos del patio y reúne materiales de muy diversa procedencia de los siglos XVI y XVII. El magnífico artesonado y el friso renacentista proceden del palacio de los Ponce de León, de Marchena. Loa azulejos, del convento de San Agustín de Sevilla, fundación, asimismo de los Ponce de León. La balaustrada, de madera de caoba, copia realizada en la reforma de la Condesa de Lebrija, de otra existente en una casa de Sanlúcar de Barrameda.
El salón central, que permite poner en relación el patio principal con el jardín, así como el resto de los salones de planta baja (Cuarto Ochavado, Sala de Medusa, Sala de Dionisos, Sala de Ganímedes), están igualmente pavimentados, revestidos y decorados básicamente con materiales romanos de Itálica.1914: Reformas a cargo de José Sáez López.
La casa cuenta, por otra parte, con abundante material (esculturas, epígrafes, cerámicas, vidrios, etc.) de otras épocas de excepcional interés.
La fachada, de dos plantas, se labra a la calle Cuna, aunque cuenta con otra entrada a la casa (garaje) a través de la pequeña calle Adelfa. Está dividida en calles, delimitados por pilastras y grandes huecos situados en aquéllas. La portada, renacentista, de mármol blanco, está flanqueada por columnas que sostienen un entablamento sobre el que apoya el balcón central, con antepecho de hierro de forja y rematado por un frontón curvo (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
La fachada, de dos plantas, se labra a la calle Cuna, aunque cuenta con otra entrada a la casa (garaje) a través de la pequeña calle Adelfa. Está dividida en calles, delimitados por pilastras y grandes huecos situados en aquéllas. La portada, renacentista, de mármol blanco, está flanqueada por columnas que sostienen un entablamento sobre el que apoya el balcón central, con antepecho de hierro de forja y rematado por un frontón curvo (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
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Horarios de apertura del Palacio de la Condesa de Lebrija:
De Lunes a Domingo: de 10:00 a 17:00
Página web oficial del Palacio de la Condesa de Lebrija: www.palaciodelebrija.com
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