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domingo, 2 de febrero de 2025

Los principales monumentos (Iglesia de la Purísima Concepción, Real Posada - Casa de Postas, y Palacio de la Intendencia - Ayuntamiento) de la localidad de La Carlota, en la provincia de Córdoba

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de la Purísima Concepción, Real Posada - Casa de Postas, y Palacio de la Intendencia - Ayuntamiento) de la localidad de La Carlota, en la provincia de Córdoba.
     Su nombre homenajea a su fundador, Carlos III. Fiel reflejo de la Ilustración racionalista es la trama urbana. La Carlota homenajea en el nombre a su fundador, Carlos III. Fiel reflejo de la Ilustración racionalista que inspiró su creación es la trama urbana, de cuadriculado trazado y calles rectas en las que aún perviven austeras casas fundacionales, habitadas hace dos siglos por colonos centroeuropeos que atraídos por la fama legendaria de Andalucía, vinieron a transformar estas tierras estériles y desiertos en pueblos laboriosos.
     Villa situada al oeste de la provincia, junto a la autovía.
     Distancia a Córdoba: 30 Km.
     Altitud: 228 m.
     Extensión: 80 Km2
     Habitantes: 11.906.
     Gentilicio: Carloteños.
     La Carlota es una de las Nuevas Poblaciones creadas por Carlos III en el antiguo desierto de La Parrilla, con las que se pretendía repoblar zonas deshabitadas, mejorar la producción agrícola y proteger el camino real de Madrid a Cádiz. Como el resto de estos núcleos, se rigió por el Fuero de Población promulgado en 1767, que establecía en La Carlota la Subdelegación de la Intendencia. En el verano de 1768 comienzan a llegar a La Parrilla colonos procedentes de Francia, Alemania, Suiza, Italia y otros países europeos, a los que se unirán algunas familias españolas «para que sirvieran a los extranjeros de ejemplo en el arte de cultivar la tierra y les enseñaran el idioma», según M. I. García Cano. El fuero fue derogado en 1835 (Diputación Provincial de Córdoba).
     Su relieve es en general llano, existiendo sin embargo un notable micro-relieve de lomas continuas con pendientes de cierta importancia. La altitud aumenta de forma más o menos uniforme de Noroeste a Sureste, existiendo un desnivel aproximado de 140 metros. El núcleo urbano asentado en terrenos que responden a una organización agrícola del territorio, sobre una superficie sensiblemente horizontal, con ligerísimas ondulaciones en su mitad sur, bordeando hacia el norte una zona de desniveles más fuertes, al descenderse una de las terrazas que llevan hacia el Valle del Guadalquivir. 
     Su trama urbana responde a un modelo de urbanismo planificado. Consiste en una retícula formada por la intersección de dos series de líneas perpendiculares no condicionadas por las características del terreno en él que se realiza el asentamiento, donde se ha significado las prioridades en las funciones de tipo público. Junto a ello su morfología urbana responde a un desarrollo longitudinal a lo largo de la carretera (Avda.. Carlos III), a la ubicación dispersa de los edificios públicos principales y a la formación de manzanas rectangulares, con su lado mayor paralelo a la carretera. 
     El parcelario inicial sobre las manzanas residenciales está dispuesto de una forma jerarquizada. Las parcelas mantienen un mismo fondo y las que ocupan una zona periférica son de menor fachada. Sobre el eje Carlos III, Plaza de la Iglesia y en los alrededores del Ayuntamiento se dan las parcelas de mayor anchura, correspondiéndose con las casas principales. 
     Las parcelas ocupadas por los edificios importantes se introducen en el parcelario residencial sin problemas. Dentro del núcleo urbano de La Carlota podemos distinguir zonas relativamente homogéneas, las cuales permiten un análisis individualizado de sus características propias y de la función que cumplen en el conjunto.
     El Casco Antiguo, asentamiento originario de La Carlota, de uso fundamentalmente residencial compatible desde origen y compatibilizado después con otros usos. Conserva su tipología de núcleo carolino con una estructura de de alto valor histórico y arquitectónico. Geográficamente ocupa el extremo Noroeste y tiende a crecer hacia el Sureste, estando contenido su crecimiento por la barrera natural de la vaguada.
     La zona Sur constituye la primera expansión natural del Casco primitivo. Es una zona eminentemente residencial que se ha desarrollado sin ninguna lógica urbana ni planificación, con grandes problemas de infraestructura y un exceso de densificación. 
     La zona Oeste el Casco se ha extendido siguiendo la carretera en dirección a Sevilla, a partir de la Rotonda se han continuado los procesos edificatorios, primero en forma lineal a lo largo de la vía y posteriormente en profundidad.
     La zona Industrial está situada al Suroeste del núcleo, presentando unas pobres características desde el punto de vista urbanístico. La zona de nueva expansión se localiza al Noroeste del núcleo. Se tiende a la revalorización del núcleo primitivo y a localizar en la periferia las viviendas de baja renta. 
     Sobre el parcelario primitivo se construyeron idénticas viviendas. El tipo de casa es igual que él de las zonas rurales. La vivienda más elemental posee una planta y un solo cuerpo rectangular cerrando la fachada, con cubierta a dos aguas, una hacia la calle y otra hacia el patio. La parte trasera de la parcela es un espacio libre o patio que en algunos casos llega hasta el fondo. Normalmente aparece un segundo cuerpo paralelo al primero que deja el patio, ahora de dimensiones similares al cuerpo edificado, en el centro; y cuando la profundidad es suficiente, aparece otro patio detrás. 
     Esta segunda edificación suele realizarse con una crujía mas estrecha que la de fachada. La función de este cuerpo, dividido en dos o más dependencias, era la de servir de cuadra o pajar. La primera edificación permite, por su anchura, la existencia de piezas que dan a fachada y patio, separándose con tabiques que llegan hasta la altura máxima de los muros, dejando libre el espacio que corresponde a la cubierta a dos aguas. Salvo las edificaciones que corresponden a las parcelas más estrechas, la composición de fachada es simétrica. En las viviendas de dos plantas, la planta alta suele ser un soberado. En ellas la fachada está compuesta por puerta central y ventana superior a eje con ella y dos ventanas, una a cada lado de la puerta. Cuando la planta alta es habitable, aparecen ventanas en la misma disposición que los huecos de abajo, o con balcón en el centro. 
     La vivienda tipo descrita, al construirse uniformemente, dibujaba las manzanas delimitadas por una edificación continua, de gran entidad en su conjunto y que encerraban en su interior un damero menudo de espacios libres y construidos; pero en la actualidad se aprecia las numerosas sustituciones que han sufrido. Señalar también que en la Carlota no existen casas importantes, y salvo la diferencia de anchura de la fachada, que no pasa de algo más del doble, no se da ninguna otra diferenciación.
     La fachada verdadera de la ciudad es la que se muestra hacia la carretera N-IV a ambos márgenes, conservando buena parte de las características de la población original, aunque con el crecimiento posterior se ha perdido toda la dignidad que tenía la fachada del Casco. La ciudad nace para abrigar una vía de comunicación que es a la vez su eje, y esto explica ese verterse en ella las fachadas de sus principales edificios y la ordenación general de la trama. Posteriormente la ciudad se desbordó e invadió desordenadamente el entorno. La nueva edificación ha crecido despreciando la ordenada ciudad y sobre el propio Casco Antiguo, hiriendo gravemente su armonía (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     El surgimiento de esta población se halla ligado a la gran empresa de colonización ordenada por Carlos III y llevada a cabo por el asistente Pablo de Olavide en 1767, con el fin de mejorar la red de comunicaciones  aumentar las riquezas del país. La Carlota, llamada así en homenaje al monarca, se convirtió en la capital de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y en sede de la Subdelegación de la Intendencia que dirigía el asistente. En 1835, superados todos los problemas, la villa consiguió el régimen municipal (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
     La ciudad se alza junto a la autovía Madrid-Sevilla, en un altozano desde el que se dominan las pardas tierras de la campiña.
Historia
     La Carlota aparece en la historia a partir del año 1767, merced a los esfuerzos que por la modernización del país llevaron a cabo Campomanes y Olavide, con el buen rey Carlos III a la cabeza.
     Su fundación se realizó en lo que entonces era el desierto de La Parrilla, lugar inhóspito, infestado de bandoleros que asaltaban las diligencias que, desde Cádiz, transportaban a Madrid el oro de América.
     Las tierras se repoblaron, sobre todo, con colonos centroeuropeos, fundamentalmente alemanes y suizos. Todavía hoy siguen encontrándose en abundancia apellidos como Wals, Folk o Herzog.
     La repoblación resolvió el problema del bandolerismo al tiempo que supuso la puesta en cultivo de una gran cantidad de excelentes tierras que se encontraban sin explotar.
Gastronomía
     Se hacen buenos embutidos y muy especialmente chorizo, cuyos ingredientes, ade­más de la carne de cerdo, son el ajo, la sal, el pimentón y, aquí, el perejil, el vino y la pimienta. En repostería son tradicionales las rosquillas del Santo, que tienen forma de ocho y se comen en la fiesta de San Blas, el 3 de febrero.
Artesanía
     La escasa tradición artesana se encuentra en la actualidad prácticamente perdida. Se fabrican aún ladrillos de barro cocido que se vienen empleando en fachadas a las que se pretende dar un aspecto rústico. Algunos particulares confeccionan con varetas de olivo artículos de uso cotidiano, tales como cestas, canastos, etc.
Fiestas
     El 15 de mayo se celebra la romería de San Isidro, cuyo destino es la aldea de Las Pine­das. Del 13 al 17 de septiembre tienen lugar las festividades en honor del Cristo de la Misericordia.
VISITA
     Partida en dos hasta hace muy poco tiempo por la N IV, la ciudad es un buen ejemplo de población carolina, con calles en cuadrícula de gran regularidad.
     En el margen derecho de la carretera, dirección Sevilla, hoy avenida de Carlos III, se encuentra el palacio de la Intendencia, desde el que se repartían los aperos y vituallas indispensables a los primeros colonos. Es un bello edificio civil, de estilo barroco y con hermosa fachada de ladrillo, en el que actualmente se ubica el Ayuntamiento.
     Enfrente, al otro lado de la avenida, se halla la Casa de Postas, utilizada en la actualidad para viviendas particulares que mantienen en un lamentable estado su espléndida fachada también de ladrillo.
     A la espalda del palacio de Intendencia, aun­que un poco más abajo, en la plaza de la Igle­sia, se levanta la iglesia de la Inmaculada, templo barroco de tres naves, cuya construc­ción fue dirigida por arquitectos militares. Sobresale en su conjunto los dos campanarios y el espacioso atrio con tres arcos de medio punto y grandes cancelas de hierro (Rafael Arjona. Guía Total, Andalucía. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).

Iglesia de la Purísima Concepción.-

     El edificio se construyó entre 1769 y 1779 bajo la dirección de ingenieros militares. En el exterior se aprecian las esculturas de San Pedro y San Pablo, realizadas en 1968 por Miguel Arjona para los nichos situados en las enjutas del pórtico. Tiene tres naves, la central cubierta por bóveda de cañón y las laterales por arista. El presbiterio está cubierto por cúpula y flanqueado por dos capillas; en el arco toral se ve un escudo de Carlos III.
     El retablo mayor es de la segunda mitad del siglo XVIII, procedente de la Catedral de Córdoba; el ático aloja una pintura de la Transfiguración del Señor y el nicho central, la imagen de la titular, de escuela sevillana de mediados del XVIII. En 2004 se ha rodeado el retablo con una cenefa pintada con escenas alusivas a María, obra de Jorge Montero López. A la izquierda del presbiterio se encuentra la capilla de Nuestra Señora del Rosario; tiene retablo de mármol de finales del siglo XVIII, de un solo cuerpo y remate, con la imagen de la titular. El Yacente es obra de Enrique Ruiz Flores, de 2004. En la capilla derecha, que es la bautismal, está la Entrada en Jerusalén, de serie, y María Santísima de Nazaret.
     En el primer tramo de las naves laterales se sitúan dos retablos gemelos de jaspe, de finales del siglo XVII, uno con Nuestra Señora de los Dolores, imagen de candelero de comienzos del XIX, y otro con talla de San José con el Niño, de mediados del siglo XVIII.
     En la nave derecha está el retablo del Cristo de la Misericordia, que el mayor primitivo, construido en piedra a finales del siglo XVIII. Cobija la imagen del hermoso crucificado jesuítico de hacia 1700, restaurada por Salvador Guzmán en 1995. Hay otras imágenes devocionales y una talla de San Antonio con el Niño de mediados del siglo XVIII, restaurada por Miguel Arjona. Entre las piezas de orfebrería que conserva la parroquia destacan una custodia de mano de Bernabé García de los Reyes, un juego de coronas de María y el Niño, cetro y media luna de Damián de Castro y un cáliz de Manuel Repiso, del XVIII, así como varias obras de principios del siglo XIX, con marcas de Manuel de Aguilar y Juan Heller (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
     Se inscribe en planta dentro de un rectángulo, bastante ancho respecto a su longitud. En él se forman las tres naves, más amplia la central, al fondo de la cual aparece el presbiterio, flanqueado por dos capillas que corresponden a las cabeceras de las naves laterales. Las naves se marcan en alzados por arcadas de medio punto sobre columnas con pedestales.
     Como cubiertas se emplean bóvedas de medio cañón con lunetos para la nave central y a menor altura bóvedas de arista para las laterales.
     El presbiterio recibe una original cubierta, al surgir del centro de una bóveda de medio cañón, una cupulita con fajas radiales y vanos cuadrilobulados, que parte de una quebrada cornisa.
     La fachada se compone de pórtico y de dos torres gemelas sobre él.
     El pórtico consta de tres arcos de medio punto sobre pilares, cuyo ornato se reduce a unos moldurajes mixtilíneos de ladrillo. Sus enjutas son aprovechadas para una hornacina igualmente de ladrillo que hoy albergan esculturas de San Pedro y San Pablo, y bajo ellas se alzan columnas de piedra.
     Protege el pórtico una sencilla portada de vano mixtilíneo. Su composición presenta pilastrones laterales, en los que monta un friso y ventana de remate. A ambos lados de ella se abren ventanas con repisas aveneradas.
     Las torres emergen del pórtico. En realidad se reducen a unos cuerpos de campanas cúbicos y a otros cuerpos octogonales menores en forma de templetes.
     A las esquinas se adosan aletones de recortado perfil (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Domina la plaza de la Iglesia la parroquia de la Inmaculada Concepción, erigida entre 1769 y 1779, cuya realización atribuye J. Rivas a maestros de la cercana Ecija o su comarca.
     Se trata de un templo de tres cortas naves separadas por arcos de medio punto sustentados por columnas.
     Al igual que otros templos de las Nuevas Poblaciones, los mejores retablos e imágenes proceden de iglesias de Jesuitas que Carlos III mandó trasladar después de expulsar a la orden; este origen atribuye A. Aroca a los tres altares de mármoles dedicados a la Dolorosa, la Virgen del Rosario y San José.
     El retablo mayor es de la segunda mitad del XVIII y procede de la Catedral de Córdoba.
     La fachada de la parroquia no se parece a ningún otro templo: está precedida de un pórtico abierto por tres arcos de ladrillo, mientras que del tejado emergen dos torres gemelas del mismo material (Diputación Provincial de Córdoba).

Real Posada - Casa de Postas.-

     El edificio de la Real Posada de La Carlota (Córdoba), en el que se adoptan soluciones compositivas neoclásicas en conjunción con elementos de tradición barroca, fue concebido para el servicio de viajeros y comerciantes y los animales necesarios para la carga y transporte de mercancías. En consecuencia, es una construcción de gran amplitud, racionalmente organizada y funcional aunque con prestancia y calidad de ejecución como requería una fundación real en uno de los núcleos de nueva población que pretendía ser modelo para la creación de una sociedad agraria generadora de renovación y avance económico.
     Se erigió en dos fases constructivas. El ala izquierda, desde la portada de la fachada principal, se concluyó en 1769 y su uso era de fonda; a fines del siglo XVIII se sumó el ala derecha destinada a estabulación y almacenaje. Ambas zonas se fusionan y armonizan, a pesar de su distinta distribución interior y las variantes formales del exterior, conformando un gran conjunto de planta rectangular, originariamente exento. 
     En este edificio se manifiesta un cierto aire mudéjar unido a las tradiciones románticas. Exteriormente se nos ofrece una fábrica de ladrillo visto, de dos plantas de altura, con vanos rectangulares en la baja, balcones con arcos en la alta y cornisa con apoyo de ménsulas bajo el tejado. En el centro de la fachada principal, la portada es un cuerpo de mayor elevación, que se abre, en la planta baja, por un gran arco carpanel con la rosca ligeramente rehundida flanqueado por pilastras con baquetones. Un entablamento con friso liso y cornisa con flete denticulado sirve de apoyo a la planta alta donde su sitúa un balcón. Traspasada la portada principal se abre un patio alargado que conecta con la portada trasera, ésta de sencillo arquitrabe de fábrica de ladrillo, con ventana superior originariamente abocinada y rematada en arco rebajado. 
     Interiormente, en el ala izquierda se distinguen los espacios destinados a fonda, que se distribuyen en torno a un patio cuadrangular, de los destinados a estabulación y almacenamiento, con doble patio y una gran nave con un eje intermedio formado una secuencia de arcos de medio punto que descansan sobre pilares que se disponen en paralelo a la fachada principal, lateral y trasera. 
     El edificio ha sufrido una serie de transformaciones tanto en la planta como en el alzado. Estas transformaciones, que no responden en absoluto a un plan unitario, se manifiestan asimismo en el encalado de determinadas zonas de la fachada, mientras que el resto conserva el ladrillo visto originario. Los cambios de uso han introducido modificaciones en la distribución interior (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     La Real Posada de La Carlota, también denominada Casa de Postas, fue uno de los edificios fundacionales de la villa, destinado a servir de fonda a los viajeros que circulaban por el Camino Real.
     Data de los primeros tiempos de la colonia, aunque décadas después se amplió.
     Edificio arquitectónico destacado por sus grandes medidas, se compone de dos partes fundamentales: un ala izquierda, antigua fonda (S. XVIII), y un ala derecha destinada a la posada (finales del S. XVIII y principios del XIX) (Diputación Provincial de Córdoba).

Palacio de la Intendencia - Ayuntamiento.-
     El palacio se organiza alrededor de un patio. Este consta de dos cuerpos, el primero abierto por arcos de medio punto sobre columnas de piedra y el segundo cerrado con otras arcadas, aunque ciegas, entre pilastras que cobijan ventanas adinteladas; las superficies del cuerpo superior reciben una decoración eminentemente estructural resaltándose sus motivos con unas siluetas amarillentas que los diferencian de los fondos blancos.
     El interior de este edificio ha sido objeto de continuas transformaciones; no obstante, todavía se conservan las galerías circundantes.
     Al exterior, el Palacio de Intendencia forma un bloque de marcada horizontalidad, dividido en dos cuerpos. La fachada principal de ladrillo visto ocupa uno de sus frentes mayores (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     
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