Los Grabados Rupestres del Cerro del Riscal, en El Madroño (Sevilla)

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     Se localizan en un aforamiento rocoso sito en las proximidades de El Madroño, pequeña localidad del Noroeste de la provincia de Sevilla.

     Un aspecto importante y característico de la zona es la aparición, en la cima de los cerros, de aforamientos rocosos de esquistos formando roquedos, con bloques de gran tamaño y en general con morfología fragmentada por efecto de la termoclastia. El cerro del Riscal es uno de estos conjuntos. Situado apenas a 770 m de El Madroño, en línea recta, en dirección Este, alcanzando una cota de 368 metros sobre el nivel del mar.

     Los grabados rupestres del cerro del Riscal se descubrieron en 1991 y fueron publicados por Iglesias, Queipo y Chacón en 1992. Los grabados se localizan en la vertiente Este, cercanos a la cumbre. El lugar es un conjunto de grandes bloques de roca sobre los que se depositan otros de menor tamaño desprendidos de la zona superior, formando un profundo abrigo con varias entradas y compleja estructura.

     Los grabados se han realizado bajo dos técnicas, la incisión profunda producida con objeto duro, que genera motivos con sección en V, y el piqueteado, con secciones en U y puntos. Los elementos grabados se distribuyen en grupos, en un total de siete, en las caras de un mismo bloque o sobre bloques aislados. Los motivos predominantes son los círculos simples o concéntricos, espirales y escutiformes de variada morfología.

        Grupo 1. Formado por una figura con tres círculos asociados, realizados sobre una pequeña roca cuadrangular con dimensiones de 64 x 30 cm. El grabado central está compuesto por dos círculos concéntricos: 20 cm de diámetro para el mayor y 8 cm para el menor.

        Grupo 2. Amplio conjunto de círculos simples, círculos concéntricos y segmentos de círculo en disposición desordenada.

     Se localizan en la cara más occidental de un gran bloque que contiene distintos grupos de grabados en otras caras. Los numerosos motivos, al menos 35 ó 40, tienen unas dimensiones muy variables, los diámetros oscilan desde los 38/40 cm del mayor, a los 13 cm del menor. Los grabados se asocian y entremezclan de muy variadas formas, superponiéndose unos sobre otros en varios casos. El conjunto más numeroso es el de los círculos, entre los que destaca una espiral de grandes dimensiones y un elemento rectangular. La técnica es de piqueteado con líneas de incisión en forma de U.

        Grupo 3. Se sitúa en el mismo bloque que el anterior, en una cara superior, es el grupo más complejo de todo el conjunto, contiene varios reticulados asociados a círculos y líneas. Un motivo de forma rectangular presenta un círculo dividido por la mitad. En la parte inferior aparece otra serie de círculos, algunos abiertos, que enlazan con los del extremo derecho del grupo 2. Los motivos rectilíneos están realizados con incisiones en forma de V, mientras que los circulares presentan forma de U.

        Grupo 4. Se localiza en un bloque que se sitúa en el interior del abrigo, frente al anterior, sus dimensiones son más reducidas. Aparece un grabado de morfología escutiforme, que ocupa un área aproximada de 37 x 30 cm. En su estructura aparecen rectángulos de tamaño variable (10 x 5 cm; 9 x 6 cm; 13 x 5 cm, etc.). La huella de incisión tiene 1-2 cm de anchura y sección en V.

        Grupo 5. Aparece sobre el mismo bloque que los grupos 2 y 3, aunque alejado unos metros de estos. La erosión hace dificultosa la identificación de los motivos, aunque se aprecian formas circulares, elementos cuadrangulares, líneas rectas y curvas de variadas dimensiones, en una organización compleja y desordenada.

        Grupo 6. Formado por dos elementos de morfología circular y aspecto muy simple, en ambos casos presentan un diámetro de 24 cm y sección en U.

        Grupo 7. Compuesto por un único grabado realizado sobre un bloque aislado y desplazado algunos metros del roquedo general. El motivo tiene forma de riñón, más ancho en la base, con unas medidas generales de 33 cm por 12 cm, ambos de perfil semicircular. Destaca un profundo agujero, más o menos circular, situado en el centro del grabado, así como dos pequeños apéndices en la parte inferior del mismo.

     La cronología de este conjunto se puede situar de forma genérica en la prehistoria reciente, posiblemente más cercana a la Edad del Bronce que a la del Cobre (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

     El municipio de El Madroño se localiza en las estribaciones de la Sierra de Aracena, en un entorno serrano de colinas de mediana altitud y escasa pendiente, entre las que circulan pequeños arroyos estacionales. En las cimas de los cerros son frecuentes los afloramientos rocosos que dan lugar a característicos roquedos, con bloques pétreos de diferentes tamaños fragmentados a causa de los cambios bruscos de temperatura. Esto es lo que ocurre en el Cerro del Riscal, localizado a 1.5 km del caso urbano, y con una altura de 368 m. 

   En su cumbre se encuentra una aglomeración de grandes bloques rodeados de otros menores desprendidos de los anteriores, formando un conjunto que da lugar a algunas oquedades y pequeñas cuevas, que debieron servir de refugio y abrigo en épocas prehistóricas. En algunas caras de estos bloques se han descubierto petroglifos, unos grabados en la roca en los que predominan los círculos concéntricos, y cuya cronología se atribuye al período del Bronce Medio. Realizados mediante incisiones en la roca, se distribuyen en grupos, aunque también existen algunos aislados del resto. Los motivos son diversos, predominando los círculos simples o espirales y los de formas de escudo o escutiformes. Se trata de los primeros petroglifos de estas características descubiertos en la provincia de Sevilla.

       El Cerro del Riscal y su entorno estuvieron afectados por el gran incendio de 2004. Antes del mismo la zona contaba con el característico paisaje de tipo mediterráneo, con pastizales, dehesas con arbolado predominantemente de encinas y acebuches, y monte bajo, así como zonas con pino y eucalipto. En la actualidad, la zona está repoblada con especies autóctonas como encina, alcornoque y especies arbustivas propias de monte bajo (Turismo de la provincia de Sevilla).

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