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jueves, 17 de marzo de 2022

Un paseo por la calle Pagés del Corro

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Pagés del Corro, de Sevilla, dando un paseo por ella.   
     Hoy, 17 de marzo, es el aniversario del acuerdo (17 de marzo de 1893) en el que se dio a esta vía del callejero, el nombre de Pagés del Corro, por lo que hoy es el mejor día para ExplicArte la calle Pagés del Corro, de Sevilla, dando un paseo por ella.
   La calle Pagés del Corro es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en los Barrios de Triana Casco Antiguo, Triana Este, y Triana Oeste, del Distrito Triana, y va de la confluencia de las calles San Vicente de Paúl, y Clara de Jesús Montero, a la avenida República Argentina
     La  calle, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. 
     También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     La vía, en este caso una calle, está dedicada a Francisco Pagés del Corro, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Sevilla y gran impulsor de las medidas para mejorar las condiciones higiénicas de la zona de Triana conocida con el nombre de La Cava.
     El espacio que hoy ocupa esta calle fue conocido en el s. XVI como Cava, ya que estaba recorrido por el foso que desde la formación del barrio sirvió fundamentalmente para paliar los efectos de los desbordamientos del Guadalquivir. El primer tramo, hasta la actual San Jacinto, a finales de dicha centuria, toma el nombre de Cava Vieja o Cava Baja y en el s. XIX se la conoce popularmente como Cava de los Civiles, bien por el asentamiento en ella de un cuartel de este cuerpo, bien en oposición al nombre del segundo tramo. Éste, entre San Jacinto y la actual Gonzalo Segovia, a finales del s. XVI recibe el nombre de Cava Alta o Nueva; en el s. XIX pasa a denominarse popularmente Cava de los Gitanos por el asentamiento de esta etnia que en ella se localiza. En 1893 ambos tramos se unifican con el topónimo actual, en memoria de Francisco Pagés del Corro, teniente de alcalde que mejoró las condiciones higiénicas de la zona. A lo largo de los siglos, el citado foso se fue cegando y ya en el s. XIX se consolida como calle. Hasta esta centuria tres alcantarillas habían permitido salvar el obstáculo del foso: la de los Ciegos o de la Cal de Castilla, a la altura de esta calle; la de San Jacinto, en el cruce con la vía del mismo nombre, y la de Puerto Camaronero al final. Hacia 1950 se le añade a la calle un último tramo, de Gonzalo Segovia a República Argentina, al remodelarse la zona.
     A comienzos del s. XX es una calle marginal sin pavimentar; es tal la acumulación de desperdicios que en el centro se forma un montículo que obliga a transitar por sus laterales. Actualmente es la vía más ancha y larga de Triana, la única que atraviesa el barrio de este a oeste con trazado paralelo al río, describiendo una suave curva a la altura de San Jacinto. Es el límite de la Triana histórica y divide al barrio en dos sectores. Hacia 1920 se adoquina por vez primera y sobre dicho sistema se ha vertido posteriormente una capa asfáltica. El acerado es de losetas de cemento. Se alumbra con farolas de báculo de pie. A ella desembocan por la izquierda Nuestro Padre Jesús Nazareno, Antillano Campos, Covadonga, Victoria, Luca de Tena, pasaje Sor Ángela Hijosa, Orfebre Juan Antonio Borrero, Troya, Rosario Vega, Plaza Virgen Milagrosa, y Gustavo Bacarisas. Por la derecha, Rafael Salas González, Evangelista, plaza Aurelio Murillo, Farmacéutico Murillo Herrera, Ardilla, Paraíso y Salado. La cruza San Jacinto. Hasta 1760 en su cruce con San Jacinto existió una cruz de este nombre. En esa fecha se traslada al compás del convento, donde actualmente se conserva. Completan sus dotaciones urbanas la presencia de tres cabinas telefónicas en los cruce más significados, un quiosco de la Once, tres de periódicos y dos paradas de autobuses.
     El caserío actual presenta una variada tipología. En el primer tramo predominan las casas unifamiliares de finales del s. XIX y los corrales de vecinos. A medida que avanza la numeración las edificaciones aumentan en altura, llegando en las proximidades de República Argentina a bloques de viviendas de ocho y nueve plantas, de mayor calidad constructiva que el resto de la calle. Como edificios singulares hay que destacar la iglesia de San Jacinto, construida para la Orden de Predicadores en 1651 sobre el solar de la ermita y hospital de la Candelaria. A principios del s. XIX durante la invasión francesa, el convento y la iglesia fueron ocupados por las tropas napoleónicas; al marcharse los franceses se les devolvió a los dominicos só­lo parte del convento, así como la iglesia; en 1835 se exclaustra definitivamente a los frailes y la iglesia queda abierta al culto, instalándose en los terrenos colindantes una escuela municipal. 
     Hay que destacar asimismo: el convento de las Mínimas, cuya es­tructura arquitectónica primitiva se levantó en el s. XVI y fue totalmente restaurada en 1760, tras su destrucción por el terremoto de 1755; el convento e iglesia de los Paúles, aproximadamente en el antiguo solar del convento de la Victoria, construido en 1910 y reedificado en 1950, perteneciente a la Orden de San Vicente de Paúl; el antiguo Cuartel de Inválidos, convertido en cuartel de la Guardia Civil y actualmente en ruinas; el colegio José María del Campo, edificado en 1910 sobre el solar de la antigua plaza de la Victoria, con proyecto de Aníbal Gonzá­lez. Como se ve, en otros tiempos fue calle marcada por la presencia de instituciones religiosas. Además de las mencionadas, hay que citar el convento de la Victoria, de la Orden de los Mínimos, construido  hacia 1550 en el tramo final de la calle; el hospital y capilla de la Encarnación, fundados hacia la mitad del s. XVI y desaparecidos en 1868; el beaterio de las Cartujanas, colindante con la anterior capilla, fundado en 1794 y desaparecido en 1868.
     También ha sido una calle con numerosos corrales de vecinos; algunos de los más famosos llegaron hasta 1950, como el del Cura, del Aromo, del Palaustre y otros. La zona, alrededor del convento de las mínimas fue tradicionalmente asentamiento de gitanos; sus ocupaciones, preferentemente en el arte de la forja y compraventa de animales, así como sus cantes. imprimieron un carácter propio a esta vía, reflejado en la literatura de viajes del s. XIX. Es de destacar la presencia en ella a lo largo de los siglos de establecimientos para el ocio, como el Teatro Guadalquivir, abierto en 1850 sobre el solar del antiguo convento de San Jacinto, el cine de verano La Estrella, de 1920, hoy desapareci­do, así como el cine Emperador. En 1930 se abre La Gimnástica para la práctica de deportes y también una serie de ventas y tabernas, algunas de las cuales llegan a nuestros días. En 1967 Cela alude a la Taberna del Chache en su Primer viaje andaluz. En el núm. 39 aún perdura uno de los pocos cines de verano tradicionales de Sevilla. En el aspecto comercial hay que distinguir una vez más cada uno de sus tramos; en el primero abundan los polveros y tiendas de material de construcción; en el segundo un comercio más diversificado en el que predominan tiendas de muebles, maderas y, al final de la calle, se aprecia una especialización en venta de automóviles. El sentido simbólico de esta calle, muy marcado en otras épocas, hoy se ve reducido a la fecha de salida y regreso de la Hermandad del Rocío. Hasta hace poco la Semana Santa la hacía adquirir especial significación con la salida de las Hermandades de la Estrella y de la Esperanza de Triana, de San Jacinto, hoy ubicadas en capillas cercanas. El resto del año, la vía ha perdido su carácter popular, convirtiéndose en una zona de intenso tráfico de conexión con el vecino barrio de los Remedios [María del Carmen Medina, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Pagés del Corro, 168-170, acc.
Casa de dos plantas, con fachada dividida en tres calles por pilastras, pareadas en los extremos. En el interior posee un patio con galería superior adintelada sostenida por tornapuntas de hierro forjado. En la escalera existe un azulejo con la Sagrada Familia. La habitación central de la crujía de fachada se cubre con un artesonado.
Pagés del Corro, 186. Casa del siglo XVIII, de tres plantas en la crujía de fachada. La portada está flanqueada por pilastras toscanas con sus correspondientes en­tablamentos que sostienen una cornisa. Sobre ella, balcón central, asimismo con pilastras toscanas, rematado por frontón triangular. En el interior destaca el patio con galerías de arcos semicirculares sobre co­lumnas toscanas en tres de los frentes de la planta baja, y balcones, separados por pilastras, en la superior. Uno de los salones posee un artesonado de tradición mudéjar [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
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La calle Pagés del Corro, al detalle:
Corral del Cura
Retablo cerámico conmemorativo a Ángel Vela Nieto
Colegio de Nuestra Señora del Rosario
     Retablo cerámico a las Hijas de la Caridad (Hdad. de la Estrella)
El Corral de la calle Pagés del Corro, 50
El edificio neomudéjar de la calle Pagés del Corro, 77
El edificio regionalista de la calle Pagés del Corro, 87
El Corral de la calle Pagés del Corro, 103
El Corral de la calle Pagés del Corro, 109
Colegio José María del Campo
El retablo cerámico conmemorativo de la Hdad. de San Benito
     El Retablo cerámico del Stmo. Xto. de las Penas, de la Hdad. de la Estrella
Casa en Pagés del Corro, 168-170
Casa en Pagés del Corro, 186
     El Retablo cerámico de Mª Stma. de la Estrella

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