Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el arco con el panel de la Sevilla de la Semana Santa, en la Plaza de España, de Sevilla.
Hoy, 22 de febrero, es Miércoles de Ceniza, inicio de la muy sagrada Cuaresma: he aquí que vienen días de penitencia para la remisión de los pecados, para la salvación de las almas; he aquí el tiempo favorable, en el que se asciende a la montaña santa de la Pascua [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
Y qué mejor día que hoy para Explicarte el arco con el panel de la Sevilla de la Semana Santa, en la Plaza de España, de Sevilla.
La Plaza de España [nº 62 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; nº 31 en el plano oficial de la Junta de Andalucía; nº 1 en el plano oficial del Parque de María Luisa; y nº 11 al 21 en el plano oficial de la Exposición Iberoamericana de 1929], se encuentra en el Parque de María Luisa [nº 64 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla]; en el Barrio de El Prado-Parque de María Luisa, del Distrito Sur.
La plaza de España consta de cuatro tramos de catorce arcos cada uno, en cuya parte inferior se sitúan bancos de cerámica dedicados a cada provincia española. Flanquean el conjunto dos torres, denominadas Norte y Sur, intercalándose tres pabellones intermedios, que corresponden a la Puerta de Aragón, la Puerta de Castilla y la Puerta de Navarra. El central o Puerta de Castilla es de mayor envergadura y alberga la Capitanía General Militar.
La estructura de cada banco provincial consiste en un panel frontal representando un acontecimiento histórico representativo de la provincia en cuestión, incluyendo por lo general escenas con los monumentos más representativos de la ciudad o provincia.
Flanquean el conjunto anaqueles de cerámica vidriada, destinados originalmente a contener publicaciones y folletos de la provincia en cuestión. Rematando el banco aparece un medallón cerámico en relieve con su escudo. En el suelo se reproduce en azulejos el plano de la provincia y sus localidades más destacadas.
Entre los arcos figuran los bustos en relieve de los personajes más importantes de la historia de España. La ejecución de la mayoría de los mismos corrió a cargo del escultor ceramista Pedro Navia Campos.
La Exposición Iberoamericana tuvo sus motivaciones políticas y propagandísticas, y éstas influyeron en algunos detalles. Respecto a las escenas históricas representadas en los bancos de las provincias, algunos de ellos fueron retirados precipitadamente en los meses previos a su inauguración por sus incorrecciones históricas o su inconveniencia política, ya que se consideró que no sintonizaban con la idea de unidad y paz que pretendía proyectar el recinto monumental.
Al principio y final de cada tramo, encontramos unos paneles dedicados a Sevilla, que por ser la ciudad anfitriona, no dispone de banco propio, parecido a los respaldos de los bancos.
Estos tableros tendrán una composición y decoración simétrica según su colocación y en los dos centrales, el mapa será sustituido por sendas fuentes. De las ocho escenas seleccionadas, dos están dedicadas a los toros: una en la dehesa y la otra en la plaza; cuatro a las fiestas de la ciudad, tanto religiosas como paganas: la Semana Santa, la Romería del Rocío, las Cruces de Mayo y la Feria de Abril; y otros dos reproducen óleos del pintor sevillano Gonzalo Bilbao.
Todos ellos, excepto los taurinos, están compuestos a modo de una especie de tríptico, y sobre todos ellos, dentro de un tondo en alto relieve, aparece el escudo de Sevilla.
En el panel de la Sevilla de la Semana Santa, situado entre la Puerta de Aragón, y el banco de la provincia de Castellón, de la Plaza de España, en estilo plateresco, rinde homenaje a la Semana Santa: el paso del Cristo de la Expiración, el Cachorro, atraviesa el puente de Triana la tarde del Viernes Santo en la cartela central, a ambos lados una pareja de angelotes portan unas cartelas más pequeñas donde aparecen las murallas de la Macarena -aunque un pequeño texto en el enmarcado las llama romanas- y los Caños de Carmona. Todo el conjunto, rodeado de jugosos cardos y guirnaldas, está enmarcado por columnas pareadas que sostienen un fingido arquitrabe y se apoyan en un zócalo ambos con profusa decoración renacentista de elementos vegetales: y angelotes, con el escudo de Sevilla en el centro.
Hace pareja con el sexto tablero, dedicado a la Feria del Ganado. El original se pintó en la fábrica Vda. de Tova Villalva, en 1926. En 2006, fue sustituido por uno de nueva factura realizado en la Escuela Taller Plaza de España. En el suelo se encuentra el mapa de Sevilla Romana donde aparecen los yacimientos más importantes de la provincia. Había sido realizado en la fábrica de Pedro Navia, por el pintor Manuel García Rodríguez, pero en 2006 fue sustituido por uno nuevo, ejecutado en la Escuela Taller Plaza de España.
Sobre el balcón, encontramos una balaustrada centrada por el escudo, en forma de tondo, de la capital sevillana, decorado con una especie de corona de laurel. En el arco que está sobre él, aparecen en sus enjutas el relieve con el busto de Luis Vives (1492-1540), filósofo, catedrático, jurista, humanista, preceptor, promotor del Renacimiento; como personaje relevante de nuestra historia (www.retabloceramico.org).
Conozcamos mejor el significado y la celebración del Miércoles de Ceniza;
Desde el siglo II, los cristianos se preparaban para la Pascua con dos días de ayuno y penitencia; posteriormente, estas prácticas se extendieron a toda la Semana Santa. En el año 325, el Concilio de Nicea ya conocía la preparación de la Pascua durante 40 días, sobre el modelo de Jesús, que pasó 40 días en el desierto. Recordemos también los 40 años en el desierto del pueblo de Israel y los 40 días de ayuno de Moisés en el Sinaí y de Elías en el Horeb.
Al principio, la Cuaresma comenzaba seis domingos antes de la Pascua; pero como los domingos no se ayunaba, en el siglo V se procedió a separar el Jueves y el Viernes Santo del Triduo Pascual para contarlos como Cuaresma. Más tarde, se decidió anticipar la Cuaresma cuatro días, y así se llegó al actual Miércoles de Ceniza.
El inicio de la Cuaresma marcaba también el comienzo de la penitencia pública de los culpables de delitos graves (apostasía, asesinato, adulterio): después de la imposición de la ceniza, recorrían la ciudad vestidos con ropas penitenciales, para recordar la expulsión del Paraíso. Estos penitentes celebraban la reconciliación el Jueves Santo.
Hacia finales del año mil, la práctica de la penitencia pública disminuyó, pero se mantuvo la imposición de la ceniza a todos los fieles. En el siglo XII, surgió la costumbre de obtener las cenizas quemando los ramos de olivo bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior.
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. (Mt 6,1-6.16-18)
Desierto
La Cuaresma es una forma de recordar y compartir los 40 días de Jesús en el desierto, tentado por Satanás. Quizá podemos pensar en los clásicos desiertos de arena y soledad, de peligros y emboscadas. Pero para nosotros, hoy en día, los desiertos más difíciles de afrontar son el cansancio y las dificultades del vivir o la aridez de nuestras vidas.
Así, este tiempo de gracia, definido por don Tonino Bello como "la vida a escala", nos enseña a no elegir los atajos de los compromisos fáciles, de la desconfianza, del pecado, sino a saber compartir el tiempo con Jesús para aprender a otorgar las prioridades justas.
La Cuaresma nos invita a poner a Dios por delante de nosotros mismos, a recuperar el tiempo para escuchar la Palabra de Dios y para orar. Por otra parte, ayunar significa renunciar a lo que nos llena de muchas maneras, pero no sacia el corazón: la oración y la Eucaristía sacian el corazón y dan sentido a la vida, porque el amor sacia la verdadera hambre y sed de vida y felicidad. Si la oración abre el corazón a las cosas verdaderas y el ayuno nos enseña a elegir lo que realmente cuenta en la vida, entonces la caridad es su consecuencia natural.
Hay quien cree que ayunar y abstenerse de comer carne son prácticas pasadas de moda; pero quizá lo que cuesta de verdad no es renunciar a la carne, sino obedecer a la Iglesia, Madre y Maestra, que nos invita a hacerlo. Esto nos sugiere que el ayuno sigue siendo actual. Junto al ayuno físico, no podemos olvidar el ayuno del egoísmo, de la desconfianza, de las falsas seguridades, del odio, de la indiferencia... (vaticannews).
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