Un paseo por el Barrio de Rochelambert

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el Barrio de Rochelambert, de Sevilla, dando un paseo por él.

     El Barrio de Rochelambert es, en el Callejero Sevillano, un barrio que se encuentra en el Distrito Cerro-Amate, delimitado por las vías avda. Juan XXIII, c/ Los Gavilanes, c/ Coimbra, c/ Estoril, plaza Poeta Miguel Hernández, c/ Puerto de la Mora, y c/ Puerto de los Alazores.

     El Barrio de Rochelambert lo componen las vías siguientes: c/ Aguadulce, c/ Coimbra, c/ Estoril, c/ Fray Serafín de Ausejo, avda. Los Gavilanes, c/ Juan Carvallo, avda. Juan XXIII, c/ Lucena, c/ Portalegre, c/ Puerto de Cienfuegos, c/ Puerto de Envalira, c/ Puerto de Jumilla, c/ Puerto de la Molina, c/ Puerto de la Mora, c/ Puerto de las Palomas, c/ Puerto de las Pedrizas, c/ Puerto de los Alazores, c/ Puerto de Lumbreras, c/ Puerto de Navacerrada, c/ Puerto de Oncala, c/ Puerto de Oro, c/ Puerto de Pajares, c/ Puerto de Piedrafita, c/ Puerto de Piqueras, c/ Puerto de Portalet, c/ Puerto de Somport, c/ Puerto de Viella, c/ Puerto de Zegrí, c/ Puerto del Escudo, c/ Puerto del Suspiro, y c/ Zafra.

     El Barrio, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, siendo el conjunto de vías urbanas con características homogéneas, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. 

     Construida a principios de los años setenta, recibiría al nombre de Ciudad de los Condes de Rochelambert en homenaje a Juan Carvallo Meyer, conde de Rochelambert (El linaje del título de conde de Rochelambert, creado por la reina Blanca de Castilla, regente de Francia en el siglo XIII, era solariego del «Château de la Rochelambert», en la región de el Alto Loira francés) y presidente del consejo de administración de COIBESA (Constructora Inmobiliaria Bética S.A.), empresa que se encargó de la construcción y promoción de las viviendas del barrio.

     Sus calles, tiradas a cordel, configuran un plano rectangular, intensamente urbanizado, en el que, a pesar de la existencia de amplias zonas de aparcamiento y espacios verdes, predominan las líneas verticales sobre las horizontales. Pavimentada con asfalto y dotada de amplias aceras de losetas y terrizo, el alumbrado público se realiza mediante farolas de báculo, y existe abundante arbolado aunque desigualmente repartido. Atravesada por Juan Carvallo, hay varias calles peatonales y otras, como Puerto Lumbreras y Puerto de Envalira, sin salida para el tráfico rodado. En el caserío predominan los bloques de cinco plantas, de ladrillo visto y precedidos por zonas ajardinadas, aunque en algunos sectores los bloques alcanzan las doce plantas e incluso las dieciséis, como sucede en Puerto del Escudo. Uno de los mayores problemas de Rochelambert es la presión del tráfico, que a algunas horas se hace insostenible, con graves problemas de atascos, aparcamientos en doble fila y camiones que descargan sus mercancías, obstaculizando la fluidez de la circulación. La actividad comercial, a pesar de la existencia de numerosos locales comerciales situados en los bajos de los edificios, tiende a una cierta concentración e incluso especialización, destacando Puerto del Escudo, verdadera arteria comercial y de tránsito de la barriada; Puerto Piqueras, donde se encuentra el mercado de abastos; Puerto de Tosa, especializada en tiendas de alimentación, y Puerto del Suspiro, con numerosos locales comerciales de muebles. Resalta asimismo la costumbre de las fruterías y verdulerías de sacar a la calle sus productos, debidamente envasados, ocupando una superficie importante en las aceras. las calles de la barriada fueron rotuladas, en 1974, con nombres de puertos de montaña españoles, excepto Juan Carvallo y Jerónimo Pérez de la Rosa [Eduardo Camacho Rueda, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].

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