Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle María Auxiliadora, de Sevilla, dando un paseo por ella.
Hoy, 24 de mayo, la Iglesia conmemora una vez más, a la Santísima Virgen, bajo su advocación de María, Auxilio de los Cristianos, así que hoy es el mejor día, para ExplicArte la calle María Auxiliadora, de Sevilla, dando un paseo por ella.
La calle María Auxiliadora es, en el Callejero Sevillano, una calle que se encuentra en el Barrio de Santa Catalina, del Distrito Casco Antiguo, y en el Barrio de El Fontanal-María Auxiliadora-Carretera de Carmona, del Distrito San Pablo-Santa Justa; y va de la confluencia de las calles Puñónrostro, con Gonzalo Bilbao, y con Recaredo, a la confluencia de las calles Ronda de Capuchinos, con Carretera de Carmona.
La calle, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta.
También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
La vía, en este caso una calle, está dedicada a imagen de María Auxiliadora, que se venera en la Basílica de María Auxiliadora, que se encuentra en dicha vía.
Los extremos de la vía venían siendo denominados desde la Edad Media con los nombres de las puertas de la muralla allí situadas: Puerta Osario y Puerta del Sol. En 1863 se le da el nombre de calle de la Revolera (o Rebolera) a un espacio extramuros junto a la Puerta Osario, donde ya se levantan algunas construcciones, quizás con el sentido de ''a la vuelta (o revuelta) de". En 1868 el arrecife arbolado construido entre la Puerta Osario y Puerta del Sol recibe la denominación de calle de la Arrebolera, topónimo que conserva hasta 1917, en el que, a petición de la Hermandad de María Auxiliadora con sede en la iglesia del colegio de los salesianos situada al final de la calle, se le cambia por el que hoy recibe; en 1931 se recuperó el nombre de Arrebolera; a partir de 1937 los dos extremos de la calle volvieron a ostentar el rótulo de María Auxiliadora, pero el cambio no se efectuará de manera oficial en el nomenclátor hasta 1948. La zona próxima a la Puerta del Sol fue también denominada ocasionalmente, a finales del XVIII y parte del XIX, como Acera del Salitre o Frente del Salitre, por la presencia de esta fábrica. A principios del s. XIX se alude a un denominado sitio de la Bolera, situado frente la fábrica de salitre y la Puerta Osario.
Vía conformada sobre el espacio inmediato a la muralla almorávide entre las Puertas Osario y del Sol y sobre el denominado Prado de Santa Justa, su ocupación se ha hecho de forma lenta a lo largo de varios siglos. Ya en el XIII se habla construido el convento de los Trinitarios, en las inmediaciones de la Puerta del Sol; a mediados del s. XVI en las proximidades del convento, según se dice en un documento en el que se reclamaba que la puerta permaneciera abierta toda la noche, vivían en torno a 500 vecinos; en el extremo opuesto, y para las mismas fechas, se había empezado a construir en las proximidades de la Puerta Osario. Con todo, durante los siglos XVII y XVIII esta zona se caracterizaba por la acumulación de escombros y basuras, que eran sacados de la ciudad y depositados directamente en sus proximidades; según Matute (1788), el origen de algunos montículos próximos a las puertas, como los que pueden verse en el plano de Olavide (1771) junio a la de Osario, eran el resultado de la acumulación de escombros; el desagüe de los husillos procedentes del recinto amurallado y la baja cota de la zona contribuían a la formación de charcas pestilentes, amén de ser zona fácilmente inundable por la proximidad del arroyo Tagarete. En 1758 tiene lugar la cesión de unos terrenos a la Hacienda Nacional para la construcción de una fábrica de salitre o explosivos, que acelerará el proceso de formación de esta vía, donde se instalan, adosadas a la muralla y junto a la Puerta del Sol, oficinas y viviendas, y frontera a éstas, la fábrica propiamente dicha. A finales del XVIII (1794- 1800) tiene lugar la explanación de los montículos situados junto a Osario.
El impulso definitivo a su urbanización se dará a mediados del XIX: en 1844 se propone la construcción de un arrecife en este sector, y en 1863 se aprueba un proyecto de urbanización y se ponen en venta los lotes de terrenos resultantes de esta alineación, de forma que ya en el plano de la ciudad de 1870 toda la acera impar de la calle, la que corre adosada a la muralla, figura edificada. Simultáneamente se procede al derribo de las puertas, se rompe la muralla en varios puntos y se aprueban otros proyectos de alineación (1882 y 1893). En la década de 1880 se inicia la edificación de la acera par, que es completada en 1912 con la construcción del Laboratorio Municipal. Actualmente María Auxiliadora es una vía amplia, de trazado curvilíneo, como corresponde a su condición de ronda histórica; confluyen, por la acera de los pares, José Laguillo, Joaquín Morales Torres, Doctor Relimpio y Salesianos, y por la de los impares, Muñoz Torrero y Mateos.
En 1904 se aprobó el adoquinado de toda la "ronda", pero en 1910 vuelve a aprobarse el adoquinado de "Arrebolera, Capuchinos y Torneo, y toda la parte de la ronda que está terriza", por lo que no hubo de llevarse a efecto el acuerdo anterior; a partir de entonces fue readoquinada en distintas ocasiones y dotada con aceras en la década de 1910. Hoy cuenta con calzada de asfalto, dividida en seis carriles para la circulación rodada, y amplias aceras de losetas en tonos blancos y rojizos, con árboles en alcorques, que en algunos tramos se estrechan en función de la amplitud total de la vía, o para permitir el aparcamiento de vehículos. Su iluminación se apoya sobre farolas de báculo de pie. En la confluencia con José Laguillo existe un amplio espacio urbanizado a modo de plaza, con pavimento de losetas y bancos de hierro. Al final de la calle, en la acera de los pares, queda un espacio abierto, hoy pavimentado con losetas de cemento, y una portada, que se cierra por las noches, da acceso a una calle privada, de aspecto cuidado, calzada de adoquín pequeño, aceras de cemento y naranjos en alcorques, en la parte superior de la portada una inscripción sobre azulejo recuerda que en 1954 fue coronada la imagen de María Auxiliadora.
En la edificación se asiste a una progresiva sustitución de las construcciones originaria de principios de siglo, muchas de ellas de carácter industrial, por bloques de viviendas de seis plantas. De todos modos, en el momento actual se advierte una cierta mescolanza de alturas, tipologías edificatorias, fechas de construcción y estado de conservación. Las alturas oscilan entre una y seis plantas, lo que provoca frecuentes rupturas de escala, al llegar a compartir medianera edificios de las alturas extremas. Edificaciones de la primera época son tres naves industriales situadas en la parte final de la calle hoy reutilizadas como supermercado, y bar; también se conservan varias casas de viviendas de tres o cuatro plantas, de las primeras décadas de la presente centuria, y en estado de ruina, dependencias del que fuera convento y colegio de religiosos del Sagrado Corazón, más conocido como colegio del Valle.
Son de destacar, de 1911, el Laboratorio Municipal, obra de inspiración modernista de Antonio Arévalo Martínez, y el Ambulatorio de la Seguridad Social Nuestra Señora Esperanza Macarena, obra de F. García Mercadal (1964-66). En la acera impar se encuentran los que fueron hasta comienzo, de la década de los setenta jardines privados del colegio del Valle, en los que se conserva parte de las murallas almorávides; colegio y jardines fueron comprados por una inmobiliaria con ánimo de construir en ellos, pero después de una campaña ciudadana se consiguió que los jardines pasaran a depender del Ayuntamiento y sean hoy de uso público; en el primitivo muro se han abierto algunos huecos enrejados o han sido sustituidos en parte por una moderna verja, que permiten ver desde la vía pública el jardín, al que se accede a través de una antigua portada del colegio, sobre la que todavía se conservan los escudos de la congregación religiosa que lo regentaba.
La primera edificación que se levantó en este sector, como queda dicho, fue el convento de los Trinitarios Calzados en el s. XIII, del que se conservan algunos restos, entre ellos unos sótanos en los que, según la tradición carente de fundamento, tuvieron presas en época romana Santa Justa y Santa Rufina, mártires y patronas de la ciudad; también se conserva la iglesia, situada al fondo del callejón interior, que fue edificada en el primer tercio del s. XVII: su portada posee varios retablos de azulejos, de pequeño tamaño, que representan a San Simón de Rosas, Fray Marcos Criado, San Fernando, Santa Justa y Santa Rufina. Tras la desamortización, el convento pasó a depender de los poderes civiles y en 1855 se instaló un hospital militar para enfermos de cólera. En la década de 1880 se instalaron allí los salesianos y fundaron un colegio de enseñanza media, que todavía regentan, y en torno al cual se han situado otras dependencias relacionadas con la Congregación de San Francisco de Sales.
A mediados del XVIII se construyó la fábrica de salitre, para la producción de pólvora, que había dejado de cumplir su función cuando González de León redacta su crónica de la ciudad (1839). En 1858 se trasladó allí la feria de ganado que se celebraba en la plaza de Ponce de León, más tarde convertida en mercado de reses vacunas y de cerda, que era conocido como el Perneo. Como parte de la ronda histórica, una línea de tranvías, primero de tracción animal y más tarde eléctrica, recorría la vía desde 1899, y en las proximidades de la Puerta Osario estaba situada la cochera de los tranvías, convertida en cochera de autobuses hasta la década de los setenta. En 1910, cuando se estaba ultimando la urbanización de la vía, se trasladó el mercado de la cerda y en su lugar se construyó el Laboratorio Municipal para vacunación y control sanitario de animales domésticos.
Actualmente, la calle ha perdido prácticamente su función industrial, pero no la de tránsito, que se traduce en frecuentes retenciones del tráfico, ambiente ruidoso y atmósfera contaminada; acoge una diversificada actividad comercial y de negocios en las plantas bajas de sus edificaciones, siendo de destacar la que se genera en torno al ambulatorio de la Seguridad Social, tanto por el tipo de negocio (farmacia, óptica, clínica dental...), como por el trasiego de personas que se registra en las horas de consulta y los puestos de vendedores ambulantes que se localizan en las proximidades del ambulatorio, e imprimen un ambiente peculiar a la calle. En 1908 se fundó el casino El Hispalense, para instrucción de la clase obrera. En el mes de mayo sale en procesión la imagen de María Auxiliadora, y el Sábado Santo hace estación por las calles de Sevilla la Hermandad de las Cinco Llagas, ambas sitas en la iglesia de la Trinidad. En el núm. 8 vivió, a comienzos de la década de 1920, el poeta Pedro Salinas, como reza una placa de mármol [Josefina Cruz Villalón, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Conozcamos mejor la Festividad de María Auxiliadora;
En la fecha de hoy, 24 de mayo, la Iglesia conmemora una vez más, a la Santísima Virgen, bajo su advocación de María, Auxilio de los Cristianos.
El primero que llamó a la Virgen María con el título de Auxiliadora fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla, en al año 345: "Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios". San Sabas en el año 532 nos transmite que en Oriente había una imagen de la Virgen que era llamada Auxiliadora de los Enfermos, porque junto a ella se obraban muchas curaciones. San Juan Damasceno, en el año 749, fue el primero en propagar la jaculatoria: "María Auxiliadora, ruega por nosotros". Y añade que la Virgen es "auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la salvación". En Ucrania, Rusia, se celebra la fiesta de María Auxiliadora el uno de octubre desde el año 1030, pues en ese año libró a la ciudad de la invasión de una terrible tribu de bárbaros paganos. En 1558 ya figuraba en las letanías que se acostumbraban recitar en el santuario de Loreto, Italia, la invocación: "Auxilio de los cristianos, ruega, por nosotros", y en el año 1572, San Pío V ordenó oficialmente su adición en las letanías porque a su intercesión milagrosa se atribuyó la victoria cristiana en la batalla de Lepanto del domingo siete de octubre de 1571.
En el año 1600 los católicos del sur de Alemania hicieron una promesa a la Virgen de honrarla con el título de Auxiliadora si los libraba de la invasión de los protestantes y hacía que se terminara la terrible Guerra de los Treinta Años. La Madre de Dios les concedió ambos favores y pronto había ya más de setenta capillas con el título de María Auxiliadora de los cristianos. En 1683 los católicos al obtener la inmensa victoria en Viena contra los enemigos de la religión, fundaron la Asociación de María Auxiliadora, la cual existe hoy en más de sesenta países.
Pío VII Chiaramonti, fue el segundo papa que daría una gran importancia a esta advocación mariana. En 1806 el Papa se negó a sumarse a la exigencia de Napoleón de bloquear a Inglaterra, lo que condujo a una invasión francesa de los Estados Pontificios y puso en prisión al anciano Papa de setenta y siete años de edad, primero en Savona, y luego en Fontainebleau, en 1809. En su cautiverio, situación ésta que le causó un gran sufrimiento y deterioró bastante su salud, el Papa prometió a la Virgen que si recuperaba su libertad y volvía a Roma, declararía ese día como solemne en honor de María Auxilio de los cristianos. Bien pronto la suerte de Napoleón cambió y Pío VII recuperó su libertad. Llegó a Roma el veinticuatro de mayo de 1814 y cumplió su promesa. De este acontecimiento, viene la tradición de la conmemoración de María Auxiliadora cada veinticuatro de mayo.
En 1860 la Santísima Virgen se apareció a San Juan Bosco y le dijo que quería ser honrada con el título de Auxiliadora, y le señaló el sitio para que le construyera en Turín un templo. Tres años después, en 1863, Don Bosco comienza la construcción de la iglesia en Turín. Todo su capital era de cuarenta céntimos, y esa fue la primera paga que hizo al constructor. Cinco años más tarde, el nueve de junio de 1868, tuvo lugar la consagración del templo. Lo que sorprendió a Don Bosco primero y luego al mundo entero fue que María Auxiliadora se había construido su propia casa, para irradiar desde allí su patrocinio. Don Bosco llegó a decir: "No existe un ladrillo que no sea señal de alguna gracia". Desde aquel Santuario comenzó a extenderse por el mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.
Hoy, salesianos y salesianas, fieles al espíritu de sus fundadores, y a través de las diversas obras que llevan entre manos siguen proponiendo como ejemplo, amparo y estímulo en la evangelización de los pueblos a María con el consolador título de Auxiliadora, y celebran extraordinariamente como solemnidad su memoria litúrgica. También es celebrada con el rango de solemnidad en Ciudadela, y como memoria libre por las diócesis de Córdoba, Jerez, Menorca y Sevilla, y por los barnabitas, mientras que los monfortianos como memoria obligatoria (Ramón de la Campa Carmona, Las Fiestas de la Virgen en el año litúrgico católico, Regina Mater Misericordiae. Estudios Históricos, Artísticos y Antropológicos de Advocaciones Marianas. Córdoba, 2016).
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La calle María Auxiliadora, al detalle:
Ambulatorio de la Seguridad Social
Placa conmemorativa a Pedro Salinas, en María Auxiliadora, 8
Portada Colegio del Valle
Jardines del Valle
Laboratorio Municipal
Naves Industriales
Retablo cerámico de María Auxiliadora
Portada Convento Trinitarios Descalzos
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