Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el desaparecido Ferrocarril, en miniatura, para la Exposición Iberoamericana de 1929, de Sevilla.
Hoy, 28 de octubre, es el "Día del Tren" en España, una efeméride en la que se conmemora la puesta en marcha de la primera línea férrea peninsular, entre Barcelona y Mataró, un 28 de octubre de 1848, así que hoy es el mejor día para ExplicArte el desaparecido Ferrocarril, en miniatura, para la Exposición Iberoamericana de 1929, de Sevilla.
El desaparecido Ferrocarril, para la Exposición Iberoamericana de 1929 [nº 64 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y s/n en plano oficial de la Exposición Iberoamericana de 1929], se ubicaba en el recinto de la Exposición Iberoamericana de 1929, en el Barrio de El Prado - Parque de María Luisa, del Distrito Sur, y en el Barrio Sector Sur-La Palmera-Reina Mercedes, del Distrito Bellavista-La Palmera.
Reseñar que la locomotora "La Niña" se encuentra en el andén 8 de la Estación Santa Justa.
El tren ó ferrocarril miniatura que, durante la Exposición, recorrió todo el recinto desde la Glorieta de Bécquer hasta el Sector Sur y el ganadero lindando con Heliópolis, pasando por el Parque de María Luisa, el de las Delicias, Galerías Comerciales, Barrio Moro, Parque de Atracciones y Plaza de España.
A la vez que servía como medio de comunicación interna dentro del recinto, este ‘‘juguete‘‘ se transformó en un atractivo protagonista de la Exposición, paseando a pequeños y mayores por los bellos parajes de la Exposición pudiendo admirar desde el mismo los pabellones, jardines y galerías construidos para el Certamen.
A pesar de estar muy extendida la creencia de que fue un regalo del Rey Alfonso XIII a la ciudad de Sevilla, lo cierto es que fue a través de una iniciativa personal del Comisario Regio José Cruz Conde, cómo las tres primeras locomotoras con todo sus complementos, fueron adquiridas como consecuencia de su visita a la Exposición de Colonia de 1928.
No obstante una vez empezada la muestra, y debido al gran éxito obtenido con esta atracción, el Comité decidió adquirir una cuarta locomotora con sus correspondientes diez vagones, a esta última se le bautizó con el nombre de la ciudad que acogía la Exposición ‘‘Sevilla‘‘.
El recorrido que realizaba era un circuito de unos cinco kilómetros, hasta el extremo del Barrio Moro, ampliándose algunos kilómetros más, si se abría el trazado de la Avenida de Venezuela que llegaba hasta el Estadio.
Circulaba siempre en la misma dirección y en el recorrido atravesaba los lugares más pintorescos del Parque donde se habían colocado sorpresas para los pasajeros, como el paso bajo el Monte Gurugú, cuyo túnel se construyó exprofeso para el paso del tren o la galería simulando una cueva con estalactitas y estalagmitas y un lago con efectos luminosos, que representaba uno de los ‘‘salones‘‘ de la Gruta de las Maravillas de Aracena, y que algún autor la ubica a la espalda de la Plaza de España.
Contaba con seis estaciones en su recorrido Bécquer, Delicias, Galerías Comerciales, Barrio Moro, Parque de Atracciones y Plaza de América.
El recorrido se iniciaba en la estación próxima a la Glorieta de Bécquer, para proseguir por el parque hasta llegar a la Puerta de la Dársena (actual Glorieta de los Marineros Voluntarios) desde allí bordeando la Avenida Reina Victoria por su acera izquierda, la cruzaba a la altura de la Glorieta de Argentina pasando junto al pabellón de dicho país, situándose la estación de las Delicias, en un lateral de éste pabellón, continuaba por los Jardines delas Delicias, para travesar por uno de los arcos del Pabellón de Marruecos continuando por la Avenida de la Raza hasta el Pabellón Industrial Vascongado donde se ubicaba la estación Galerías Comerciales, pasaba delante de las Galerías Comerciales Nacionales y Extranjeras, hasta el Salón de Aeronáutica, donde giraba a la izquierda para bordear la plaza de los Conquistadores, y llegaba hasta el extremo del Pabellón de la Maquinaria, donde se encontraba la estación Barrio Moro.
Existía una ampliación del recorrido, que se iniciaba justamente en este lugar, y que circundaba la enorme parcela de la Exposición de Ganado, pasando cerca del Estadio, este recorrido solo se abría con ocasión de alguna actividad en ese sector.
Continuando el recorrido, una vez completada la circunvalación de la Plaza de los Conquistadores, giraba a la derecha para seguía por la Avenida de la Raza, pasando por el Parque de Atracciones, donde tenía una estación, para seguir entre los Pabellones de Marruecos y Colombia hasta la estación Plaza de América ubicada frente a dicha plaza.
Nuevamente cruzaba la Avenida Reina Victoria y el Parque, atravesando el Monte Gurugú, para dirigirse por la trasera de los Pabellones de la Prensa y Telefónica hasta la puerta principal de la Plaza de España, pasando por debajo de esta, habiéndose instalado en los sótanos una gruta con estalactitas y lago.
Continuando por la Avenida de Portugal junto a la Puerta de Aragón y los Pabellones de Macao y Quinta de Goya, para terminar en la estación de Bécquer a la espalda del Pabellón de la Información.
Una vez concluido en Certamen, todo el material ferroviario es decir las cuatro locomotoras, con sus correspondientes ténders y los 40 vagones, fue guardado en las cocheras que se encontraban a la espalda de la Plaza de España colindante con la Avenida de la Borbolla.
Parece que se construyó una nueva estación en el Real de la Feria, en la Avenida de Portugal.
A partir de aquí empieza la triste historia del abandono y olvido de este tren miniatura de la Exposición Iberoamericana, como tantas otras cosas que pasan en esta ciudad, donde instituciones ni particulares, se preocuparon en defender y mantener ese ‘‘juguete‘‘ que tanto éxito popular alcanzó en su tiempo.
La Comisión Liquidadora acuerda el levantamiento de las vías situadas en el Sector Sur del recinto, ya que dichos terrenos que habían sido arrendados, debían ser devueltos a sus propietarios, y en el mes de marzo del siguiente año, se convoca concurso para la venta de todos los raíles tanto los que se habían sido levantados en el citado Sector, como los que aún se encontraban instalados en el recorrido del ferrocarril.
Continuaba el material almacenado en las cocheras, cuando hubo un proyecto por parte del Teniente de Alcalde Manuel Bermudo Barrera, para volver a poner en funcionamiento el ferrocarril, oponiéndose a nuevos intentos de venta por parte del Ayuntamiento.
A fin de buscar solución al problema y darle un uso atractivo para evitar el deterioro del mismo, en 1935 y tras unas conversaciones con el propietario de un parque de atracciones de Madrid, Francisco Ruiberriz, surgió la posibilidad de instalar un parque de atracciones en los terrenos comprendido entre el Parque de María Luisa, el Prado de San Sebastián, trasera de la Plaza de España y desde la Avenida de Portugal hasta las cocheras y talleres del tren, mediante una concesión municipal por veinte años, con la condición de la compra y funcionamiento, en dicho parque, de los trenes miniatura.
En 1937 debido a las obras que se estaban llevando a cabo en la Plaza de España para su transformación en Capitanía General, tuvieron que ser derribada las cocheras y talleres del tren miniatura, por lo que fueron desmontadas las locomotoras y los vagones de sus ruedas, frenos y demás elementos, y trasladados con rulos de maderas a los sótanos del cercano edificio de la Plaza de España.
Posteriormente, la Pinta, la Santa María y Sevilla, con todo su material móvil, fueron hacinados en los almacenes municipales bajo el puente de la Puerta Carmena, y las vías se habían vendido. Con motivo de los actos para celebrar el centenario de la Feria de Abril en 1947.
Para ello en esta ocasión solicitó a la Dirección General de la Red de Ferrocarriles Españoles, presupuesto para llevar a cabo los trabajos de recuperación y puesta en marcha de los trenes así como el montaje de vías y traviesas en un recorrido de cinco kilómetros.
Poco a poco, debido a las lamentables condiciones de almacenamiento y falta de vigilancia, en los cimientos del puente de Luis Montoto, las locomotoras fueron destrozándose, perdiendo piezas, picándose las calderas, oxidándose los bastidores, vagones y demás piezas.
A final de 1963, se encuentra la locomotora la Niña y dos vagones detrás de la Plaza de España, parece que está no corrió la misma suerte que sus hermanas que se encontraban almacenadas en el puente de la calle Oriente y unos meses más tarde es instalada en una vía muerta, como atracción infantil en el parque Blancanieves que se había construido a espaldas de la Pabellón de la Prensa, actualmente Colegio España.
En 1966 fue sacada a subasta pública por el Ayuntamiento, como chatarra, los restos de los trenes la cual quedó desierta, un año más tarde en 1967, fueron vendidas las locomotoras Santa María, Sevilla y Pinta con el resto de material.
Pero no termina aquí el lamentable peregrinar de este añorado trenecito, el comprador las trasladó a la Urbanización Arroyo de la Plata en la carretera del Ronquillo donde permanecieron a la intemperie bajo unos alcornoques, allí se amontonaban trozos de vías, locomotoras, de los vagones solo seguían los chasis ya que las maderas habían sido arrancadas por los pastores para hacer leña.
La Asociación Sevillana de Amigos del Ferrocarril, presentó un proyecto en para la recuperación de las máquinas y demás enseres y su puesta en funcionamiento, en un circuito de 1 km de recorrido dentro del Parque de María Luisa, en el que solicitaba la ayuda municipal.
En el mes de junio de 1969, saltó a la prensa local la noticia de la adquisición del tren miniatura por parte de Consejo de Administración del Parque de Atracciones de la Casa de Campo, que se iba a inaugurar en esas fechas en Madrid.
Y el 14 de mayo de 1970 la locomotora Santa María, debidamente restaurada volvió a circular en el citado Parque de Atracciones, estando prevista también la puesta en circulación en el Luna Park madrileño de las locomotoras Pinta y Sevilla.
Entre 1995 y 1996, la empresa Martín atracciones, realizó una reforma de estas locomotora debido a algunas desafortunadas reformas que se habían realizado.
Con respecto a la Niña, que había sido instalada en el parque Blanca Nieves de Sevilla, la Asociación Sevillana de Amigos del Ferrocarril, la reparó y con gran cariño, no en vano fue una de las primeras ideas cuando se fundó, la tiene instalada en su actual sede en la Estación de Santa Justa.
Este es el fin de la triste historia del tren miniatura que tanto divirtió a nuestros abuelos en su niñez y que tomando las palabras de Antonio Burgos, en su articulo publicado en ABC ‘‘Es un símbolo. Un redondo símbolo, caliente y lejano, de la rotunda indolencia de Sevilla" (Blog Exposición Iberoamericana de Sevilla 1929).
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