Un paseo por la calle Martín Villa

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Martín Villa, de Sevilla, dando un paseo por ella. 

      Hoy, 11 de marzo, es el aniversario del fallecimiento (11 de marzo de 1876) de Antonio Martín Villa, así que hoy es el mejor día para ExplicArte la calle Martín Villa, de Sevilla, dando un paseo por ella.

     La calle Martín Villa, es en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en los Barrios de la Alfalfa, y de la Encarnación-Regina, del Distrito Casco Antiguo; y va de la confluencia de la plaza de Villasís, y la calle Vargas Campos, a la confluencia de las calles Santa María de Gracia, y Campana.

      La  calle, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. 

     También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.

     Al menos desde 1435 se encuentra documentada con el nombre de calle de la Plata. En 1893 se rotuló con el actual, en homenaje a Antonio Martín Villa (+ 1876), rector de la Universidad de Sevilla y autor de una historia de dicha institución. El actual espacio es el resultado de la reforma urbanística que precedió al ensanche del eje Campana-Encarnación en las dos primeras décadas de nuestro siglo y que transformó notablemente toda la zona. 

     La base de Martín Villa fue la antigua calle de la Plata; corta y sobre todo muy angosta. Tenia una barreduela llamada de González de Zúñiga, documentada a finales del s. XV. Prueba de esa angostura son las continuas peticiones del convento de Santa María de Gracia (v.), cuya fachada lateral ocupaba la acera derecha, para que se ensanche, lo que el Ayuntamiento acuerda parcialmente en 1595, autorizando a hacerlo sólo en la entrada de la calle. En 1645 las monjas se quejan del ruido que ocasiona el paso de carruajes "porque tiemblan las paredes y puede suceder ruina". Quizás por ello ­se instalan marmolillos en el s. XIX, lo que no impidió sin embargo el tránsito de caballerías. Algunas rectificaciones de fachadas en la segunda mitad de dicho siglo preludian ya los derribos y ensanches del XX, que se prolongaron durante más de veinte años, hasta que en la década de los veinte quedó ultimado el eje Martín Villa - Laraña tal como hoy puede verse, con trazado rectilíneo y una anchura superior a casi todas las calles del centro de la ciudad. En el s. XIX tenía las baldosas "de una vara de ancho" que el asistente Arjona mandó colocar en las calles más importantes. Se adoquinó en 1906 y en la actualidad tiene pavimento asfáltico y anchas aceras de losetas. Se ilumina con báculos de pie situados alternativamente en las aceras. Posee acacias en alcorques en ambas aceras. 

     Derribadas las casas de la antigua Plata, el nuevo espacio fue enmarcado por edificios de buen porte, producto de la arquitectura regionalista entonces en boga. El ejemplar más antiguo, anterior al ensanche, es el núm. 6, en la esquina con Santa María de Gracia, obra neomudéjar realizada en los años 1906-1908 por Aníbal González. Hay que destacar también la núm. 1, de ladrillo visto, obra de Ignacio Sanz y Valdecantos (1914-15); la 3, también de Aníbal González (1918-19), donde estuvo ubicado el Hotel Biarritz; la 4, del arquitecto Román Balbuena (1923); la 9, neobarroca, de Juan José López Sáez (1931-33), y la 11, también regionalista, de Pedro Sánchez Núñez (1928-29). Buena parte de la acera derecha de la calle está ocupada por un edificio bancario, construido sobre el solar del viejo colegio de los jesuitas (v. Villasís), que ocupaba casi toda la acera de los pares. 

     Situado en un enclave muy céntrico, este espacio se caracterizó. obre todo en el s. XIX, por su intenso tráfico peatonal y su ambiente comercial y recreativo A pesar de su angostura, la calle de la Plata, tenía mucho movimiento de vendedores ambulantes, ciegos pedigüeños, etc. y abundaban en ella las tabernas y restaurantes modestos "con escaparates de platos humildes para envidia de hambrientos y desarrapados", como escribe M. Díez Crespo, quien evoca el ambiente de la calle a comienzos de nuestro siglo, centrado en torno al café-cantante Novedades (v. Santa María de Gracia): "Calle -la de la Plata- con duende, calle tal un puente viejo, puente de plata sobre el orgullo y la más soberana disciplina. Calle donde el tiempo estaba parado en los ojos del alma hambrienta de la ciudad. Calle con alma de de tocino rancio y luces de gas mengano (el gas butano vendría con el falso progreso), donde las noches de luna pálida caían sobre las mesas de mantel de hule los jipios delirantes del Novedades", (ABC, 20-XII-1981). Tras la remodelación urbanística de la zona, Martín Villa pasó a formar parte del centro comercial sevillano, con tiendas de muy variado carácter (tejidos, electrodomésticos, fotografía,...) y con algunos bares y establecimientos hoteleros que dieron especial personalidad a este espacio. Algunos de ellos como los hoteles Biarritz y Luz Sevilla. este más moderno, o el famoso bar El Plata, han desaparecido en las últimas décadas. Hoy Martín Villa tiene un gran movimiento peatonal en las horas comerciales y soporta un intenso tráfico rodado en dirección a la zona de la Encarnación. Su anchura permite el aparcamiento de vehículos. En el s. XVII tuvo su taller el impresor Clemente Hidalgo, que editó por primera vez las Rimas de Lope de Vega en 1604. Y probablemente el también impresor Pedro García, a fines del XVI y principios del XVII. En Martín Villa vivió algunos años el poeta Rafael Montesinos [Rogelio Reyes Cano, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].

Conozcamos mejor la Biografía de Martín Villa, a quien está dedicada esta vía; 

     Antonio Martín Villa (Almonte, 1804 - Sevilla, 11 de marzo de 1876) fue secretario general (1834-1852) y rector de la Universidad de Sevilla (1854-1868).

     Fue autor de una historia de dicha institución y alcanzó gran fama como escritor, literato y jurisconsulto, contándose entre sus amigos afamados poetas (Alberto Lista y Aragón), políticos (Juan Bravo Murillo) y la propia Casa Real Española por su amistad con la Reina Isabel II. Su modestia y humildad le llevó a rechazar altos cargos en la Administración y en la Santa Sede.

     Poco antes de morir, en 1872, alcanzó el Grado de Licenciado en Filosofía y Letras, con premio extraordinario.

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Martín Villa, de Sevilla, dando un paseo por ella. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Callejero Sevillano, en ExplicArte Sevilla.

La calle Martín Villa, al detalle:

Edificio c/ Martín Villa, 1

Edificio c/ Martín Villa, 3

Edificio c/ Martín Villa, 4

Edificio c/ Martín Villa, 6

Edificio c/ Martín Villa, 9

Edificio c/ Martín Villa, 11