Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

   Otra Experiencia con ExplicArte Sevilla :     La intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla" , presentado por Ch...

miércoles, 17 de noviembre de 2021

La pintura "Santa Isabel de Hungría curando a un enfermo", de Lucas Valdés, en la sala XI del Museo de Bellas Artes

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la pintura "Santa Isabel de Hungría curando a un enfermo", de Lucas Valdés, en la sala XI del Museo de Bellas Artes, de Sevilla.  
     Hoy, 17 de noviembre, Memoria de Santa Isabel de Hungría, que siendo casi niña se casó con Luis, landgrave de Turingia, a quien dio tres hijos, y al quedar viuda, después de sufrir muchas calamidades y siempre inclinada a la meditación de las cosas celestiales, se retiró a Marburgo, en la actual Alemania, en un hospital que ella misma había fundado, donde, abrazándose a la pobreza, se dedicó al cuidado de los enfermos y de los pobres hasta el último suspiro de su vida, que fue a los veinticinco años de edad (1231) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
     El Museo de Bellas Artes (antiguo Convento de la Merced Calzada) [nº 15 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y nº 59 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra en la Plaza del Museo, 9; en el Barrio del Museo, del Distrito Casco Antiguo.
      En la sala XI del Museo de Bellas Artes podemos contemplar la pintura "Santa Isabel de Hungría curando a un enfermo", de Lucas Valdés (1661-1725), realizado hacia 1720, siendo un óleo sobre lienzo en estilo barroco, con unas medidas de 2,50 x 3,76 m., y procedente de la Capilla de la Orden Tercera del Convento de San Francisco, de Sevilla, tras la Desamortización, en 1840.
     La escena se desarrolla en la galería de un patio, que posiblemente representa el Hospital que fundó la santa en Marburgo (Alemania). En el centro de la composición aparece Santa Isabel acompañada de sus criadas atendiendo a un enfermo.
     En el ángulo inferior izquierdo del lienzo aparece un cesto con panes, símbolo de caridad, y un perro que muerde un papel con la firma del autor.
     En segundo plano, a la izquierda se representa uno de los milagros de la santa: la transformación, ante la presencia de su marido el rey Luis IV de Turingia, de un leproso, que había acostado en el lecho conyugal, en la figura del Crucificado, según el texto de Dietrich d´Apolda (web oficial del Museo de Bellas Artes de Sevilla).
     Lucas Valdés nació en Sevilla en 1661 y fue hijo de Juan de Valdés Leal, con quien se formó artísticamente y con quien colaboró hasta el fallecimiento de éste en 1690. Desde niño destacó como grabador y más tarde como pintor, especialmente en la realización de decoraciones murales, de las que en Sevilla quedan abundantes testimonios; su producción es copiosa, aunque de mediana calidad, lo que le configura como un artista menor, carente de la fuerza y la expresividad que muestran la pintura de su padre. En 1719 se trasladó a Cádiz para ejercer como maestro de matemáticas de los cadetes en el Colegio Naval y en esta ciudad murió en 1725.
     Procedentes de la capilla Mayor de la iglesia del convento de los Mínimos de San Francisco de Paula, ingresó en el Museo en 1840 una serie de doce pinturas que narran episodios de la vida del mencionado santo, obras que presentan claramente el estilo de Lucas Valdés. En ellas se describen los más importante milagros que San Francisco de Paula realizó en su existencia e incluso después de su muerte. Estas pinturas no pueden fecharse con precisión, pero sus características de estilo permiten señalar que están realizadas a principios del siglo XVIII, por lo que podrá situarse su ejecución hacia 1710. A la hora de valorar este conjunto pictórico destaca por su interés la variedad de paisajes y arquitecturas que aparecen en ella, aspecto poco común en la pintura barroca española.
     Otras dos obras de cierta importancia realizadas por Lucas Valdés pertenecen al Museo de Sevilla; proceden de la capilla de la Orden Tercera del convento de San Francisco de Sevilla. Son obras de interesante iconografía y de ambiciosa composición y pueden considerarse entre las mejores que realizó Lucas Valdés a lo largo de su carrera artística. La primera de estas obras es la Alegoría de la institución de la Orden Tercera y en ella se describe el momento en que San Francisco funda dicha Orden en presencia de numerosos frailes de la Orden y también de San Luis rey de Francia y Santa Isabel de Hungría, que aparecen en los laterales de la escena.
     La segunda composición representa a Santa Isabel de Hungría curando a un enfermo; es obra de magnífica composición que describe una arquitectura palaciega en perspectiva; en ella aparece la Santa auxiliada por elegantes y bellas damas, atendiendo a un enfermo, mientras que a la derecha figura un grupo de tullidos y mendigos que imploran su auxilio. En el fondo se representa un episodio perteneciente a la leyenda de Santa Isabel, en el que se narra la compasiva costumbre que tenía de meter a los enfermos de lepra en su propio lecho, circunstancia que horrorizaba y enfurecía a su marido, Luis IV de Turingia. 
     Esta piadosa costumbre de la Santa fue causa de un prodigioso milagro, pues en una ocasión la ira de su marido llegó a tal punto que, al advertir de nuevo su cama ocupada por un leproso, se dirigió violentamente hacia él con la intervención de apuñalarle. Pero, cuando se disponía a descargar el puñal sobre el cuerpo del leproso, advirtió que era Cristo crucificado quien se encontraba debajo de las sábanas (Enrique Valdivieso González, Pintura, en El Museo de Bellas Artes de Sevilla. Tomo II. Ed. Gever, Sevilla, 1991).
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de Santa Isabel de Hungría;
HISTORIA Y LEYENDA
     Hija del rey Andrés II de Hungría, nació en 1207 en Presburgo.
     A los cuatro años fue prometida en matrimonio al hijo del margrave Hermann de Turingia, y fue criada con él en el castillo de Wartburg, cerca de Eisenach. Se casaron a los catorce años, en 1221.
     Ganada por su confesor para el ideal de vida ascética de san Francisco de Asís, hizo construir un hospital al pie del monte Wartburg, y se consagró a los pobres, enfermos  y leprosos que curó con sus propias manos.
     Su esposo murió en 1227, en Otrante, cuando se disponía a embarcar para la cruzada. Viuda a los veinte años, aunque no fue expulsada por su cuñado, se retiró voluntariamente en Marburgo, Hesse, donde tomó el hábito de la tercera orden de san Francisco, y prosiguió su labor y prácticas de austeridad hasta agotar completamente sus fuerzas. Murió en 1231, con solo veinticuatro años de edad.
     Sobre ese cañamazo, la imaginación de los hagiógrafos y la devoción popular bordaron numerosas leyendas, las más populares de las cuales son el milagro de las rosas y el de la sustitución de un leproso por  Cristo.
     Por caridad, Isabel había sustraído alimentos de la cocina del landgrave, para entregarlos a los pobres. Sorprendida por su cuñado, quien le preguntó qué era lo que llevaba en el delantal, Isabel respondió: «Rosas para tejerme una corona.» Y en efecto, los alimentos se habían transformado en rosas rojas y blancas.
     Cuando había acostado a un leproso en el lecho conyugal,  el landgrave disgustado elevó bruscamente la manta.  «Pero en el mismo momento, el Todopoderoso le abrió los ojos del alma (interiores oculos) y en lugar del leproso, vio acostado en su lecho a Jesús crucificado.» Esta iluminación de la fe fue groseramente convertida en visión material por los hagiógrafos, que tomaron el relato de Dietrich de Apolda de manera literal.
CULTO
     Canonizada en Perusa en 1235, apenas cuatro años después de su muerte, la santa fue inhumada en 1236, en la iglesia de Marburgo, puesta bajo su advocación.
     En 1236 los cistercienses introdujeron su fiesta en el calendario de la orden, y los dominicos en 1244. Pero el culto de la santa fue difundido sobre todo por los franciscanos y los caballeros de la orden Teutónica.
     La santa resultó anexada por los alemanes que la llamaban gloria Teutoniae, pero también la reivindica su patria húngara. Por ello el culto de santa Isabel de Hungría tiene dos centros de irradiación, Kassa, en Hungría  y Marburgo, en Alemania.
     En este último país se la veneraba no sólo en Marburgo, sino en Eisenach, Turin­gia, y en la iglesia de los Caballeros Teutones de Sachsenhausen, frente a Frankfurt del Maine. Había hospitales dedicados a ella en Brunswick y Lübeck. Su cabeza fue donada en 1617 a la colegiata de Santa Gúdula de Bruselas por la archiduquesa Isabel, que la había adquirido en 1614 por devoción a su patrona, después del saqueo del hospital de Marburgo, durante las gue­rras religiosas.
     Santa Isabel era la patrona de los hospitales en Bélgica, al igual que en el nor­te de Francia (Lille, Valenciennes), y en especial, la de los tiñosos.
ICONOGRAFÍA
   Está representada ya como princesa, ya como terciaria franciscana.
   En el primer caso lleva una corona sobre la cabeza y en las manos un libro sobre el cual hay dos coronas apoyadas, que simbolizan su nacimiento real, su austera piedad y su continencia en el matrimonio. A veces, en la mano derecha presenta una maqueta de su iglesia de Marburgo. Con frecuencia muestra rosas en un pliegue de su túnica.
   Cuando está vestida de franciscana, los atributos habituales de su caridad son un pan o un pez y un cántaro de estaño que emplea para dar de beber a los pobres. 
     A sus pies hay un mendigo, tiñoso o leproso, acuclillado, a quien ella cura sin disgusto, o a quien da de beber, salvo que esté entregándole una prenda de vestir o una moneda.
   Su iconografía suele confundirse con la consumación de las Obras de Misericordia.
   El Milagro de las rosas no apareció en el arte antes del siglo XIV. Se trata de un tópico hagiográfico que reaparece en las leyendas de santa Isabel de Portugal y de santa Rosa de Viterbo (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
   Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la pintura "Santa Isabel de Hungría curando a un enfermo", de Lucas Valdés, en la sala XI del Museo de Bellas Artes, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Museo de Bellas Artes, en ExplicArte Sevilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario