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martes, 20 de julio de 2021

Un paseo por la avenida de Colombia, en los Jardines de las Delicias

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la avenida de Colombia, en los Jardines de las Delicias, de Sevilla.
   Hoy, 20 de julio, se celebra en Colombia el día de la Independencia (iniciada el 20 de julio de 1810), así que hoy es el mejor día para ExplicArte la avenida de Colombia, en los Jardines de las Delicias, de Sevilla, dando un paseo por ella.
   Los Jardines de las Delicias se encuentran adyacentes al Parque de María Luisa del que los separa el Paseo de las Delicias, en el Distrito Sur, Barrio de El Prado-Parque de María Luisa, y se sitúan entre la Avenida de Santiago Montoto (al Norte y al Oeste), la Avenida de Molini y la Glorieta de México (al Sur) y el Paseo de las Delicias (al Este), ocupando un espacio de 54250 m2.
   La avenida de Colombia, en el Callejero Sevillano, es una vía que se encuentra en el Barrio de El Prado-Parque de María Luisa, del Distrito Sur, y va de la glorieta de Buenos Aires, a la glorieta de Haití, en los Jardines de las Delicias.
      La Avenida no posee siempre una adscripción precisa. En términos generales corresponde a un gran eje urbano, bien caracterizado desde el punto de vista genético, porque estructura el crecimiento de la ciudad; morfológico, ya que es ancha; y funcional, sobre todo por canalizar el tráfico rodado. Sin embargo, de acuerdo con esta definición, no hay razones, más que las convencionales, para considerar a unas vías como avenida y su prolongación, como calle. En otros casos, las avenidas constituyen el eje principal de un sector determinado o de una barriada, y si bien poseen las características de vía principal en relación a ese sector, no alcanzan dicho valor en el conjunto de la ciudad. La avenida posee sobre todo un valor simbólico, y prueba de ello es que en Sevilla la avenida por excelencia es la hoy denominada de la Constitución, centro neurálgico de la ciudad, tanto de sus fiestas religiosas como de la actividad bancaria, y así es es reconocida sólo como la avenida. 
   La vía, en este caso una avenida, está dedicada a Colombia, país sudamericano, participante en la Exposición Hispano Americana, posteriormente Iberoamericana, de 1929, y que construyó su Pabellón en las inmediaciones de ésta.
   La avenida, se encuentra en el interior de los Jardines de las Delicias, y durante la Exposición Iberoamericana de 1929, formó parte de ella, siendo la avenida XXIX en el plano de dicha muestra, siendo un agradable paseo, rodeado de césped y arboleda.
Dos asistentes (cargos equivalentes al de alcalde en la actualidad), llamados Don José de Ávalos y Don José Manuel de Arjona, sintieron especial predilección por estos lugares embelleciéndolos con cuidados jardines. Al primero de ellos se debe ya un cierto ajardinamiento de estos parajes, junto al Guadalquivir, rodeados de huertos y casas de placer. Por aquí se encontraba la finca conocida como la de “Bellaflor”, donde se alojaría Felipe II en su visita a la ciudad.
   El camino de Bellaflor (o de Bella Flor) pasó a ser en la segunda mitad del XVIII un agradable paseo iniciado por otro asistente: Don Pablo de Olavide y continuado precisamente por Ávalos. Don José Manuel de Arjona completaría la obra de Ávalos, prolongando el paseo que tendría sus comienzos junto al antiguo Colegio de San Telmo (hoy sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía) para terminar en los alrededores de la venta de Eritaña, aproximadamente donde hoy se encuentra la Glorieta de México. Estas operaciones llevarían consigo, también, el trazado del denominado Salón de Cristina, en el otro extremo del nuevo paseo, jardines conocidos hoy como los Jardines de Cristina.
   Trazados bajo la dirección de Claudio Boutelou, recibieron el nombre de Jardines de las Delicias con el apelativo popular de las “Delicias de Arjona” en referencia al Asistente, iniciándose en 1826 para estar totalmente terminadas las obras en 1829. Los primitivos ajardinamientos anteriores a Arjona se conocerían como las “Delicias viejas”. Las crónicas de la época hacen cumplida referencia a numerosas plantas de origen americano traídas para su plantación en estos nuevos jardines.
   Desde su inauguración ha experimentado diversas reformas que en la mayoría de los casos han supuesto una reducción de la superficie inicial. Así, con motivo de las obras efectuadas para le ejecución de la Corta de Tablada, perdió terreno en su parte Sur. También con  la Exposición Iberoamericana de 1929, pues en torno a él se construirían los pabellones de Colombia, Guatemala, Argentina, Marruecos y Guinea, sirviendo de paseo natural de acceso a dichos edificios.
   De carácter romántico, el jardín combina de forma natural las áreas paisajistas -fruto de la ampliación hacia la antigua avenida Santiago Montoto, al desaparecer el macetero y la vieja estufa que se había trasladado desde San Telmo- con espacios tranquilos que discurren a través de glorietas invitando al paseo, la lectura o el descanso. Estas glorietas poseen esculturas con alusiones mitológicas, alguna de las cuales estuvo en la plaza del Museo, o fuentes. Debe destacarse el conjunto de pedestales y bustos que rodea el entorno del Kiosco de El Líbano y que, procedentes del palacio de verano de los arzobispos hispalenses en Umbrete, fueron trasladados hasta aquí en 1864. También el busto del pintor Sorolla, que a instancias del ateneo fue colocado aquí en 1924. Todo el conjunto queda enmarcado por un entorno vegetal en el que se dan cita más de un centenar de diferentes especies.
   Junto al que fuera pabellón de Colombia en la exposición universal de 1929 encontramos mirto, una gran acacia (Gleditsia triacanthos), un limero (Citrus limetta) de origen asiático, helechos bastos (Homalocladium platycadum) y un buen número de árboles de Júpiter (Lagerstroemia indica). Siguiendo el camino llegamos a una zona más escondida ordenada mediante una de las glorietas en la que destacan sobre los demás un chopo canadiense (Populus x canadiensis)  y un sapindo (Sapindus mukorossi)  de origen asiático y que llega a los 20 metros de altura. Toda la zona se cubre de hiedra que se adhieren incluso a los tallos de los árboles, creando así un agradable recubrimiento vegetal.
   Pasando a través de bambúes llegamos a la parte trasera del jardín, donde comienza a vislumbrarse una intención paisajista en la disposición del arbolado sobre caminos de albero. Aquí encontramos laureolas, eucaliptos, brachichitos (Brachychiton populneum), adelfas (Nerium oleander), un arce, un abutilón (Abutilon arboreum) de origen peruano, y una maba (Maba sp). Atravesando este primer sector de la zona paisajista nos encontraremos con un árbol del fuego (Grevillea robusta), acacias, palmeras washingtonias, sauzgatilos, aloes (Aloe saponaria), palmeras (Phoenix reclinata), jacarandas, acocanteras... todo ello a escasos pasos del edificio que alberga el Servicio Municipal de Parques y Jardines, antiguo pabellón de Marruecos durante la Muestra de 1929 en el que podemos encontrar entre otras especies: fotinias, ciruelos de Japón, un árbol de lianas, un palo rosa (Tipuana tipu), un apestoso (Cestrum fasciculatum) de origen mejicano y flores moradas, una pita (Agave americana) también de origen mejicano, etc.. Un poco más allá y ya junto al que fuera pabellón de Guatemala, en una zona que ha perdido su ordenación compositiva inicial, encontramos grandes ejemplares de plátanos de sombra y un enorme pino canario (Pinus canariensis).
   Junto al  que fue pabellón de Argentina se abre un estrecho paseo de naranjos amargos, uno de los accesos más agradables de entre los posibles para adentrarse en la espesura del jardín, que nos conduce hacia el interior del mismo. En un recorrido marcado por el intenso aroma del azahar en Primavera, podemos vislumbrar pacíficos, granados, espireas, lantanas, celindas, laureles, asclepias (Aslepias curassavica) de origen americano y flores de color rojo y amarillo, jazmines, viburnos, etc.
   Pasando por la glorieta en la que se encuentra el monumento a Sorolla, se alcanza un  paseo delimitado por melias o paraísos (Melia azedarach), lantanas y un margaritero entre otras especies. Aquí hay también un hermoso grupo de cañas de Indias (Canna  x hybrida) junto a  cocos plumosos (Syagrus romanzoffiana).
   Casi finalizando el recorrido que nos llevará de nuevo al punto de partida pasamos por dos tranquilas glorietas en las que podemos encontrar latanias (Livistona chinensis), una acacia australiana y belladonas  (Amaryllis belladonna) en la primera y  una pequeña pero recogida rotonda con un buen grupo de naranjos morunos  (Citrus myrtifolia) en la segunda.
   El intenso tráfico que discurre por el Paseo de las Delicias que toma su nombre del Jardín, continuación del Paseo de la Palmera, no ha podido acabar con el ambiente recogido y tranquilo que todavía se puede respirar en estos jardines, bien sea perdidos entre la espesura de su vegetación, o absortos en la contemplación de su reducida pero escogida estatuaria, evocadores de un  tiempo irremediablemente pasado (www.sevilla.org).
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la avenida de Colombia, en los Jardines de las Delicias, de Sevilla, dando un paseo por ella. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

Más sobre los Jardines de las Delicias, en ExplicArte Sevilla.

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