Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Angostillo, de Sevilla, dando un paseo por ella.
La calle Angostillo es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en el Barrio de la Encarnación-Regina, del Distrito Casco Antiguo, y va de la plaza Fernando de Herrera, a la confluencia de las calles Don Pedro Niño, Cervantes, y San Andrés.
La calle, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si.
En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
La vía, en este caso una calle, debe su nombre a la estrechez del lugar, sobre todo en el tramo final de la calle, situado en la trasera de la iglesia de San Andrés, en cuyo muro, según González de León, hubo en tiempos un retablo en forma de capilla dedicado a la Pura y Limpia Concepción. Su primitivo nombre fue el de Estrecho de San Andrés (plano de Olavide, 1771). Más tarde se conoció como Angostillo de San Andrés (plano de Sartorius, 1848) y desde 1869, al menos, simplemente como Angostillo.
De configuración rectilínea en su primer tramo, sirve de límite, junto con Daoíz, a las dos plazas existentes ante el templo parroquial de San Andrés, la de Fernando de Herrera y la de Florentino Pérez Embid, resultado ésta última del derribo, en los años 70 de nuestro siglo, de una gran manzana de casas (y que hoy se llaman ambas plaza de Fernando de Herrera). La desaparición de esa manzana libró a la primera parte de Angostillo de su estrechez tradicional y hace posible la particularidad de que la calle se reduzca prácticamente a una sola acera con numeración par.
La linealidad de ese tramo contrasta con la sinuosidad del segundo, que va bordeando el ábside de la parroquia y que aparece encajonado entre éste y los altos muros traseros del hospital del Pozo Santo. De ahí su carácter sombrío, acentuado por la sensación de descuido y falta de limpieza que ofrece el lugar. Por la derecha desemboca Atienza.
Su pavimento es de chino lavado con cuadros de adoquines, y las aceras aparecen también adoquinadas. El tramo final en cambio, está asfaltado, si bien la calle es prácticamente peatonal y sirve de aparcamiento a la altura de la plaza de Florentino Pérez Embid, a partir de la salida del pasaje Los Azahares. Dominan los edificios de principios del s. XX, de tres plantas, alternando con otros más modernos. Destaca la casa núm. 10, del s. XVIII, de dos plantas con un bello patio con galerías en ambas. La calle se ilumina con farolas de diseño decimonónico adosadas a los pares y cumple una función residencial, aunque en el primer tramo hay algunas oficinas. El segundo carece de viviendas y en él existió hasta hace poco una carpintería adosada al muro del hospital. En una de la casas de Angostillo vivió el americanista Francisco de las Barras de Aragón, y en otra el arquitecto Fernando Barquín: "ambos deambulaban por el angostillo todos los días.
Uno, con su ancho abrigo, por cuyos bolsillos se escapaban las papeletas con dejos del Archivo General de Indias, y otro, con su rollo de planos bajo el brazo, escudriñando con sus potentes gafas el más recóndito rincón de aquel bellísimo barrio" (ABC, "Rincones sevillanos", 16-IX-1984) [Rogelio Reyes Cano, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Angostillo, 10. Casa de dos plantas, del siglo XVIII, cuyo patio posee galerías en ambas plantas. La inferior es de arcos semicirculares moldurados sobre columnas toscanas, mientras que en la superior son lisos y rebajados [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
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La calle Angostillo, al detalle:
El edificio de la calle Angostillo, 10.
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