Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la plaza Ramón Ybarra Llosent, de Sevilla, dando un paseo por ella.
Hoy, 30 de enero, es el aniversario del nacimiento (30 de enero de 1935) de Ramón Ybarra Llosent, personaje a quien está dedicada la plaza Ramón Ybarra Llosent, por lo que hoy es el mejor día para Explicarte la plaza Ramón Ybarra Llosent, de Sevilla, dando un paseo por ella.
La plaza Ramón Ybarra Llosent es, en el Callejero Sevillano, una plaza que se encuentra en el Barrio de San Bartolomé, del Distrito Casco Antiguo; entre la plaza Nuestro Padre Jesús de la Salud, y las calles Federico Rubio, Mármoles, y Muñoz y Pabón.
La plaza responde a un tipo de espacio urbano más abierto, menos lineal, excepción hecha de jardines y parques. La tipología de las plazas, sólo las del casco histórico, es mucho más rica que la de los espacios lineales; baste indicar que su morfología se encuentra fuertemente condicionada, bien por su génesis, bien por su funcionalidad, cuando no por ambas simultáneamente. Con todo, hay elocuentes ejemplos que ponen de manifiesto que, a veces, la consideración de calle o plaza no es sino un convencionalismo, o una intuición popular, relacionada con las funciones de centralidad y relación que ese espacio posee para el vecindario, que dignifica así una calle elevándola a la categoría de la plaza, siendo considerada genéricamente el ensanche del viario.
También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
La vía, en este caso una plaza, está dedicada a Ramón Ybarra Llosent, empresario sevillano y cofrade de la Hermandad de la Candelaria, que se encuentra en la Iglesia de San Nicolás, sita en dicha plaza.
Esta antigua plaza de San Nicolás, nombrada como tal desde el s. XV, pero sin duda usado como referencia toponímica desde la fundación de la parroquia de San Nicolás de Bari en el s. XIII. La zona inmediata a la iglesia era conocida en 1267 como Cabeza de Malos. Con la reforma del callejero de 1845 se unificaron en San Nicolás, pero no debió ser efectivo ya que en 1848 se seguían usando los antiguos, y en 1921, se sustituirá por Muñoz y Pabón para honrar al escritor y canónigo lectoral de la Catedral de Sevilla, Juan Francisco Muñoz y Pabón (1866-1920). Una de las plazuelas existente ante la parroquia era conocida por Montesinos en el s. XVI, y en el s. XVIII de la Botica.
Formaba dos plazuelas delante de cada una de las puertas de la parroquia de San Nicolás. En el último tercio del s. XIX se hace patente la necesidad de ensanchar esta vía para permitir el paso de carruajes, cada vez más intenso, en una sola dirección, y a finales de siglo está concluido el proceso de alineación y ensanche en el tramo Cabeza del Rey Don Pedro-Perla, quedando detenido en la casa núm. 9; el resto no se verá afectado hasta hace pocos años, en que la casa de nueva construcción, esquina a Mármoles, fue retranqueada. Confluyen por la derecha Mármoles y Federico Rubio. Presenta un marcado descenso hacia su final. Por ello y por el intenso tráfico que soporta, su pavimento hubo de ser reparado con frecuencia. En 1851 fue empedrada, quizás por última vez, pues en 1876 fue adoquinada y en 1914 pavimentada de asfalto. En los años 60 fueron picados los bordillos y dotados de una incisión longitudinal para evitar los deslizamientos por las gastadas y estrechas aceras.
En la actualidad el adoquinado está cubierto de asfalto y el acerado de losetas de cemento presenta un buen estado de conservación. Se ilumina con farolas de fundición tipo gas adosadas. Una casa de gran presencia es la núm. 18, de tres plantas, construida sobre terrenos del convento de Madre de Dios. Aquí estuvo, en la confluencia con San José, una de la puertas del muro de la Judería. El edificio más notable es la parroquia de San Nicolás de Bari, erigida en el s. XIII, aunque construida de nueva planta en el s. XVIII.
Aparte la función residencial, ha tenido como más especifica la de ser camino de penetración al centro comercial desde la Puerta de la Carne, el Matadero y San Bernardo. Ya en 1859 se planteaba la prensa la necesidad de cerrarla al tráfico, dado el peligro que suponían los vehículos para los peatones y los destrozos que ocasionaban a las viviendas. Este carácter de vía de penetración desde las barriadas del sector este, promovió un amplio y variado comercio localizado en el primer tramo, que sólo en los último años se ha reducido; su valor económico luego reconocido al justipreciarse las expropiaciones para el ensanche a finales del pasado siglo. En la actualidad sigue siendo importante vía de comunicación peatonal y de salida del tráfico dentro de las del casco antiguo. La Virgen del Subterráneo, escultura en madera de fines del s. XV que recibió culto en un altar de la nave de la Epístola de San Nicolás, tuvo gran devoción y fue titular de una hermandad, y se la relaciona con un subterráneo que existía colindante con el convento de monjas de Madre de Dios.
En la parroquia tiene su sede la Hermandad de la Candelaria, que en la madrugada del Martes Santo agrupa a miles de personas en su entrada [Salvador Rodríguez Becerra, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Conozcamos mejor a Ramón Ybarra Llosent, a quien está dedicada esta plaza;
Ramón Ybarra Llosent (Sevilla, 30 de enero de 1935 - † Sevilla, 25 de octubre de 2006), empresario y cofrade.
Sus primeros estudios los realizó en el colegio de los Marianistas de Jerez de la Frontera, continuando luego en los Jesuitas de Sevilla.
Licenciado en Derecho, fue un personaje muy popular en su Sevilla natal; seguidor del Sevilla Fútbol Club y asiduo del exclusivo Club Pineda, del que fue presidente durante un tiempo; además de miembro activo de la conocida familia Ybarra, dueña de la empresa Hijos de Ybarra, una de las más importantes dentro del ámbito agroalimentario en Andalucía.
Junto con otros dos socios creó en el año 1962 la empresa Cydeplás, destinada a la transformación de plásticos. En ella creó la botella para el aceite, introduciendo en España el sistema pet, usado para bebidas de refrescos.
Cuando esta empresa cerró, en 1999, Ramón continuó como accionista de Hijos de Ybarra que preside su hermano Jaime y consejero de Aegón, una empresa del mundo de los seguros.
Buen amante de la Semana Santa sevillana, fue también un destacado cofrade, muy vinculado a la Hermandad de La Candelaria, del barrio de San Nicolás, donde ingresó en el año 1943; en ella llegaría a ocupar importantes cargos como el de Consiliario, entre los años 1957 y 1969, y el de Hermano Mayor, entre 1971 y 1986.
Por sus méritos y su labor desarrollada en la ciudad, el Ayuntamiento de Sevilla mandó rotular una plaza con su nombre, justamente la situada delante de la iglesia de San Nicolás donde reside la Hermandad a la que tantos servicios prestó en vida.
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La plaza Ramón Ybarra Llosent, al detalle:
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