Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

   Otra Experiencia con ExplicArte Sevilla :     La intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla" , presentado por Ch...

domingo, 28 de abril de 2019

La Iglesia del Hospital de la Misericordia


     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Iglesia del Hospital de la Misericordia, de Sevilla.           
      En la fecha de hoy, 28 de abril, domingo siguiente a la Pascua de Resurrección, la Iglesia conmemora la Divina Misericordia, una devoción cristiana promovida por la Iglesia católica enfocada en la misericordia de Dios y su poder, particularmente como una acción de confianza en que la misericordia de Dios y su pasión es el precio ya pagado por nuestros pecados, y que si confiamos en Jesús nuestros pecados nos serán perdonados; Jesús no será nuestro juez sino nuestro Salvador misericordioso.
      Y que mejor día que hoy para ExplicArte la Iglesia del Hospital de la Misericordia, de Sevilla.
       La Iglesia del Hospital de la Misericordia, se encuentra en la calle Misericordia, 6; en el Barrio de la Encarnación-Regina, perteneciente al Casco Antiguo.
      Anterior al Hospital del Pozo Santo (muy cercano) fue la fundación, en un terreno casi lindante con el de las terciarias franciscanas, del Hospital de las Misericordias, en el año 1487, por una hermandad creada para buscar limosnas para casar doncellas y desamparadas. Su ubicación primitiva estuvo en la antigua calle Beatos, en la collación de Santa Marina, trasladándose al lugar actual del barrio de San Andrés (antigua plazuela del Oso) a finales del siglo XVI, al recibir la donación de varias casas por parte de Ana Fernández. Esta dama sevillana donó sus posesiones a la hermandad para que ejerciera sus fines en mejores condiciones, comprometiéndose la corporación a atenderla con las habituales misas, su mantenimiento en sustento y vestido e incluso su alojamiento en el propio edificio, en el llamado "cuarto viejo". De estas primitivas construcciones del siglo XVI se conservan algunos restos en la zona del patio interior. En uno de los frentes del mismo se hallaba una pintura del Juicio Final realizada en 1567 por Luis de Vargas. A lo largo de su historia el conjunto de edificaciones ha mantenido su carácter asistencial, siendo la orden de San Juan de Dios la actual rectora de un edificio en el que se conservan restos de aquellas construcciones en torno al patio central y sus dependencias.
      El acceso a la iglesia por la plaza de Zurbarán se realiza por una sencilla puerta adintelada con frontón roto, siendo los únicos añadidos sendos retablos cerámicos del siglo XX que muestran a la Virgen del Mar, patrona de Almería, y a la Virgen de Guadalupe, patrona de Úbeda. Una vez flanqueado el dintel, se accede a la iglesia de forma lateral, una construcción de la segunda mitad del siglo XVII, con planta rectangular y cabecera plana. Muestra tres naves separadas por arcos de medio punto y columnas de orden toscano en mármol blanco. Preside el retablo mayor un retablo barroco realizado por Bernardo Simón de Pineda en 1668, estando compartimentado en sotobanco, banco, un gran cuerpo dividido en tres calles y el ático superior. Emplea como elemento estructurador columnas salomónicas de orden gigante decoradas con hojas de vid, un diseño precursor del retablo mayor del Hospital de la Caridad, que realizaría pocos años después. La policromía y el dorado corrieron a cargo del pintor Juan de Valdés Leal. En el centro se sitúa un lienzo en el que se representa a la Virgen el momento de hacer el milagro del Pozo Santo, suceso milagroso que da nombre a la plaza contigua, obra del pintor portugués Vasco Pereira, realizada en 1605, aunque siguiendo modelos anteriores. En los laterales se ubican las figuras de Santiago Apóstol, San Francisco de Asís con la cruz de su visión mística, Santa Bárbara con la torre donde fue encerrada y San Isidoro, con los atributos de arzobispo de Sevilla. Sobre el frontón superior se sitúa una pintura anónima de un Ecce Homo de mediados del siglo XVII. El ático está presidido por un crucificado de comienzos del siglo XVII, talla anónima probablemente reaprovechada de un retablo anterior. Se enmarca por columnas salomónicas de menores proporciones y se corona por el Espíritu Santo. A sus lados se sitúan las tallas de San Miguel Arcángel y de San José con el Niño, ambas de Simón de Pineda. El retablo fue concluido en 1670.

      Todo el presbiterio presenta pinturas murales del siglo XVIII atribuidas a Domingo Martínez. Componen un programa iconográfico alusivo a la puesta en práctica de las obras de Misericordia, un contenido moralizador que recuerda la función asistencial del conjunto y que anticipa en buena medida el programa iconográfico que desarrollarán Murillo y Pedro Roldán en el Hospital de la Caridad bajo las directrices de Miguel de Mañara. Del mismo momento es el frontal de azulejos del altar adornado con motivos de ángeles y flores. En los laterales del arco toral se sitúan dos tablas con San Roque y San Sebastián, coetáneas de las que representan a Santa Lucía y Santa Catalina que aparecen en los muros de los pies, además de los lienzos de Santa Justa y Rufina situados en el retablo de San José. Es un conjunto anónimo desmembrado que debió formar parte de un retablo unitario datable en los últimos años del siglo XVI, momento en el que el empleo de la pintura sobre tabla pasaba a ser historia en detrimento del óleo sobre lienzo.
      Una de las piezas más destacadas de la iglesia es la Virgen de la Alegría, obra de 1558 del imaginero flamenco Roque Balduque, autor de numerosas imágenes marianas en Sevilla y su provincia. Porta al Niño Jesús en uno de sus brazos y un cetro de plata en el otro, iconografía de gran aceptación en la Sevilla del Renacimiento. La talla se sitúa en un buen retablo barroco de Bernardo Simón de Pineda, con columnas salomónicas y columnas compuestas, flanqueando a la talla imágenes de San José y San Isidoro, ya del siglo XVIII. Los paños de azulejos, denominados de clavo, típicos del tardomanierismo, son del siglo XVII. En el mismo muro izquierdo destaca un retablo de la segunda mitad del siglo XVIII con la imagen del Crucificado de la Misericordia, obra de la segunda mitad del siglo XVI que aparece flanqueada por las tallas de San Antonio de Padua y San José. 

      En la cabecera del muro derecho se sitúa otro retablo salomónico de interés, también cercano a las formas de Simón de Pineda. En su hornacina central aparece la imagen de Santa Bárbara con la torre que recuerda el encierro de su martirio, estando flanqueada por San Pedro y San Fernando, todas ellas de la segunda mitad del siglo XVII y probablemente realizadas en el mismo taller del retablista. De nuevo, el frontal del altar es un paño de azulejos del siglo XVII con decoración de clavos y puntas de diamante, un motivo decorativo que buscaba el efecto del relieve y que imitaba los motivos empleados en la carpintería. A continuación se sitúa la talla moderna de la Virgen del Mar, talla que encargó en 1956 a Antonio Castillo Lastrucci una comunidad de almerienses residentes en la ciudad. El retablo siguiente, fechable en la segunda mitad del siglo XVIII, muestra al centro pintura de San José con el Niño. En los laterales se sitúan dos interesantes pinturas de las patronas de la ciudad, las alfareras trianeras Justa y Rufina, pinturas realizadas en 1605 por el pintor de origen portugués Vasco Pereira.
      Aunque sea una de las iglesias más desconocidas de la ciudad, ha acogido en diferentes momentos de su historia a hermandades como el Santo Entierro, La Amargura, La Cena, La Redención, y de 1995 a 2001, la salida procesional de las Siete Palabras. También fue la sede provisional de la hermandad de Pasión durante los años que estuvo cerrada la Parroquial del Salvador (Manuel Jesús Roldán, Iglesias de Sevilla. Almuzara, 2010).
     Aunque el hospital se fundó en 1487, los ele­mentos arquitectónicos más antiguos que se conservan corresponden a mediados del siglo XVI. De esa etapa es el patio del hospital, situado a la izquierda de la iglesia. De planta casi cuadrada, tres de sus frentes se articulan con arcos de medio punto que apean en columnas de mármol blanco sobre las que se sitúan dados de entablamentos decorados con yeserías. El otro testero está cegado, ya que hasta hace pocos años figuró en él el Juicio Final pintado al fresco en 1567 por Luis de Valdivieso.
     La iglesia, construida durante el segundo cuarto del siglo XVII, presenta planta rectangular y cabecera cuadrada. Consta de tres naves de cinco tramos, compartimentándose por medio de arcos de medio punto que apean sobre columnas toscanas de mármol blanco. La nave central, más elevada que las laterales con tribunas, se cubre con una bóveda de medio cañón con lunetos y tribunas, y las laterales con bóvedas de aristas. La portada, muy sencilla, se sitúa en la nave izquierda, configurándose por medio de un vano adintelado flanqueado por pilastras y rematado por un pequeño ático.
     El retablo mayor es obra de Bernardo Simón de Pineda, quien lo ejecutó en 1668. Consta de banco, un cuerpo de tres calles compartimentadas por columnas salomónicas y ático. En el centro figura un lienzo de la Virgen del Pozo Santo, que sigue la tipología de un original de la segunda mitad del siglo XV, pero que fue pintado por Vasco Pereira en 1605. En los laterales aparecen las esculturas de Santiago, San Francisco, Santa Bárbara y San Isidoro, todas ellas de la época del retablo. Sobre el cuadro central se sitúa una pin­tura del Ecce Homo de mediados del XVII y en el ático figuran un Crucificado, de la primera mitad de este siglo, y las esculturas de San Miguel y San José, pertenecientes al conjunto del retablo. El presbiterio está decorado con pinturas murales de mediados del siglo XVIII vinculables con Domingo Martínez que alegorizan el ejercicio de las obras de misericordia. En ese mismo momento hay que fechar las pinturas de la Virgen del Rosario y de Santo Tomás de Aquino que figuran en el banco del retablo, y que fueron repintadas a mediados del siglo XVIII. De esa cronología es asimismo el frontal de azulejos del altar, decora­do con ángeles y flores.
     A ambos lados del arco triunfal figuran dos pequeñas tablas que representan a San Roque y San Sebastián, y que son compañeras de las tablas de Santa Lucía y Santa Catalina que aparecen en el muro de los pies y que pueden datarse hacia 1600. El retablo de cabecera de la nave izquierda es del tercer cuarto del siglo XVII, pudiéndose vincular con Bernardo Simón de Pineda. En la hornacina central, flanqueada por columnas salomónicas, aparece la escultura de la Virgen de la Alegría, obra ejecutada en 1558 por Roque Balduque, figurando en los laterales las esculturas de San José y San Isidoro, realizadas en el siglo XVIII. Remata el conjunto un relieve de la Anunciación de la fecha del retablo. El frontal del altar es de azulejos de clavo de mediados del siglo XVII. A continuación se halla un retablo de hacia 1760 en el que figuran, en el centro, la imagen del Cristo de la Misericordia, crucificado de la segunda mitad del siglo XVI, y, en los laterales, las esculturas de San Antonio de Padua y San José, ambas de hacia 1760.
     El retablo de cabecera de la nave derecha es de la misma cronología y estructura que el de igual emplazamiento de la otra nave, relacionándose también con Bernardo Simón de Pineda. En la hornacina central, flanqueada por columnas salomónicas, figura una escultura de Santa Bárbara y en las calles laterales aparecen las de San Pedro y San Fernando, las tres del momento del retablo. Remata el conjunto un relieve con el martirio de la Santa. El frontal del altar está formado por un panel de azulejos de clavos y puntas de diamantes, de mediados del siglo XVII. A continuación se encuentra un retablo moderno en el que aparece una escultura de Nuestra Señora del Mar, asimismo moderna. Como en el resto de los retablos de la iglesia, el frontal del altar es de azulejos de mediados del XVII. El retablo contiguo consta de un solo cuerpo y remate, fechándose hacia 1760. En el centro se sitúa un lienzo de mediados del siglo XVIII de San José con el Niño y en los laterales figuran dos lienzos de Santa Justa y Rufina, realizados en 1605 por Vasco Pereira. En el muro de los pies de la nave se hallan dos pequeños lien­zos que efigian a Santa Catalina y Santa Bárbara y que son datables hacia 1600.
     En la sacristía hay que destacar un pequeño retablo en el que figuran, en el único cuerpo de tres calles de que consta, los lienzos de Cristo atado a la columna, San Pedro y San Juan Bautista, todos ellos de finales del siglo XVI. Remata el conjunto un pequeño lienzo hispano­ flamenco de mediados del XVI de la Virgen con el Niño.
     El hospital posee una importante colección de piezas de orfebrería. Casi todas las imágenes del templo tienen coronas, ráfagas y diademas de plata pertenecientes a distintas épocas, siendo quizá la más antigua la de la Virgen de la Alegría, fechable en el último cuarto del siglo XVI, con ornamentación manierista de tipo geométrico y remates en forma de pirámides sobre bolas. Algunas décadas posterior es un gran ostensorio de plata dorada con ornamentación de botones de esmalte de tipología claramente manierista. De fines del siglo XVIII es otro ostensorio, con el punzón del platero Guzmán, en el que se mez­clan los motivos rococó con los neoclásicos. Pieza interesantísima es el relicario de la Santa Espina, de plata dorada y en forma de ostenso­rio. Se compone de una gran peana lobulada decorada con temas platerescos y el escudo del donante, un complicado astil abalaustrado, y un ostensorio que contiene una espina de la corona de Cristo. Es obra del tercer cuarto del siglo XVI. Obra también de calidad es un gran copón totalmente recubierto de ornamentación vegetal barroca firmado por Manuel Guerrero y fechado en 1727 (Alfredo J. Morales, María Jesús Sanz, Juan Miguel Serrera y Enrique Valdivieso. Guía artística de Sevilla y su provincia. Tomo I. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2004).
     Hospital fundado a fines del siglo XV y transformado durante el XVI. El edificio se desarrolla en torno a un patio central con arquerías peraltadas por altos cimacios con relieves simbólicos entres de sus frentes que contemplan el muro donde se despliega el esplendido juicio final de Luis de Vargas. La caja de la escalera se cubre con bóveda donde luce el escudo del Hospital de la Misericordia. Magníficos artesanados cubren algunas de sus habitaciones. La iglesia construida en el siglo XVII, es de planta rectangular dividida en cinco tramos que configuran tres naves por medios de arcos de medio punto sobre columnas toscanas. La nave central se cubre con bóveda de cañón y los laterales por bóvedas de aristas (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Conozcamos mejor la Solemnidad de la Divina Misericordia;
     "La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia" (Diario, 300)
     La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia" (Diario, 723). En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones... "porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil" (Diario, 742).
     Con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad, se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina Misericordia; confesarse -para la cual es indispensable realizar primero un buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia.
La esencia de la devoción
     La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos fundamentales:
1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor.
     Jesús, por medio de Sor Faustina nos dice: "Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi misericordia. Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina".
2. La confianza es la esencia, el alma de esta devoción y a la vez la condición para recibir gracias.
     "Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo y sobre ellas derramo todos los tesoros de mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en mi misericordia es la más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en mi bondad".
3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona.
     "Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formar de ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la misericordia y es un testimonio indefectible del amor hacia mí. De este modo el alma alaba y adora mi misericordia".
4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir gracias.
     "Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la misericordia anticiparía mi juicio".
5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia al día.
     "Debes saber, hija mía que mi Corazón es la misericordia misma. De este mar de misericordia las gracias se derraman sobre todo el mundo. Deseo que tu corazón sea la sede de mi misericordia. Deseo que esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón. Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta misericordia mía que tanto deseo para las almas".
La Santa Sede decreta día de la Divina Misericordia
     Una propuesta de Santa Faustina Kowalska
     La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 23 de mayo del 2000 un decreto en el que se establece, por indicación de Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será «segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia».
     Ya el Papa lo había anunciado durante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de abril: «En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al genero humano en los años venideros».
     Sin embargo, el Papa no había escrito estas palabras, de modo que no aparecieron en la transcripción oficial de sus discursos de esa canonización.
     Santa Faustina, que es conocida como la mensajera de la Divina Misericordia, recibió revelaciones místicas en las que Jesús le mostró su corazón, fuente de misericordia y le expresó su deseo de que se estableciera esta fiesta. El Papa le dedicó una de sus encíclicas a la Divina Misericordia («Dives in misericordia»).
     Los apóstoles de la Divina Misericordia están integrados por sacerdotes, religiosos y laicos, unidos por el compromiso de vivir la misericordia en la relación con los hermanos, hacer conocer el misterio de la divina misericordia, e invocar la misericordia de Dios hacia los pecadores. Esta familia espiritual, aprobada en 1996, por la archidiócesis de Cracovia, está presente hoy en 29 países del mundo.
     El decreto vaticano aclara que la liturgia del segundo domingo de Pascua y las lecturas del breviario seguirán siendo las que ya contemplaba el misal y el rito romano (www.aciprensa.com).
   Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Iglesia del Hospital de la Misericordia de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Horario de misas de la Iglesia del Hospital de la Misericordia:
            Domingos por la mañana.

Página web oficial de la Iglesia del Hospital de la Misericordia: No tiene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario