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miércoles, 20 de noviembre de 2019

La Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola


     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Casa Fabiola - Donación de Arte Mariano Bellver, de Sevilla.   
      La Casa Fabiola - Donación de Arte Mariano Bellver [nº 97 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla], se encuentra en la calle Fabiola, 5; en el Barrio de San Bartolomé, del Distrito Casco Antiguo.
     La historia de Sevilla durante el siglo XIX, la literatura, la música, las bellas artes en general y la influencia y transmisión de conocimientos importada y exportada por los viajeros románticos, constituyen la base sobre la que se conforma la realidad de la ciudad actual. Un reto que posiciona el proyecto Casa Fabiola Donación Mariano Bellver como un icono de modernidad a la hora de interpretar, difundir su patrimonio y establecer nuevos y originales vínculos culturales con los ciudadanos y los visitantes.
El espacio. La casa Fabiola
   La existencia de una casa en la parcela de su emplazamiento está documentada desde mediados del siglo XVI. Dicha casa fue reconstruida por la orden religiosa de Madre de Dios que la convirtieron en la hospedería de su convento. El edificio en esa época se extendía hasta la esquina de la calle Madre de Dios y se conectaba con el convento por medio de un arco  Doble. Con la desamortización del convento en el año 1836, la casa fue comprada por un ciudadano inglés, J. Cumingham, que hizo grandes reformas que disminuyeron su tamaño. Este señor la vendió a otro ciudadano inglés, Sr. Mac Andrew, que a su vez la arrendó a la familia Wiseman. D. Diego Wiseman nació en la casa y llegó a ser Cardenal y Arzobispo de Canterbury (en la fachada del edificio se conserva una placa que recuerda el acontecimiento). A su fallecimiento, el Ayuntamiento de Sevilla rotuló la calle con el título de su novela más famosa: Fabiola. A continuación, la sucesión de propietarios ha sido: el Sr. Mac Andrew la vendió a D. Roberto González, que tras su fallecimiento pasó a su hijo político, D, Joaquín Sangrán Domínguez, Marqués de Isla Hermosa y Marqués de los Ríos además de Conde de Saint Claude. Este último título es la denominación con la que la casa ha llegado a nuestros días. Los propietarios de la editorial Planeta, la familia Lara, la adquirieron a principios de este siglo XXI para destinarla a la sede social de la Fundación José Manuel Lara, su fundador, sevillano natural de El Pedroso.

      En el año 2013, el Ayuntamiento de Sevilla la alquiló a la Fundación Lara para sede del área municipal de Hacienda. Finalmente este año la ha comprado el Ayuntamiento para instalar en el edificio el Museo de la colección de D. Mariano Bellver Utrera.
     El inmueble que ha llegado a nuestros días, tipológicamente responde a una gran casa patio sevillana de los siglos XVII y XVIII con época o estilo: isabelino, manierista, barroco. Con posterioridad a la gran reforma para transformar el edificio en una residencia  unifamiliar acontecida en el siglo XIX, consta otra gran obra de reforma en el año 1902 por Jacobo Galilassatela. La última intervención relevante ha tenido lugar a principios de este siglo XXI, acometida para su reforma al uso social privado de la Fundación José Manuel Lara.
      El número de plantas con que se eleva la construcción es de tres, si bien solo se alcanza en la fachada y en algunas zonas interiores. En la fachada se diferencian dos partes, la más importante situada a la izquierda es la que tiene tres plantas, destacando derecha, de menor dimensión, se alza un pequeño cuerpo de construcción sobre el que está retranqueada la segunda planta.
     Se accede a la casa a través de un gran portón enmarcado por una magnífica portada de piedra caliza blanca, decorada con una moldura que resalta el dintel y escudo de armas del centro. Presenta un magnífico apeadero que da acceso al patio principal de la casa, de arcos semicirculares sobre columnas toscanas y balcones cerrados en la parte superior. Está revestido por un zócalo de azulejos, de la fábrica de Mensaque y Rodríguez. En la planta baja posee azulejos de diferentes técnicas: cuerda seca y planos con decoración vegetal, realizados mediante plantillas en el siglo XX. Se observan también azulejos por tablas. La escalera es de ida y vuelta, cubierta de bóveda revestida de mármol italiano. Las dependencias más representativas de la casa dan a la galería de la primera planta, donde se encuentra el salón de baile (sala 8 expositiva) y las salas previas a éste. Cuentan estas salas con techos de vigas de madera policromada, zócalos de madera y paredes pintadas con motivos florales La casa cuenta con numerosos artesonados de gran calidad, utilizando profusamente la caoba.
     La planta segunda de la casa, como era habitual, se destinaba a los lavaderos y servicio de la casa. Presenta una planta de trazado irregular y se distribuye en torno a un patio central. Tiene un segundo patio del siglo XVII con una espléndida fuente original.
     La extensión de la casa se ha visto reducida como fue habitual en el desarrollo histórico de los inmuebles, en dos puntos. Por una parte se deslindó una parte que actualmente constituye un establecimiento de restauración con una vivienda encima. El otro solar que se ha visto deslindado es uno que tiene una planta de unos 180 me­tros cuadrados y que únicamente tiene salida a la calle Farnesio. En los planos de la casa puede observarse el estado de la casa que hacia finales del siglo XIX conservaba ambos espacios como parte del inmueble. La planimetría más reciente conservada de la casa Fabiola se remonta al año 2001, levantada con motivo de su rehabilitación por parte de la Fundación Lara para convertirla en institución cultural. Gracias a esta Fundación la casa fue recuperada tras un gran trabajo de restauración y conservación del edificio. La cultura y el arte, por lo tanto, vuelven a ser los nuevos propietarios.
Historia de un legado   

      La donación de la colección de Mariano Bellver a Sevilla constituye un acontecimiento cultural extraordinario. La ciudad ha contemplado en el pasado, hace ya casi un siglo de ello,  afortunadamente, generosos legados de obras de arte, particularmente los que se encuentran en el Museo de Bellas Artes, entre los que destacan los realizados por José Gestoso, Rafael González Abreu y, poco más tarde, por Andrés Parladé. Aunque cada una de ellos es de naturaleza diferente en cuanto a su contenido, todos tienen en común el hecho de ser un reflejo fiel del gusto y la personalidad de sus propietarios, aparte de constituir una generosa aportación a la cultura de la ciudad en todos los casos.
      La donación realizada por Mariano Bellver al Ayuntamiento de Sevilla consta de un total de 567 obras. Las obras donadas son mayoritariamente pinturas, con un total de 299 obras, 112 esculturas de materiales y épocas diversas, a las que hay que sumar 57 figuras en marfil y hueso; 44 muebles, 42 piezas de porcelana y cerámica, y finalmente, 13 relojes. Es, por tanto, una donación muy numerosa y diversa que, aunque centrada en  la pintura sevillana del siglo XIX, permite contemplar las preferencias personales del artífice de la colección. Una cuestión particularmente significativa es que el conjunto pasa a estar a disposición del servicio público, tal como desea el donante, y que además se encuentra en un estado de conservación excepcional.

      La colección Bellver, tenida como un conjunto de obras con una historia y un destino común, se conforma gracias a la experiencia personal, a la biografía del donante y a su gusto artístico.
      Está vertebrada por casi 300 pinturas, la gran mayoría obras costumbristas andaluzas del siglo XIX, que incluyen lienzos de conocidos pintores, en su mayor parte sevillanos, como Manuel García y Rodríguez, Valeriano Domínguez Bécquer, Ricardo López Cabrera, José García Ramos, Antonio Cabral Bejarano, José Pinelo Llull, José Gutiérrez de la Vega y Gonzalo Bilbao. Entre las últimas obras que se han integrado en la colección se encuentran cuadros de pintores extranjeros como Pharamond Blanchard, Worms, o John Phillips, entre otros, que se corresponden con su afición a las obras de pintores españoles y extranjeros que han tratado temas andaluces.
      A las pinturas hay que sumar un nutrido número de tallas policromadas y de barro entre los siglos XVI y XX, marfiles, cerámicas, relojes, muebles y otros objetos de arte decorativo.
      Aunque desde hace casi 20 años tenía clara su intención de donar sus obras, su voluntad se ha materializado con la donación de una amplia selección de lo más representativo de su  colección. Finalmente, el matrimonio formado por Mariano Bellver y Dolores Mejías firmaron con el Ayuntamiento de Sevilla el protocolo de donación del conjunto de bienes a la Ciudad de Sevilla para ser expuesta con carácter permanente. El Ayuntamiento de Sevilla anunció la compra de la conocida como Casa Fabiola, ubicada en un lugar privilegiado en el entorno monumental de la ciudad, junto al barrio de Santa Cruz, con la  finalidad de convertirla en museo donde se expondría la colección.
La colección 

      El conjunto de obras que desemboca en la donación tiene una larga historia que se remonta a 1960, cuando don Mariano Bellver comienza a desarrollar su actividad como coleccionista. En ese momento comenzó a adquirir obras mientras su criterio iba perfilándose. El coleccionista no solamente ha adquirido obras, sino que la colección ha estado viva. Además de las adquisiciones ha habido ventas, pero siempre en la búsqueda de mejorarla en calidad. No solamente ha sido una sucesión de adquisiciones, sino también de ventas de obras de calidad menor, para mejorarla. El coleccionista ha tenido la firme esa idea de mejorarla y corregirla siempre en lo posible, con una serie de criterios que buscaba la variedad de los autores sevillanos, o de esta escuela, representados y de que la temática recogiera escenas de costumbres o paisajes locales. La cualidad narrativa de la pintura es un criterio claro de selección. Don Mariano Bellver siempre ha dejado claro que no trataba de formar la colección de un museo, sino la de un particular que adquiere aquello que le parece agradable y propio de una vivienda, en la que la presencia de la tradición es una constante y un referente. Precisamente esa cualidad narrativa es la que  ha motivado la alta presencia de obras de García Ramos en su colección. Sirva ese dato de elocuente ejemplo para determinar sus criterios.

      Su predilección por la pintura se manifiesta con claridad en la cantidad y calidad de obras que forman su colección. Ha adquirido a particulares, en subastas nacionales e internacionales y en el comercio local y nacional. Entre los comerciantes que más obras le ha suministrado figura Segundo Pérez, anticuario sevillano especializado en pintura del siglo XIX. Ha adquirido también en ferias nacionales, particularmente en Madrid. En relación a la escultura, se trata de una actividad artística que se incorpora más tardíamente a su colección. Entre la tipología de tallas destaca en número y calidad los Niños Jesús, iconografía muy extendida en Sevilla y que su mujer, Doña Dolores Mejías siente especial predilección. Otras manifestaciones artísticas son los muebles y la cerámica, que en la mayor parte de los casos, han sido adquiridas para un uso doméstico, por lo que han jugado el papel y la función para los que fueron creados en la mayor parte de los casos. Hay que mencionar otro campo de su interés, que es el de las obras realizadas por su abuelo, el escultor Ricardo Bellver. Al respecto, don Mariano ha ido reuniendo diversas obras, modelos y bocetos en papel, así como vaciados de obras. De este último tipo sobresale la obra más popular y una de las de mayor empeño de Ricardo Bellver, El ángel caído. Con el original en el parque del Retiro de Madrid, don Mariano ha encargado un vaciado a tamaño natural. Su incansable capacidad, le lleva a continuar con esta labor para que, una vez que las obras donadas abandonen su casa de la Plaza del Museo, poder continuar su labor de coleccionista. 
      Hay que destacar el excepcional estado de conservación de la colección, así como su documentación, labores ambas llevadas a cabo de modo encomiable y constante por Don Joaquín Frías.
      La colección está compuesta por 567 piezas: 299 pinturas, 18 esculturas de mármol, 7 esculturas de marfil, 31 esculturas de madera policromada, 13 relojes, 44 muebles, 42 piezas de cerámica y porcelana, 50 figuras de hueso y marfil, 63 figuras de barro y bronce. Es la mayor colección del costumbrismo sevillano (www.sevilla.org).
     La donación de la colección de Mariano Bellver a Sevilla constituye un acontecimiento cultural extraordinario. La ciudad ha contemplado en el pasado, hace ya casi un siglo de ello, afortunadamente, generosos legados de obras de  arte, particularmente los que se encuentran en el Museo de Bellas Artes, entre los que destacan los realizados por José Gestoso, Rafael González Abreu y, poco más tarde, por Andrés Parladé. Aunque cada una de ellos es de naturaleza diferente en cuanto a su contenido, todos tienen en común el hecho de ser un reflejo fiel del gusto y la personalidad de sus propietarios, aparte de constituir una generosa aportación a la cultura de la ciudad en todos los casos.
     La donación realizada por Mariano Bellver al Ayuntamiento de Sevilla consta de un total de 567 obras. Las obras donadas son mayoritariamente pinturas, con un total de 299 obras, 112 esculturas de materiales y épocas diversas, a las que hay que sumar 57 figuras en marfil y hueso; 44 muebles, 42 piezas de porcelana y cerámica, y finalmente, 13 relojes. Es, por tanto, una donación muy numerosa y diversa que, aunque centrada en la pintura sevillana del siglo XIX, permite contemplar las preferencias personales del artífice de la colección. Una cuestión particularmente significativa es que el conjunto pasa a estar a disposición del  servicio público, tal como desea el donante, y que además se encuentra en un estado de conservación excepcional.
     La colección Bellver, tenida como un conjunto de obras con una historia y un destino común, se conforma gracias a la experiencia personal, a la biografía del donante y a su gusto artístico. Está vertebrada por casi 300 pinturas, la gran mayoría obras costumbristas andaluzas del siglo XIX, que incluyen lienzos de conocidos pintores, en su mayor parte sevillanos, como Ma­nuel García y Rodríguez, Valeriano Domínguez Bécquer, Ricardo López Cabrera, José García Ramos, Antonio Cabral Bejarano, José Pinelo Llull, José Gutiérrez de la Vega y Gonzalo Bilbao. Entre las últimas obras que se han integrado en la colección se encuentran cuadros de pintores extranjeros como Pharamond Blanchard, Worms, o John Phillips, entre otros, que se corresponden con su afición a las obras de pintores españoles y extranjeros que han tratado temas andaluces. A las pinturas hay que sumar un nutrido número de tallas policromadas y de barro entre los siglos XVI y XX, marfiles, cerámicas, relojes, muebles y otros objetos de arte decorativo.
     Aunque desde hace casi 20 años tenía clara su intención de donar sus obras, su voluntad se ha materializado con la donación de una amplia selección de lo más representativo de su colección. Finalmente, en 2015, el matrimonio formado por Mariano Bellver y Dolores Mejías firmaron con el Ayuntamiento de Sevilla el protocolo de donación del conjunto de bienes a la Ciudad de Sevilla para ser expuesta con carácter permanente. En noviem­bre de 2016, el Ayuntamiento de Sevilla anunció la compra de la conocida como Casa Fabiola, ubicada en un lugar privilegiado en el entorno monumental de la ciudad, junto  al barrio de Santa Cruz, con la finalidad de convertirla en museo donde se expondría la colección, cuya apertura al público público tiene lugar el día 12 de octubre del año 2018.
Mariano Bellver Utrera - Dolores Mejías Guerra
     Mariano Bellver Utrera nació en Bilbao en 1926. Con 12 años se trasladó a Sevilla donde realizó estudios de profe­sor mercantil y actuario de seguros. Ha centrado su vida profesional y personal en la docencia para transmitir los conocimientos, valores y excelencia a los niños y jóvenes de la ciudad de Sevilla. Es propietario del Colegio concertado de educación infantil, primaria y secundaria San Juan Bosco de Sevilla. Siempre ha dedicado a sus trabajos pro­fesionales su tiempo libre, así como sus ahorros a formar a personas, ayudando a aquellas otras que no disponían de medios económicos pero sí de inquietudes de aprendizaje. La fundación del colegio San Juan Bosco en 1959 con sus propios ahorros, y el desarrollo de este centro en busca de la excelencia académica y de la educación en valores, constituye el gran hito de su entrega a la docencia.
     En 1961 se casó con Dolores Mejías Guerra y fue a partir de entonces cuando comenzó a adquirir obras de arte. Inicialmente se interesó por la pintura del Siglo de Oro, aun­que pronto redescubrió las obras pictóricas olvidadas del Romanticismo y el Realismo del siglo XIX, centrando su interés en lienzos pertenecientes a la escuela sevillana de los siglos XIX y XX. La opinión, preferencias y consejos de su esposa han sido constantes. Su delicada y certera intuición ha estado presente en todo momento. Particularmente, se debe a ella la numerosa colección de tallas devocionales de Niños Jesús.
     Han sido muy numerosos los premios, honores y galardo­nes otorgados a Mariano Bellver Utrera estos años, en reconocimiento de su labor como coleccionista, donante y mecenas. Posee la Medalla de Oro de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla (2010) y la de la ciudad de Sevilla (2015), así como la Encomienda con placa de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, otorgada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España (2017).
     El 23 de Noviembre de 2018 murió D. Mariano Bellver Utrera empresario, educador y mecenas.
     Decía Philipp Blom que "todo coleccionista se convierte en un faraón" y desgraciadamente "las colecciones siempre han tenido connotaciones de funeral y entierro", como sucedió 40 días después de la inauguración de su donación de arte a Sevilla. Coleccionar es llenar un vacío y él se entregó apasionadamente a recuperar obras de arte de una Sevilla que tanto inspiró a pintores, poetas y soñadores que vieron en su cielo rincones, historias, leyendas y personajes de mitos modernos como Fígaro, Carmen, bandoleros y majas. Todo coleccionista es un Don Juan y para D. Mariano sus conquistas pasaban por conseguir reunir la belleza de la ciudad a la que vino a vivir desde el norte, porque toda colección es un teatro de los recuerdos pasados personales v colectivos.
     Quedan sus palabras: "Compartir la belleza, mostrarla a los demás para que también la disfruten" (Donación de Arte Mariano Bellver - Casa Fabiola).
      Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Casa Fabiola - Donación de Arte Mariano Bellver, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Horario de apertura de la Casa Fabiola - Donación de Arte Mariano Bellver:
              De Martes a Domingos: de 11:00 a 19:00


La Casa Fabiola - Donación de Arte Mariano Bellver, al detalle:
Sala Ricardo Bellver (Exposiciones Temporales)
Sala 12
Sala 13

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