Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

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viernes, 21 de noviembre de 2025

Haz tu ruta con ExplicArte Sevilla: Tú decides la ruta, la fecha y el precio (Free Tour - propina)

 


     Con ExplicArte Sevilla podrás hacer la ruta que desees por Sevilla (o cualquier localidad de la provincia, o de cualquier lugar), siempre adaptándonos a tu tiempo y a tus necesidades. Hay multitud de ellas, y desde aquí te proponemos algunas de ellas (hay tantas Rutas como tú quieras), en las que ponemos el acento en el aspecto artístico:

     Ruta Leyendas y Curiosidades de Sevilla: Desde Explicarte Sevilla nos adentraremos en las Leyendas y Curiosidades de Sevilla: el "No8Do" emblema de Sevilla, Doña María Coronel, la Cabeza del Rey Don Pedro, Grace Kelly, el "Negro de Triana",...

     Ruta Sevilla Imprescindible: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los monumentos y barrios más típicos de Sevilla: Plaza de España, Plaza de Toros, Torre del Oro, Catedral, Giralda, Barrio de Santa Cruz, Reales Alcázares, Ayuntamiento,...

     Ruta Sevilla Patrimonio de la Humanidad: Desde ExplicArte Sevilla te mostraremos los monumentos Patrimonio de la Humanidad: Catedral de Santa María de la Sede, Reales Alcázares, y el Archivo General de Indias.

     Ruta Sevilla Prehistórica: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos en el Museo Arqueológico de la ciudad y en las salas dedicadas a la Prehistoria el devenir de este momento histórico-artístico de la ciudad.

     Ruta Sevilla Prerromana - Ispal: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos en el Museo Arqueológico de la ciudad y en las salas dedicadas al mundo prerromano el devenir de este momento histórico-artístico de la ciudad con especial atención al mundo de Tartessos y a los demás pueblos que se asentaron en la zona.

     Ruta Sevilla Romana - Hispalis: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los vestigios que podemos encontrar del paso de la cultura romana por la actual ciudad, como los Monolitos de la calle Mármoles, las Columnas de la Alameda de Hércules, restos del Acueducto ("Caños de Carmona"), restos de las Murallas, el Antiquarium, y la obligada visita al Museo Arqueológico. Incluso podremos visitar el cercano enclave arqueológico de la ciudad romana de Itálica en el pueblo de Santiponce.

     Ruta Sevilla Visigoda: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los vestigios que la cultura visigoda ha dejado en nuestra ciudad, sobre todo en la Catedral y en el Museo Arqueológico y te contaremos las historias de San Hermenegildo, y San Leandro y San Isidoro, personajes históricos imprescindibles de Sevilla.

     Ruta Sevilla Musulmana - Isbiliya: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los principales vestigios que la cultura musulmana ha legado a Sevilla, comenzando por nuestro símbolo más universal: La Giralda, junto con la Torre del Oro, Los Reales Alcázares,...

     Ruta Sevilla Judía: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos la huella judía en la Sevilla de hoy: las antiguas sinagogas y los barrios judíos de Santa Cruz o de San Bartolomé.

     Ruta Sevilla Mudéjar: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los innumerables vestigios que la cultura mudéjar dejó en Sevilla, fundamentalmente en los Reales Alcázares, Iglesia de San Marcos, Iglesia de Santa Marina,...

     Ruta Sevilla Gótica: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos nuestra Catedral, el edificio gótico más grande de la cristiandad.

     Ruta Sevilla Renacentista - Nova Roma: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los imprescindibles vestigios renacentistas de nuestra ciudad, representados por el Ayuntamiento, el remate de la Giralda y la Sacristía Mayor de la Catedral.

     Ruta Sevilla y su río: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos la importancia que ha tenido el río Guadalquivir, el antiguo Betis, en la historia de la ciudad, recorriendo sus puentes, el Barrio de Triana, la Torre del Oro,...

     Ruta Sevilla y América: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos la llamada Sevilla Americana, la Sevilla del siglo XVI y XVII cuando nuestra ciudad se convirtió en la capital del mundo, con edificios tan importantes como el Archivo de Indias o la Casa de la Moneda.
     
     Ruta Sevilla Barroca: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos la esencia de nuestra ciudad, puesto que Sevilla es una ciudad eminentemente barroca en prácticamente todos y cada uno de sus edificios. 

     Ruta Sevilla Neoclásica: Desde Explicarte Sevilla también te mostraremos las huellas neoclásicas de nuestra ciudad que podemos contemplar en las iglesias de San Ildefonso o San Bartolomé.

     Ruta Sevilla Romántica: Desde Explicarte Sevilla te mostramos la huella romántica de los Jardines del Parque de María Luisa y del Barrio de Santa Cruz.

     Ruta Sevilla Modernista: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos el legado modernista que también tiene en Sevilla sus ejemplos como las casas que podemos encontrar en las calles Alfonso XII, Feria, Tomás de Ibarra, Felipe II y Adriano, entre otras.

     Ruta Sevilla Regionalista: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos el legado que arquitectos como Aníbal González y sus contemporáneos dejaron en Sevilla con la famosísima Plaza de España.

     Ruta Sevilla y la Expo del 29: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos el legado que la Exposición Iberoamericana de 1929 dejó en Sevilla en modo de pabellones y edificios que conforman el Parque de María Luisa y el Barrio de Heliópolis.

     Ruta Sevilla y la Expo del 92: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos el legado que en la Isla de la Cartuja quedó para nuestra ciudad, llevándola al siglo XXI.

     Ruta Sevilla Cofrade: Desde ExplicArte Sevilla te mostraremos la importancia del mundo cofrade en la historia de nuestra ciudad y sus incontables manifestaciones artísticas en el interior de los templos, las casas de hermandad, y en los actos de culto interno y externos (procesiones).

     Ruta Sevilla, Ciudad de Ópera: Desde ExplicArte Sevilla te mostraremos la importancia de Sevilla en la historia del Bel Canto, puesto que está presente en más de 100 óperas. Podemos elegir varias rutas relacionadas con la Ópera y Sevilla: Sevilla escenario de Ópera ASevilla escenario de Ópera BEl Mito de CarmenEl Mito de Don Juan, y El Mito de Fígaro.

     Ruta Magallanes y la primera vuelta al mundo 1519-1522: Desde ExplicArte Sevilla te mostramos los hitos más importantes de la expedición que dio la I Vuelta a la Tierra.

     Y muchas más rutas... tú decides. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

La pintura "Presentación de la Virgen", de Matías Arteaga, en el Palacio Arzobispal

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la pintura "Presentación de la Virgen", de Matías Arteaga, en el Palacio Arzobispal, de Sevilla.  
     Hoy, 21 de noviembre, Memoria de la Presentación de Santa María Virgen. Al día siguiente de la dedicación de la basílica de Santa María la Nueva, construida junto al muro del antiguo templo de Jerusalén, se celebra la dedicación que de sí misma hizo a Dios la futura Madre del Señor, movida por el Espíritu Santo, de cuya gracia estaba llena su Concepción Inmaculada [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
     Y que mejor día que hoy, para ExplicArte la pintura "Presentación de la Virgen", de Matías Arteaga, en el Palacio Arzobispal, de Sevilla.
     El Palacio Arzobispal [nº 5 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y nº 5 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra en la plaza de la Virgen de los Reyes, 1; en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo.
      En una de las estancias del Palacio Arzobispal podemos contemplar esta obra pictórica, realizada en el último tercio del siglo XVII por Matías Arteaga y Alfaro, con unas medidas de 2,32 x 1,47 mts. en óleo sobre lienzo, en la que se representa el tema de la Presentación de la Virgen en el templo, siguiendo la iconografía tradicional. La escena tiene lugar en el exterior y tiene como marco un gran escenario arquitectónico en el cual se describe la entrada del templo y otras arquitecturas en perspectiva, ofreciendo a la obra un gran decorativismo, muy propio de la obra del autor. 
     En un primer plano se representa la figura de la Virgen niña vestida con una larga túnica de color blanco, que asciende sola por las escalinatas del templo, con una expresión dulce e inocente. A los pies de la misma se representan las figuras sus padres San Joaquín y Santa Ana, quienes conducen a la Virgen al templo con objeto de consagrarla a Dios. San Joaquín aparece de espaldas al espectador en un elegante escorzo, vestido con túnica y manto de color rojizo de grandes pliegues. A su lado la figura de Santa Ana que con sus manos en el pecho observa con gran expresividad, la actitud de su hija. 
     En la parte superior de la escalinata se representa la figura del sumo sacerdote Zacarías que extiende sus manos para recibir a la Virgen niña. Viste una túnica y una capa de color rojiza abrochada en el pecho con una rica joya. También se encuentra tocado con mitra. Se trata de personajes de gran expresividad, propio de las obras de Matías de Arteaga, tomados de la vida cotidiana y trasladados a escenas religiosas. 
     Enmarcando a toda la escena se representa una arquitectura rica y detallada, así destacan las escaleras circulares marmóreas negras y blancas y las grandes columnas sobre pilares decorados por figuras de atlantes que enmarcan la entrada del templo y que da una mayor riqueza y monumentalidad a la composición (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Palacio Arzobispal. Lienzo de 2,08 x 1,28 mts., atribuido a Matías de Arteaga, pintor prolífico y secundario del barroco hispalense, fallecido en 1704. Este lienzo hace juego con otro de la Purificación de Nuestra Señora, y asimismo se corresponde con un cuadro de la Visitación, todos ellos en el Palacio Arzobispal, por lo cual es lícito pensar que formaron una serie decorativa, seguramente más amplia, con otras pinturas hoy perdidas (Juan Martínez Alcalde, Sevilla Mariana. Repertorio iconográfico. Ediciones Guadalquivir. Sevilla, 1997).
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de la Festividad de la Presentación de la Virgen en el Templo o la Virgen de la Escalera;
   El tema, tomado de los Evangelios apócrifos (Protoevangelio de Santiago, caps. VII y VIII; y Evangelio del Seudo Mateo (cap. IV), en la Edad Media fue popularizado por la Leyenda Dorada.
     Cuando María tuvo tres años, sus padres la condujeron al templo con el objeto de consagrarla a Dios. Para llegar al altar de los holocaustos que se encontraba en el exterior del santuario, era necesario ascender quince peldaños (quindecim gradus) que corresponden a los quince Salmos graduales (120-134), también llamados Cánticos de los grados (cantica graduum) porque eran cantados por el pueblo de Israel cuando ascendía en peregrinación a Jerusalén. María los subió sola, sin la ayuda de nadie, y sin volverse hacia atrás, hacia sus padres, como lo hacen normalmente los niños de esta edad. 
     Así, la Presentación de la Virgen se distingue claramente de la del Niño Jesús. María tiene más años, asciende sola los peldaños y se ofrece ella misma al Señor.
     Interpretación y culto. En el arte de la Edad Media, la Virgen presentada en el templo está prefigurada en el niño Samuel consagrado a Yavé por su madre.
     San Francisco de Sales celebra con devota suavidad el destete de «esta gloriosa Pepona, llevada al templo para ser consagrada, como Samuel, que fue conducido a ese lugar por su madre, y dedicado al Señor a la misma  edad».
     En el siglo XVII, la consagración de la Virgen en el Templo se consideró un símbolo de la vocación sacerdotal: el sacerdote ascendiendo los peldaños del altar se comparó con la Virgen subiendo la escalinata del templo.
     La fiesta de la Presentación, suprimida por Pío V pero restablecida por el papa Sixto V y fijada el 21 de noviembre, gracias a Jean Jacques Olier, que en sus escritos insiste en el «sacerdocio de la Virgen», en París se convirtió en la fiesta patronal del Seminario de Saint-Sulpice y de todo el clero francés.
Iconografía
     La niñita asciende hasta lo alto de la escalinata en cuya cima la espera el sumo sacerdote Zacarías, que a veces la abraza (miniatura de las Homilías del monje Santiago).
     En el arte bizantino (Menologio de Basilio, mosaico de Dafni), detrás de los padres de la Virgen avanza una procesión de niñas que llevan antorchas encendidas, reminiscencia del rito nupcial de la antigüedad. Ese detalle se tomó del Protoevangelio de Santiago (VII, 2), donde se dice que Joaquín hizo encender antorchas a las vírgenes sin mancha, recomendándoles que las dejaran encendidas «por miedo a que la niña se volviera atrás y que su corazón quedara cautivo fuera del templo del Señor.»
     En el cortejo de las doncellas portadoras de antorchas a veces se agrega a la tropa de los sesenta valientes armados de lanzas de la visión de Salomón (Homilías del monje Santiago).
     En Occidente, el arte prefigurativo puso el acento en el carácter simbólico de esta escena de consagración. En una miniatura del Speculum Humanae Salvationis (Munich), la niñita está sentada sobre el altar. Al mismo tiempo, el Speculum encuentra prefiguraciones de la Presentación en el Antiguo Testamento y en la mitología pagana: son el Sacrificio de la hija de Jefté y la historia contada por Valerio Máximo, de unos pescadores que extraen del fondo del mar un trípode de oro que consagran a Apolo (Mensa aurea oblita in templo).
     A partir de finales de la Edad Media, y con mayor razón en la época del Renacimiento y de la Contrarreforma, el arte ya no tiene más en cuenta la tradición fijada por los Evangelios apócrifos. Los pintores ya no se sienten obligados a representar los quince peldaños rituales de la escalinata, y reducen arbitrariamente su número. La «Niñita» no asciende sola los escalones, es ayudada por su madre o por un ángel (Tapices de Beaune y Retablo de Saluces en Bruselas). En la mitad del itinerario se vuelve hacia sus padres que la siguen con la mirada (Orcagna). La escena de separación se hace más humana, y el artista encuentra en ella la ventaja de no mostrar a la Virgen de espaldas. La psicología y la estética se coligan contra el texto y triunfan.
     El carácter religioso de esta consagración de una niña al Señor se desdibuja progresivamente. En la composición se introducen detalles pictóricos. La escalinata se presta a efectos de perspectivas; al pie de los peldaños, Tiziano acuclilla a una vendedora de huevos. Claude Vignon toma de la Presentación de Jesús el motivo de la ofrenda ritual de las dos palomas. Después del concilio de Trento, para acentuar la solemnidad, se introdujeron ángeles turiferarios (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
Conozcamos mejor la Festividad de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María;
     Fiesta de origen oriental, probablemente jerosolimitano, quizá date de la dedicación el veintiuno de noviembre del 543 por orden del Emperador Justiniano de una iglesia en memoria de este episodio mariano transmitido por los apócrifos, sobre todo por el Protoevangelio de Santiago, de la consagración de la Virgen en el Templo a los tres años, sobre las mismas ruinas del Templo de Jerusalén, Santa María la Nueva, y que ha sido confirmada por la arqueología.  Por este origen local, la destrucción de esta iglesia por los persas en el 614 frenó por algún tiempo la extensión de la fiesta. La primera mención clara la encontramos en San Germán Patriarca de Constantinopla del 715 al 730, del que conservamos dos homilías para ella5. En la crónica del monasterio de Studio (Constantinopla) de Teodoro Estudita (+826) se habla de la celebración de esta fiesta.  A partir de Constantinopla se divulga enseguida por Oriente y genera una abundante literatura homilética; así la encontramos celebrada en el mismo día en las Iglesias siria, armenia y maronita, el veintinueve de noviembre en la etíope y el doce de diciembre en la copta. En 1143 pasó a ser de precepto en el Imperio Bizantino, y en 1166 Manuel I Commeno la señala como fiesta de precepto de primera clase. Esta fiesta cobró tal importancia en la Iglesia Bizantina que entró a formar parte del Dodecaorton o ciclo de las doce principales fiestas del año litúrgico y a considerarse de precepto, lo que se mantiene en la actualidad, y su celebración tiene vigilia y se prolonga cuatro días más en vez de ocho por estar dentro del periodo penitencial preparatorio de la Navidad que empieza el quince de noviembre. En Occidente, una vez que no fue introducida en Roma por el Papa Sergio I (+701), empezó a celebrarse en los monasterios griegos del sur de Italia, en donde ya aparece en el siglo IX. De aquí pasó a Inglaterra en el siglo XI.  Pero su lanzamiento definitivo vino de la mano del noble francés Felipe de Mazières, Canciller del Rey de Chipre que, cuando regresó de Oriente a una misión en la corte de Aviñón, trajo consigo un ejemplar del Oficio de los griegos y se lo presentó a Gregorio XI de Beaufort, quien, tras hacerlo examinar por una comisión especial, la celebró con los cardenales adaptando el Oficio griego y autorizó en 1373 su celebración en Aviñón y en algunas otras Iglesias; en el mismo 1373 fue adoptada en la Sainte Chapelle de París. Se propagó la fiesta por Occidente a finales del siglo XIV y durante el siglo XV: en 1418 se introdujo en Metz, en 1420 en Colonia. Pío II Piccolomini la concedió en 1460 con vigilia al Duque de Sajonia. En Toledo fue asignada en 1500 por el Cardenal Cisneros al treinta de septiembre.
     Sixto IV della Rovere la introdujo en Roma en 1472 con Oficio propio. Tras haber sido suprimida por San Pío V Ghislieri, por el decreto Quod a nobis de 1568, debido a su dependencia de los apócrifos, y Sixto V Peretti la restableció oficialmente en la Iglesia Latina por la Bula Intemeratae del uno de septiembre de 1585, ordenándose el Oficio de la Natividad de la Virgen, al que se le cambiaba simplemente el título. Clemente VIII Aldobrandini enriqueció el Oficio y elevó la fiesta, como otras menores de María, a la categoría de doble mayor. En la reforma del calendario de 1969 se redujo a memoria obligatoria con el Oficio del Común de la Virgen. Conmemora no sólo este hecho puntual, independientemente de su historicidad6, sino la vida de María desde su concepción inmaculada y su nacimiento hasta la anunciación, que supone un tiempo de preparación y de afianzamiento de su vocación de entrega voluntaria por completo a Dios (Ramón de la Campa Carmona, Las Fiestas de la Virgen en el año litúrgico católico, Regina Mater Misericordiae. Estudios Históricos, Artísticos y Antropológicos de Advocaciones Marianas. Córdoba, 2016).
Conozcamos mejor la Biografía de Matías Arteaga y Alfaro, autor de la obra reseñada;
     Matías Arteaga y Alfaro, (Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, c. 1630 – Sevilla, 12 de enero de 1703). Pintor y grabador aguafortista.
     Hijo del grabador Bartolomé Arteaga y hermano de Francisco, desarrolló su actividad artística en Sevilla.
     En 1655 contrajo matrimonio con su primera mujer, Juana de la Vega, y tras el fallecimiento de ésta, volvió a casarse en 1681 con Juana Isidora y Valdovinos.
     Entre 1660 y 1673 estuvo vinculado a la academia fundada por Murillo en Sevilla, donde, además de asistir, contribuyó a sus gastos, fue secretario en 1666 y cónsul tres años más tarde.
     En su arte mostró singular interés por la perspectiva y los amplios escenarios. Probablemente disponía de un taller muy activo, pues son muchas las obras que, relacionadas con su estilo, tienen calidades muy dispares. Entre sus pinturas destacan ciclos importantes como los lienzos de la Vida de San Laureano de hacia 1670, en la capilla del santo de la catedral de Sevilla, y la Serie eucarística de la Hermandad Sacramental de 1690. Además pintó series sobre la Vida de la Virgen, conservadas en el Museo de Sevilla, y otra de la Vida de Jesucristo, algunos de cuyos lienzos aparecen citados en colecciones particulares de Madrid. En calidad de grabador realizó portadas e ilustraciones para libros, entre ellas las más sobresalientes son las del libro de Fernando de la Torre Farfán titulado Fiestas de la S. Iglesia metropolitana y patriarcal de Sevilla al nuevo culto del señor Rey San Fernando de 1671. Practicó el grabado de reproducción a partir de lienzos de grandes maestro sevillanos, como Murillo, Herrera, el Mozo, Alonso Cano y Valdés Leal, entre otros (Gloria Solache Vilela, en Biografías de la Real Academia de la Historia).
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Más sobre el Palacio Arzobispal, en ExplicArte Sevilla.

jueves, 20 de noviembre de 2025

Los principales monumentos (Iglesia de la Asunción, Ermita de Santa Ana, y Rollo o Picota de la villa) de la localidad de Fuenlabrada de los Montes, en la provincia de Badajoz

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Badajoz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de la Asunción, Ermita de Santa Ana, y Rollo o Picota de la villa) de la localidad de Fuenlabrada de los Montes, en la provincia de Badajoz.
     La población se encuentra a 15 km. hacia el SE de Herrera del Duque, en el eje de la carretera N-430 que conduce a Puebla de Don Rodrigo, ya en tierras manchegas.
     Ocupa una asentamiento llano de la vertiente de la umbría, sobre las ondulaciones con las que se inician las estribaciones de la Sierra de Los Golondrinos. Su posición determina el borde sur del Partido Judicial llanada La Calabria, cuya cabecera detenta. El paisaje aparece cubierto de dehesa y monte bajo, con abundancia de quejigos, jara y otros arbustos.
     Tipo de Entidad: Municipio
     Superficie Término: 191 Km2
     Altitud: 539 m.
     Distancia Capital: 216 Km.
     Partido Judicial: Herrera del Duque
     Comarca: La Siberia
     Gentilicio: Calabrés
Ayuntamiento de Fuenlabrada de los Montes
     Plaza de España, 1
     06660 Fuenlabrada de Los Montes (Badajoz)
     Teléfono: 924656005
     Fax: 924656011
Historia.-
    La población se encuentra a 15 km. hacia el sur-este de Herrera del Duque, en el eje de la carretera N-430 que conduce a Puebla de Don Rodrigo, ya en tierras manchegas. Ocupa un asentamiento llano de la vertiente de la umbría, sobre las ondulaciones con las que se inician las estribaciones de la Sierra de Los Golondrinos. Su posición determina el borde sur del Partido Judicial llamada La Calabria, cuya cabecera detenta.
     El paisaje, aparece cubierto de dehesa y monte bajo, con abundancia de quejigos, jara y otros arbustos. Sobre los parajes circundantes en que la Naturaleza se manifiesta con todo su esplendor, figura la Reserva Natural de Robledillo.
     Los naturales de Fuenlabrada ostentan el apelativo de calabreses o calabreños.
     Según una vieja tradición que se mantiene bajo diferentes versiones, aquí hizo San Ildefonso un peculiar milagro. Tras detenerse a orar en estos parajes, de paso para Toledo, el Santo continuó su camino. Ya lejos, advirtió que había olvidado el breviario, por lo que, a pesar del calor y lo desolado del paisaje decidió retornar para recuperarlo. El iniciar su andadura de vuelta, dos filas de árboles fueron surgiendo a su paso de forma milagrosa para darle cobijo y marcarle el punto exacto donde se encontraba el breviario. En recuerdo de tal acontecimiento, se erigió en el lugar una ermita, hoy ya desaparecida (Diputación Provincial de Badajoz).
Monumentos.-
     Sobresaliendo sobre el perfil del pueblo se destaca la silueta de la iglesia parroquial de la Asunción. El edificio, de piedra y ladrillos se peculiariza por los enormes contrafuertes que se adosan a sus costados. El retablo original fue una magnífica obra de Juan de Holanda y Diego Aguilar.
     Por delante de la iglesia se sitúa una fuente, rematada por una graciosa figura de bronce sosteniendo un cisne, conocida popularmente en la localidad como "La Morita" o "La Niña".
     A las afueras se halla la ermita de Santa Ana, por delante de la cual se levanta, aunque muy transformado, el rollo o picota de la villa, una de las pocas muestras de su especie, resto medieval, que se conoce como Pingote de Santa Ana (Diputación Provincial de Badajoz).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Badajoz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de la Asunción, Ermita de Santa Ana, y Rollo o Picota de la villa) de la localidad de Fuenlabrada de los Montes, en la provincia de Badajoz. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia pacense.

Más sobre la provincia de Badajoz, en ExplicArte Sevilla.

Un paseo por la calle Reinoso

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Reinoso, de Sevilla, dando un paseo por ella.
     Hoy, 20 de noviembre, es el aniversario del nacimiento (20 de noviembre de 1772) de Félix José Reinoso, por lo que hoy es el mejor día para ExplicArte la calle Reinoso, de Sevilla, dando un paseo por ella.
    La calle Reinoso es, en el Callejero Sevillano, es una vía que se encuentra en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo; y va de la calle Lope de Rueda, a la calle Jamerdana.
   La  calle, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. 
     En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     En el s. XVIII y probablemente desde mucho antes fue conocida como del Moro Muerto, sin que se conozcan datos fehacientes del suceso que posiblemente dio origen al topónimo. En 1840 fue rotulada con la actual denominación en honor del poeta y académico Félix José Reinoso (1772-1841) que vivió y murió en sus inmediaciones. Ca­lle corta, rectilínea y muy estrecha, presenta leve ensanche en la confluencia con Lope de Rueda, resultado de una alineación ya en este siglo; en el otro extremo se abre también ligeramente por el chaflán de la casa de esquina. Estuvo empedrada en los comienzos del s. XIX, aunque con períodos en mal estado, lo que provocó las quejas de los vecinos por el mucho tiempo que tardaban en escurrir las aguas. Fue asfaltada en 1911 y reformado el pavimento en 1926; en la actualidad presenta losas de Tarifa en los márgenes y una pequeña franja de irregular anchura en el centro, con cantos rodados. Por su estrechez, nunca permitió el paso de vehículos, sin embargo fue frecuente el de peatones y jinetes hasta que se abrió en su totalidad el callejón del Agua a principios de siglo. En lo últimos años forma parte de la ruta turística del barrio de Santa Cruz, porque pone en comunicación dos espacios de tanto atractivo como Santa Teresa y la plaza de los Venerables. Existe una instalación hotelera. El caserío es de tres plantas y aspecto popular, y presenta buen estado de conservación por su reciente restauración; destaca la casa esquina a Jamerdana en la acera de los pares, con dos plantas y mirador con arcos de medio punto. La calle está cuidada y se percibe cierto frescor por su estrechez, que impide la entrada del sol. La leyenda fija en este lugar una de las residencias de la hermosa Susona, judía que traicionó a su padre y a los de su religión por el amor de un caballero cristiano [Salvador Rodríguez Becerra, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Reinoso, 6
. Casa de dos plantas sin apenas hue­cos de fachada. El patio posee arquerías en dos de los frentes para­lelos, con arcos peraltados inscritos en alfices, sobre columnas corintias. En los otros dos frentes sendas galerías adinteladas en el piso alto, sobre vigas con cabezas talladas, así como los postes de madera. La caja de escalera se cubre con un artesonado.
Reinoso, 8. Casa de dos plantas y ático con vanos de medio punto separados por pilastras. Pasada la crujía de fachada, se encuentra el patio con arquerías en dos de los frentes paralelos; las inferiores con arcos peraltados inscritos en alfices, mientras que en la superior son arcos escarzanos sobre pilares ochavados. Al fondo de la edificación existe un amplio jardín [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
Conozcamos mejor la Biografía de Félix José Reinoso, personaje a quien está dedicada esta vía;
     Félix José Reinoso, "Fileno". (Sevilla, 20 de noviembre de 1772 – Madrid, 28 de abril de 1841). Eclesiástico, humanista y polígrafo.
     Nace en una Sevilla cuya decadencia reflejan versos que coleccionó de niño y se conservan gracias a él. Clérigo desde los 16 años, y ya entonces universitario, en 1792 publica dos décimas en el Diario Histórico y Político de Sevilla; ya está unido a sus íntimos José María Blanco-White y Alberto Lista, con la guía intelectual de Manuel María de Arjona. Cofunda en 1793 la Academia de Letras Humanas, en la que, al año siguiente, ingresarán Blanco-White y Alberto Lista, y de la que será su alma, como dijo este último. Agrupa a muchos más: el otro Arjona, José Manuel, que será asistente de Sevilla; Francisco de Paula López de Castro, narrador; Manuel María del Mármol, poeta y catedrático; Justino Matute, periodista e historiador; y José María Roldán, cofundador de la Academia.
     De aquel impulso literario son primicias las Poesías, de Blanco, Lista y Reinoso, que la Academia publica en 1797.
     Del último lustro del siglo XVIII son, en su mayoría, los versos de Reinoso y los muy numerosos manuscritos suyos y de otros treinta miembros de la Academia de Letras Humanas. La Universidad de Sevilla guarda, en ocho cajas, todos esos escritos, en general, autógrafos, que conservó él.
     El cenit de esa Academia fundada por Reinoso fue la resolución del concurso de La Inocencia Perdida que ganó él, en 1799, con accésit de Lista. A inicios del siglo XIX, al ir muriendo esa Academia de Letras Humanas porque muchos miembros “contrajeron obligaciones harto severas” (Alberto Lista), diez de éstos pasaron a la Real Sociedad Económica de Amigos del País; y, con el tiempo, quince, a la Academia de Buenas Letras. Reinoso, en ambas, une a muchos con cartas y afecto.
     En 1801, aún no ordenado, con sólo la tonsura clerical, gana por oposición, el curato de Santa Cruz. Al llegar a diácono apela para ejercer actividades en su parroquia, y se decide que ese “cura no presbítero” actúe como párroco en lo compatible con su grado. Ordenado sacerdote en 1802, ejerce en la citada parroquia, que ocupaba la actual plaza sevillana de Santa Cruz; y, con feligreses como el erudito Juan Agustín Ceán-Bermúdez, los Wiseman, y varios de sus muchos clérigos vecinos; crea una Junta de Caridad que da cientos de comidas; y fomenta las vacunaciones. El naciente Correo de Sevilla, “órgano oficioso” de la extinta Academia de Letras Humanas, publica sus trabajos y anuncios, así como el juicio y la defensa que hicieron, respectivamente, Manuel José Quintana y José María Blanco-White, en Madrid, del poema La Inocencia Perdida.
     Celebra con amigos la victoria de Bailén, pero, al ocupar Sevilla los franceses (1810), ve irreversible la situación, y con su cultura francesa acepta el traslado de su parroquia a la sede actual, ex templo de Clérigos Menores; y, luego, dos beneficios en la catedral. Fomenta los hospitales, pero lo pierde todo al huir de allí los invasores, en 1812. Marginado, escribe su defensa de los que hubieron de trabajar con éstos; Alberto Lista se la edita en Francia: aquél célebre Examen de los delitos de infidelidad imputados a los españoles sometidos baxo la dominación francesa.
     En 1816 sucede a Blanco y Lista en la Cátedra de Humanidades de la Económica; y, en el Trienio Liberal, no elegido diputado por su moderantismo, escribe para la Diputación de Cádiz. Luego se oculta en Jerez, y en 1826 va a Madrid; es primer redactor de la Gazeta y escribe poco más. Desde 1833, con el moderado Francisco Cea Bermúdez, es auditor de la Rota Española y deán de Valencia, y pule su obra.
     De 1839 es su retrato por Gutiérrez de la Vega, ahora en la antesala del Rectorado de la Hispalense. Dos años más tarde muere, apenas un mes antes que Blanco-White.
     Desde 1874 lo honra un sepulcro en el Panteón de Sevillanos Ilustres, junto a su otro gran amigo, Lista. Incomprendido en otra etapa, la Universidad de Sevilla rescató la memoria de su grupo, con tesis de varios de sus componentes.
     Fue incluido por la Real Academia Española en el Catálogo de autoridades; y destaca su formación clásica. Prevalece sobre su lírica su poema épico religioso La Inocencia Perdida y, en la prosa, el Examen antes citado.
     Su impulso aclara la evolución a lo romántico: por ejemplo, en sus íntimos Blanco y Lista, éste con discípulos como Gustavo Adolfo Bécquer, o José de Espronceda.
     A su influjo en la Academia de Letras Humanas, se une el que ejerció en la correspondencia que mantuvo con el exiliado José Blanco-White; el desterrado Alberto Lista; el perseguido Joaquín María Sotelo, ex prefecto bonapartista, al que dedicó su Examen y una elegía; o el doceañista Manuel López Cepero, preso por liberal. Reinoso aglutinó, en simbiosis cultural, a amigos de las más diversas ideologías (Antonio Rafael Ríos Santos, en Biografías de la Real Academia de la Historia).
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La calle Reinoso, en detalle:
Edificio calle Reinoso, 6.
Edificio calle Reinoso, 8.

miércoles, 19 de noviembre de 2025

Los principales monumentos (Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, Ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santuario de María Santísima de los Remedios, Torre del Reloj, Torre de San Miguel, Ermita del Santo Calvario, Ermita Virgen de las Angustias, Ermita de la Soledad, y Triunfo de San Rafael) de la localidad de Villafranca de Córdoba, en la provincia de Córdoba

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, Ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santuario de María Santísima de los Remedios, Torre del Reloj, Torre de San Miguel, Ermita del Santo Calvario, Ermita Virgen de las Angustias, Ermita de la Soledad, y Triunfo de San Rafael) de la localidad de Villafranca de Córdoba, en la provincia de Córdoba.
     Acunada en las faldas de Sierra Morena, Villafranca se recuesta cerca del Guadalquivir. Acunada en las faldas de Sierra Morena, Villafranca se recuesta cerca del Guadalquivir, discretamente apartada de la turbadora autovía para no perder su preciada tranquilidad. El recuerdo de la histórica batalla librada en el cercano puente de Alcolea pervive en el nombre de su calle principal, a la que se asoman los edificios más importantes; entre ellos destaca la Torre del Reloj, que marca el sosegado ritmo de la vida cotidiana.
     Villa situada al este de la provincia, cerca de la autovía de Andalucía.
     Distancia a Córdoba: 27 Km.
     Altitud: 143 m.
     Extensión: 64,1 Km2
     Habitantes: 4.074.
     Gentilicio: Villafranqueños.
     Mancomunidad: Alto Guadalquivir
     La actual población tiene su origen en la heredad de Cascajar, constituida en aldea tras la conquista cristiana. Gran parte de su territorio era administrado por el cabildo de la Catedral, que en 1358 vendió el lugar a Martín López de Córdoba, camarero de Pedro I, quien le concedió la facultad de poblarlo con cincuenta vecinos exentos de tributos. En 1480, Villafranca fue convertida en encomienda de la orden de Calatrava, y en 1549 la adquirió la Casa de Aguilar, titular del Marquesado de Priego, a cuya jurisdicción quedó sometida (Diputación Provincial de Córdoba).
     Surgió como aldea en el lugar llamado Cascajar, en torno a los comienzos del siglo XIII. A mediados del siglo XIV adquirió la definitiva denominación, al convertirse en villa exenta de tributos. Pasó luego a la Corona, que la vendió a la orden de Calatrava. En 1549 fue incorporada al marquesado de Priego y en el siglo XVIII, a la Casa de Medinaceli. De la arquitectura civil merece recordarse la Torre del Reloj, realizada en piedra molinaza. De la religiosa, aparte de las obras reseñadas, la antigua ermita de la Soledad, del siglo XVII, hoy salón del colegio Teresa Comino, la de Nuestra Señora de las Angustias y la del colegio Jesús, María y José y Santa Rosalía, ambas del XVIII (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
     Al oeste se encuentran Adamuz y Villa­franca de Córdoba. Son éstas dos villas serranas, enclavadas en la vieja vía romana que comunicaba Córdoba con Toledo y, sobre todo Villafranca, a orillas del Guadalquivir. Ambas son poblaciones entrañables, cuyo mayor encanto se encuentra en el soberbio paisaje que las rodea, con los montes de Sierra Morena como telón fondo, poblados de encinas, alcornoques y las especies propias del bosque mediterráneo, ricos en caza y en parajes de extraordinaria belleza. Desde ambas pobla­ciones se organizan monterías, en las que se suelen cobrar numerosas piezas de venados y de jabalíes.
     En sus proximidades se puede practi­car, además, la escalada en la peña del Águila y el piragüismo y la pesca en el embalse del Salto, en el Guadalquivir. Adamuz es más agrícola, pero en Villafranca se viene produciendo en los últimos años un interesante desarrollo industrial, con fábricas, entre otras, de muebles de cocina. En ambos lugares son muy buenas las tapas a base de carne de monte (Rafael Arjona. Guía Total, Córdoba. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2009).

Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas.-

     Es una construcción originaria del siglo XVI, pero con varias reformas en el XVIII, especialmente entre 1791 y 1793, bajo la dirección de Ignacio de Tomás. Tiene el templo cabecera plana, cubierta por cañón, crucero con casquete sobre pechinas y tres naves, abovedadas por aristas, las laterales en sección de arco rampante.
     El patrimonio quedó muy mermado en 1936, por lo que todo es de posguerra o traído de otro sitio. El retablo mayor procede de la iglesia cordobesa de San Francisco y se fecha hacia 1730. Lo más destacable es el lienzo del ático, que  representa una Adoración de los Pastores, del círculo de Acisclo Antonio Palomino, y dos cabezas de Santo Domingo y San Francisco de Asís. En el presbiterio, a la derecha, hay un lienzo del Bautismo de Cristo, de dibujo duro y estética lucentina, realizado en 1760 a devoción de don Antonio Marchante. En el pilar derecho del crucero se ve una talla de la Inmaculada, que repite el modelo de Alonso Cano.
     De la imaginería pueden citarse, en la nave derecha, la Virgen de la Amargura, realizada por Miguel Arjona en 1987 a partir de una antigua Verónica de Castillo Lastrucci, y Jesús Nazareno Rescatado, un primitivo Nazareno del XIX, regalado por las monjas de la Encarnación de Córdoba en 1941, transformado por Martínez Cerrillo en Rescatado en 1985 y restaurado en el año 2005.
     En la capilla del Sagrario, de fines del XVIII, hay una pequeña talla de la Inmaculada, de Martínez Cerrillo, autor que firma las dos pintu­ras sobre cobre con santos, colgadas a ambos lados. Siguiendo en la nave se encuentra un lienzo con la Última Cena, de hacia 1770, procedente de Córdoba, y la Virgen de la Soledad, transformación de Miguel Arjona sobre una Magdalena de Martínez Cerrillo en 1987. En la sacristía se guardan algunas piezas de orfebrería de interés, entre ellas, un ostensorio del XVII y una custodia y cálices del XIX (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
        Actualmente presenta planta de cruz latina con tres naves separadas por pilares recubiertos por pilastras adosadas en sus frentes que soportan arcos de medio punto. Estas se cubren por bóvedas de arista, estando las laterales inclinadas para adaptarse a la primitiva estructura de armaduras que poseía el edificio. el crucero lo hace con una media naranja rebajada que ilumina el interior. A ambos lados de las naves se abren pequeñas capillas y la sacristía. Entre las primeras destaca la capilla del Sagrario, de planta hexagonal situada en la nave de la Epístola. 
     El templo presenta decoración de yeserías de finales del siglo XVIII, dispuestas principalmente en los centros de las bóvedas, destacando por el dorado que presentan. 
     Al exterior presenta una sencilla portada que resalta sobre el blanco de la cal. Está formada por un vano de medio punto con ménsula en la clave y un frontón partido que alberga una hornacina también rematada por frontón triangular. La torre muy sencilla se levanta a los pies de la nave de la Epístola.             Actualmente preside el altar mayor una Inmaculada Concepción de factura moderna, no teniendo devoción popular Santa Marina.
     El templo parroquial de Santa Marina de las Aguas Santas se fecha en los últimos años del siglo XVII. No obstante, este sufrió gran cantidad de reformas y reparaciones a lo largo de la centuria siguiente. La más importante fue la llevada a cabo a partir de 1791, cuando el arquitecto Ignacio Tomás reconoce el edificio, tasa las obras que necesitaba el templo y proyecta la ampliación (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     La parroquia de Santa Marina de Aguas Santas debe su aspecto barroco a la reforma llevada a cabo a finales del siglo XVIII.
     Arcos de medio punto separan sus naves, cuyas bóvedas de arista ostentan decoración rococó; sobre el crucero monta una rebajada cúpula de corte neoclásico que contrasta con la bóveda de la capilla del Sagrario, decorada con exuberantes yeserías.
     El barroco retablo mayor procede de la iglesia cordobesa de San Francisco (Diputación Provincial de Córdoba).

Ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno.-
     Esta ermita, restaurada por la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, sirve hoy de almacén de pasos. Se construyó en el año 1681 a devoción del vicario de la villa, don Juan García Pareja y Crespo, y tiene una sola nave con cubierta de madera en artesa, que se realizó hacia 1985, copiando la que había.
     Especial interés reviste el conjunto de la cabecera con bóveda decorada y retablo mayor de escayola con columnas espigadas, pintado en oro, rojo y azul. Costeado por Miguel de Herrero en 1683, se decora con pinturas murales de San Miguel y San Dionisio. A los lados hay retablos pintados en el muro, el izquierdo dedicado a la Virgen del Carmen y fechado en 1681. Colocadas en sus parihuelas se ven las imágenes de Jesús Nazareno, realizada por Castillo Lastrucci en 1943, y Nuestra Señora de los Dolores, hecha por Martínez Cerrillo en 1937 y retocada por el propio autor en 1986 (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
       Construcción de una sola nave con cubierta a dos aguas, zona de nave con artesonado y zona del presbiterio con cúpula sobre pechinas decoradas con yeserías barrocas. La única portada se sitúa a los pies de la ermita, labrada en cantería presenta un vano adintelado rematado por un frontón triangular partido que alberga una hornacina. La espadaña situada a los pies carece de interés.
     La ermita de Jesús Nazareno, conocida también como la de la Santa Cena, se encuentra situada dentro del casco urbano de la población, recibiendo en ella culto la imagen del titular durante la Cuaresma. El edificio responde a una estructura barroca pero, debido a las distintas transformaciones ha perdido en parte su estilo originario (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Santuario de María Santísima de los Remedios.-

     La patrona de la villa cuenta con el edificio mejor trazado de la localidad, construido de sillería entre 1701 y 1731. Consta de una planta en cruz, de brazos cortos, cubiertos por cañón, con media naranja sobre pechinas en el crucero, y nave cubierta por tres bóvedas de arista se­paradas por fajones. Destaca el diseño elegante de la portada principal, tallada en piedra. Perdido todo su ajuar en 1936, se hizo una copia de la antigua imagen por Juan Martínez Cerrillo. Hace dos décadas se incorporó el retablo mayor, del siglo XVIII, procedente de la parroquia de Santiago de Córdoba (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
        La actual ermita data de la primera mitad del siglo XVIII si bien la decoración de la misma se alargó hasta bien avanzada la centuria. Presenta planta de cruz latina con una sola nave dividida en tres tramos y cubierta con bóveda de arista. En el crucero se levanta una bóveda semiesférica sobre pechinas, decoradas  por amplias cartelas. El actual retablo mayor oculta el primitivo camarín que poseía la ermita.
     En el exterior presenta dos portadas monumentales. La que abre en el muro del Evangelio se encuentra situada entre dos contrafuertes, presentando un vano de medio punto enmarcado por pilastras y una cornisa que se remata por pináculos y una cruz central. La portada principal se sitúa a los pies del edificio repite el mismo esquema de la anterior, si bien, sobre la cornisa de esta se sitúa un frontón partido que da cabida a una hornacina flanqueada por dos volutas y rematada con frontón circular. En eje con esta se erige la espadaña de dos vanos y frontón triangular rematado con cruz de cerrajería.
     Cúpula circular en encuentro entre las naves que forman la cruz latina, ábside con retablo de estilo barroco. Sacristía en dos plantas tras el ábside. Construcción adosada de una planta para vivienda del santero.
     Fachadas de mampostería y tapial en buen estado. Esquinas con sillares de piedra granítica.
     Espadaña en fachada principal. Portada principal y lateral izquierda labradas con piedra granítica. Cubiertas de teja cerámica.
     La devoción a la Virgen de los Remedios está documentada a partir del siglo XVII unida siempre a rogativas por calamidades como epidemias o sequías. Según la leyenda, la ermita de la Virgen de los Remedios se levanta en el sitio donde se apareció la imagen a un pastor. Los vecinos, en su afán de tener a la imagen más cerca levantaron una ermita en las proximidades de la población, pero esta se derrumba una y otra vez y los materiales aparecían más lejos, interpretándose que la voluntad de la Virgen era estar en el lugar donde se apareció.          
     La imagen de la Virgen de los Remedios recibe culto todos los sábados del año. Las fiestas comienzan el 25 de agosto, cuando se traslada a la imagen hasta la parroquia, celebrándose una novena hasta el día 8 de septiembre, festividad de la Virgen de los Remedios. En este día se celebra la misa solemne y procesión de la titular por las calles del pueblo (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     La Ermita de Nuestra Señora de los Remedios destaca por su hermosura.
     Construida en piedra, en medio del campo, a las afueras de Villafranca, está dedicada a la Virgen de los Remedios, patrona del municipio.
     Iniciada en el S. XVIII, gracias a los donativos de los vecinos, tardó treinta años en verse finalizada.
     Se compone de un templo de cruz latina, cuyo tramo central del crucero se enriquece con cajeados casquetes y fajas radiales.
     Destaca además su fachada de sillería (Diputación Provincial de Córdoba).

Torre del Reloj.-
     La Torre del Reloj, está situada junto al moderno Ayuntamiento del municipio.
     Es una construcción de ladrillo, con forma de prisma, fechable en el año 1593, y que recuerda en su forma y material a la Torre de San Miguel.
     El cuerpo donde permanece alojado el reloj es un añadido de época barroca (Diputación Provincial de Córdoba).

Torre de San Miguel.-

      Antigua Iglesia de Santa Marina, la construcción que queda es la torre y Ermita de San Miguel. La nave occidental es del siglo XIV, gótico mudéjar con obras del XVII y XVIII, planta rectangular con bóveda de crucería ojival de piedra, ampliación de un cuerpo estilo de transición renacimiento a barroco con cúpula esférica rebajada de ladrillo decorada con casetones hexagonales con angelotes de yeso policromado y pechinas con cenefas barrocas.
     Torre con planta rectangular, base del siglo XIV y posteriores reformas en los siglos XVII y XVIII, campanario renacentista de fábrica de ladrillo con detalles mudéjares. Escalera de caracol en piedra integrada lateralmente en la torre que es maciza dando acceso al campanario.
     La nave oriental de planta rectangular, lo único que se conserva son los muros, habiéndose cubierto en la restauración, así como la nave occidental.
     La antigua ermita de San Miguel ocupaba los restos de la primitiva parroquia de Villafranca, fechable en los años finales del siglo XIV. Abandonada desde hace bastantes años fue restaurada hace aproximadamente una década (contando desde el año 1992), albergando actualmente una asociación cultural (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     El único vestigio que aún permanece de la antigua iglesia de San Miguel es su esbelta Torre Renacentista, la cual data del siglo XVI, la compone un campanario protegido por balaustrada (Diputación Provincial de Córdoba).

Ermita del Santo Calvario.-
     Planta rectangular con una sola nave central. Capilla lateral derecha y portal cubierto de entrada, dependencias anejas dedicadas a vivienda del santero.
     Todo el conjunto se rodea por muro de piedra con arco de acceso.
     Construcción del siglo XIII, muros con verdugadas de ladrillo y  muro sur en buen estado. Sencilla espadaña que recuerda el uso religioso que tuvo el edificio (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
   
Ermita Virgen de las Angustias.-

     De grandes proporciones, presenta planta de cruz latina con camarín de planta circular tras la cabecera al que se accede por una amplia escalera de dos tramos. La única nave del centro se cubre con bóveda de cañón dividida por arcos fajones que descansan en pilastras muy planas. En la intersección del crucero se levanta una bóveda semiesférica sobre pechinas decoradas con molduras mixtilíneas muy sencillas.            
     El exterior de la ermita, trabajado en mampostería, presenta un solo vano de ingreso situado a los pies del edificio. Este está formado por un arco de medio punto flanqueado por pilastras y rematado por un frontón triangular decorado por pináculos. En eje con la portada se sitúa la espadaña, de un solo vano y rematada igualmente por un frontón circular.
     La ermita de las Angustias se fecha hacia el último cuarto del siglo XVIII, apreciándose el incipiente gusto neoclásico cercano a la producción del arquitecto del obispado Ignacio Tomás quien trabaja por aquellas fechas en la población. El edificio ha sido cedido recientemente al Ayuntamiento de Villafranca para fines culturales, estableciéndose en él una Escuela-Taller que está llevando a cabo su restauración (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Ermita de la Soledad.-
     Construcción del siglo XIV con restauración del XVII, una sola nave de planta rectangular con capilla lateral de estilo barroco, ábside con artesonado, espadaña. El edificio corresponde a una construcción de tipo popular muy reformado a lo largo de los años habiendo perdido su estructura primitiva en la última intervención. Presenta una sola nave dividida en tres tramos y presbiterio, separados por medio de arcos transversales que descargan en contrafuertes exteriores. En el muro del Evangelio se abre una pequeña capilla con bóveda de media naranja sin apenas decoración. El resto del edificio se cubre con estructuras de madera, destacando la del presbiterio compuestas por cuatro paños. Al exterior la entrada principal se encuentra resguardada por un sencillo pórtico que cobija una portada de ladrillo, flanqueada por un baquetón y rematada por un sencillo friso. Destacan asimismo los contrafuertes, el volumen del cuerpo del presbiterio y la sencilla espadaña, colocada sobre el muro de la Epístola.
     La ermita de la Soledad en la actualidad se encuentra sin culto y destinada a fines culturales, se encuentra incluida dentro del Grupo Escolar "Nuestra Señora de la Soledad".                                       
     Como se ha señalado anteriormente desde hace más de 30 años no recibe culto. No obstante anteriormente se veneraba a la Virgen de la Soledad, titular de la ermita, junto a un crucificado que durante la Semana Santa se colocaba a la entrada de la ermita sobre luna piedra. Esta presenta un orificio en el centro donde se introducía la cruz, conservándose en su lugar primitivo.                   
     Restaurada recientemente por el Ayuntamiento y cedida por el Obispado de Córdoba a un grupo escolar para usos culturales (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Triunfo de San Rafael.-

     Este triunfo fue el último en erigirse fuera de la ciudad de Córdoba, curiosamente en la localidad más cercana a ella de todas las que han visto construirse un triunfo al Arcángel.
     Sobre un pedestal cuadrangular de perfiles cóncavos en molinaza (piedra rojiza característica de la arquitectura del Alto Guadalquivir cordobés) se yergue un basamento cuadrangular estrecho con cartelas en sus cuatro lados e inscripciones castellanas en dos de ellas. El basamento lo remata un potente fragmento de entablamento sobre el que se levanta la columna, de basa ática con plinto, fuste acanalado machihembrado en su primer tercio y dos capiteles clásicos esquematizados, dórico y jónico. Un sencillo pedestal prismático sirve de base a la efigie.
     Ésta, apoyada en una nube, presenta la pierna izquierda adelantada, la mirada hacia abajo, lleva en la mano derecha el pez y en la izquierda el bordón de peregrino, que es metálico, mientras que el conjunto está realizado en mármol blanco. 
     Se advierte gran naturalismo en los pliegues de los paños (que ofrecen así gran consistencia), así como preciosismo en las plumas de las alas.
     La construcción de este triunfo de Villafranca data de 1782, aunque la devoción a San Rafael en esta localidad viene a raíz de la epidemia acaecida cuatro décadas antes, en 1741. Se debe a la iniciativa de los caballeros locales D. José y D. Joaquín de Avilés y Herrera, aunque se desconoce al autor o autores de la obra.
     Tras sufrir diversos avatares en el siglo XX (fue destruido en la Guerra Civil; reconstruido años más tarde, un camión lo derribó por accidente), ha sido recientemente restaurado, en 1992, y la imagen actual es obra de los hermanos García Rueda, que tienen su taller de mármoles en Córdoba (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, Ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santuario de María Santísima de los Remedios, Torre del Reloj, Torre de San Miguel, Ermita del Santo Calvario, Ermita Virgen de las Angustias, Ermita de la Soledad, y Triunfo de San Rafael) de la localidad de Villafranca de Córdoba, en la provincia de Córdoba. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia cordobesa.

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