Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el edificio de viviendas para la Cooperativa de Químicos, de Antonio Martínez García, en la calle Antonio Maura Montaner, 5; de Sevilla.
Hoy, 6 de julio (primer sábado del mes de julio) se celebra el Día Internacional de las Cooperativas, así que hoy es el mejor día para ExplicArte el edificio de viviendas para la Cooperativa de Químicos, en la calle Antonio Maura Montaner, 5; de Sevilla.
El edificio de Viviendas para la Cooperativa de Químicos, en la calle Antonio Maura Montaner, 5; se encuentra en el Barrio de Tabladilla-La Estrella, del Distrito Sur.
Este edificio de treinta y dos viviendas de protección oficial grado 1, se construyó en una parcela que se alineaba a la calle Antonio Maura Montaner. Por entonces, la zona aún delataba su pasado eminentemente industrial, estando próxima la Central Eléctrica y Fábrica de Gas que Aníbal González construyera entre los años 1911 y 1915, de la que sólo han quedado las dos naves adosadas de la Central Eléctrica, hoy dando fachada a la actual avenida Bueno Monreal. Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el edificio de Viviendas para la Cooperativa de Químicos, de Antonio Martínez García, en la calle Antonio Maura Montaner, 5; de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.
El edificio de Viviendas para la Cooperativa de Químicos, en la calle Antonio Maura Montaner, 5; se encuentra en el Barrio de Tabladilla-La Estrella, del Distrito Sur.
Este edificio de treinta y dos viviendas de protección oficial grado 1, se construyó en una parcela que se alineaba a la calle Antonio Maura Montaner. Por entonces, la zona aún delataba su pasado eminentemente industrial, estando próxima la Central Eléctrica y Fábrica de Gas que Aníbal González construyera entre los años 1911 y 1915, de la que sólo han quedado las dos naves adosadas de la Central Eléctrica, hoy dando fachada a la actual avenida Bueno Monreal.
Frente al solar donde se edificó este edificio de viviendas para la Cooperativa Nacional de Químicos, casi la totalidad de una amplia manzana la ocupaba la Fábrica para la Comisaría Algodonera del Estado, de José Espiau y Lorenzo Ortiz, realizara entre los años 1924 y 1926, y que fue reformada en la década de los ochenta para su adaptación a Sede Central de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. En la calle Genaro Parladé, esquina a Antonio Maura, se encontraba el Almacén de Maderas para Víctor Ramos Catalina, de Juan Talavera, realizado entre 1927 y 1929, hoy demolido. Al final de la calle y en la misma acera del edificio de viviendas, se situaba la Nave Industrial para "Bidones y Jabonería" para la Compañía Exportadora Española, también de Juan Talavera, construida entre 1937 y 1938 y aún existentes.
La calle Antonio Maura, se unía al final con la calle Cardenal Ilundáin donde también se situaban otras industrias: en la esquina con Antonio Maura, se encontraban los Almacenes y Oficinas para la "Central Siderúrgica S.A." de Ricardo Magdalena Gallifa construida entre los años 1928 y 1932, ya desaparecida; y algo más alejada, en la esquina de Cardenal Ilundáin con Manuel Siurot, los almacenes del Banco Español de Crédito, de Vicente Traver y Tomás, realizada entre 1927 y 1928, de la que sólo quedan algunas partes que se destinaban a viviendas, hoy transformadas en hotel.
Esta zona era conocida como "Tabladilla", y estaba acotada por la avenida Manuel Siurot y la calle Antonio Maura, ambas paralelas. Se completaba con unos ramales de ferrocarril que permitían que la industrias que allí se encontraban, tuviesen conexión directa para la llegada y salida de materiales y mercancías, tanto con la Estación de Cádiz como con el puerto de Sevilla. Uno de estos ramales discurría por la calle Antonio Maura, aún existente en la fecha en que se construyó este bloque de viviendas. La calle Antonio Maura era una de las vías principales de "Tabladilla", desde la que se podía acceder a casi todas las fábricas y almacenes, desde la Central Eléctrica hasta los Almacenes y Oficinas para la "Central Siderúrgica S.A."; su continuación llegaba hasta el complejo hospitalario de García Morato.
A finales de la década de los setenta existía en la zona algunas edificaciones de uso residencial, sobre todo en los bordes del sector: viviendas unifamiliares aisladas dando fachada a la avenida Manuel Siurot y algunos edificios de viviendas colectivas próximos a la línea del ferrocarril Sevilla-Cádiz, que discurría cercano a la medianera de fondo del solar donde se construyó este edificio de viviendas, separando "Tabladilla" del Tiro de Línea.
A principios de los años setenta se habían aprobado las Ordenanzas para el sector de El Porvenir, donde también existían algunos edificios industriales. Desde entonces se empezó a producir una sustitución de uso industrial por residencial, tendiendo a la tipología de bloque aislado en altura. Este fenómeno tuvo su inminente repercusión en le sector de "Tabladilla", con el agravante de no existir una figura de planeamiento que lo regulase: ni Ordenanzas ni Estudios de Detalles. La máxima edificabilidad y la forma de la parcela, por lo general, con poca fachada y gran profundidad, como es característico de las zonas loteadas para el uso industrial, eran los dos factores a considerar en la transformación de la imagen de este trozo de ciudad.
En el momento de construcción de este bloque de viviendas, el paisaje urbano estaba poco definido alternando los almacenes de baja altura y escasa calidad constructiva con edificios residenciales nuevos construidos en parcelas que anteriormente habían estado ocupadas por viviendas unifamiliares aisladas. En la actualidad, en las calles Antonio Maura, Genaro Parladé y Cardenal Ilundáin, dominan las intervenciones de edificios residenciales colectivos de altura media, que progresivamente han sustituido a los viejos almacenes y fábricas de la zona e incluso, edificios de interés como el del rotativo ABC, construido en el año 1956 por Fernando Bariandiarán Alday, incluido en la guía de arquitectura "Sevilla siglo XX" y que se encontraba en la calle Cardenal Ilundáin esquina a Juan de Lara Nieto.
La parcela donde se edifica el edificio Cooperativa de Viviendas de la Asociación Nacional de Químicos de Sevilla, delata este pasado industrial, con escasa fachada a la calle Antonio Maura, gran profundidad y tres medianeras. Su forma rectangular también delata la optimización de la parcelación. La única fachada a la calle se orienta al suroeste.
El proyecto redactado por los arquitectos tomó conciencia de la situación urbana en transformación, diseñando un edificio contundente que intentase imponer orden en la zona. Se muestra esta voluntad, al concentrar la edificabilidad en un único edificio, que garantiza claridad en la propuesta, eludiendo la dispersión que supondría resolver el programa en varias edificaciones. La superficie de la parcela se optimizaba, ofreciendo espacio libre para esparcimiento y otras actividades de ocio a los futuros usuarios de las viviendas. El edificio proyectado sería el más alto en la calle Antonio Maura, aunque no agotaba la altura máxima ya que los autores creían que era poco apropiado diseñar una torre para una zona inmersa en proceso de cambio urbano, lo que habría que entenderlo como una alternativa a la manera de construir el nuevo paisaje urbano de "Tabladilla", al reconocer otra escala, más propia de una ciudad de periferia que opta a un nuevo modelo residencial tanto tipológico como morfológico.
La imagen del edificio también quedó afectada por los condicionantes del lugar, que se tradujo en una expresión formal rigurosa, que determinaría a su vez, el sistema constructivo de las fachadas. La atenuación de la volumetría prismática que impone el edificio laminar, fue acometida mediante una adaptación de los balcones volados a una celosía adosada de hormigón visto y que los autores justificaron como un intento de "recuperación de la preexistencia industrial del solar a través del diseño de un andamiaje exterior que se vinculaba significativamente al uso residencial a través de los modelos constructivos de los edificios de galería" (memoria del proyecto básico y de ejecución).
El edificio Cooperativa de Viviendas de la Asociación Nacional de Químicos de Sevilla, es un bloque lineal de seis plantas de altura. La forma de la parcela, orientada en dirección suroeste-noreste, obligó a que el edificio se situara con sus fachadas principales orientadas al noroeste y sureste. Dentro de la parcela, el bloque se dispuso próximo a la medianera noroeste de la que se separa el espacio suficiente para realizar la entrada peatonal y el acceso al garaje que quedaron divididos mediante una caseta de transformación, que fue diseñada formando parte del conjunto de la intervención.
El sistema de agregación colectivo empleado fue el de caja de escalera, disponiéndose dos viviendas por núcleo y nivel de servicio. La tipología empleada fue "dúplex", con la que se intentaba trasladar a la vivienda colectiva la vivienda unifamiliar de dos plantas que mayoritariamente constituye aún hoy, el tejido residencial histórico de la ciudad. El "dúplex" proyectado, presenta además una articulación a media planta. Esto permitió incorporar a la vivienda dobles espacios a pesar de la reducida superficie a la que han de ajustarse los tipos protegidos. Para conseguirlo, se aprovechó el vacío que obligatoriamente supone el hueco de escalera del "dúplex", favorecido por una distribución que permitió extender este vacío en parte del salón. Todos los tipos quedan perfectamente ajustados al volumen contundente y rotundo del edificio, que no se ve alterado por la variación que supone las entreplantas.
En consecuencia al tipo, el bloque se escalona transversalmente en su interior. Se crea una zona intermedia donde se encuentra la escalera y parte de los servicios. Cada vivienda desarrolla una parte de su programa en dos plantas y la otra parte, en una planta que queda situada entre las dos anteriores. Se estable así una división en vertical del programa de la vivienda, ocupando cada parte, una de las fachadas longitudinales por lo que el cambio de desniveles no impide la necesaria ventilación cruzada de la vivienda. Para completar el bloque, el tipo debía intercambiar el esquema volumétrico en la planta siguiente, alternándose la posición en fachada de la parte que ocupa dos planta. Esto no significó que los salones se orientarán a ambas fachadas longitudinales y la distribución en cada tipo se estudió para que siempre los salones quedaran orientados a la fachada sureste. Así el tipo de planta baja tiene el salón en el primer nivel -fachada sureste- y dormitorios en el seminivel "fachada noroeste- y segundo nivel "de nuevo fachada sureste-. El tipo inmediatamente superior tiene los dormitorios en dos plantas orientados a la fachada noreste y el salón en seminivel, en la fachada sureste. De esta manera, la celosía de hormigón vista adosada a la fachada sureste y que funciona como terraza-balcón, es disfrutada por todos los salones y alternativamente por una planta de dormitorios.
Como tipo especiales quedan el de planta baja, al que se le incorpora un jardín, y los últimos tipos, que se disponen sólo a dos niveles, para evitar que ninguna vivienda tenga dos seminiveles por encima o por debajo del planta por la que se accede a la vivienda. De esta manera, la cubierta del bloque queda también escalonada, siendo de uso comunitario la mitad y la otra, queda como terraza-jardín de las viviendas de la última planta.
El edificio posee un sótano que ocupa todo el bloque y que se destina a garaje y trasteros.
El resto de la superficie de la parcela que quedó libre, se proyectó unos jardines comunitarios y zona pavimentada para ocio de los propietarios de las viviendas. Posteriormente el proyecto incorporó también una piscina aire libre.
Atendiendo a sus características constructivas, el edificio se ejecutó mediante pórticos de hormigón armado. Las fachadas exteriores son de ladrillo visto, material que mejor respondía a la idea de rotundidad y sobriedad que demandaba la zona.
Actualmente el edificio se mantiene en buen estado de conservación y apenas se reconocen al exterior transformaciones que hayan alterado la imagen del bloque. Las terrazas- balcones de celosías de hormigón visto mantienen su estado original en su mayor parte. Siendo un proyecto de promoción privada hay que destacar tanto la imagen del bloque que evita todo tipo de formalismo como el estudio tipológico que los arquitectos desarrollaron de manera brillante, transformando la idea original de la propiedad que deseaba viviendas convencionales en un solo nivel.
El proyecto básico y de ejecución se concluyó en abril de 1979, visándose el documento el tres de mayo del mismo año.
Las obras no comenzaron sin embargo hasta el 10 de agosto de 1981, fecha en el que se firma el "Acta de replanteo e inicio de las obras". La razón de este desfase de algo más de dos años entre proyecto y obra pudo deberse a modificaciones en el proyecto, como fueron el cambio de la cimentación, inicialmente proyectada mediante zapata aislada arriostrada con vigas y muros de contención a pilotis.
Otros cambios que se produjeron respecto al proyecto inicialmente redactado fue una modificación en la posición del cuarto de baño de los tipos y la inclusión de la piscina en la zona ajardinada. Todas estas modificaciones fueron recogidas en un reformado de proyecto que está visado con fecha 14 de julio de 1983. Las obras concluyeron el 6 de junio de 1984, fecha en la que se firmó el certificado final de las obras.
El edificio Cooperativa de Viviendas de la Asociación Nacional de Químicos de Sevilla, se construyó con un presupuesto de edificación de 74.659.717,18 pesetas; 7.016.514,98 pesetas de urbanización y 8.212.572,58 pesetas de instalaciones especiales que se referían a antena colectiva, canalización de telefonía e instalación de gas ciudad.
Este edificio de viviendas colectiva es una de las importantes producciones que en esta materia realizaron durante la década de los años setenta y ochenta del pasado siglo XX los arquitectos Manuel Trillo de Leyva, Juan Luis Trillo de Leyva y Antonio Martínez García. Junto al edificio de "Los Químicos" hay que destacar también el proyecto de 65 viviendas colectivas en Plaza del Pelícano, que construyeron en los años ochenta para el Patronato Municipal de la Vivienda de Sevilla dentro de un programa de actuaciones selectivas y de calidad de vivienda pública que llevó a cabo en el sector de Santa Lucía, encaminadas a lograr la regeneración urbana y social del barrio. Entre 1986 y 1991 estos arquitectos, construyeron en el antiguo solar de Hispano Aviación del barrio de Triana, más de doscientas viviendas de promoción pública, con un proyecto que creaba nuevos espacios urbanos disponiendo varios tipos de edificios que suponían además, una importante diversidad tipológica, bien ajustada a las necesidades del barrio.
A partir de la década de los años noventa se separaron profesionalmente, trabajando en solitario Manuel Trillo de Leyva y en equipo, Juan Luis Trillo y Antonio Martínez. Esta nueva situación no supuso en ninguno de los casos, una disminución de la calidad de los trabajos que desde entonces empezaron a producir. En vivienda colectiva, quedan como ejemplos de esta nueva etapa profesional, la setenta viviendas construidas en calle Amor por Juan Luis Trillo y Antonio Martínez "premio de arquitectura 1994 por el Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía Occidental- y el proyecto de noventa viviendas en Écija de Manuel Trillo "primer premio concurso de proyectos del año 1998, convocado por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía-, que desgraciadamente no llegó a realizarse por cuestiones políticas ajenas al proyecto redactado (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Conozcamos mejor la celebración del Día Internacional de las Cooperativas:
Las cooperativas son reconocidas como asociaciones y empresas a través de las cuales los ciudadanos pueden mejorar sus vidas de manera efectiva mientras contribuyen al avance económico, social, cultural y político de su comunidad y país. El movimiento cooperativo también ha sido reconocido como un actor principal en los asuntos nacionales e internacionales.
El modelo de afiliación abierta de las cooperativas permite el acceso a la creación de riqueza y la eliminación de la pobreza. Esto resulta del principio cooperativo de la participación económica de los miembros: "Los miembros contribuyen equitativamente y controlan democráticamente el capital de su cooperativa". Debido a que las cooperativas están centradas en las personas, no en el capital, no perpetúan ni aceleran la concentración de capital y distribuyen la riqueza de una manera más justa.
Las cooperativas también fomentan la igualdad externa. Como están basadas en la comunidad, están comprometidas con el desarrollo sostenible de sus comunidades, ambiental, social y económicamente. Este compromiso se puede ver en su apoyo a las actividades comunitarias, el suministro local de suministros para beneficiar a la economía local y en la toma de decisiones que considera el impacto en sus comunidades.
A pesar de su enfoque en la comunidad local, las cooperativas también aspiran a llevar los beneficios de su modelo económico y social a todas las personas en el mundo. La globalización debe regirse por un conjunto de valores como los del movimiento cooperativo; de lo contrario, la desigualdad y los excesos crearían sociedades insostenibles.
El movimiento cooperativista es muy democrático, localmente autónomo pero integrado internacionalmente y una forma de organización de asociaciones y empresas por la cual los ciudadanos cuentan con la autoayuda y su propia responsabilidad para alcanzar objetivos no solo económicos sino también sociales y ambientales, como la superación de la pobreza, la obtención de empleo productivo y el fomento de la integración social (Naciones Unidas).
Más sobre la calle Antonio Maura Montaner, en ExplicArte Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario