Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Santa Catalina, Castillo de Bentomiz, Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción -Daimalos-) de la localidad de Arenas, en la provincia de Málaga.
Datos geográficos
Comarca de la Axarquía Costa del Sol
Superficie: 26 km2
Altitud: 416 m
Latitud: 36º 49' - Longitud: -4º 02'
Distancia a Málaga capital: 47'9 km
Datos demográficos
Población: 1.264
Gentilicio: Areneros
Ayuntamiento
Plaza de la Ermita, 17, 29717
952509030 www.arenas.es
Arenas es un típico pueblo de casas blancas y calles estrechas que encierra rincones con encanto andalusí. La villa se extiende a los pies de un cerro sobre el que se levantó una de las fortalezas musulmanas más importantes de la zona. Sus restos, junto a otras muestras de la arquitectura árabe, hacen que Arenas forme parte de la Ruta Mudéjar de la Axarquía.
Situada en la falda del cerro de Bentomiz, y dominada por otras elevaciones, como los cerros de Daimalos, el Alto, Beas y los Guanos, esta localidad atesora el esplendor de un pasado convertido en presente, gracias a la continuidad de sus tradiciones. El casco urbano se desarrolla siguiendo unas premisas comunes para todas las poblaciones de este entorno, adaptación a la abrupta orografía del terreno, dando lugar a desniveles, y por ende, al tratamiento en altura de sus edificaciones, lo que le confiere un especial atractivo a nivel paisajístico. El nombre procede por deformación de El Arenal, nombre de la alquería que originó esta villa y que hace referencia a los aportes de arena y grava fina que el río Seco depositaba a su paso por ella. El castillo de Bentomiz se ubica en el cerro del mismo nombre, y buena parte de la historia de esta población gira en torno a la fortaleza. Fue primero fortificación de época íbera, reforzado después por los romanos como castellum para defensa de las plazas costeras y los árabes le dieron su configuración definitiva, especialmente en el siglo XI. Se trata de una construcción realizada en fábrica de mampostería, que conserva importantes fragmentos del recinto, y un baño de época romana (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Datos geográficos
Comarca de la Axarquía Costa del Sol
Superficie: 26 km2
Altitud: 416 m
Latitud: 36º 49' - Longitud: -4º 02'
Distancia a Málaga capital: 47'9 km
Datos demográficos
Población: 1.264
Gentilicio: Areneros
Ayuntamiento
Plaza de la Ermita, 17, 29717
952509030 www.arenas.es
Arenas es un típico pueblo de casas blancas y calles estrechas que encierra rincones con encanto andalusí. La villa se extiende a los pies de un cerro sobre el que se levantó una de las fortalezas musulmanas más importantes de la zona. Sus restos, junto a otras muestras de la arquitectura árabe, hacen que Arenas forme parte de la Ruta Mudéjar de la Axarquía.
A escasa distancia del pueblo, en la pedanía de Daimalos encontrarás algunos de los enclaves de obligada visita en este municipio. Entre ellos, una curiosa fuente que pondrá a prueba tu superstición.
La iglesia parroquial de Santa Catalina Mártir, del siglo XVI, es el monumento más sobresaliente de Arenas. Fue construida sobre una antigua mezquita de la que se conserva el alminar. Este templo de estilo mudéjar sufrió en 1926 un devastador incendio, en el que ardieron el retablo renacentista y el artesanado de la cubierta. Fue necesaria una costosa rehabilitación.
Coronando el cerro bajo el que se asienta la villa se hallan las ruinas del Castillo de Bentomiz. Funcionó como fortaleza hasta 1487 y sirvió de refugio a los moriscos sublevados en el siglo XVI. En la actualidad, se pueden ver los restos de una torre ochavada, varias cámaras y parte de los muros exteriores. Desde su emplazamiento se obtienen unas formidables panorámicas.
En la entrada de este pueblo de la comarca de la Axarquía, hay un mural de cerámica del artista Virgilio González y un antiguo molino de aceite, esencia de la gastronomía local.
En la pedanía de Daimalos, su fuente del siglo XII permanece como recuerdo del pasado árabe de estas tierras. También de la época de la dominación musulmana es el alminar que sirve de campanario a la iglesia de la Concepción, de estilo mudéjar, que está catalogada como Bien de Interés Cultural.
Muy cerca se localiza la fuente Perdida o fuente del Amor, llamada así porque quien bebe de sus aguas encuentra pareja. O al menos eso dice la leyenda (Diputación Provincial de Málaga).
Iglesia de Santa Catalina Se ubica en el centro de la población. Arévalo de Zuazo, en las visitas de 1571 y 1574 tras la rebelión de los moriscos, comenta que la iglesia estaba bien, y que los moriscos sólo quemaron las puertas. Es obra del siglo XVI, aunque seriamente dañada tras el incendio sufrido en 1926. Tiene una sola nave con armadura de tirantes y lazo, interpretados en clave contemporánea. Se ha conservado el alminar, vestigio de la primitiva mezquita, integrado como torre campanario; de planta rectangular con machón en el centro, está construido en ladrillo con piedras planas, cruzadas por dos hiladas de ladrillo, y es similar a los alminares de Salares, Arenas, Daimalos y Corumbela, por la influencia que ejercieron los meriníes durante el control del Norte de África.
En la sacristía se conservan dos piezas de interés, una escultura policromada del siglo XVIII, de la Virgen, y una custodia con el viril repujado, de 1776 (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Tiene una sola nave cubierta con armadura con tirantes y lazo, fruto de una reconstrucción en 1.940. Se conservan restos de la antigua torre de ladrillo, cuadrada y con machón central, que era el alminar de la antigua mezquita, pero tuvo que ser desmochada por peligro de derrumbamiento. El artesonado se reprodujo después del incendio y está bien ejecutado. En la parte izquierda se encuentra la sacristía, donde se adosó otro cuerpo para centro parroquial.
En su parte derecha se sitúa la torre, y otra edificación adosada de mala ejecución que desvirtúa el cuerpo principal.
Pequeña iglesia de tipo mudéjar levantada en el siglo XVI y prácticamente destruida en 1926 como consecuencia de un incendio (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Levantada sobre la antigua mezquita, esta iglesia de estilo mudéjar fue erigida en el siglo dieciséis. En 1926, un incendio devastó el inmueble, por lo que tuvo que afrontar una costosa reconstrucción. Además de esta reconstrucción, esta iglesia fue renovada de forma importante entre los años 1940 y 1944. En el exterior de esta iglesia destaca la torre-alminar de planta cuadrada, levantada en dos cuerpos, aunque originariamente tenía tres, pero se modificó tras las reformas de 1927 a causa del mencionado incendio. El segundo de los cuerpos se abre con arcos de medio punto (Diputación Provincial de Málaga).
El castillo de Bentomiz se ubica en el cerro del mismo nombre, y buena parte de la historia de esta población gira en torno a la fortaleza. Fue primero fortificación de época íbera, reforzado después por los romanos como castellum para defensa de las plazas costeras y los árabes le dieron su configuración definitiva, especialmente en el siglo XI. Se trata de una construcción realizada en fábrica de mampostería, que conserva importantes fragmentos del recinto, y un baño de época romana (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
El castillo de Bentomiz está ubicada en una meseta irregular situada a 709 metros sobre el nivel del mar.
Tipológicamente puede compararse con las fortalezas de Montemayor, Archidona y Zaila, debido al doble recinto y su asentamiento topográfico de trazado irregular, aunque Bentomiz se diferencia en técnicas y materiales. Existe cierta semejanza entre el aljibe de Bentomiz y el que se encuentra en la Alhambra de Granada, debajo del Palacio de Carlos V.
Se registran elementos arquitectónicos, técnicas y métodos de construcción propios de distintas fases de ocupación.
La utilización de diversas técnica constructivas con mampostería en diferentes formas, así como tapial, abre el arco cronológico, desde época califal hasta la revuelta morisca de 1570 en que todavía permanece activo.
La fortaleza está dividida en dos amplios recintos, el primero de ellos es el más elevado y está protegido por gruesos muros que descansan sobre torres cuadradas, una de ellas hexagonal, que posee en su interior dos aljibes de una sola nave con bóveda de cañón. El segundo, de mayores dimensiones, bordea la meseta con un grueso muro reforzado por torres, alguna de las cuales conservan aún la merlatura. Alberga también dos grandes aljibes que en su día tuvieron bóvedas de crucería. Cabe destacar la desaparición de grandes lienzos de muros en ambos recintos, algunas torres y habitáculos interiores. Así mismo han desaparecido las estructuras de las entradas a la fortaleza, tanto la occidental como la oriental. Se observan algunos elementos ajenos a la construcción, como un grupo de casas adosadas al muro norte del segundo recinto, viviendas utilizadas hasta hace poco tiempo. En el recinto residencial y aprovechando su máxima altitud se ha instalado una caseta que contiene el repetidor de televisión.
Se trata de uno de los castillos más grandes de la provincia de Málaga. Al parecer, podría tener su origen en la fortificación romana, pero la arquitectura llegada hasta nosotros presenta una indudable adscripción a las construcciones andalusíes. Su estratégica situación permitía controlar una amplia zona de la Axarquía hasta el mar, ubicación de donde procedería el topónimo Bentomiz. Durante mucho tiempo se relacionaba con los topónimos cercanos de procedencia árabe con el sufjo ben-, que indicaba un origen clánico, pero otras interpretaciones, más recientes, encuentran el origen en el vocablo latino montemar, alusivo a la cumbre desde la que se divisa el mar, que, como en otros lugares de fuerte romanización, sería conservado por los musulmanes, derivando posteriormente a Bentomiz.
Bentomiz formaba un triángulo defensivo con los Castillos de Comares y Zalia. Las primeras noticias históricas son del siglo XI, recogidas en las memorias de Abd-Allah. Posteriormente, Ibn al-Jatib lo definirá como una de las principales fortalezas de la Kura de Rayya. Todo parece indicar que Bentomiz jugó un papel importante en la revuelta de Umar ibn Hafsun contra el estado Omeya al ser ésta una región en la que existía una abundante población mozárabe. Años después, el mencionado rey de Granada, Abd-Allah nos recuerda la importancia militar de Bentomiz, pues en el 1082, cuando se dirigía a tomar Málaga y se encontraba en las inmediaciones de la ciudad tuvo que regresar, dado que Bentomiz podría cortarle las comunicaciones. Obligado a negociar con los habitantes del castillo, conocemos por sus memorias que una vez entregado demolió parte de las fortificaciones. La influencia de los africanos durante los siglos XII y XIV fue importante en esta zona de la Axarquía. Las guerras civiles que caracterizaron el final de la presencia islámica en España, convirtieron este castillo en una pieza clave en la estrategia de los bandos contendientes, así cuando los Reyes Católicos sitiaron Vélez-Málaga la toma de Bentomiz se hacía indispensable para mantener el asedio. Finalizada la guerra de Granada, Bentomiz servirá para controlar una zona de abundante población morisca, que demostrará su importancia militar cuando se produzca la rebelión de los moriscos de 1570. A partir de ésta fecha, comienza para el castillo un periodo de abandono que lo ha llevado al estado de ruina en el que se encuentra (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Es uno de los castillos más grandes de la provincia. Su ubicación permite una amplia vista de la Axarquía y hacia el mar. Jugó un papel importante en el s. IX durante la revuelta de Ibn Hafsun contra el estado cordobés y también en siglos sucesivos. Está constituido por dos grandes espacios, la ciudadela, ocupando la zona más elevada en la parte norte, y otro recinto de mayores dimensiones para albergar a la población y al ganado en momentos de peligro.
El paisaje urbano de Arenas es típicamente andaluz, con calles estrechas, empinadas, casas encaladas, pintorescas: puro legado andalusí. Se encuentra próximo al mar, rodeado de montes costeros, como el de Bentomiz, de fuertes pendientes y bellísimas vistas sobre el litoral y la comarca de la Axarquía. Este monte toma su nombre de un castillo que en tiempos tuvo gran importancia como enclave militar. Formaba un importante triángulo defensivo junto con los castillos de Comares y Zalia.
Es uno de los castillos más grandes de la provincia. Su ubicación permite una amplia vista de la Axarquía y hacia el mar. Jugó un papel importante en el s. IX durante la revuelta de Ibn Hafsun contra el estado cordobés y también en siglos sucesivos. Está constituido por dos grandes espacios, la ciudadela, ocupando la zona más elevada en la parte norte, y otro recinto de mayores dimensiones para albergar a la población y al ganado en momentos de peligro.
Tipológicamente puede compararse con las fortalezas de Montemayor, Archidona y Zalia, debido al doble recinto y a su asentamiento topográfico de trazado irregular, aunque Bentomiz se diferencia de los otros en técnicas y materiales. Existe cierta semejanza entre el aljibe de Bentomiz y el que se encuentra en la Alhambra de Granada, debajo del Palacio de Carlos V (Diputación Provincial de Málaga).
DAIMALOS
Al noroeste de la provincia de Málaga, en la sierra Almijara, se encuentra Daimalos, una pequeña población de apenas 50 habitante perteneciente al municipio de Arenas, cuyos caldos le dan fama. Su dificultoso acceso y ubicación, enquistado en la roca, le permite presentar un paisaje arquitectónico desigual, pero bien consolidado, que se extiende por la ladera del monte, adaptándose perfectamente a él. La palabra Daymas aparece por primera vez en las Crónicas de los Reyes de Castilla, y podría interpretarse dicho espacio como una alquería. Su pasado está estrechamente vinculado con los meriníes, grupo del norte de África que dejó una huella importante en muchos pueblos de esta comarca, como así lo confirma la presencia de su alminar, reconvertido posteriormente en campanario de su iglesia. Participó, como la mayoría de las villas y ciudades de la Axarquía, en la rebelión de las Alpujarras, lo que significó la desaparición de su poblamiento morisco, sustituyéndose por nuevos pobladores cristianos. Además de su alminar, considerado el más arcaico de la época meriní, conserva una fuente árabe, también del siglo XII (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006). Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción
Erigida como parroquia en 1505 y confirmada en 1510, tenemos noticias sobre su estado a través de las breves relaciones de D. Francisco Arévalo de Zuazo, quien en 1571 señaló que la iglesia estaba entera pero sin puertas, y en 1574 menciona que estaba servida por el beneficiado de Arenas y que tenía ornamentos.
Erigida como parroquia en 1505 y confirmada en 1510, tenemos noticias sobre su estado a través de las breves relaciones de D. Francisco Arévalo de Zuazo, quien en 1571 señaló que la iglesia estaba entera pero sin puertas, y en 1574 menciona que estaba servida por el beneficiado de Arenas y que tenía ornamentos.
Tiene una nave, con la cabecera plana, y el presbiterio elevado mediante gradas. El interior es de una gran sencillez, aunque, con motivo de obras de remodelación, realizadas en 1998, se descubrieron sus pinturas murales, con motivos arquitectónicos y figurativos, de gran efectismo formal y colorista, realizadas en 1704, que debían darle un aspecto bien diferente. Sólo se han consolidado las que quedaron a la vista con motivo de las obras de la armadura. La nave se cubre con armadura de par y nudillo, con almizate rectangular, decorada con azafates geométricos, que apoyan sobre canes de lóbulos, y restaurada en los últimos años. La fachada se formaliza con arco de medio punto, rematado por un frontón triangular con pequeño óculo en el vértice. La torre, de planta cuadrada y cuatro cuerpos de altura desigual, separados por destacadas impostas, se construyó en fábrica de ladrillo, hoy encalada. Su franja de arquillos apuntados y ciegos, puede relacionarse con el almiinar de la parroquia de Arenas.
Conserva esta iglesia la sencilla pila bautismal de mármol del siglo XVIII, con soporte en forma de columna, situada junto al acceso a la torre (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Es una iglesia de una sola nave, con una capilla y torre campanario en el ala derecha, a la que posteriormente se le ha añadido el cuerpo de la sacristía en el ala derecha. Está construida sobre los restos de una antigua mezquita.
Lo más interesante es la torre, construida sobre el alminar primitivo. La nave de la iglesia está cubierta con armadura de par y nudillo, con un artesonado realizado posteriormente, de ejecución mudéjar.
En el exterior destaca la torre de ladrillo y mampostería, cuadrada y con un machón central, que se estructura en cuatro cuerpos separados por impostas; en el segundo, presenta cuatro arquillos apuntados y ciegos, y en el centro de campanas, arcos de medio punto. Esta torre es un alminar conectado con otros de la zona.
En la intervención del interior del templo, desde hace algunos años ha quedado al descubierto, parcialmente, unas interesantes pinturas murales datadas hacia 1710, según la fecha que consta en uno de los fragmentos.
Durante el siglo XIII la Sierra de Bentomiz formó parte del control y dominio que ejercían los meriníes desde el Norte de África, procedentes de Marruecos, y tras la extinción del imperio almohade llegan a Málaga en 1227, llamados por los granadinos, tomando algunas fortalezas que conservan hasta finales de ese siglo, observándose algunos préstamos artísticos como el alminar de esta iglesia al mostrar la fachada decorada, dejando libres sólo las esquinas, según modelos similares entre los alminares de Tremecén y Túnez. Posteriormente este alminar se convertirá en una excelente torre cristiana, tras la organización de la diócesis de Málaga, transformándose la terraza desde la que se asomaba el almuédano en un cuerpo cuadrangular rematado en punta. Después de la conquista de Málaga en 1487, los Reyes Católicos quisieron que los pueblos arrebatados al musulmán pasaran a formar parte de las diócesis ya creadas. Lo que en un primer momento iba a suponer el incremento excesivo de algunas de estas diócesis, rápidamente quedó truncado al forzar los propios reyes al papa Julio II para que permitiese el establecimiento de la nueva sede episcopal malacitana, según Bula papal de 1510. Con todo esto se pretendía ampliar la presencia de nuevos templos en los lugares más despoblados.
Estas empresas constructivas, como la que corresponde a Daimalos se realizaría en breve espacio de tiempo, a juzgar por lo escueto de la edificación, presentando unos rasgos que permiten continuar con este seguimiento histórico, como es la morfología de su estilo. Las muestras de pintura mural datadas en 1704, por la cartela que hay en la parte superior nos confirma el alcance de estas reformas que se materializó no sólo en la renovación de su arquitectura, sino también en una vasta decoración, que resignificaba todo el espacio (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
El alminar árabe de Daimalos, que data del siglo trece, es de dos cuerpos y se convirtió en el campanario de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. El alminar es uno de los más antiguos de España, mucho más antiguo que los de los municipios vecinos de Árchez, Corumbela y Salares, y hermano gemelo del que existía en el pueblo de Arenas. El interior del Alminar es muy estrecho, ya que solo permití el paso del almuecín. La Junta de Andalucía lo declaró Bien de Interés Cultural en 2004 (Diputación Provincial de Málaga).
Más sobre la provincia de Málaga, en ExplicArte Sevilla.
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