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lunes, 3 de noviembre de 2025

Un paseo por la calle Campo de los Mártires

     Por amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Campo de los Mártires, de Sevilla, dando un paseo por ella
     Hoy, 3 de noviembre, es la Memoria Obligatoria de Todos los Santos Hispalenses, así que hoy es el mejor día para ExplicArte la calle Campo de los Mártires, de Sevilla, dando un paseo por ella.
     La calle Campo de los Mártires es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en el Barrio de la Calzada, del Distrito Nervión; y va de la calle Alberto Durero, a la calle Santa Juana Jugán
      La  calle, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta.
     También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     Un padrón de 1742 habla del Prado, otro de 1790 del "frente de casas que dan al Prado", porque constituía el borde del Prado de Santa Justa junto al arroyo Tagarete. En la reforma general del nomenclátor de 1859 recibió el que actualmente conserva porque, según la tradición, allí fueron martirizados los primeros cristianos, entre ellos Santa Justa y Santa Rufina.
     En el s. XVII se inició la construcción de un arrabal hacia el lado de levante de la ciudad y detrás del arroyo Tagarete. Sus principales ejes eran la Calzada de la Cruz del Campo (actual Luis Montoto) y Campo de los Mártires, que confluían a la altura de la alcantarilla de las Madejas; entre ambos y a modo de cuña se desarrolló el posteriormente conocido como barrio de la Calzada. Ocasionalmente, entre 1775 y 1876, algunos documentos aluden al Barriesuelo, Barresuelo o Barrezuelo, en referencia a la Cal­zada. Este barrio se va a originar en torno al monasterio de Santo Domingo de Silos, más tarde denominado de San Benito, fundado en la Baja Edad Media, relativamente alejado de la ciudad por el lado de levante. No hay noticias ciertas sobre los primeros asentamientos de carácter urbano en este arrabal, más aun cuando las primeras referencias a los vecinos de la Calzada aparecen confundidas con las del barrio de San Roque, a cuya parroquia pertenecían. En los padrones del s. XVII (1665) se recogen algunas de las calles de este barrio, y en los principios del s. XVIII figura la mayor parte de ellas. A mediados de siglo (1742) se impone con claridad en la documentación la diferencia­ción entre el barrio de San Roque y el de la Calzada, que prueba la consolidación de este último arrabal, separado del anterior por el curso del Tagarete. Pero todavía cuan­do en 1784 Arana de Varflora describe los arrabales de Sevilla, habla del de "San Roque o la Calzada", e indica que los limites eran "desde la puerta del Sol a la de Carmona, y desde ésta hasta la Cruz del Humilladero, llamada vulgarmente Cruz del Campo". El trazado del tendido ferroviario en la década de 1850 creó una nueva barrera entre la ciudad y la Calzada, acentuándose aún más su marginalidad.
     Hasta fecha reciente la Calzada ha tenido un azaroso destino, directamente motivado por las continuas inundaciones o riadas a las que el barrio quedaba sometido como consecuencia del desbordamiento del Tagarete o el embalsamiento de aguas putrefactas en el Prado de Santa Justa que a su vez eran el origen de la propagación de epidemias y fiebres en el barrio. El informe emitido por cuatro médicos comisionados por la Real Sociedad de Medicina para estudiar los barrios más afectados por las inundaciones en 1785 es bien elocuente: "...Pasamos los socios comisionados al examen de los enfermos existentes en los barrios de San Roque, la Calzada y San Bernardo...decimos: Que la enfermedad reinante son tercianas, alguna fiebres sinochal y viruelas en muy pocos. Aunque la causa general existe en la atmósfera, o aire que inspiramos, saturado de los cuerpecillos mal sanos que contiene, se nota que en los barrios o paraxes que estuviesen inundados y, lo que es más, inmediatos a los sitios por donde corren aguas impuras o están detenidas por no darles curso, abundan más los enfermos y aún se hace más rebelde su curación..." (Sec. 5, t. 98). Pobreza y epidemia eran las más veces sinónimos, y la Cal­zada ha sido siempre un barrio habitado por población pobre y trabajadora, que vivía, y todavía continúa viviendo, hacinada en corrales de vecinos; un documento de 1773 habla de "gente pobre y miserable"; otro de 1804 indica que en él vivían un buen número de obreros de la fabrica de tabacos, y en otro de 1736, al hablarse de la epidemia que padece el barrio, indica que son "tercianas benignas, no contagiosas, ocasionadas por la miseria...". Esta situación se reiteraría a lo largo de los siglos XVIII, XIX e incluso XX, hasta que el barrio ha quedado definitivamente defendido con la canalización del Tagarete.
     Los primeros planos históricos que recogen este arrabal (plano de Álvarez Benavides, 1868) muestran la existencia de una serie de manzanas de casas edificadas entre huertas, carentes de planificación, a lo largo del camino del Campo de los Mártires y de la Calzada de la Cruz del Campo. Al menos desde la fecha en que se dispone de constancia cartográfica, se pueden individualizar dos unidades dentro de esta barriada periférica: las manzanas construidas a lo largo del Campo de los Mártires y las que se desarrollan en la Calzada de la Cruz del Campo; la iglesia de San Benito se constituye en nexo de unión entre ambos sectores, mientras que es la Huerta de San Benito la que los separa. A partir de la situación reflejada en el plano de Álvarez-Benavides, se asiste a la lenta consolidación urbana de la Calzada, pero manteniéndose prácticamente hasta la actualidad sus principales elementos constitutivos. Puede decirse que hasta mediados del s. XX el barrio apenas sufre modificaciones ni en su trazado viario, ni en su tipología edificatoria constituida básicamente por corrales de vecindad; entonces se abre la actual avenida de Kansas City, se prolongan Mallén y Céfiro, y se empiezan a construir bloques de viviendas, bien entre medianeras, bien exentos, que sí alteran sustancialmente la morfología tradicional. Pero también se mantienen, sobre todo en la zona entre el ferrocarril y la nueva avenida, espacios sin definir urbanísticamente, y con claro carácter y usos marginales. Simultáneamente se asiste a un progresivo deterioro del barrio, que a raíz de la riada de 1961 se convierte en irreversible y que propició su abandono. Sin embargo, todavía hoy se conservan corrales de vecinos habitados en la zona de Campo de los Mártires, Lictores, y Jesús Presentado al Pueblo; es decir, la mas próxima a la vía ferroviaria, mientras que se han derribado manzanas completas en distintas zonas del barrio.
     El Plan General de Ordenación Urbana de 1987, dentro del cual se está desarrollando el denominado Plan Especial la Calzada, está suponiendo una profunda reordenación del arrabal histórico al que el plan especial afecta en buena parte. Los elementos determinantes de esta remodelación son: la ubicación de la nueva estación de ferrocarril de Santa Justa en las inmediaciones de la Calzada, la depresión de la línea ferroviaria a partir de ese punto, la construcción de una nueva avenida de circunvalación, transversal a Luis Montoto y Eduardo Dato, y la desaparición del tendido ferroviario que todavía hoy va paralelo a Campo de los Mártires. A partir de estos elementos se va a producir también una renovación y rehabilitación de las zonas mas deprimidas del barrio. En el momento actual se mantiene en cierto modo la diferencia entre los dos sectores que ha sido comentada: el sector más deteriorado se conserva en Campo de los Mártires y Lictores; en cambio, se ha producido una renovación de la edificación a lo largo de los ejes de Céfiro y Mallén. La zona central, constituida por la actual avenida de la Buhaira, San Florencio y plaza del Sacrificio, se encuentra demolida y sobre ella se traza la nueva avenida sobre el túnel ferroviario. Por tanto, quizás ahora más que en ningún otro momento en la historia de este barrio, las diferencias entre ambos sectores son más acusados, tanto desde el punto de vista socioeconómico como urbanístico.
     Como se ha indicado más arriba, Campo de los Mártires, constituye uno de los ejes que delimitan la Calzada y sobre el que se ha apoyado su formación. Así pues, la cartografía histórica muestra su trazado como el de una vía relativamente larga, de disposición curvilínea, con un arrecife marcado por una hilera de árboles y totalmente abierta en uno de sus lados hacia el curso del Tagarete y el tendido ferroviario. El "frente de casas" que mencionaba el padrón de 1790, son edificaciones aisladas de casas de vecindad entre huertas, y hasta principios del s. XX no se completará la edificación de esta acera con la construcción de una fábrica de corcho sobre los terrenos de la Huerta el Bosque. En 1914 se construyó en medio de la calle una fuente y un abrevadero, que confirman el carácter escasamente urbano de este núcleo. En 1915 se aprobó su adoquinado, pero no se llevó a efecto hasta 1920, fecha en la que también se construyeron las aceras, y en 1943 el alumbrado eléctrico sustituyó al de gas. 
     Paralelamente, el crecimiento demográfico que comienza a experimentar la ciudad provocó una fuerte presión sobre los terrenos vacíos que quedaban en esta calle, registrándose en la década de 1910 numerosas peticiones de cooperativas y sociedades de casas baratas para obtener cesión gratuita de terrenos: la sociedad la Familia Obrera, los Constructores del Hogar, la Colonia de Periodistas, la Sociedad Obrera la Laboriosa, la Colonia de Obreros Eventuales de Fábricas Militares,... figuran entre las entidades demandantes de terrenos. Parte de estas peticione fueron atendidas y se construyó una manzana de casas, la Laboriosa, al final de la calle, que junto con una fábrica de aceitunas construida también en los años veinte, cerraron Campo de los Mártires por su extremo norte; asimismo se construyó por vez primera una manzana en la acera impar Con todo, en uno de sus expedientes de cesión gratuita de terreno el Ayuntamiento advierte que "a pesar de la expresada cesión, no queda obligado por ella el Excmo. Ayuntamiento a rellenar las calles de nueva formación... cuya obra de mejora se hará cuando el Municipio lo tenga a bien y su presupuesto y condiciones económicas lo permi­tan" (Sec. 10. 4-X-1912). Estos edificios ni siquiera fueron dotados de alcantarillado, originándose graves problemas higiénicos poco después. Como consecuencia de la remodelación general a la que esta calle se encuentra sometida dentro del Plan Especial la Calzada, la pavimentación está levantada y parte de los edificios demolidos, entre ellos, al final de la calle, la barriada de la Laboriosa y las fábricas de corcho y aceituna, de forma que hay una gran explanada delante de la estación de Santa Justa. La edificación que permanece en pie son, en su acera derecha, algunas viviendas de vecindad de dos plantas, muy degradadas, o naves industriales, la mayor parte cerradas; en la acera impar se conservan habitadas, pero también muy degradadas, las casas de alquiler de dos y tres plantas construidas en los años veinte y treinta. El plan especial en ejecución prevé la demolición de estos edificios, una nueva alineación, que supondrá la desaparición de la calle Atanagildo y el ensanche de Jesús Presentado al Pueblo y la formación de tres nuevas manzanas alineadas en la acera impar [Josefina Cruz Villalón, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].          
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Campo de los Mártires, de Sevilla, dando un paseo por ella. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

La calle Campo de los Mártires, al detalle:
Centro de Recursos Educativos "Luis Braille" - ONCE

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