Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Iglesia de la Santísima Trinidad, Iglesia del Espíritu Santo, Ermita del Calvario, Ermita de San José, Iglesia del Asilo del Santo Cristo de los Remedios, Torre de las Monjas, Casa-Museo de Alfonso Ariza, Torreón del Castillo, y Museo de la Cerámica) de la localidad de La Rambla, en la provincia de Córdoba.
La gracia sevillana de sus barrocas torres le da a la Rambla un leve aire ecijano. Pero sin despreciar sus monumentos, esta población campiñesa es famosa por su blanca alfarería tradicional -cuyos botijos refrescan los veranos de media España- y por su pujante industria alfarera. Y es que el oficio no se improvisa: en La Minilla han aparecido vasos campaniformes moldeados hace cuatro milenios por los primeros rambleños.
Aunque de origen islámico, las primeras noticias fehacientes son a partir de su conquista por San Fernando, entre 1240 y 1241. La población crecerá en torno al castillo, sometida como villa de realengo a la jurisdicción de Córdoba. En 1647 Felipe IV la eximirá de la dependencia de la capital, y en 1652 el propio monarca la entregará al Conde Duque de Olivares. En 1677, su heredero, el marqués del Carpio, venderá la villa a los marqueses de Almodóvar, y así permanecerá hasta la abolición del régimen señorial. Del recinto amurallado, probable obra islámica de los siglos XI-XII, quedan algunos muros y una torre (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
La gracia sevillana de sus barrocas torres le da a la Rambla un leve aire ecijano. Pero sin despreciar sus monumentos, esta población campiñesa es famosa por su blanca alfarería tradicional -cuyos botijos refrescan los veranos de media España- y por su pujante industria alfarera. Y es que el oficio no se improvisa: en La Minilla han aparecido vasos campaniformes moldeados hace cuatro milenios por los primeros rambleños.
Villa situada al suroeste de la provincia, a 4 Km. de la N-331.
Distancia a Córdoba: 41 Km.
Altitud: 325 m.
Extensión: 134,4 Km2
Habitantes: 7.410.
Gentilicio: Rambleños.
Aunque se desconoce su topónimo, existió una población romana que fue amurallada a finales de época republicana. Los árabes le dieron su actual nombre al-Ramla, que significa arenal. En 1480 la tenencia de su castillo fue otorgada a Gonzalo Fernández de Córdoba, el futuro Gran Capitán. El 6 de febrero de 1521 La Rambla vivió una jornada de protagonismo histórico, al reunirse en ella las ciudades anticomuneras de Andalucía, que redactaron un manifiesto en contra de las Comunidades de Castilla y en apoyo de Carlos I, gesto de fidelidad que le valió del rey el privilegio de nombrar procuradores en Cortes. La Rambla era villa de realengo perteneciente a la jurisdicción de Córdoba. En 1647 Felipe IV le permite nombrar alcalde mayor, pero cinco años más tarde la entrega al Conde Duque de Olivares, cuyo heredero, el marqués de El Carpio, la vende en 1677 a los marqueses de Almodóvar, más tarde señores de La Rambla.
Oficina de Turismo de La Rambla
+34 957 682 712
http://www.larambla.es (Diputación Provincial de Córdoba).Aunque de origen islámico, las primeras noticias fehacientes son a partir de su conquista por San Fernando, entre 1240 y 1241. La población crecerá en torno al castillo, sometida como villa de realengo a la jurisdicción de Córdoba. En 1647 Felipe IV la eximirá de la dependencia de la capital, y en 1652 el propio monarca la entregará al Conde Duque de Olivares. En 1677, su heredero, el marqués del Carpio, venderá la villa a los marqueses de Almodóvar, y así permanecerá hasta la abolición del régimen señorial. Del recinto amurallado, probable obra islámica de los siglos XI-XII, quedan algunos muros y una torre (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
Es esta una notable población con muy buenos edificios barrocos, como la iglesia de la Asunción o la torre de las Monjas (Rafael Arjona. Guía Total, Córdoba. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2009).
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.- Su construcción corresponde al primer tercio del siglo XVI, con intervención de destacados maestros, como Hernán Ruiz el Viejo, autor de la portada de los pies, fechada en 1530. En el siglo XVIII experimentó una importante reforma, realizada entre 1788 y 1800 bajo la dirección del maestro Juan Hidalgo Palomero. La planta es de tres naves y capillas; la central lleva bóveda de cañón y las laterales de arista, mientras que en la cabecera se recurre a la bóveda de horno.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.- Su construcción corresponde al primer tercio del siglo XVI, con intervención de destacados maestros, como Hernán Ruiz el Viejo, autor de la portada de los pies, fechada en 1530. En el siglo XVIII experimentó una importante reforma, realizada entre 1788 y 1800 bajo la dirección del maestro Juan Hidalgo Palomero. La planta es de tres naves y capillas; la central lleva bóveda de cañón y las laterales de arista, mientras que en la cabecera se recurre a la bóveda de horno.
Adorna el presbiterio un templete actual con sagrario manifestador de mediados del XVIII, que cobija un Crucificado de hacia 1700. Por encima cuelga un lienzo de la Inmaculada, inspirado en modelos murillescos. A los lados del templete hay dos cuadritos con escenas de la vida de San Pedro, y por detrás y en el alto, hay una tribuna y un órgano del siglo XIX. De los muro laterales del presbiterio cuelgan dos lienzos anónimos de hacia 1650, que representan a Santa Marina y a Judith decapitando a Holofermes. Hay además cuatro columnas salomónicas y dos estípites colocados sobre peanas, procedentes del antiguo retablo desaparecido.
En los pilares de la nave central se disponen repisas para imágenes; en las del presbiterio están Santa Ana con la Virgen, y San José con el Niño, tallas de hacia 1620, anónimas de taller sevillano. Le siguen Santa Catalina de Siena y Santa Lucía, en el lado de la izquierda, y San Juan Bautista y la Virgen con el Niño en el de la derecha, de distinta época y procedencia. Cierra la nave, sobre el cancel, una pintura en medio punto de San Lorenzo, de hacia 1700. Por los muros del templo se disponen lienzos de un Apostolado de cuerpo entero, fechable en el XVIII.
La cabecera de la nave izquierda la ocupa la capilla del Sagrario, construida entre 1759 y 1775, decorada con yeserías, obra de los artífices Antonio Cabello y Pedro de Mena Gutiérrez. Se adorna con un templete de estuco policromado y estética neoclásica, trazado por Miguel Verdiguier en 1773. Al centro se dispone el Sagrario, de madera y plata, contrastado en 1773 por Martínez; por encima se halla la imagen de Cristo partiendo el pan, rematando con el Ojo Trinitario entre ángeles. A los lados, sobre peanas de nubes, aparecen la Fe y la Iglesia. En los muros laterales hay dos óvalos con los Apóstoles en la Sagrada Cena, dispuestos seis a cada lado, al modo bizantino; toda la imaginería es también obra de Verdiguier. En el muro derecho hay un lienzo con la Aparición de la Virgen a San Cayetano.
Ya en la nave, puede verse una hornacina con imagen sedente de San Pedro, del siglo XVIII; a este lado abren tres capillas, pudiendo destacarse la del Corazón de Jesús, con retablo en medio punto de Gaspar Lorenzo de los Cobos, de hacia 1730, y un interesante grupo de San José carpintero con el Niño, obra italiana del siglo XVIII, sobre el arco de ingreso se ve un lienzo de la Inmaculada, anónimo de hacia 1650. En la capilla de Nuestra Señora de la Esperanza, imagen de Venancio Marco Roch de 1926, se guardan también las de Jesús atado a la columna, de estética manierista, y Cristo de la Veracruz, de hacia 1600. La capilla de la Aurora guarda un retablo del siglo XVIII, en el que se venera la imagen titular, de esa fecha pero muy retocada.
En la cabecera de la nave derecha se encuentra la capilla del Bautismo, hoy dedicada a la Virgen del Carmen; tiene un pequeño retablo del siglo XVIII con imagen de la titular de estética barroca, y un gran marco de talla con escudo trinitario, que alberga un lienzo de la Virgen cambiando pañales al Niño, firmado por Antonio Jaralli, obra del siglo XVII procedente de Nápoles. En el muro de la nave hay una hornacina jaspeada con talla de San Lorenzo, de hacia 1700, y los lienzos de la Sagrada Cena, firmada por J. Carbonero en 1847, y la Adoración de los pastores, de primera mitad del XVII.
En las dependencias parroquiales se guardan varias pinturas de interés, entre ellas un lienzo barroco de San Dimas y una Inmaculada, obra sevillana que sigue la estética de Francisco Pacheco. Del ajuar litúrgico destacan una custodia peruana del XVII, donada por Pedro de Gárate; del siglo XVIII, un altar portátil y otra custodia de mano, de Antonio Ruiz, y la custodia procesional de Damián de Castro (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
La iglesia presenta actualmente planta rectangular de tres naves divididas en cinco tramos. La nave central más alta se cubre con bóveda de cañón con lunetos y las laterales, de arista reforzada con arcos fajones. Las tres naves están separadas mediante vanos de medio punto que descansan en pilares cruciformes, a los cuales se adosan pilastras, que hacia la nave central son de orden gigante. Sobre las citadas pilastras descansa un entablamento corrido que continúa hasta el presbiterio. La capilla mayor es de testero plano y está cubierta con bóveda de horno sobre pechinas. A media altura del muro de la cabecera se dispone una tribuna o coro. En la cabecera de la nave de la epístola se abre la capilla del Bautismo, de planta rectangular cubierta con bóveda de arista. Asimismo, en la nave del evangelio se abren cinco capillas; en su cabecera la capilla del Sagrario, cuya construcción tuvo lugar entre 1759 y 1779. Es de planta cuadrangular cubierta de cúpula de media esfera sobre pechinas, dividida en ocho paños separados por anchos nervios de dinámicos perfiles, en los que se inscriben medallones cuadrilobulados. Culmina la cúpula una linterna decorada con yeserías, obra de Pedro de Mena, en cuyo anillo de arranque se decora con angelotes, cintas y espejos. Las cuatro capillas restantes se abren en el muro perimetral de la nave del evangelio, la primera, situada en el primer tramo de la nave es la antigua capilla del Carmen, actualmente cegado su acceso desde la nave, figurando en su lugar un nicho retranqueado que alberga la imagen del Resucitado. La capilla de la Aurora se abre en el segundo tramo de la nave, tiene planta de cruz latina cubierta con bóveda de cañón en los brazos y cúpula sobre pechinas en el crucero dividida en ocho paños que acogen marcos ovalados con decoración mural representando los padres de la iglesia. Le sigue la capilla de la Virgen de la Esperanza en el tercer tramo, espacio rectangular cubierto con bóveda de arista. En el cuarto tramo de la nave se abre la capilla del Corazón de Jesús, de planta cuadrada y cubierta de cúpula sobre pechinas divididas en cuatro paños mediante nervios de perfil mixtilíneo. En la fachada de los pies del templo se abre la portada plateresca realizada por Hernán Ruiz I. Se estructura en dos cuerpos, en el primero se abre un vano central escarzano entre pilastras cajeadas, sobre alto pedestal, que soporta un entablamento superior. El segundo cuerpo está compuesto de tres calles y una entrecalle en ambos laterales. Las calles albergan en su interior tres hornacinas, aveneradas y con peanas de repisa. Están separadas por cuatro columnas abalaustradas que soportan un entablamento interrumpido en el centro por un vano de medio punto.
Las dos entrecalles se continúan en los dos cuerpos mostrando en planta baja repisas con dosel. Se corona esta composición con un tondo central flanqueado por triglifos y sobre el entablamento, una figura mixtilínea en cuyo interior alberga el escudo del obispo don Juan de Toledo. En los laterales del conjunto descrito flanquean fuertes pilastras que arrancan sobre pedestal, con una estructura gótica en planta baja y terminadas con repisas y dosel en pináculo a la altura del primer entablamento, siguen en planta alta con una columna fajada con grueso capitel y remate de perinola torneada.
El conjunto presenta una decoración minuciosa a base de cenefas, rosas de cuatro pétalos y cabezas de ángeles alados, entre otros. La segunda portada, abierta en el muro perimetral de la nave de la epístola fue construida en 1799 en estilo neoclásico. Consta de un vano adintelado entre pilastras dóricas y frontón curvo superior. La torre es obra del siglo XVIII.
Está construida en ladrillo visto y se encuentra adosada a la fachada de los pies en su costado izquierdo. Tiene planta cuadrada y alzado de dos cuerpos. El primero, presenta el paramento de sus cuatro lados cubierto, a excepción del frente suroccidental en el que se abre un vano rectangular. Termina con una cornisa volada. El cuerpo de campanas muestra en cada frente dos vanos escarzanos sobre los cuales se abren dos balcones de medio punto alargados y abocinados con resaltada imposta y cubiertos con antepecho de hierro forjado. Termina con una cornisa sobre la que descansa un antepecho rematado en los ángulos con pináculos. Corona el conjunto un cuerpo circular en cuyos frentes se abren
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es el edificio más emblemático de La Rambla. Aunque sus orígenes se remontan a la Edad Media, su fábrica data desde el siglo XVI, habiendo trabajado en el inmueble el arquitecto Hernán Ruiz I, responsable de la espléndida portada principal. No obstante, la imagen que ofrece en la actualidad es producto de las reformas a que fue sometido a finales del siglo XVIII, bajo la dirección de Juan Hidalgo Palomero. El resultado es un espacio de carácter neoclásico, con interesantes vestigios de la fábrica anterior (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Templo de origen medieval, reconstruido sucesivamente, la obra se concluyó con Fray Juan de Toledo, cuyas armas se conservan en la portada plateresca de la fachada. Debido a Hernán Ruiz I, dicha portada muestra todavía rasgos góticos en los potentes machones que la encuadran, aunque las galas del plateresco se adueñan de ella dando lugar a una hermosa composición adornada por pilastras y balaustres en primer y segundo cuerpo respectivamente. Este último hace un grandioso entablamiento sobre los balaustres, interrumpido en el centro por el medio punto del nicho principal, que así forma una típica serliana o arco entre dinteles.
Todo ello se enriquece con bellos grotescos que otorgan un suntuoso aspecto al conjunto, sin duda uno de los más importantes de ese momento en la provincia de Córdoba.
Salvo esta portada, nada queda de la antigua parroquia, ya que volvió a reconstruirse a finales del S. XVIII. La amenaza de ruina obligó a formar un nuevo edificio, ahora de sólo tres naves, cuya creación se llevó a cabo en 1788. Este nuevo templo acusa una configuración propia del neoclásico.
Las naves tienen ahora arcos de medio punto, mediando entre ellas pilastras de orden gigantes con textiles colgantes bajo sus capiteles, los cuales soportan un entablamiento corrido de origen clasicista, provisto de triglifos. Bóvedas de medio cañón voltean sobre la nave conduciendo hasta el mencionado cuarto de esfera de la capilla Mayor.
En la segunda mitad del S. XVIII se realizaron obras importantes en esta parroquia, como la torre de los pies y la Capilla del Sagrario, cuya construcción se llevó a cabo aprovechando una antigua capilla dedicada a los Santos Reyes (Ayuntamiento de La Rambla).
Iglesia de la Santísima Trinidad.-
De la fundación trinitaria establecida en La Rambla sólo queda la iglesia restaurada en 1993, después de haber permanecido en deplorable estado durante mucho tiempo. El templo es de una sola nave, con cubierta de madera en artesa, empleándose en el presbiterio bóveda de horno, decorada con pinturas murales; tiene coro alto a los pies. Tras la restauración las capillas situadas en el lado izquierdo se han dispuesto a modo de nave lateral.
De la fundación trinitaria establecida en La Rambla sólo queda la iglesia restaurada en 1993, después de haber permanecido en deplorable estado durante mucho tiempo. El templo es de una sola nave, con cubierta de madera en artesa, empleándose en el presbiterio bóveda de horno, decorada con pinturas murales; tiene coro alto a los pies. Tras la restauración las capillas situadas en el lado izquierdo se han dispuesto a modo de nave lateral.
En la capilla mayor se ve un retablo marmóreo de mediados del siglo XVII, reformado en el XVIII: en el centro hay una imagen actual de la Virgen de Gracia, y en las calles laterales, las de San Simón de Rojas y San Ramón Nonato, obras seiscentistas, y San Félix de Valois y San Juan de Mata, del Setecientos. Sobre el sagrario se ve una buena talla del Cristo de la Misericordia, menor que el natural, de hacia 1660. En el ático, la Santísima Trinidad, obra de Bernabé Gómez del Río.
La capilla del Sagrario, a la que se accede por arcos enmarcados por alfices, conserva un retablo de 1790. Sobre los arcos de ingreso cuelga un lienzo de San Miguel, del siglo XVIII, que procede de la parroquia.. El último espacio lo ocupa la capilla del Cristo de la Expiración, talla anónima sevillana de excelente factura, de hacia 1626-36, restaurada en 1993 por Rosa Cabello y Enrique Ortega (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
Al construirse contiguo a esta iglesia el convento de los religiosos Trinitarios en el 1527, la iglesia empezó a llamarse por el pueblo, de la Santísima Trinidad.
Durante los siglos XVI y XVII tuvo una sola nave (hoy principal) de tres tramos separados por pilastras que se continúan con arcos fajones por la bóveda de cañón de yesería, ábside cuadrangular con bóveda de cuarto de esfera sobre pechinas. El muro lindante con el convento presenta un pronunciado desplome, estando atirantada la cubierta.
En el siglo XVIII se amplió el templo con otra nave lateral para el sagrario, abriendo arcos ojivales enmarcados al estilo árabe, cubriéndose la nave por bóveda de cañón con lunetos y ábside con bóveda elíptica. El conjunto del retablo del Sagrario, rococó, dorado, imágenes del escultor Juan de Salazar del 1768. Se encuentran en ésta nave, tres hermosos camarines neoclásicos.
La fachada, muy modificada, presenta una portada barroca con frontón partido y hornacina bajo frontón triangular de remate. dos ventanales altos y amplios iluminan el interior. Termina con hastial donde se sitúa lateralmente el campanario.
En la trayectoria histórica de la Iglesia y antiguo Convento de la Santísima Trinidad, en La Rambla, concurren diferentes valores a destacar. Históricamente sobresale la antigüedad del edificio que comienza su construcción a partir de 1527, año que la comunidad religiosa de los Trinitarios Redentores Calzados se hacen cargo de una antigua iglesia, que una vez bendecida recibe su denominación bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios. El Convento llegó a convertirse en uno de los más importantes que tuvo esta Orden en Andalucía, celebrándose en él la mayoría de los Capítulos Generales.
Exclaustrado en 1835, se hace cargo del sostenimiento de la Iglesia y su culto la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores. Posteriormente, en 1893 los trinitarios regresaron al Convento, concediéndole el obispado de Córdoba la Iglesia y los respectivos bienes muebles, hasta 1960 que marcharon definitivamente.
Posteriormente, en 1741 se construye una segunda nave en la Iglesia, junto al muro perimetral Norte de la nave principal, dando con ello su actual configuración al templo de un estilo marcadamente barroco. También en este período se incorporan la torre campanario y dos camarines anexos (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Fundada en 1517, su aspecto actual revela diversas intervenciones de los siglos XVII, XVIII Y XIX. Dicha iglesia tiene una gran nave precedida de interesante portada de mármoles, fundamentalmente rojos, que puede fecharse en la segunda mitad del seiscientos. Es adintelada con marco de orejetas y pilastras remetidas, rematándose en hornacina con un frontón recto. El interior del templo deja ver una reforma con frontón recto. El interior del templo deja ver una reforma neoclásica con pilastras jónicas y cornisa troquelada fruto de las obras realizadas en el curso del S. XIX. Paralela a la gran nave corre otra menor por el lado del evangelio formada por las sucesivas capillas que en ese flanco fueron erigiéndose o arreglándose en el S. XVIII. Presenta cinco tramos con bóvedas de aristas, y al final, la Capilla del Sagrado, con cúpula oval. En el centro destaca la capilla correspondiente al Cristo de la Expiración, también con cúpula, aunque lo más interesante de este recinto es su camarín. Obra igualmente del S. XVIII se realizó en la época del neoclásico construyéndose entonces el bello camarín oval articulado por columnas compuestas y cubierto por cúpulas (Ayuntamiento de La Rambla).
Iglesia del Espíritu Santo.- Las fuentes señalan que el origen de este templo se remonta al siglo XVII, sin embargo la construcción actual corresponde fundamentalmente al siglo XIX, con nave única, crucero y testero plano. El retablo mayor, de gusto neoclásico, enmarca el camarín para la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, talla completa para vestir, obra de Juan de Mesa y Velasco fechada en 1622; fue restaurada en 1994 por Rosa Cabello y Enrique Ortega. En el presbiterio, a la derecha, está San Juan Evangelista, imagen de vestir, anónima del siglo XVII, restaurada por Romero Zafra.
En el crucero puede verse, a la izquierda, una pintura con moldura de yeserías representando a la Sagrada Familia, con San Joaquín y Santa Ana, del primer tercio del siglo XVIII, y a la derecha, el camarín de la Virgen de la Soledad, realizada en 1929 por el escultor valenciano Venancio Marcos; a sus pies se encuentra la imagen de Jesús Yacente, talla de estética manierista de hacia 1600. En el muro hay una pintura circular de San Pascual Bailón, fechable en el XVIII.
En la nave, por la izquierda, es interesante la figura setecentista de San Joaquín, y por la derecha, la de San Francisco y Santa Teresa, obras anónimas de finales del XVII. De los lienzos que adornan la nave merecen destacarse el de San Cayetano, anónimo del XVIII, y en el sotocoro, Nuestra Señora de los Ángeles, de hacia 1600 (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
El convento al que pertenece la Iglesia, hoy vacío, es un edificio complejo que ha sufrido múltiples obras y modificaciones que lo hace difícilmente legible. Quedan restos de arquerías primitivamente de claustros que hoy son fachadas, tabicadas casi inapreciables.
La Iglesia es barroca de planta de cruz latina, reconstruida en el siglo XIX, de una sola nave con bóveda de medio cañón sostenida sobre pilastras con lunetos. Cúpula semiesférica en el crucero y ábside con retablo y camarín con imágenes de Nuestro Padre Jesús de las Penas de Juan de Mesa.
En el convento hay también una talla de Alonso Cano, un crucifijo gótico. La portada de la iglesia es neoclásica precedida de un pórtico de gran altura con arco de medio punto.
La torre es una obra de ladrillo barroca de tres cuerpos girada 45º grados con respecto a la dirección de la nave (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Construida en lo que fue antiguo convento de los Antonianos, esta reconstrucción neoclásica se levantó a partir de 1819. En ella aparecen pilastras jónicas y un plan de cruz latina con cúpulas montando en el tramo central del crucero. También es interesante el camarín del Nazareno, recinto circular con pareja de columnas compuestas, que soportan la cornisa y cúpulas. Tiene portada muy clasicista con columnas, entablado con triglifos y rosetas y frontón triangular, siendo cobijados por un pórtico de medio punto. La torre que hay junto a él se aprovechó del antiguo convento y es una obra barroca de ladrillo.
Especialmente importante para la población por encontrarse en ella la devota imagen de JESUS NAZARENO, obra del escultor Juan de Mesa de 1621, en él que perfeccionó su versión nazarena del Gran Poder sevillano. Su Primera Salida Procesional tuvo lugar el 25 de Marzo de 1622. Cruz de plata. Donación a la Hermandad del Coronel D. Antonio de Peralta y Córdoba en 1723. Consta de 15 módulos cilíndricos en hueco que encajan en la cruz de madera, está grabada con motivos florales y presenta dedicatoria de dicha donación en su parte superior.
Imagen tallada de cuerpo entero, destaca la posición de la zancada con apoyo sobre un pie y el avance del otro, junto con el estudio anatómico de la figura.
La primera restauración tuvo lugar en la primera mitad del siglo XIX, la menos acertada de todas. Se raspa la pintura original, reemplazándose por otra nueva, afectando primordialmente al rostro.
La segunda restauración en 1958 por Castillo Lastrucci, que nuevamente se centra en la policromía de la obra mayormente.
Última restauración en 1994 por la Junta de Andalucía. Técnicos: D. Enrique Ortega y Dña. Rosa Cabello. En esta última se encontraron restos de la pintura original en todo el cuerpo y se hizo respetando la misma (Diputación Provincial de Córdoba).
Ermita del Calvario.-
La ermita del Calvario está presidida por el grupo de la Virgen de las Angustias, obra de Enrique Ruiz Flores, de 2000. A la derecha está Nuestra Señora del Calvario, de vestir, del siglo XVIII, con ángeles del XVII y una luna de plata de Martínez, de 1800. A la izquierda se ve la imagen de papelón del Señor de La Humildad, de taller local del XVIII. Hay también diversos lienzos con los ángeles Miguel, Gabriel y Custodio, la Piedad y un Ecce Homo, del XVIII, procedentes de los trinitarios (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
La ermita del Calvario está presidida por el grupo de la Virgen de las Angustias, obra de Enrique Ruiz Flores, de 2000. A la derecha está Nuestra Señora del Calvario, de vestir, del siglo XVIII, con ángeles del XVII y una luna de plata de Martínez, de 1800. A la izquierda se ve la imagen de papelón del Señor de La Humildad, de taller local del XVIII. Hay también diversos lienzos con los ángeles Miguel, Gabriel y Custodio, la Piedad y un Ecce Homo, del XVIII, procedentes de los trinitarios (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
A la ermita se accede a través de una portada adintelada de ladrillos, siendo de planta de cruz latina y una sola nave.
Presenta en el cuerpo de la iglesia bóveda de cañón rebajada y en el crucero bóveda vaída. Los distintos tramos de la iglesia se hallan compartimentados por medio de pilastras de orden jónico.
Históricamente se cree que el actual lugar ocupado por la ermita o en sus alrededores, se levantó un monumento conmemorando el castigo que el rey Don Pedro el Cruel impuso a varios súbditos rebeldes. Su hermano y sucesor don Enrique, lo mandó demoler a instancias del nuevo Señor de Aguilar, erigiéndose una ermita con el nombre de Nuestra Señora del Calvario. Se colocó en el altar del Santo Sepulcro con la imagen de Jesús muerto y encima un camarín con la Virgen Dolorosa, estableciéndose una cofradía en la que procesionaba el Santo Entierro en la noche del Viernes Santo.
A consecuencia del decreto de Carlos IV, en 1798, fueron vendidos los bienes de la cofradía. Ante la falta de seguimiento, la ermita se arruinó y en 1807, se sacó de cimiento, levantando el Ayuntamiento algunos muros con las limosnas de los fieles. Debido a la Guerra de la Independencia, las obras se paralizaron durante 24 años. El 2 de enero de 1831, el Ayuntamiento reactivó la reconstrucción nombrando como patrono al Regidor 1º de la Corporación, como diputados a don Juan Luque Alcántara y don Cristóbal Hidalgo, y depositario de fondo a don José Pedroso Díaz, presbítero. Sería definitivamente en 1843 cuando se dio por terminada. En esos momentos la hermandad del Santo Aguilero, llevaba cerca de 40 años en la Iglesia del Espíritu Santo negándose al traslado a la ermita. Fue cuando se decidió llevar la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, procedente de la iglesia de la antigua Escuela de Cristo (más tarde sería suplida por la Santa Teresa que hoy subsiste).
Actualmente, se encarga de la ermita la hermandad del Santísimo Cristo de la Humildad y Nuestra Señora de las Angustias. En la citada ermita a lo largo del año tiene lugar tres festividades importantes. En primer lugar, en Cuaresma se celebra el Triduo; posteriormente, el 15 de mayo tiene lugar la festividad de San Isidro; y, por último, se celebra el tercer domingo de mayo la Fiesta de Regla (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Ermita de San José.- La ermita de San José tiene un retablo del primer tercio del XVII, con el titular de talla del XVIII y pinturas de la Asunción y vida de San José (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
A la ermita se accede a través de una portada adintelada que se abre en la nave de la Epístola, rematada en un frontón triangular partido, en cuyo centro se abre una hornacina que culmina en frontón semicircular. La cubierta exterior es a dos aguas.
Su interior de una sola nave presenta a primera vista una gran sencillez ya que posee cubierta plana en el cuerpo y una pequeña bóveda elíptica sobre pechinas en el presbiterio. Sin embargo, ese sencilla cubierta plana enmascara la verdadera cubierta que es un magnifico artesonado de vigas de madera formado por casetones con decoración de ochos. En este piso falso se encuentra además un potente arco toral con ménsula en la clave datado en el siglo XVII (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Iglesia del Asilo del Santo Cristo de los Remedios.-
La iglesia del asilo del Santo Cristo de los Remedios, construida en 1731, se renovó en 1958 y conserva algunos lienzos del XVIII, entre ellos, los Desposorios de la Virgen, la Estigmatización de San Francisco, la Magdalena y la Adoración de los Pastores (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
La iglesia del asilo del Santo Cristo de los Remedios, construida en 1731, se renovó en 1958 y conserva algunos lienzos del XVIII, entre ellos, los Desposorios de la Virgen, la Estigmatización de San Francisco, la Magdalena y la Adoración de los Pastores (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
Torre de Nuestra Señora de Consolación - Torre de las Monjas.-
La emblemática Torre de Nuestra Señora de Consolación, del XVIII, único resto del antiguo convento de dominicas (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
La emblemática Torre de Nuestra Señora de Consolación, del XVIII, único resto del antiguo convento de dominicas (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
La torre, llamada "de las Monjas", que perteneció al Convento de Santo Domingo del que sólo quedan algunos vestigios, posee una gran esbeltez. Con altura de 30 metros sobre planta de 4,20 x 4,20 y data de la primera mitad del siglo XVII.
Al igual que otras de la Andalucía de ese tiempo, es de ladrillo con un primer cuerpo ciego, y un segundo de campanas con doble arquería, manteniendo la planta y cubierta con cúpula de media naranja. Sobre este cuerpo se levanta otro octogonal con cuatro arcos coincidiendo con las caras de la planta cuadrada, con cúpula sobre el que existe un chapitel de cuatro cascos rematado por piña sobre la que se dispone veleta con cruz en parte superior.
Se accede a la torre por medio de escalera en la cara Este, con puerta a 3,60 sobre el terreno. A lo largo del interior se desarrolla escalera de cuatro tramos con cinco peldaños en cada uno. A partir del primer piso del cuerpo de campanas la escalera es de caracol (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Del desaparecido convento de la Consolación se conserva la torre de su iglesia, conocida popularmente como TORRE DE LAS MONJAS que data del 1757. Es como una recreación barroca del modelo de la Giralda. Tiene esbelto fuste prismático de ladrillo y cuerpo de campanas del mismo material, abierto en parejas de arcos, mediando entre ellos estípites apilastrados, que con otros motivos de carácter geométricos confieren especial riqueza y decoración a la torre, una de las más originales de la provincia de Córdoba (Diputación Provincial de Córdoba).
Casa-Museo de Alfonso Ariza.- La casa-museo de Alfonso Ariza (1920-l989) contiene objetos personales del pintor y obras propias, junto a otras de destacados pintores de su generación (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
La Casa-Museo de Alfonso Ariza, el gran sueño de este polifacético artista rambleño, se hizo realidad en julio de 1995 con la apertura pública de sus puertas y, digámoslo así, su presentación en sociedad.
Pero hasta llegar ahí, a ese mes de julio del 95, muchos fueron los trabajos y esfuerzos conjuntos de no pocos rambleños, especialmente el propio Alfonso Ariza, al que le costó, más de lo que debieran costar estas cosas, convencernos a la mayoría de los rambleños de lo interesante que sería este centro cultural, que hoy es la Casa Museo "Alfonso Ariza", para nuestro pueblo. Para ello dio él el primer paso, donando su vivienda y su taller, y toda la obra que en ese momento había en su poder al Ayuntamiento de La Rambla. Importante fue también el grupo de jóvenes artista, poetas y pintores en su mayoría, que bajo el nombre de Grupo Cultural "Alfonso Ariza", impulsó con decisión este proyecto, y, en la medida de sus posibilidades, "veló" porque el Ayuntamiento cumpliera con sus obligaciones después de la muerte del artista local acontecida en marzo de 1989. Así se fueron sucediendo las obras de acondicionamiento de salas y catalogación de obras entre los años 1990-95, hasta desembocar en la apertura del Museo.
Pero mucho y muy interesante es el trabajo que se ha realizado a partir de esa fecha. Porque una vez abierto el museo, es decir, cubierto el primer reto, aunque importante, no era el más difícil, a pesar de que el esfuerzo económico fue sólo municipal, por no poder contar con otros apoyos institucionales. Pero como decimos el gran reto era dotar de contenido y vida al museo, no sólo exponer obras de Alfonso o de otros artistas e ir variando esas obras en función de exposiciones itinerantes o temporales, sino que las instalaciones del museo tuvieran dinamismo, se impregnaran del espíritu de investigación e innovador que Alfonso Ariza siempre tuvo.
Con ese carácter se han venido desarrollando un gran número de actividades que han abarcado desde los talleres de formación, a encuentros literarios, lecturas poéticas, exposiciones pictóricas , de esculturas o instalaciones cerámicas, que han contado en todos los casos con una gran participación y han llevado a numerosos rambleños y foráneos hasta la casa museo, bien de visita, bien como parte activa de algunas de las actividades. Cabe destacar entre otras actividades la Beca de escultura en barro "Alfonso Ariza", que cada verano, en los últimos seis años, congrega en La Rambla a un grupo de artistas nacionales e internacionales, que trabajan en los talleres durante tres semanas y exponen después las obras realizadas durante ese periodo de tiempo; el Taller de Cerámica Histórica, que a no pocos rambleños ha mostrado las técnicas de fabricación de la cerámica campaniforme o la decoración romana e ibérica, y quedan aún por hacer los módulos de la cerámica visigoda o la cerámica tradicional de La Rambla; las Jornadas de Arte Abstracto, organizadas con el objetivo de acercar al visitante y a los estudiantes de la localidad a esta forma de expresión tan común en muchas de las obras que se exponen en este museo; las lecturas poéticas y exposiciones organizadas a través del grupo cultural "Alfonso Ariza"; los talleres didácticos, organizados para las visitas de los centros escolares de la provincia y de nuestra comunidad autónoma, o las publicaciones de la revista internacional "Con barro", del que se acaba de publicar el número 4, que ha contado en todos sus números con la colaboración de la Diputación Provincial, a través de su Fundación de Artes Plásticas "Rafael Botí" en las últimas ediciones, o de la Delegación Provincial de Cultura y Cajasur que colaboraron en los tres primeros números; o la edición de la Guía didáctica del Museo Alfonso Ariza, coeditada con la Diputación, a través de su Área de Cultura.
No obstante y a pesar de todo lo realizado, mucho queda por hacer, y se continúa haciendo. En el mes de agosto de 2002 la Casa-Museo fue incluida por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en la Red de Museos de Andalucía, tras haber sido previamente aprobado nuestro proyecto de museo, trabajo laborioso que finalmente ha visto la luz con este acuerdo favorable, y que confiamos que nos permita una financiación más acorde con los objetivos previstos que la que hasta ahora se ha podido destinar (Diputación Provincial de Córdoba).
Torreón del Castillo.-
Situado el Castillo frente a la parroquia que, probablemente, se alzó sobre la primitiva mezquita. Está casi destruido, pues sólo queda de él una torre. Por el tamaño de envergadura de la torre es de suponer que fuera de notables proporciones, abarcando un gran perímetro. No hace mucho se podía ver la barbacana y trozos de muralla que aún duraban y ya están del todo demolidos.
Situado el Castillo frente a la parroquia que, probablemente, se alzó sobre la primitiva mezquita. Está casi destruido, pues sólo queda de él una torre. Por el tamaño de envergadura de la torre es de suponer que fuera de notables proporciones, abarcando un gran perímetro. No hace mucho se podía ver la barbacana y trozos de muralla que aún duraban y ya están del todo demolidos.
La gran torre parece un cubo, pues al desmocharla disminuyó su altura, siendo de planta cuadrada. Se han tapado por fuera los ajimeces que la adornaban e iluminaban sus estancias. Sus muros son de argamasa y las esquinas de ladrillo.
Tiene dos pisos que albergarían salones, pero sus bóvedas, al haber caído, han dejado las pechinas que poligonaban las cubiertas. Las bóvedas fueron de rosca de ladrillo; la inferior, semiesférica sobre pechinas cóncavas, y la superior, octogonal sobre pechinas en forma de nichos con arcos de herradura. Algunas están completas.
La actual puerta de la torre es un arquillo escarzano, posiblemente remiendo posterior, así como la cubierta del corredor de entrada. Tras la puerta hay una sola quicialera sin gorronera, que parece resto de pedestal romano de mármol blanco (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
La importancia de La Rambla en época medieval lo sigue pregonando la imponente torre que, desmochada, todavía subsiste como único vestigio del CASTILLO FORTALEZA de la población. Este torreón presenta una disposición cuadrada, albergando en su interior dos pisos abovedados, cuyas cubiertas se han desplomado. Además de esta fortaleza, podemos ver numerosas Casas Señoriales, de lucidas fachadas, algunas del S. XVII, pero la mayoría pertenecen al S. XVIII. De entre todas ellas destaca el antiguo Pósito, hoy Ayuntamiento, una construcción del S. XVIII que asoma con una hermosa fachada presidida por un balcón curvado. Esta construcción es la única de la provincia de Córdoba que acusa la curva en la fachada (Ayuntamiento de La Rambla).
La Rambla, ciudad tradicionalmente conocida por su producción ceramista y alfarera, cuenta con una importante trayectoria en este oficio tradicional.
Los primeros datos que hacen referencia a la producción de cerámica, datan de más de 4000 años, durante la edad del bronce, ya que así lo demuestran los vasos campaniformes hallados en el yacimiento arqueológico de la minilla, hace algunos años, en los que su barro, llamado greda, un barro de color amarillento, es el mismo que se extraía en las canteras situadas a 2 km de la localidad.
Tras la reconquista, fue cuando el oficio obtiene un desarrollo y una consolidación, así los siguientes datos que hacen referencia al oficio tradicional, datan de 1460, cuando se nombra a Miguel Ruiz, cantarero.
A partir de esta fecha las alusiones al oficio no faltan, y así en el siglo XVI, se constata que en la localidad de la rambla existe una calle llamada “Los Cantareros”.
Con el paso de los años, el oficio adquiere su evolución, y son muchos los ciudadanos de la localidad los que van formando sus propios talleres de cerámica, llegando a formar más del centenar de ellas.
Fue en 1926, cuando se dio un cambio a esta trayectoria alfarera, y se comienza a celebrar la exposición de cerámica, con la celebración de un concurso, premiando aquellas piezas, que gozan de una belleza exclusiva, así las piezas ganadoras, forman parte de los fondos del actual museo de la cerámica.
Esta exposición es la más antigua de España, hoy en día con carácter internacional, y declarada como bien de interés turístico.
Así, La Rambla, empieza a adquirir, una importante colección de piezas alfareras, por lo que se hace necesaria la creación del Museo de la Cerámica.
El museo de la cerámica de la rambla forma parte de la red de museos vinarea asociada a la ruta del vino Montilla Moriles, integrada por nueve municipios de la comarca.
Los contenidos expositivos integrados en el museo muestran la identidad de la alfarería moderna y tradicional de La Rambla y su relación con la importancia de la cerámica a lo largo de la historia y en la actualidad.
Las piezas que forman parte de la colección del museo proviene de la exposición monográfica de alfarería y cerámica más antigua de España que se celebra desde el año 1926, coincidiendo con las fiestas en honor a San Lorenzo.
Así, la exposición integra un concurso de cerámica internacional cuyas mejores piezas pasan a formar parte de los fondos del museo, por ello la colección sigue aumentando año tras año dotando al museo de gran dinamismo.
Además el museo incluye otros aspectos más didácticos, audiovisuales e interactivos y pretenden enseñar al visitante toda la magia y creatividad que rodea a la industria de la cerámica (Ayuntamiento de La Rambla).
Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Iglesia de la Santísima Trinidad, Iglesia del Espíritu Santo, Ermita del Calvario, Ermita de San José, Iglesia del Asilo del Santo Cristo de los Remedios, Torre de las Monjas, Casa-Museo de Alfonso Ariza, Torreón del Castillo, y Museo de la Cerámica) de la localidad de La Rambla, en la provincia de Córdoba. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia cordobesa.
Más sobre la provincia de Córdoba, en ExplicArte Sevilla.
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