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lunes, 11 de julio de 2022

La Hermandad de San Benito

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Hermandad de San Benito, de Sevilla.          
     Hoy, 11 de julio, Fiesta de San Benito, abad, patrono principal de Europa, que, nacido en Norcia, en la región de Umbría, pero educado en Roma, abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, donde pronto se vio rodeado de muchos discípulos. Pasado un tiempo, se trasladó a Casino, donde fundó el célebre monasterio  escribió una Regla, que se propagó de tal modo por todas partes que por ella ha merecido ser llamado "Patriarca de los monjes de Occidente". Murió, según la tradición, el veintiuno de marzo (547) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
   Y que mejor día que hoy, para ExplicArte la Hermandad de San Benito, de Sevilla.
    La Hermandad de San Benito, tiene su sede canónica en la Iglesia de San Benito, abad, que se encuentra en la calle San Benito, 2; mientras que su Casa de Hermandad se encuentra anexa a ella, en la calle San Benito, 4; ambas en el Barrio de La Calzada, del Distrito Nervión.
     La Hermandad del Santísimo Sacramento, Pontificia y Real Archicofradía de Nazarenos de la Sagrada Presentación de Jesús al Pueblo, Santísimo Cristo de la Sangre, Nuestra Señora de la Encarnación Coronada y San Benito Abad.; es ésta una corporación fundada en 1554, aunque desapareció en el siglo XIX, reorganizándose en 1921, con sede canónica en la iglesia de San Benito abad, del sevillano barrio de la Calzá, siendo sus imágenes titulares Nuestro Padre Jesús en su Presentación al Pueblo, obra de Antonio Castillo Lastrucci en 1928; el Santísimo Cristo de la Sangre, tallado por Francisco Buiza Fernández en 1966, Nuestra Señora de la Encarnación, talla anónima del primer tercio del siglo XVII; María Santísima de la Encarnación Gloriosa, talla anónima de mediados del siglo XVI, atribuible a la órbita de Juan Bautista Vázquez "El Viejo"; San Juan Evangelista, talla de Antonio Castillo Lastrucci de 1959; y un Niño Jesús, de Juan Antonio Blanco Ramos, en 2001.
     El escudo de la Hermandad consta de Custodia ostensorio de oro con Sagrada Forma en el Viril, sostenida de tiara, estola y llaves pontificias. Se acompaña de dos escudos ovales de oro con ornamentación barroca acolados: el diestro trae una jarra de oro con tres azucenas y se timbra de corona real. El siniestro trae situados en cruz los cuatro escudos de las órdenes militares de Santiago, Calatrava, Montesa y Alcántara, timbrándose por báculo y capelo obispal de púrpura guarnecido de dos cordones de lo mismo con seis borlas cada uno, comenzando en una y siguiendo progresivamente hasta tres, que caen por los lados del escudo.
     El 18 de Julio de 1554 el Arzobispo de Sevilla Fernando de Valdés, aprueba las primeras reglas de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre y Nuestra Señora de la Encarnación, con sede en el Monasterio de Nuestra Señora de la Victoria del barrio de Triana. Fueron sus fundadores carpinteros de ribera y calafates del puerto. Hacia 1566 estos cofrades adquieren un solar en la cava vieja donde edificarán casa hospital y capilla para el culto de sus Imágenes: el Cristo de la Sangre, crucificado de pasta de madera tallado en 1553 por Francisco de la Vega y policromado por Pedro Jiménez, y la Virgen de Gloria de Ntra. Sra. de la Encarnación, de autor desconocido.
     Efectuaba regularmente la estación de penitencia a la Parroquia de Santa Ana en la tarde del Jueves Santo con la Imagen del Crucificado, pasando a partir de 1634 a realizarla la tarde del Viernes Santo, incorporando ya la Imagen dolorosa de la Virgen de la Encarnación que conocemos en la actualidad. En 1648 se estrena un nuevo paso para el Crucificado, siendo su autor el maestro ensamblador Luis Vázquez. Posteriormente, en 1698 se estrenaría un palio para la Dolorosa realizado por el orfebre Mateo Fernández.
     En la procesión de 1808 el Cristo sufrió un accidente, cayendo al suelo y haciéndose pedazos, descubriéndose de esta manera su autoría al encontrarse un documento en su interior. Afortunadamente la Imagen pudo ser restaurada, celebrándose una solemne función al ser repuesta al culto el día 25 de Marzo de 1809. En 1845 realiza por primera vez su estación de penitencia a la Catedral. Estrenaban el paso de Cristo, de estilo Renacimiento. El palio, de plata, era el más rico de la época y en su techo figuraba una paloma, motivo por el cual la Virgen era conocida como la "Palomita de Triana". Los nazarenos vestían túnicas de cola de color rojo en el Cristo y negro en la Virgen. Poco después la Corporación entra en decadencia procesionando por última vez desde Triana en 1847 y en 1868 la Junta revolucionaria decreta el cierre al culto y posterior derribo de la Capilla, perdiéndose todos sus bienes, siendo trasladada la Imagen del Cristo a un pueblo de la provincia, mientras que la Virgen pasó en 1875 a la Iglesia de San Benito.
     El 6 de Junio de 1921 el Cardenal Enrique Almaraz aprueba las nuevas reglas de la Hermandad con sede en la Iglesia filial de San Benito Abad, en las que se añade el título de la Presentación al Pueblo, fijándose como día de salida el Martes Santo. Un año después vuelve a procesionar con dos pasos; el primero procedente de la Hdad. de la Vera Cruz, en el que se contempla a Jesús en el momento de su presentación al pueblo, Imagen tallada por Esteban Domínguez y que hoy se venera como Cautivo en Villanueva del Río. En el segundo, con todos sus enseres prestados por varias Hermandades, la Virgen de la Encarnación bajo palio. Vestían sus Nazarenos túnica blanca con antifaz y capa negra en el Cristo, y túnica y antifaz color crema con capa roja en la Virgen. La cofradía no volverá a salir de nuevo hasta 1928.
     En 1924 se encarga el misterio de la Presentación al Pueblo, incluido una nueva Imagen del Señor, al escultor Castillo Lastrucci, estrenándose éste en 1928 al igual que las andas y la indumentaria de los nazarenos, que son las actuales. En 1930 volvería a salir el paso de palio, estrenando todos sus enseres.
     En 1948 debido a los daños producidos en San Benito por la riada, son trasladadas las Imágenes a la Capilla de la residencia de ancianos de las Hermanitas de los Pobres y en 1950 fueron llevadas a la Parroquia de San Roque, donde permanecerían hasta finales de 1952.
     En 1958 la Hermandad se constituye como Sacramental al haber sido convertida en Parroquia la Iglesia de San Benito.
     En 1966 el Papa Pablo VI concede los títulos de Pontificia y Archicofradía.
     En 1967 la nueva Imagen del Cristo de la Sangre tallada por Buiza procesiona por primera vez a la Santa Iglesia Catedral. El Martes Santo de 1971, el Cardenal Bueno Monreal bendice e impone a la Virgen la corona de oro de ley que han donado los hermanos y devotos. 
   El 18 de Febrero de 1991 el Santísimo Cristo de la Sangre preside el Vía-Crucis de las Hermandades de Sevilla que organiza el Consejo General de Hermandades y Cofradías. Igualmente se celebra en Marzo un Triduo y Función al cumplirse el veinticinco aniversario de la bendición de la Imagen.
     El Sábado Santo de 1992 el paso de misterio figura en el cortejo del Santo Entierro al igual que ya hiciera en 1965, y entre los meses de Junio y Julio forma parte de la muestra "Los Esplendores de Sevilla" en la Parroquia del Divino Salvador. El 1 de Diciembre de 1994 el alcalde de Sevilla, Alejandro Rojas Marcos, impone a la Stma. Virgen la réplica de la medalla de oro de la ciudad concedida a las Hermandades de Sevilla, en un acto celebrado en la Parroquia de San Benito. El 10 de Diciembre de ese mismo año, tras Triduo Preparatorio, es coronada canónicamente por el Arzobispo de Sevilla Fray Carlos Amigo Vallejo, la Imagen de Nuestra Señora de la Encarnación en la Santa Iglesia Catedral.
     En el primer paso se representa el "Ecce Homo", Jesús es presentado al pueblo por Poncio Pilato. El Redentor es sujetado con una soga por un esclavo negro que lleva además un flagelo. A la izquierda de Jesús se encuentra un soldado romano que lo escolta, con una lanza en su mano izquierda y una trompeta en la derecha. Contempla la escena un miembro del sanedrín que porta la sentencia. En la trasera del paso, junto al trono de Pilato, se encuentran Claudia Prócula, esposa de éste, su sirvienta y un centurión romano que porta el senatus.
     Todas las esculturas las realizó Castillo Lastrucci en 1928. El Señor es Imagen de talla completa con sudario y viste túnica de terciopelo granate bordada en oro por Carrasquilla en 1965. Luce potencias de oro y pedrería de Manuel de los Ríos de 1992.
     Otros elementos del paso son el Trono (1985) y pebetero (1992) de Antonio Martín, dorado por Angel Feria y Artesanía Arosa, respectivamente. La loba amamantando a Rómulo y Remo que remata el trono así como el sillón son de Castillo Lastrucci (1948), este último reformado y enriquecido por Antonio Martín (1985). Senatus para el centurión en metal plateado obra de Villareal (1965). Trompeta para el soldado romano en plata sobredorada realizada por Manuel de los Rios (1999)
     El conjunto va sobre un paso de estilo barroco rocalla diseñado y tallado en madera de pino de Flandes por Antonio Martín Fernández (1967-68), iluminado por candelabros de guardabrisas. Ebanistería de Francisco Bailac. Cartelas y ángeles de Francisco Buiza (1968). Figuras de los Apóstoles en los respiraderos de Francisco Berlanga (1985). Dorado por Herrera y Feria (1968-69). Faldones de terciopelo morado con broches en las esquinas bordados en oro en Albaida del Aljarafe (1983). Llamador en bronce fundido de Juan Sánchez Vela (1987).
     En el segundo paso figura el Santísimo Cristo de la Sangre, tallado en madera de pino de Flandes por Francisco Buiza Fernández en 1966. Representa a Cristo fijado a la Cruz por tres clavos tras su muerte y ya herido por la lanzada. Se observa relajación en sus miembros y abundante sangre en todo su cuerpo. El sudario o paño de pureza ciñe su cintura y se anuda al lado derecho. Su cabeza se inclina hacia la derecha reclinándose sobre el pecho. Posee unas potencias de plata sobredorada labradas por Jesús Domínguez en 1966.
     Va sobre un paso de estilo barroco diseñado y tallado en madera de pino de Flandes por Antonio Martín Fernández (1967-69), iluminado por candelabros de guardabrisas. Ebanistería de Francisco Bailac. Cartelas, ángeles, santos, evangelistas y ángel custodio de Francisco Buiza (1969), llevando éste una Custodia de plata labrada por el taller de Villarreal (1972). Dorado de Luis Sánchez Jiménez (1969). Faldones de terciopelo burdeos con broches en las esquinas bordados en oro por Enriqueta Martín Reina (1969). Llamador de metal de Luis Vacearo (1989).
     En el tercer paso contemplamos a la Virgen de la Encarnación, dolorosa de candelero para vestir de autor anónimo, realizada en madera de cedro y fechada en el primer tercio del siglo XVII. Inclina su cabeza a la derecha y dirige la mirada hacia abajo, apreciándose en sus mejillas cinco lágrimas de cristal. Sus manos, retalladas sobre los originales por Sebastián Santos en 1953, están abiertas, portando un pañuelo en la derecha y un rosario en la izquierda.
     Viste saya de terciopelo azul bordado en oro por Fernández y Enríquez (1990) y manto de terciopelo burdeos de los mismos autores (1980). Sobre sus sienes luce corona de oro labrada por Fernando Marmolejo en 1971. En su pecho lleva un puñal de oro de Manuel de los Ríos (1993).
     La Imagen procesiona bajo palio de estilo barroco bordado en oro y seda sobre terciopelo burdeos por Juan Manuel Rodríguez Ojeda (1930-3 l), pasado y enriquecido por José Guillermo Carrasquilla Perea (1978-79). Medallón del techo de palio con el misterio de la Encarnación en marfil y sedas de Juan Arenas (1983). Faldones de terciopelo burdeos con broches en las esquinas bordados en oro y escudo de la Hermandad en el frontal, de Fernández y Enríquez (1994).
     Obras de orfebrería son los candelabros de cola (1958), varales (1959), juego de jarras (1959 y 1963) y peana (1964) de Manuel Villarreal, labrado todo sobre metal plateado. Los respiraderos en plata de ley son también de Villarreal (2001). Candelabros de entrevarales de alpaca plateada (198 1) y llamador de plata (1994) de Manuel de los Ríos. Candelería de alpaca plateada del taller de Villarreal (1984). En la delantera del paso imagen del Ángel de la Guarda en plata de ley, de Villarreal (1963)
     El juego de insignias de la cofradía está compuesto por la Cruz de Guía en madera tallada, de Antonio Martín con ángeles de Rafael Barbero y dorado de Antonio Díaz (1962). Faroles de la Cruz de Guía, de Antonio Cruz (1960). Estandarte de Padilla con asta de Villarreal (1959), pasado por Artesanía Santa Bárbara (1986). Guión Sacramental (1965) y Libro de Reglas (1966), ambos en plata de ley, de Villarreal. Senatus y Banderín Sacramental con paños de Padilla (1960) y astas de Villarreal (1960 y 1965 respectivamente). Banderín de Juan Pablo II, de Artesanía Santa Bárbara con asta de Manuel de los Ríos (1985). Banderines de Cristo de la Sangre y de San Benito con bordados de Fernández y Enríquez e imágenes de Francisco Berlanga (1993), siendo las astas de Villarreal (1965) y Manuel de los Ríos (1981) respectivamente. Guión de la Coronación y Banderín del Grupo Joven de Fernández y Enríquez, con astas de Manuel de los Ríos (1995). Bocinas de Villarreal (1963 y 1970), con paños de Padilla (1963) y Enriqueta Martín (1970). Bandera Pontificia (1966) y Guión Donantes de Sangre (1972) de Carrasquilla con astas de Villarreal y Cruz y Frías, respectivamente. Simpecado de Fernández y Enríquez (1993) con imagen de Francisco Buiza y asta de Antonio Cruz (1972). Faroles del Simpecado de Manuel de los Ríos (1995). Bandera Concepcionista del Convento de Santa Isabel (1952) con asta de Villarreal. Bandera morada y bandera celeste realizadas por M' de los Ángeles Aguado, con asta de Villarreal (1965). Ciriales paso de la Presentación (1956) y Cristo de la Sangre (1967) de Villarreal. Ciriales paso de la Virgen de Manuel de los Ríos (1983).
     TÚNICAS: Sotanas y capas blancas, con antifaces de terciopelo morados (Web oficial del Consejo de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Sevilla).
Conozcamos mejor la Historia y Leyenda de San Benito, abad;
HISTORIA Y LEYENDA
   Los diálogos de San Gregorio Magno son la fuente principal y casi única de su biografía.
   Nacido hacia 480 en la provincia de Norcia (también, aunque de empleo menos frecuente, “Nursia”, ciudad de la provincia de Perusa), en Umbría, era hermano gemelo de Santa Escolástica.
   Hacia el año 500 se retiró a una gruta llamada Sacro Speco, cerca del lago de Subiaco, para llevar una vida de ermitaño.
   En 528, a mitad de camino entre Roma y Nápoles, fundó el monasterio del monte Cassino (Montecassino), sobre una antigua acrópolis consagrada en la antigüedad al culto de Júpiter. Allí compuso la regla de la orden de los benedictinos, y allí murió en 547.
   Sobre esta trama histórica el ingenio de los monjes y la imaginación popular bordaron adornos que Santiago de Vorágine recogió cuidadosamente en su Leyenda Dorada, de la que tomaron sus temas los artistas.
   En principio fue el milagro del tamiz partido. Cuando a su nodriza se le cayó un tamiz, él tomó las dos mitades y las volvió a unir sin que quedara huella alguna de su fractura.
   Cuando vestía hábito monástico, se retiró a la caverna del Sacro Speco donde era aprovisionado por el monje Romano, que le bajaba el pan en un cesto atado a una cuerda, y le avisaba con el sonido de una campanilla. Satán rompió la campanilla.
   Como no consiguió rendirlo por hambre, el diablo desató contra él las tentaciones carnales. Hizo aparecer una mujer que encendió su concupiscencia. San Benito rodó desnudo entre las zarzas espinosas que rodeaban la gruta, expulsó la codicia sensual mediante las llagas de su carne, y así se impuso al pecado.
   Elegido abad del monasterio de Vicovaro, por su rigor se atrajo el odio de los monjes que envenenaron su comida. Pero escapó a la tentativa de envenenamiento haciendo la señal de la cruz sobre el vaso que se quebró de inmediato en pequeños fragmentos, como si lo hubiese golpeado una piedra, mientras un cuervo se llevaba el pan envenenado en el pico.
   Salvó al monje Plácido, su discípulo, cuando estaba a punto de ahogarse, enviando en su auxilio a San Mauro, quien sostenido por su bendición, lo salvó de la muerte caminando sobre el agua.
   En el monasterio sólo quedaban cinco panes, pero al día siguiente, ante la puerta de la celda de San Benito se encontraron cien moyos (medida antigua de capacidad que equivale a ocho cántaros o ciento veintinueve litros) de harina.
   Totila (rey de los ostrogodos de Italia, que se confunde con frecuencia con Atila, rey de los hunos), rey de los godos, intentó engañarlo sin éxito, cuando delegó a uno de sus oficiales disfrazado de rey.
   Su hermana Santa Escolástica, a punto de morir, le impidió partir desencadenando una tormenta y haciendo caer una lluvia torrencial. El santo vio el alma de su hermana ascender al cielo en forma de paloma.
   Cuando murió su alma también ascendió al cielo en un chorro de luz. Como el profeta Elías en su carro de fuego.
CULTO
   Patrón de la orden de los benedictinos, de los conventos de Subiaco y del monte Cassino, San Benito es un santo más monástico que popular.
   Sus reliquias, transportadas en 672 desde Montecassino a la abadía de Fleury, en Francia, que adoptó el nombre de Saint Benoît sur Loire, nunca atrajeron tantos peregrinos como las de San Martín de Tours o las de Santiago de Compostela.
   En verdad, su autenticidad siempre ha sido cuestionada por los italianos quienes creen haber encontrado los auténticos huesos de San Benito y de su hermana Escolástica en Montecassino, en 1950.
   Se lo invocaba contra el veneno, la erisipela y sobre todo contra los cálculos de los que habría curado al emperador de Alemania, Enrique II. También se recurría a su intercesión para obtener la gracia de una buena muerte.
ICONOGRAFÍA
   Se lo representa ya imberbe, ya barbudo. Vestido con una cogulla negra de benedictino. No obstante, en los cuadros encargados por los benedictinos reformados, cistercienses, camaldulenses y olivetanos, aparece con una túnica blanca.
   Sus atributos son un tamiz partido, varas con las que habría corregido a un monje, una copa de la que escapa una serpiente venenosa, alusión a la tentativa de envenenamiento de los monjes  de Vicovaro (comparte este atributo con San Juan Evangelista) y finalmente un cuervo que se lleva el pan envenenado en el pico. Se observará que a diferencia del cuervo proveedor de San Pablo ermitaño, que le lleva el pan cotidiano, el de San Benito retira un pan envenenado.
   Para diferenciar su copa envenenada de la de San Juan, los escultores alemanes del siglo XVIII hacen salir de ella dos pequeños serpientes (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Hermandad de San Benito, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre las Hermandades y Cofradías de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

Página web oficial de la Hermandad de San Benito: www.hermandaddesanbenito.net 

La Hermandad de San Benito, al detalle:
- Sede Canónica: Iglesia de San Benito, abad
- Día de Salida Procesional: Martes Santo

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