Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte la Iglesia de San Benito, de Gabriel Lupiáñez Gely, en Castilleja de Guzmán (Sevilla).
Hoy, 11 de julio, Fiesta de San Benito, abad, patrono principal de Europa, que, nacido en Norcia, en la región de Umbría, pero educado en Roma, abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, donde pronto se vio rodeado de muchos discípulos. Pasado un tiempo, se trasladó a Casino, donde fundó el célebre monasterio escribió una Regla, que se propagó de tal modo por todas partes que por ella ha merecido ser llamado "Patriarca de los monjes de Occidente". Murió, según la tradición, el veintiuno de marzo (547) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
Y qué mejor día que hoy, para ExplicArte la Iglesia de San Benito, de Gabriel Lupiáñez Gely, en Castilleja de Guzmán (Sevilla).
La Iglesia de San Benito, se encuentra en la calle Real, 30; en Castilleja de Guzmán (Sevilla).
Se hizo a comienzos del siglo actual por el arquitecto Gabriel Lupiáñez en estilo neomudéjar, ya que anteriormente los cultos se celebraban en la misma capilla del palacio. Consta de tres naves, cubiertas con artesa la central y a un agua las laterales, llevando sobre el crucero una bóveda poligonal sobre trompas. Tiene testero plano, sus soportes son pilares cuadrangulares y la solería es de ladrillo, adornándose los escalones del presbiterio con algunos azulejos antiguos. Al exterior tiene una sola puerta en los pies, sobre la que se levanta el campanario.
El retablo mayor es de sobria estructura con un solo cuerpo y de tipo marco. Contiene como imagen principal un Crucificado algo mayor del natural y de magnífica talla, que puede considerarse como la pieza más importante de la iglesia. Puede fecharse en el primer tercio del siglo XVII. A su lado se halla la Virgen de los Dolores, escultura de vestir del siglo XVIII. Esta imagen en épocas anteriores fue Santa María de Gracia, cambiándosele posteriormente la advocación.
En las naves laterales existen dos pequeños retablos del último tercio del siglo XVIII con el Niño Jesús y San Sebastián. La primera es una buena talla de gran tamaño y con peana original de la primera mitad del siglo XVII que puede encuadrarse en la escuela montañesina. En la nave derecha se halla la imagen de San Benito, titular de la iglesia, muy repintada y de tipo popular. En la misma nave y sobre un altar hay un pequeño Cristo de pasta con cuatro clavos, de gran perfección anatómica, del siglo XVII.
A los pies de la iglesia, en la Capilla Bautismal, se halla la Virgen del Rosario, de vestir, moderna, y las pequeñas imágenes de San Roque y San Antonio de los siglos XVII y XVIII. En la misma capilla está la pila de bautismo, fechada en 1605. En cuanto a las pinturas pueden citarse dos cabezas cortadas, de fines del siglo XVII y la Virgen con el Niño, Santa Ana y ángeles niños, de la segunda mitad del siglo XVII, con marco de la época. Del siglo XVIII hay un San José con el Niño, con marco también coetáneo.
Otros objetos de interés son dos bancos de madera tallada, sencillos, y un púlpito de hierro forjado, todo del siglo XVIII (Alfredo J. Morales, María Jesús Sanz, Juan Miguel Serrera y Enrique Valdivieso. Guía artística de Sevilla y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2004).
Edificio que consta de tres naves separadas por pilares que se cubren con estructuras de madera. Sobre el crucero se levanta una cúpula poligonal sobre trompas. Posee una sola portada, situada en el muro de los pies, que se remata en una espadaña.
La Iglesia de San Benito se construyó a principios del siglo XX por el arquitecto Gabriel Lupiáñez, en estilo neomudéjar. Es el único templo existente en el pueblo (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
La antigua iglesia estaba situada junto al Palacio de los Guzmanes, y fue trasladada junto con sus obras de arte y el púlpito del siglo XIX a su ubicación actual. Fue construida en el primer cuarto del siglo XX, por el arquitecto D. Gabriel Lupiañez Gely. Consta de tres naves separadas por pilares, cubiertas por estructura de madera, la central con artesonado. Situada encima del retablo apreciamos una cúpula sobre falsas pechinas, y a un agua las naves laterales. Tiene testero plano, sus soportes son pilares cuadrangulares y la solería renovada recientemente, es de mármol. En el exterior tiene un solo pórtico en la fachada y rematada por una espadaña con campanario.
La Pila bautismal tiene una inscripción en el pedestal, con fecha de uno de noviembre de 1605, también tiene resto de anclajes de hierro incrustado en los bordes y una pileta pequeña en su interior.
La Iglesia, pese a su reciente construcción puede incluirse en el estilo de los templos neo-mudéjares. A la derecha del muro exterior destaca un chapitel piramidal truncado de cuatro niveles concéntricos rematado por una pequeña esfera.
Es digno de destacarse la figura del crucificado que preside el altar mayor, obra de Francisco de Ocampo del año 1620, siglo XVII. La Virgen de Gracia, es talla del siglo XIX. El Niño Jesús está atribuido a la escuela de Martínez Montañés. Un pequeño Cristo crucificado de pasta con cuatro clavos de gran perfección del siglo XVI, también una imagen del XIX de Santo Domingo de Guzmán fundador del rito del Rosario, que nació en 1170 en Caleruega, Reino de Castilla, según los historiadores fue regalo de María para ayudarle en su trabajo de conversión. También se encuentra una imagen de S. Roque, santo patrón de los animales domésticos, cuenta la historia que habría nacido por el año 1300 en la ciudad francesa de Montpellier y cuentan que enfermó de peste al asistir y curar a los enfermos decidió retirarse a la montaña donde la única visita que tenía era la de un perro, que lamiéndole sus heridas se las curó. La imagen que se encuentra en la iglesia, posiblemente es del siglo XIX. Y también una imagen de San Benito, patrón del municipio, tallado en el siglo XIX de autor desconocido con una curiosidad interesante que es el tamaño desmesurado de sus manos.
Cuelgan de sus muros cuadros muy interesantes del siglo XVII correspondientes a la Escuela Sevillana, La Virgen del Rosario se venera en una capilla inspirada en el Barroco, custodiado por cuatro angelitos de madera tallada y policromada; se le da culto el 7 de octubre y procesionaba a mediados de julio al finalizar la fiesta del pueblo.
Las campanas fueron fundidas el año 1928 en la fundición de Constantino de Linares Ortiz, proveedor de la Casa Real. Llevan los nombres de los siguientes Santos: San Fernando, Santa Ana y San Joaquín, nombres de los padres de la Virgen y del tercer Conde de Castilleja de Guzmán.
La Iglesia fue inaugurada en enero de 1928. A pesar de hallarnos lejos de la época mudéjar, al contemplar este hermoso templo se percibe su influjo en varios detalles como las artesas del techo de madera y en los arcos apuntados.
En 1925, el término municipal de Castilleja de Guzmán poseía ciento noventa y dos hectáreas de superficie, tenia doscientos nueve habitantes censados y el párroco se llamaba D. Andrés (Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán).
La antigua iglesia estaba situada junto al Palacio de los Guzmanes y fue trasladada junto con sus obras de arte y el púlpito del siglo XIX a su ubicación actual. Construida en el primer cuarto del siglo XX por el arquitecto Gabriel Lupiáñez Gely, consta de tres naves separadas por pilares cubiertas por estructura de madera, la central con artesonado.
Encima del retablo apreciamos una cúpula sobre falsas pechinas y a un agua las naves laterales. Tiene testero plano, sus soportes son pilares cuadrangulares y la solería, renovada recientemente, es de mármol. En el exterior tiene un solo pórtico en la fachada y rematada por una espadaña con campanario.
La iglesia, pese a su reciente construcción, puede incluirse en el estilo de los templos neomudéjares. Es digna de destacar la figura del crucificado que preside el altar mayor, obra de Francisco de Ocampo del año 1620. La Virgen de Gracia es talla del siglo XIX. El Niño Jesús está atribuido a la escuela de Martínez Montañés. Cuelgan de sus muros cuadros muy interesantes del siglo XVII de la escuela sevillana. La Virgen del Rosario se venera en una capilla inspirada en el barroco, custodiado por cuatro angelitos de madera tallada y policromada; se le da culto el 7 de octubre y procesiona a mediados de julio al finalizar la fiesta del pueblo.
Fue inaugurada en enero de 1928. A pesar de hallarnos lejos de la época mudéjar, al contemplar este hermoso templo se percibe su influencia en varios detalles como las artesas del techo de madera y en los arcos apuntados (Turismo de la Provincia de Sevilla).
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de San Benito, abad;
HISTORIA Y LEYENDA
Los diálogos de San Gregorio Magno son la fuente principal y casi única de su biografía.
Nacido hacia 480 en la provincia de Norcia (también, aunque de empleo menos frecuente, “Nursia”, ciudad de la provincia de Perusa), en Umbría, era hermano gemelo de Santa Escolástica.
Hacia el año 500 se retiró a una gruta llamada Sacro Speco, cerca del lago de Subiaco, para llevar una vida de ermitaño.
En 528, a mitad de camino entre Roma y Nápoles, fundó el monasterio del monte Cassino (Montecassino), sobre una antigua acrópolis consagrada en la antigüedad al culto de Júpiter. Allí compuso la regla de la orden de los benedictinos, y allí murió en 547.
Sobre esta trama histórica el ingenio de los monjes y la imaginación popular bordaron adornos que Santiago de Vorágine recogió cuidadosamente en su Leyenda Dorada, de la que tomaron sus temas los artistas.
En principio fue el milagro del tamiz partido. Cuando a su nodriza se le cayó un tamiz, él tomó las dos mitades y las volvió a unir sin que quedara huella alguna de su fractura.
Cuando vestía hábito monástico, se retiró a la caverna del Sacro Speco donde era aprovisionado por el monje Romano, que le bajaba el pan en un cesto atado a una cuerda, y le avisaba con el sonido de una campanilla. Satán rompió la campanilla.
Como no consiguió rendirlo por hambre, el diablo desató contra él las tentaciones carnales. Hizo aparecer una mujer que encendió su concupiscencia. San Benito rodó desnudo entre las zarzas espinosas que rodeaban la gruta, expulsó la codicia sensual mediante las llagas de su carne, y así se impuso al pecado.
Elegido abad del monasterio de Vicovaro, por su rigor se atrajo el odio de los monjes que envenenaron su comida. Pero escapó a la tentativa de envenenamiento haciendo la señal de la cruz sobre el vaso que se quebró de inmediato en pequeños fragmentos, como si lo hubiese golpeado una piedra, mientras un cuervo se llevaba el pan envenenado en el pico.
Salvó al monje Plácido, su discípulo, cuando estaba a punto de ahogarse, enviando en su auxilio a San Mauro, quien sostenido por su bendición, lo salvó de la muerte caminando sobre el agua.
En el monasterio sólo quedaban cinco panes, pero al día siguiente, ante la puerta de la celda de San Benito se encontraron cien moyos (medida antigua de capacidad que equivale a ocho cántaros o ciento veintinueve litros) de harina.
Totila (rey de los ostrogodos de Italia, que se confunde con frecuencia con Atila, rey de los hunos), rey de los godos, intentó engañarlo sin éxito, cuando delegó a uno de sus oficiales disfrazado de rey.
Su hermana Santa Escolástica, a punto de morir, le impidió partir desencadenando una tormenta y haciendo caer una lluvia torrencial. El santo vio el alma de su hermana ascender al cielo en forma de paloma.
Cuando murió su alma también ascendió al cielo en un chorro de luz. Como el profeta Elías en su carro de fuego.
CULTO
Patrón de la orden de los benedictinos, de los conventos de Subiaco y del monte Cassino, San Benito es un santo más monástico que popular.
Sus reliquias, transportadas en 672 desde Montecassino a la abadía de Fleury, en Francia, que adoptó el nombre de Saint Benoît sur Loire, nunca atrajeron tantos peregrinos como las de San Martín de Tours o las de Santiago de Compostela.
En verdad, su autenticidad siempre ha sido cuestionada por los italianos quienes creen haber encontrado los auténticos huesos de San Benito y de su hermana Escolástica en Montecassino, en 1950.
Se lo invocaba contra el veneno, la erisipela y sobre todo contra los cálculos de los que habría curado al emperador de Alemania, Enrique II. También se recurría a su intercesión para obtener la gracia de una buena muerte.
ICONOGRAFÍA
Se lo representa ya imberbe, ya barbudo. Vestido con una cogulla negra de benedictino. No obstante, en los cuadros encargados por los benedictinos reformados, cistercienses, camaldulenses y olivetanos, aparece con una túnica blanca.
Sus atributos son un tamiz partido, varas con las que habría corregido a un monje, una copa de la que escapa una serpiente venenosa, alusión a la tentativa de envenenamiento de los monjes de Vicovaro (comparte este atributo con San Juan Evangelista) y finalmente un cuervo que se lleva el pan envenenado en el pico. Se observará que a diferencia del cuervo proveedor de San Pablo ermitaño, que le lleva el pan cotidiano, el de San Benito retira un pan envenenado.
Para diferenciar su copa envenenada de la de San Juan, los escultores alemanes del siglo XVIII hacen salir de ella dos pequeños serpientes (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
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