Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Chicarreros, de Sevilla, dando un paseo por ella.
La calle Chicarreros es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo, y va de la calle Álvarez Quintero, a la plaza de San Francisco.
La calle, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
Según Peraza (Historia de Sevilla), en el s. XVI recibe el nombre de Ropavieja, y como tal la identifica un documento de 1740 del convento de San Clemente, aunque otras descripciones adscriben dicho topónimo a una perpendicular a ella. Para Santiago Montoto, también se llamó de los Lenceros, en el s. XV, y de los Roperos. Posteriormente pasa a denominarse Chicarreros de Grados, al estar junto a la Audiencia de Grados, y luego simplemente Chicarreros, porque allí se encontraban tiendas de los fabricantes de este tipo de calzado. Dicha denominación se mantuvo hasta 1913, en que se le cambió por Salmerón, en memoria de Nicolás Salmerón y Alonso (1838-1908), presidente de la I República; también aparece como Nicolás Salmerón. En 1938 se le restituyó el nombre antiguo.
La calle Chicarreros es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo, y va de la calle Álvarez Quintero, a la plaza de San Francisco.
La calle, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
Según Peraza (Historia de Sevilla), en el s. XVI recibe el nombre de Ropavieja, y como tal la identifica un documento de 1740 del convento de San Clemente, aunque otras descripciones adscriben dicho topónimo a una perpendicular a ella. Para Santiago Montoto, también se llamó de los Lenceros, en el s. XV, y de los Roperos. Posteriormente pasa a denominarse Chicarreros de Grados, al estar junto a la Audiencia de Grados, y luego simplemente Chicarreros, porque allí se encontraban tiendas de los fabricantes de este tipo de calzado. Dicha denominación se mantuvo hasta 1913, en que se le cambió por Salmerón, en memoria de Nicolás Salmerón y Alonso (1838-1908), presidente de la I República; también aparece como Nicolás Salmerón. En 1938 se le restituyó el nombre antiguo.
Es calle recta y corta, de fachadas alineadas, y con ligera pendiente descendente. En 1794 se pavimentó con losas y piedras, que son sustituidas por baldosas a mediados del siguiente siglo, y por cemento a comienzos del actual; hoy es de losetas. Al ser peatonal, como ya lo era en siglos pasados, carece de aceras. En el s. XVII contaba con caño de desagüe de aguas residuales. En la iluminación se emplean farolas sobre brazos de fundición adosados a las fachadas y otras fernandinas de una entidad de ahorro. En 1799 los comerciantes solicitaron autorización para colocar toldos, que seguían instalándose a fines del pasado siglo; en 1943 es una de las que el Ayuntamiento acuerda entoldar.
Casi todos los edificios pertenecen a las primeras décadas del presente siglo, pues incluso la fachada lateral de la antigua Audiencia fue remodelada tras el incendio de 1918; las cuatro plantas que poseen prácticamente todas acentúan la sensación de estrechez de la calle. Ha sido siempre vía de gran actividad comercial. Según una visita de establecimientos, efectuada en 1679, casi toda estaba ocupada por tiendas de lienzos y bayetas. La presencia de talleres de plateros esta constatada desde la segunda mitad del s. XVII y se incrementará con el tiempo; las ordenanzas de los plateros de 1747 la citan como una de las calles en las que estaba permitida la apertura de talleres; cuando escribe González de León (1839), todas son tiendas de platería y joyería, así mismo lo reconocen visitantes como Ford y el barón Davillier, por lo que no es extraña la alusión que hace Bécquer a ella en Maese Pérez el Organista. A fines de siglo, junto a esos talleres, también hay sastrerías y otros negocios.
Hoy queda alguna tienda de joyería, pero predominan las de géneros de confección, de punto y complementos, concentradas en la acera de los impares, ya que la de los pares, está ocupada casi en su totalidad por instalaciones culturales de la Caja de Ahorros San Fernando (Fundación Cajasol). Formó parte de los recorridos de algunas procesiones de acción de gracias, o de rogativas durante los siglos XVIII y XIX, además de formar parte de la denominada Estación Chica del Corpus. Desde el s. XVII existía un retablo dedicado a la Virgen de Valvanera, del que cuidaban los vecinos, y que fue desmontado hacia 1840 y trasladado al Sagrario; de dicho retablo partían rosarios públicos masculinos al anochecer [Antonio Collantes de Terán Sánchez, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Chicarreros, 3, acc. Casa del siglo XIX, cuya planta baja es un gran vano con columnas en el centro a modo de soportal [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
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La calle Chicarreros, al detalle:
Edificio calle Chicarreros, 3.
Fundación Cajasol
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