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sábado, 11 de enero de 2025

Un paseo por la calle Conteros

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Conteros, de Sevilla, dando un paseo por ella.
     La calle Conteros es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo, y va de la calle Francos, a la calle Álvarez Quintero.
     La calle, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. 
     En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     A fines del s. XV y principios del siguiente se la conoce como la que va de Francos a la plazuela de Santa María. En el apeo de casas de la Catedral de 1502 hay una calle denominada de los Santillanes, que quizás se podría identificar con ésta, así como la de las Surcideras, de otro apeo de la segunda mitad del mismo siglo. A comienzos del XVII recibe el de Sombrereros, mientras que el de Gorreros, que también se le atribuye, y que se le da por estos mismos años, más bien corresponde al tramo de Álvarez Quintero en el que ésta desemboca; una era continuación de la otra. El nombre actual aparece a mediados del mismo siglo, ya se encuentra en el padrón de 1665, y coexiste estos años con el antiguo. Aunque González de León (1839), y tras él otros autores, le atribuyen los topónimos de Guanteros y Latoneros, no se han documentado dichas atribuciones.
     Aunque hasta hace unos años desembocaba en Alemanes, hoy ha perdido la parte final, que ha quedado incorporada a Álvarez Quintero. Consta de dos tramos. El primero, más largo y bastante estrecho. Las curvas que poseía hasta el pasado siglo han desaparecido mediante procesos parciales de alineamiento de fachadas. El otro tramo es mucho más ancho, tanto por los retranqueos de fachadas efectuados desde mediados del pasado siglo hasta el primer tercio del actual, como porque aquí confluye Argote de Molina y entronca con Álvarez Quintero. Las diferencias entre ambos afectan a todas las características de la calle. El primero estaba enlosado a mediados del pasado siglo, mientras que el otro estaba empedra­do; con lo cual, éste permitía el tránsito de carruajes, mientras que se prohibía en aquél. 
     Aunque tenían acceso los carrillos de manos, que transportaban las mercancías a los almacenes de tejidos de la calle Francos. Dicha dualidad funcional se mantiene hoy, por lo que el primer tramo está pavimentado con losetas, y el segundo con asfalto sobre los adoquines instalados a comienzos de este siglo, y cuenta con aceras de losetas y horquillas, para evitar que se suban los vehículos. La iluminación se efectúa por medio de farolas sobre brazos de fundición adosados a las fachadas. Algunas casas pertenecen a la segunda mitad del pasado siglo y el resto al actual, predominando las tres plantas de altura, salvo en los extremos. Los nombres de la calle refieren a la presencia de ciertas actividades artesanales: gorreros, sombrereros y conteros, que en el pasado siglo dan paso a algunos comercios y a talleres de carpintería.
     En la actualidad, el primer tramo es prácticamente residencial, mientras que en el segundo se abren varios bares, que se suman a los existentes en el tramo inmediato de Álvarez Quintero. Aquí residió a fines del s. XIX un coleccionista de objeto de arte y arqueológicos, Mariano Fernández; asimismo hasta dicha centuria existió un retablo dedicado a la Santísima. Trinidad en la esquina con la actual Argote de Molina. En este lugar se encuentra hoy otro con un Nazareno [Antonio Collantes de Terán Sánchez, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Conteros, 4. Embutidas en la fachada actual se conservan las columnas del soportal que poseía esta casa, posteriormente cerrado  con  un  muro [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
     
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Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

La calle Conteros, al detalle:
Edificio calle Conteros, 4.
Retablo cerámico del Nazareno

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